El sistema de pensiones es una estafa piramidal que no se va a sostener por mucho tiempo.

¿Eres realmente consciente de ello?

Hace poco un oyente del podcast me escribía por instagram y me decía que lo que yo hago -tener 100% el control de mis finanzas y de mi vida- es peligroso porque “¿Qué haré cuando sea viejo si no tengo plan de jubilación?”.

Estuvimos charlando un buen rato y traté de explicarle que lo que me preocuparía de verdad es tener un plan de jubilación dependiente de un estado. Que mientras esté en mis manos, es donde creo que puede estar mejor.

Bien, creo que no te he descubierto nada nuevo, ¿cierto?
Y si eres de otro país hispanohablante, estoy seguro que también te sonará lo que es la inflación, la devaluación de la moneda o lo jodido que puede ser el subsidio estatal por jubilación.
Voy a lo que más me preocupa y lo que creo que podemos cambiar. Tú y yo.
Si tienes claro todo esto: ¿Qué cojones haces confiando en los estados?

Te lo digo en serio: ¿Por qué sigues confiando en los estados?

Sabiendo que no eres gilipollas ni un kamikaze -que también los hay-, puedo entender que estés sin hacer nada al respecto por una de las siguientes razones:
Que sencillamente “el miedo te paraliza”.
No se te ha ocurrido una alternativa mejor y no sabes ni por dónde comenzar.
Te sientes tranquilo al sentirte parte del rebaño “como somos muchos...”
Esperas que todo reviente después de que tú hayas cobrado y no te pille.

Lo veo como ir en un tren que se va a estrellar, nadie sabe cuándo pero está repleto de gente que lo sabe y que espera que se estrelle después de que ellos se bajen o se mueran.

Ya lo siento, pero yo me bajé de ese tren hace unas cuantas estaciones y mi recomendación es que, si realmente eres consciente de ello, te bajes echando hostias, que el tiempo apremia.

Mira, si de verdad estás de acuerdo con lo que he escrito hace unas líneas, cualquier otra cosa que no sea buscar una alternativa NO TIENE SENTIDO. Así de crudo.

¿Qué es mucho más cómodo seguir sin hacer nada? Pues claro que sí.

Pero por mucho que mires hacia otro lado, si de verdad eres consciente de que el tren se va a estrellar, nada que no sea hacer algo al respecto debería importarte.

Evidentemente, hacerlo después siempre es más cómodo -lo que también sabes es que después nunca llega-.

NO te digo que sea fácil, ni que haya una única opción posible. Lo que te digo es que cuando el tren se estrelle, agradecerás estar en tierra firme y tener el control.

Ni de coña dejaría mi futuro -ni mi presente- en manos de políticos.
Sobre esto hablo en profundidad en el episodio del podcast Nómada Digital que he publicado hoy.

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