Un viaje de palabras

Por Luis Garcia

'Un viaje de palabras' es una recopilación de historias, anécdotas y escenas curiosas recogidas por el periodista Luis García a lo largo de diez viajes por distintos destinos de todo el mundo. El autor reúne así en este volumen dos de sus principales pasiones: los viajes y la escritura. El recorrido comienza en La Habana durante la primavera de 2010 y culmina en París a principios de enero de 2014. Estos y otros lugares tan diversos como La Valeta, Copenhague o Bangkok muestran su lado más pintoresco a lo largo de más de medio centenar de artículos.

• Idioma: Español
• Editorial: Luis Garcia
• Fecha de lanzamiento: 30 mar 2014
• ISBN: 9781310026232

Luis Garcia

Luis García (Cádiz, 1983) es Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Periodista sin remedio, dedicado a la radio por vocación, a la comunicación corporativa por casualidad y a la ciencia y la tecnología por inquietud personal. Ha desarrollado su carrera profesional en medios de toda Andalucía y en varios gabinetes de comunicación en la ciudad de Sevilla. Músico, viajero, soñador.... Y no necesariamente en ese orden. Siempre deseando aprender algo más y embarcarse en proyectos que le marquen nuevos retos. Luis García (Cádiz, Spain; 1983) obtained his Degree on Journalism in Seville University. Irremediably journalist, devoted to radio as a vocation, organizational communication by chance and science and technology information as a personal inquietude. His professional career has taken him to several media throughout Andalucia and communications departments in the city of Seville. Musician, traveller, dreamer... And not necessarily in that order. Always looking forward to learning and starting new adventures.

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UN VIAJE DE PALABRAS

Luis García

Copyright 2014 Luis García

Smashwords Editions

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A Marina,

que lleva media vida 

esperándolo

Smashwords Edition, License Notes

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ISBN: 9781310026232

Introducción

Siempre me gustó escribir. Todavía deben andar por casa algunos de mis primeros intentos: cuentos que garabateé con mi caligrafía de preescolar en unos cuantos folios grapados cuando aún era un retaco. Y siempre me gustó viajar. La primera vez era más retaco todavía: apenas tenía dos años y medio y fui a la sierra de Cazorla. Por eso, este libro reúne dos de mis grandes pasiones, dos de las actividades que más satisfacción me han proporcionado hasta la fecha. El objetivo siempre ha sido conseguir que al menos una de ellas se convirtiera en un modo de ganarme la vida. Todavía estoy tratando de encontrar la manera. Mientras tanto, valga esto como pequeño hito, como primer paso de un camino aun por trazar.

A pesar de que son dos pasatiempos que se extienden a lo largo de prácticamente toda mi vida, lo que aquí se recoge pertenece únicamente a los últimos cuatro años. Concretamente entre mayo de 2010 y enero de 2014. Las fechas corresponden a la todavía corta existencia de mi último blog, al que bauticé como Tintín en el mundo globalizado, en honor a uno de mis héroes de ficción favoritos. Dejando a un lado excursiones de un día y breves escapadas, son diez mis viajes en este periodo. La coincidencia de esta decena con el cuarto cumpleaños del blog ha sido el principal motivo, quizá la principal excusa, para acometer esta sencilla compilación de material.

Mi afición por la escritura y mi voluntad de compartir con quien quisiera leerlas las historias y reflexiones que se me ocurrían de vez en cuando me llevaron a arrancar esta aventura creativa en febrero de 2010. Tres meses después, viajé a La Habana. Y pensé que sería interesante recoger las impresiones de mi periplo cubano, al igual que ya hacía con las situaciones más curiosas que me sucedían en casa. Una costumbre que se ha mantenido hasta el día de hoy y que ya ha dado como resultado más de medio centenar de textos. 

Aquí se recopilan todas las publicaciones correspondientes a esos paseos por el mundo, además de algunas que habían permanecido inéditas y que he recuperado para la ocasión del fondo de mi disco duro. Hay retratos de escenas pintorescas, anécdotas de todo tipo, historias del día a día en que lo más cotidiano es especial, descripciones de peculiares costumbres o simples estampas de lugares que me dejaron con la boca abierta. Dudo a la hora de encuadrarlos dentro de ningún género. ¿Son reportajes? ¿Artículos? ¿Relatos? Así que dejémoslos en textos, aunque es posible que use alguno de estos términos como sinónimos más adelante.

Entiendo que muchos de ellos son muy personales y quizá resulten menos atractivos para el lector. Pero confío en que otros puedan despertar su interés y su curiosidad. De hecho, aunque están ordenados cronológicamente, no hay necesidad de leerlos de forma lineal. Cada cual puede ir saltando a su antojo por estas páginas en función de sus intereses.

Nunca pretendí hacer una guía de viajes. Lo que aquí se detalla es simplemente mi visión de unos cuantos lugares repartidos por el mundo, escogidos en función de variables tan aleatorias como precios de vuelos y hoteles, días disponibles, intereses particulares y demás factores que intervienen a la hora de organizar unas vacaciones. 

Aunque el objetivo era reagrupar toda mi producción viajera para compartir con el lector todas las impresiones de estos cuatro años, también ha sido un gusto releer tantas experiencias. Me han venido a la cabeza recuerdos, personajes, momentos. Algunos están por escrito, otros han vuelto de forma indirecta a través de cualquier referencia o, simplemente, rememorando el día en que redacté aquellas líneas. En algunos casos los textos se me han hecho cortos y he deseado haberme extendido más. En otros, incluso me he preguntado por qué no escribí más artículos de este o aquel viaje. Sin embargo, he querido ser respetuoso con lo que había y prácticamente no he alterado los originales. 

Los textos son cortos porque soy conciso, de estilo sintético o, si se quiere, parco en palabras. Y con el tiempo he probado mi propia medicina. No sé si esta impresión me influirá en viajes futuros. Sin embargo, como explicaba más arriba, mi idea nunca ha sido la de redactar una guía ni un folleto turístico. Únicamente la de trasladar mis sensaciones, los aspectos que más me han llamado la atención. Y todo ello sin aburrir a nadie, sin apabullar con datos. Solo una simple pincelada para que quien esté interesado pueda profundizar más. Ya sea a través de otras fuentes o, sencillamente, hablando conmigo. Siempre disfruto una buena charla sobre mis viajes. Cada vez que vuelvo a casa, estoy deseando que alguien me pregunte cómo me ha ido para compartir alguna de mis experiencias. Nunca tengo suficiente. Supongo que, precisamente, de ahí nacen todos estos textos.

Cuba

Este es el primero de los viajes en el que decidí poner por escrito algunas de mis impresiones y compartirlas con mis amigos –o con cualquiera que tuviera a bien leerlas– a través de mi blog. La experiencia me resultó muy interesante y tuvo bastante buena acogida, creo. Sin duda, el destino se prestaba a ello: un país cercano culturalmente pero a la vez exótico que, para bien o para mal, no deja indiferente a muchos españoles. La situación política, la delicada realidad social, la alegría caribeña… Son tantos los aspectos que llaman la atención de la isla y, por eso, eran innumerables las cosas sobre las que podía escribir y sobre las que la gente quería leer. Fue muy fácil: prácticamente en cada esquina había algo que contar. Además, una de las peculiaridades de mi visita a Cuba fue la especial conexión con los lugareños. Las conversaciones que mantuve con algunos de ellos en las cantinas, en sus casas o en plena calle son una parte fundamental en muchas de las historias que me traje de vuelta.

El viaje, que apenas duró siete días, se desarrolló en la última semana de mayo de 2010. En ese tiempo, tuve la oportunidad de recorrer distintos barrios de La Habana y de salir un día a conocer la provincia de Pinar del Río, al oeste de la isla. Prácticamente cada noche, me sentaba junto al ventanal de mi habitación en el hotel Habana Libre y escribía las impresiones del día. Tengo grabados en la memoria el pequeño escritorio y el cuaderno verde de hojas estrechas y alargadas en el que tomaba las notas. También recuerdo que, en aquellos momentos, pensaba que tenía cierta importancia el hecho de que esos textos estuvieran escritos allí. Por eso, todos iban encabezados por un localizador y por la fecha. Así los transcribí al blog y así los he dejado en esta recopilación.

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Primeras impresiones

LA HABANA – 23.5.2010. El camino del aeropuerto al hotel es siempre una buena toma de contacto cuando se llega a un país. Desde las afueras al centro de la ciudad, el recorrido atraviesa las capas que componen la mole urbana y permite ver a sus vecinos en su