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Crónicas de Galadria V - Una Nueva Partida: Crónicas de Galádria, #5
Crónicas de Galadria V - Una Nueva Partida: Crónicas de Galádria, #5
Crónicas de Galadria V - Una Nueva Partida: Crónicas de Galádria, #5
Libro electrónico445 páginas6 horas

Crónicas de Galadria V - Una Nueva Partida: Crónicas de Galádria, #5

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Después de haber elegido dejar a Menrick para afianzarse en su rol, Glaide a por fin encontrado a sus amigos. Juntos deberán reunir a sus aliados, mientras que nuevos compañeros se unirán a ellos.

Experimentando el miedo frente a los acontecimiento que se anuncian, y la curiosidad, acordándose que se encuentra después de todo en el Otro Mundo, Glaide está encantado de este nuevo viaje…

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento8 nov 2018
ISBN9781507198971
Crónicas de Galadria V - Una Nueva Partida: Crónicas de Galádria, #5

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    Vista previa del libro

    Crónicas de Galadria V - Una Nueva Partida - David Gay-Perret

    La totalidad de las Crónicas de Galadria se compone de seis volúmenes, disponibles en varios idiomas y formato e-book (para una lista completa y actualizada de las traducciones y distribuidores, seguid este link o visita www.gayperret.com, pestaña Chronicles of Galadria, Translation):

    Crónicas de Galadria I - El Otro Mundo

    Crónicas de Galadria II - Encuentros

    Crónicas de Galadria III – Enseñanzas

    Crónicas de Galadria IV – Despreocupación

    Crónicas de Galadria V - Una Nueva Partida

    Crónicas de Galadria VI – Esperanza

    ––––––––

    NA. Es posible que algunos de los volúmenes no sean todavía traducidos en el idioma que leéis actualmente. Para verificar que volúmenes están disponibles y en que idiomas y ver el avance de las traducciones, seguid el link mencionado anteriormente.

    Índice

    Prefacio

    Capítulo 1

    Capítulo 2

    Capítulo 3

    Capítulo 4

    Capítulo 5

    Capítulo 6

    Capítulo 7

    Capítulo 8

    Capítulo 9

    Capítulo 10

    Capítulo 11

    Capítulo 12

    Capítulo 13

    Capítulo 14

    Capítulo 15

    Capítulo 16

    Capítulo 17

    Capítulo 18

    Capítulo 19

    Capítulo 20

    Capítulo 21

    Capítulo 22

    Capítulo 23

    Capítulo 24

    Capítulo 25

    Capítulo 26

    Capítulo 27

    Capítulo 28

    Capítulo 29

    Capítulo 30

    Capítulo 31

    Capítulo 32

    Capítulo 33

    Capítulo 34

    Capítulo 35

    Capítulo 36

    Capítulo 37

    Capítulo 38

    Capítulo 39

    Capítulo 40

    Capítulo 41

    Capítulo 42

    Capítulo 43

    Capítulo 44

    Capítulo 45

    Capítulo 46

    Mapa

    Prefacio

    Antes de que os lancéis a la epopeya que os espera me gustaría indicar aquí que trato de que este libro esté en el mayor número de idiomas posible, si domináis varias y os sentís tentados/as por la aventura, visitad Babelcube para poneos en contacto conmigo!

    El idioma original es el francés (pero eventualmente puedo considerar la posibilidad de la traducción) desde otra traducción y las lenguas objetivos dependen de vosotros, algunas ya están cubiertas.

    Desearía igualmente mencionar mi último proyecto hasta a fecha en lo que se refiere a este libro, tengo la intención de hacer una serie de animación dividida en episodios, un poco a la manera de las Series Japonesas para aquellos que las conozcan. Mi idea sería trabajar en colaboración con un estudio de animación (quizás en la búsqueda de un escenario) para beneficiarnos de su saber hacer, consejos y recursos profesionales, aportándoles mi punto de vista, mis ideas para la realización, mi música, y por su puesto asegurándome del respeto a la atmósfera y de la historia.

    Hay que entender bien que el aspecto cuento iniciático de Crónicas es el resultado de la unión de distinto temas e ideas añadidas a medida que me surgían, de manera espontáneas, sin una reflexión global (algo como un diario íntimo). Sin embargo el fin de la redacción de la aventura ha estado marcado por la comprensión y aprehensión nuevas de mi vida y del mundo: elementos que deseaba ardientemente compartir pero que, ¡por desgracia la historia estaba terminada! Sin embargo releyéndola a la luz de aquello que había nuevamente aprendido, me he dado cuenta que todo de lo que quería hablar estaba allí, pero mal explicado (porque no había construido la aventura con aquello en mi cabeza). La creación de una serie de animación me permitiría iniciar el proceso creativo con los temas y mensajes claves en la cabeza, para seguidamente transmitirlos a través de la historia de manera clara, estructurada y lógica.

    Por lo que si conocéis a personas que trabajen en el sector de la animación que pudieran estar interesados, o si vosotros mismos estáis en esta situación, ¡no dudéis en contactarme!

    ––––––––

    Vamos, ya es tiempo de que descubráis la aventura que sigue. Buena lectura, y buen viaje...

    A todos aquellos que todavía saben seguir su Camino...

    Capítulo 1

    «¡AH! ¡Estoy agotado! ¡Diablos, se podría decir que vas incluso mas rápido que antes!»

    Y sin mas ceremonias, Jeremy se sentó en el mismo sitio donde se encontraba. Glaide se paró y se echó a reír dando media vuelta para unirse a su compañero que continuaba vociferando:

    « ¡Me acuerdo perfectamente que había que pelearse para poder hacer una pequeña pausa cuando llegamos a Shinozuka, pero ahora hay que forzarte a reducir la velocidad!

    - Lo siento, amigo mío, » respondió Glaide dándole un golpecito en la espalda. « Tengo la costumbre de viajar rápido y solo. Pero tienes razón, no tenemos prisa. »

    El joven se volvió entonces hacia la recién llegada:

    « ¡Eh, Renhai!» dijo «¿Cómo has hecho para aguantar a estos caracoles?

    - ¿Ya sabes lo que dicen los caracoles? » Exclamó Gwenn.

    Durante un momento Renhai pareció dudar sobre como reaccionar, como si no lograra determinar si sus compañeros estuvieran de broma o no... Finalmente unió sus risas a las de sus compañeros.

    Después de un momento el pequeño grupo se calmó y Emily tomó la palabra:

    « En fin, ya es mas de medio día, creo que deberíamos buscar un lugar donde dormir.

    - Exacto, » aprobó Jeremy levantándose con un esfuerzo visiblemente sobrehumano.

    Los cinco compañeros no tardaron en encontrar un bosque que, una vez inspeccionado, se reveló perfectamente adoptado a sus necesidades: aunque los árboles estaban cerca los unos de los otros, bloqueando a veces el camino, terminaron por desembocar en un pequeño claro sombreado en medio del cual podrían fácilmente encender un fuego.

    Jeremy dio un gruñido de satisfacción tumbándose en la gruesa hierba mientras que las tres chicas tomaban el tiempo para visitar los alrededores. Glaide se sentó a su lado, no lejos de su amigo que, había en ese momento cerrado los ojos para aprovechar en plenitud la caricia de los rayos dorados. « Y que, » pensó el joven, « esta jornada se acabe. Esta mañana todavía estaba con un dragón, y esta noche estoy en compañía de mis amigos. »

    Una sonrisa apareció en su cara cuando se acordó de la tarde que acababa de transcurrir. Temía al principio que los jóvenes que había vuelto a encontrar, adoptaran un comportamiento diferente con su llegada, pero muy pronto se tranquilizó. Por supuesto, Emily, Gwenn y Jeremy habían cambiado, como lo constato de un solo vistazo, ya eran parte de este mundo, lo conocían y habían tenido tiempo de aceptarlo, si no podía amarlo.

    Sin embargo, Glaide había sentido que ese extraño vinculo que le unía a los cuatro: quizás era su pasado común, las cosas que habían compartido sobre la Tierra desde su llegada. El joven no lograba definir realmente ese sentimiento, pero le parecía haber encontrado su familia...

    Nadie había hablado sobre temas realmente trascendentales, y en verdad el adolescente ignoraba todo lo que sus amigos habían hecho en los meses precedentes, como habían encontrado a Renhai y por que se encontraban en Heidro. Pero poco importaba, su reencuentro era todo lo que contaba. El simple hecho de estar juntos, compartir recuerdos o incluso la sola posibilidad de contemplar a sus amigos, llenaban a Glaide de alegría.

    Cuando la euforia del suceso se había poco a poco tranquilizado, había podido poco a poco reflexionar con una cierta lógica. Aunque todavía no habían hablado del destino de su viaje con sus compañeros, todo llevaba a creer que se dirigirían hacia la capital. Durante un instante, el joven había pensado pedir ayuda a Ayrokkan, ¡después de todo, el dragón le había asegurado que podía servirle de medio de transporte en cualquier momento!

    Sin embargo, el chico había abandonado rapido esta idea, en efecto, el viaje duraría por tanto una buena semana y Glaide quería disfrutar al máximo de este tiempo para pasar tiempo con sus amigos. No le interesaba reducir la duración del trayecto, porque sabía con certeza que en Shinozuka le esperaban responsabilidades, decisiones a tomar y un rol a aceptar, el del Destructor. La llegada a la capital sería probablemente el inicio del enfrentamiento contra Barras, con todo lo que eso necesitaba de preparativos, reflexiones, y sobre todo símbolos...

    Por el momento podía seguir siendo Glaide, un Protector que recorría tranquilamente las Tierras Conocidas en compañía de su Magg y de sus amigos. «¿Cuánto tiempo podría seguir yendo donde le pareciera? » Se preguntó el adolescente.

    Durante los últimos meses había adquirido un gran conocimiento de Galadria, de modo que llego a pensar que podría desenvolverse solo, que no era necesario que le dijeran que hacer, que le guiaran, como cuando llegaron. Sin embargo, la historia no había todavía terminado, y tenía que proseguir su búsqueda. ¿No era esa la elección que había hecho conscientemente dejando a Menrick detrás?

    Y, además, siendo honesto consigo mismo, debía confesar que lo que le esperaba era emocionante... ¡En poco tiempo llevaría a todo un pueblo al combate! Para no pocos habitantes de Galadria esta constatación le habría asustado, pero él se sentía animado por una profunda curiosidad, ¿cómo se iban a desarrollar los acontecimientos? ¿Obtendría poderes realmente? Por el momento, aunque poseía la katana de Dzen, nada parecía seguro...

    «Ya veremos..., » murmuró.

    « - Mmm... ¿Decías algo? » Interrogó Jeremy mientras levantaba un parpado.

    « - No, nada. ¡Eh, míralas!»

    Las tres compañeras habían, en efecto, terminado su paseo, y viendo a Emily, Glaide sintió que su corazón se llenaba de orgullo, él era el Protector de esta joven, el guardián de una Magg. Debía estar a su lado y asistirla en lo que necesitara. Por primera vez, ese título que le habían dado, antes que el de Destructor, volvió a tener ante sus ojos una gran importancia. « Estoy en mi sitio, » pensó, « ahí donde quiero estar.  »

    « Hemos encontrado rastro de huellas, » anunció Renhai. «En mi opinión algunos monstruos han pasado por aquí hace poco.

    - ¡Que vengan si se atreven! » Exclamó Jeremy. « ¡Sabremos como recibirlos! »

    Todo el grupo sonrió. Era verdad que no temían a casi nada ... Este hecho recordó a Glaide que no les había preguntado nada referente a su entrenamiento, después de todo, si ya no estaban en Shinozuka era probablemente porque habían alcanzado un nivel mas alto que el joven les había conocido. Aunque esperaba que sus amigos decidieran por sí mismos contar su historia, tenía curiosidad por saber mas sobre su formación.

    « Entonces Jeremy, » comenzó, « ¿cómo se ha desarrollado tu aprendizaje en la escuela Murockai? ¿Y vosotras chicas, que tipo de magia es la que hacéis ahora?»

    Gwenn iba a responder, pero su Protector se le adelantó:

    « ¡Sorpresa! Con un poco de suerte nos atacarán durante la noche, ¡entonces lo podrás ver!

    - ¡De acuerdo! » respondió Glaide

    «- A propósito de la noche, pronto oscurecerá, ¿deberíamos hacer un fuego? » Propuso Emily.

    Su idea fue inmediatamente aceptada.

    Mientras que todo el mundo estaba ocupado encendiendo el fuego, Glaide constató que sus amigos no estaban acostumbrados a hacerlo, recogían todas las ramas que encontraban sin diferenciar aquellas que quemaban mejor que otras y no tenían ninguna idea del orden en el que apilar la madera. Esta observación le indicó que no habían viajado mucho, o que habían viajado por sus propios medios, porque para él tal tarea había llegado a ser una banalidad casi angustiosa. Durante las semanas que había pasado atravesando las Tierras Conocidas, él había cada noche encendido un fuego parecido.

    Además, ¡los recuerdos que tenía de las noches pasadas delante de un fuego eran innumerables! A veces veía la cabeza de su maestro aparecer a través de las llamas, ¿no era entonces en esos momentos que las enseñanzas de Kezthren habían sido mas profundas? O era la cara sonriente de Menrick la que se le aparecía. Él había mas de una vez admirado los reflejos que producían las llamas sobre las escamas rojo sangre de Ayrokkan...

    Sí, decididamente el fuego de campamento era para él algo habitual, incluso si cada uno de ellos había sido diferente. «Hoy compartiré este instante con mis amigos...», pensó con una sonrisa.

    « ¿En qué estás pensando que se te ve tan bien? » Le interrogó Emily.

    « - Oh, en nada en especial...

    - ¡Habla!» Gritó Gwenn. ¡Estuvo a punto de decir que, no se podia ser mas malo encendiendo un maldito fuego de campo!

    - He, ¿Qué quieres? » Replicó el joven entrando en el juego de su compañera. « ¡Soy un veterano en el tema! La experiencia, pequeña, ¡la experiencia!»

    Todo el grupo se echó a reír mientras que Glaide terminaba de encender el conjunto de ramas. Como habían dicho, sus amigos transportaban todo tipo de provisiones. Aunque nadie había mencionado su destino, las dos Maggs, Jeremy y Renhaï no parecían racionarse, y Glaide les decidió imitarlos. Todo el mundo se instaló cómodamente, y el adolescente elevó su gruesa capa y se desabrochó el cinturón en el que estaba atada la katana. Puso su ropa sobre el sable de manera que lo ocultara, consciente de que en caso de un combate era mejor que no supieran sus adversarios que poseía tal tesoro. Después se dedicó a su comida con avidez.

    Después de media hora todo el mundo estaba satisfecho. Renhaï estaba un poco alejada y paseaba ahora por el claro sin rumbo fijo, perdida en sus pensamientos. Gwenn y Jeremy, en cuanto a ellos, estaban sentados un poco apartados y parecían encontrar un inmenso interés en las pequeñas piedras que habían sacado de una bolsa de cuero... Glaide les miró hacer sin realmente comprender de que se trataba, cuando sintió a su Magg cerca suyo. Se había instalado contra el tronco de un árbol, y Emily hizo lo mismo apoyando su cabeza sobre su espalda.

    «Intentaban inventar un juego,» dijo señalando a sus amigos con el mentón.

    « - ¿Un juego? » Se extrañó. « ¿Con esas piedras?

    - Sí... Creen que no había suficientes en Galadria, por lo que querían crear uno.

    - No me sorprende...», suspiró el joven.

    Era verdad que, considerandolo todo, Galadria era un mundo en el que la cultura parecía muy limitada. ¡Glaide solo había escuchado algo de música, no había nunca visto pinturas u obras de arte, ni de teatro, ni siquiera hablar de juegos típicos!

    «Espero que lo logren!», concluyó.

    Emily aprobó con un ligero movimiento de cabeza antes de tomar la palabra:

    «Estamos contentos de que estés con nosotros... Te hemos echado de menos. Incluso si nos hemos sabido defender solos, nunca hemos dejado de esperar tu regreso.

    - En verdad no tenía ninguna idea del tiempo que me llevaría... De verdad, os he buscado durante casi un mes, y he podido encontraros gracias... digamos a un amigo.»

    La joven le interrogó con la mirada, pero Glaide no añadió nada mas sobre el tema, y por el contrario dijo:

    « Para mí también, estoy contento de estar con vosotros. Tengo la impresión de estar de nuevo con mi...

    - ¿Familia? » Completó Emily. « Sí, nosotros tenemos el mismo sentimiento. No somos realmente amigos, si no mas bien hermanos y hermanas...»

    La joven se levantó bruscamente. Ese movimiento no escapó a Jeremy y Gwenn que volvieron la cabeza en su dirección. Los tres se miraron, después el Protector y su Magg inclinaron la cabeza en señal de asentimiento. Este movimiento recordó inmediatamente a Glaide el comportamiento de los padres de Menrick, justo antes de que le propusieran a su hija en matrimonio... Se preguntó que iba a suceder esta vez, pero se sorprendió al ver a su compañera buscar en sus bolsillos para sacar un trozo de pergamino.

    « ¿Te acuerdas de esto? » Le preguntó con la voz vibrante de emoción.

    Glaide se levantó y se aproximó.

    Entonces lo reconoció... Sin ninguna duda, el pergamino que tenía su amiga era la carta que había escrito, antes de abandonarlos... Él la miró durante largo tiempo a la luz del fuego y de las estrellas, parecía que había sido toquiteada numerosas veces, hasta tal punto que en ciertos sitios la escritura casi desaparecía...

    El joven tomó el tiempo para releer lo que él mismo había escrito, siete meses antes... Parecía viajar en el tiempo, y con una claridad increíble se acordó de aquella noche donde, con el pretexto de una necesidad apremiante, no había subido a acostarse y había pedido al posadero que le dejara algo con que escribir. Entonces, a la luz de una vela, cuando en el exterior los habitantes de Shinozuka festejaban un oscuro suceso, había debido decir adiós a aquellos que amaba...

    Cuando hubo terminado su corazón palpitaba salvajemente, y enfrente suyo Emily tenía los ojos brillantes de lágrimas. Ella se volvió hacia el fuego y declaró:

    « Cada palabra está grabada en nosotros, por lo que nos habíamos jurado guardarla hasta tu regreso. Ya está...»

    Y la joven deja caer el pergamino en mitad de las llamas que lo consumieron en un instante. Sacó entonces un segundo documento que Glaide reconoció como la carta que había copiado.

    « Ya no lo necesitamos, » murmuró Emily. « Sin embargo poseemos el original, y no lo dejaremos escapar...»

    Y dejó que el papel volara tranquilamente hasta el fuego. Pero antes de que hubiera llegado, la Magg estaba ya refugiada en los brazos de su Protector, que notaba sus lágrimas correr por su hombro. Él mismo mantuvo los ojos sobre las llamas entre las cuales el pergamino desaparecía. El silencio se instaló entonces en el claro, tranquilo. Una página de la historia de los cuatro jóvenes acababa de dar pasar definitivamente...

    Capítulo 2

    RENHAI se aproximó a sus compañeros. No pareció notar su comportamiento, pero su presencia hizo que los cuatros amigos se movieran, Emily se alejó de su Protector mientras los otros dos movian sus piedras.

    « Sería quizás momento de acostarnos, ¿no? » Propuso Glaide.

    Todo el mundo asintió.

    « ¿Quién va a hacer el primer turno de la guardia? » Preguntó Jeremy.

    « Inútil,» declaró su amigo. « Entre las cosas que he aprendido últimamente, he aprendido a dormir con un ojo abierto.

    - De verdad... »

    Gwenn parecía dudarlo.

    « Glaide tiene razón, » intervino Renhaï. « Descansemos, yo misma soy capaz de distinguir los ruidos sospechosos durante mi sueño.

    - ¡Aunque desde que te conocemos hemos instaurado siempre los turnos de guardia!

    - Es verdad, pero tenía miedo de no ser capaz de despertarnos los suficientemente rápido en caso de peligro. Si somos dos para detectarlo, será mas fácil.

    - Está bien, entonces, ¡todo el mundo a la cama! » Exclamó la Magg.

    En el mismo instante en el que Glaide apoyaba la oreja, le pareció haber apercibido un ruido extraño... Sus compañeros estaban instalándose con un alegre alboroto, aunque le era imposible determinar el origen del sonido. Quizás no era mas que un animal nocturno, o quizás...

    « ¡No hagáis ni un ruido! » Lanzó.

    Sus amigos se callaron inmediatamente. El joven hizo aparecer su espada, sin embargo, antes de desenvainarla prefirió colocar la katana en su espalda. Mientras se ponía de pie, una rama se rompió en las cercanías. Los jóvenes se miraron y con un mismo movimiento Glaide y Jeremy sacaron sus espadas de la funda, este último hizo una señal a Renhaï para que no se moviera. Con un susurro le dijo:

    « ¡Esta es la ocasión de ver lo que cada uno ha aprendido! »

    La joven indicó que había entendido, ¡después de todo Jeremy había dicho a su amigo que le enseñaría lo que él mismo y las dos Maggs sabían hacer! La guerrera se alejó algunos pasos, pero no perdió ni un instante a sus compañeros de vista. Como cuando la había visto por primera vez, Glaide se preguntó si esta joven podría ser realmente tan buena combatiente como sus amigos le habían descrito...

    Una primera flecha silbó, seguida por tres o cuatro mas. Glaide no tuvo tiempo de moverse, pero delante suyo apareció un muro de luz azulada que conocía bien... A pesar de la batalla que se iniciaba, tomó el tiempo de volver su cabeza en dirección a Emily, y le sonrió radiante, era evidente que había esperado con impaciencia poder utilizar su magia en un momento como este... Glaide le sonrió, después adoptó con tranquilidad la posición de guardia de la escuela Iretane. A su derecha, escuchó a Jeremy remarcar:

    « Vaya, eso me recuerda alguna cosa...

    - Vamos a ver lo que vales, » respondió el joven.

    « - Hace algún tiempo que no hemos combatido codo con codo, ¿verdad? Y los recuerdos de esos combates no son muy gloriosos.

    - Es verdad, pero esa época está pasada. »

    Y Glaide se lanzó hacia delante, un primer orco acababa de emerger del follaje.

    El monstruo solo tuvo tiempo de ver al guerrero abalanzarse sobre él, antes de que su cabeza rodara por el suelo. En ese mismo instante, otros monstruos parecidos aparecieron de un lado y de otro, parecía que, hecho sorprendente, las criaturas habían tomado el tiempo para elaborar una estrategia. Simple, ya que consistía simplemente en rodear a sus presas, pero eficaz.

    Las dos Maggs se aproximaron a sus Protectores mientras que Renhaï se alejaba todavía un poco del campo de batalla. Glaide la vio sin embargo triturar nerviosamente las empuñaduras de sus espadas.

    De repente el joven vio un nuevo orco caer a sus pies, estaba cubierto de cortes. Reconociendo en él las heridas típicas de la escuela Murockaï, se apresuró a felicitar a su amigo, pero cuando su mirada se posó en Jeremy le fue imposible emitir un sonido, el Protector se arremolinaba entre sus adversarios, mientras que su arma parecía rebotar sobre una pared invisible que enviaba sin cesar al aire. En verdad, el adolescente no tenía en sus manos su espada mas que algunos segundos, el tiempo de llevar a cabo uno o dos ataques, después la proyectaba por encima suya, donde tenía la impresión que el arma rebotaba.

    « Increíble... », murmuró Glaide con admiración.

    El guerrero que tenía delante suya no tenía nada que ver con aquel que había conocido. Aunque no fuera un experto, controlaba perfectamente su arma y los golpes que daba eran precisos y sin ningún tiempo muerto.

    En un movimiento de puro reflejo, Glaide esquivó un ataque demasiado lento de un orco que estaba delante suyo. La hoja fue a introducirse en el corazón de uno de sus semejantes que había intentado alcanzar al adolescente por la espalda. Este último no tuvo mas que decapitar al monstruo que le hacía frente sin realmente darse cuenta de lo que hacía, enfrentarse a los orcos era un juego de niños, ya que no eran mas que siete u ocho. En verdad, el joven no tenía ojos mas que para Jeremy, ya que la técnica le dejaba sin voz.

    Pronto, el primer grupo de asaltantes fue diezmado. Sin embargo, todavía quedaban bastantes orcos, por lo que una nueva ola desembocó en el claro. Glaide dejó de observar a su amigo para centrarse en sus adversarios, aunque pronto escuchó los choques contra la protección azulada que había creado su Magg.

    Seguro que ningún monstruo había logrado golpearle, buscó el origen de los ruidos mientras continuaba parando y contraatacando. En algún lugar de su memoria recordó que Kezthrem le había explicado que cada golpe dado contra el muro de luz debilitaba a la Magg que lo creaba. Constató además que a cada golpe Emily se estremecía, y Gwenn parecía estar en la misma situación.

    Una vez que hubo despejado las filas adversarias, Glaide tomó el tiempo para echar una mirada a su alrededor, y entonces comprendió de donde provenían los ataques. Al pie de la línea del bosque, ¡los duendes del norte armados con arcos estaban vaciando su carcaj! En un instante Glaide se dio cuenta de que sin la protección ya habría muerto por una de las flechas... Pero esta constatación fue barrida por la embriaguez del combate y se echó hacia delante, mientras que a su espalda Jeremy evitaba que los orcos de lanzaran en su persecución.

    Con algunos golpes de espada bien dados el joven se deshizo de los duendes. Volvió al centro del claro mientras que una tercera ola de enemigos llegaba. De nuevo, no le llevó mucho tiempo que los orcos acabaran en el suelo.

    Los jóvenes pararon de combatir sin ni haber envainado o relajar su vigilancia. Sin embargo, después de varios minutos resultó evidente que estaban de nuevo solos. Las Maggs hicieron desaparecer las protecciones y los Protectores su espada. Glaide no se molestó en envainar la suya, se desvaneció al mismo tiempo que la funda. En ese momento no se dio cuenta de la sorpresa que había supuesto esta acción, fue solamente después de haber recorrido el claro para evaluar el número de enemigos que habían abatido, alrededor de una veintena, cuando se dio cuenta de que sus amigos tenían los ojos puestos en él.

    « ¿Qué es lo que os pasa? ¿Hay algún problema?

    - Lo que has hecho con tu espada hace un instante, ¿puedes volverlo a hacer? » Preguntó Emily estupefacta.

    « - ¿De qué hablas? ¿Esto? »

    Glaide hizo aparecer su espada directamente sobre su mano, al mismo tiempo que su funda en su cintura. Jeremy emitió un silbido de admiración.

    « ¡Y nos lo hace como si no fuera nada! Eh, ¿te das cuenta de lo que eres capaz de hacer? »

    Glaide sonrió acordándose que este pequeño truco de magia había sido un verdadero calvario para aprenderlo. Hizo de nuevo desaparecer su espada diciendo:

    « Con todos estos cadáveres no podemos dormir aquí. Venid, vayámonos de este bosque e iremos a instalarnos en una llanura un poco mas lejos. »

    El pequeño grupo asintió. Tomaron el tiempo para apagar el fuego, después cuando se estaban marchando Jeremy dijo:

    « Me acuerdo que, en poco tiempo habíamos logrado controlar la aparición de nuestras fundas. Rápidamente había resultado tan simple como mover un brazo, pero no he hecho avances reales a este nivel, mientras que, ¡tú puedes atrapar tu arma en cualquier situación!

    - Es verdad, y es realmente práctico. De hecho, en lugar de materializar tu espada a la velocidad a la cual puedes mover un miembro, se trata de materializar tu espada a la velocidad a la cual piensas en mover ese miembro. »

    Jeremy bajó la cabeza lentamente mientras que su amigo añadía:

    « Estoy sorprendido que no te lo hayan enseñado en la escuela Murockaï, sería muy útil para vosotros.

    - Es verdad, pero no olvides que se trata de un estilo accesible para todos, contrariamente al Iretane que solo existe para los Protectores.

    - Mmm... Muy cierto, » concedió Glaide.

    « Así que tendrás que enseñarme, ¡nada me impide mezclar un poco de los dos estilos!»

    Los cinco amigos se movieron, saliendo entonces al aire libre. Alrededor se extendían inmensas llanuras, aunque no tuvieron que andar mucho para encontrar un lugar donde dormir. Bajo la inmensidad del cielo, Glaide se acordó por un momento de los días de viaje durante los que había decidido caminar de noche, para admirar los paisajes a su alrededor.

    « Dime, » comenzó Emily, « me parece que los arqueros se parecían a los monstruos que habían abatido al Guardián, ¿no?

    Sí, se trataba de arqueros orcos, » confirmó Gwenn.

    Sin embargo, Glaide intervino:

    «No es completamente verdad, aunque hablamos de los mismos monstruos, he aprendido que son en realidad duendes del norte. Los orcos no son los suficientemente hábiles para manejar el arco. »

    El adolescente se acordó que fue su maestro, él mismo, que le había enseñado aquello.

    Decidió cambiar de tema:

    « Eh, Jeremy, ¡has hecho progresos increíbles! ¡Fue increíble la manera en la que combatías, la facilidad con la que la has enviado para después recuperarla!

    - ¡Que te crees! » Exclamó el interesado. « ¡Me he entrenado! Te digo que tú tampoco estuviste mal tampoco, nada que ver con la época de Uziére... »

    Esta rápida mención al pasado llevó a su mente a la ciudad de Rackk, y Glaide se acordó que les tenía que revelar a sus amigos que Kezthrem era el hijo del su primer maestro.

    Sin embargo, Jeremy obviamente no deseaba instalarse en la nostalgia, porque encadenó:

    « He reconocido inmediatamente tu posición de guardia, ¡pero tenía mejor aspecto que en el pasado! Mas sólida, mas precisa... Y después, ¡a pesar de todo, de tu enorme espada luchaste sin hacer prueba del menor problema! »

    Glaide sonrió antes de lanzar:

    « En cuanto a vosotras, chicas, ¡esos muros que habéis hecho aparecer casi instantáneamente me parecía que tenían el aire de ser mas sólidos!»

    Gwenn estaba cerca de sus compañeros, pero Emily estaba ya alejada un poco, visiblemente cansada. Aunque sonrió antes de responder:

    « No hemos perdido tampoco el tiempo. Hemos buscado mucha información sobre nuestros poderes.

    - Emily tiene razón, » aprobó Gwenn. « Aunque todo el mundo conoce a las Maggs, casi nadie sabe como funcionan sus poderes y su extensión. ¡Por lo tanto, hemos aprendido por nosotras mismas!

    - Eso no quiere decir que sepamos todo... En general aprendemos nuevos hechizos en las situaciones peligrosas, aunque el instinto prevalece, sobre todo. En fin, no se tratan realmente de hechizos, no hay encantamientos o rituales raros... »

    Emily se calló para tomar aliento. Parecía mas fatigada de lo que Glaide había supuesto...

    « Eh, ¿estás bien? » Preguntó inquieto.

    Se aproximó a la joven que había cerrado los ojos y respiraba tranquilamente. Bajó débilmente la cabeza.

    « Sabía que sería cansado..., » murmuró

    « - Lo siento... Me dijeron que cada golpe que recibiera la protección debilitaría a la maga, debería haberlo tenido en cuenta...

    - No tienes que preocuparte, incluso si has progresado increíblemente, no puedes evitar una flecha... »

    Glaide bajó la cabeza. Durante un corto instante, aterrador, tuvo la impresión de volver ocho meses atrás, cuando puso en peligro la vida de sus amigos... Sin embargo, Emily le acarició la mejilla susurrando:

    «Necesito entrenamiento. A partir de ahora, voy a hacerlo lo mejor posible, pero por el momento tengo que descansar. »

    Glaide agachó la cabeza y dejó que su protegida se durmiera. Se unió al resto del grupo que estaba un poco alejado para no molestar el sueño de su camarada. Llegando cerca suyo, el adolescente preguntó:

    «Dime Gwenn, ¿por qué no estás tú en el mismo estado? ¿Ha recibido Jeremy menos flechas?

    - Realmente no, » respondió, guiñando el ojo a su Protector. « Como te ha dicho, necesita entrenamiento, hasta ahora no tenía a nadie a quien proteger. Las primeras veces que utilizaba mi magia sobre Jeremy, me provocaba el mismo efecto. Con el tiempo he aprendido a resistir mejor, y será parecido para ella. »

    Glaide se quedó un momento en silencio, antes de decir:

    « De cara a futuro, intentaré que no me alcancen. Así dicho, es verdad contra los arqueros... Demonios, ¡no me imagino que hubiera pasado si no nos hubiéramos encontrado!

    - En efecto, ¡mejor ni pensarlo! » Agrego Jeremy.

    «- Bien, y a propósito de esta magia, » dijo Glaide.

    Gwenn dudó antes de responder:

    « Durante los últimos meses hemos hecho grandes descubrimientos en cuanto a la forma de emplear el flujo que circula en Galadria. Si te acuerdas bien, habíamos aprendido que las magas blancas eran las únicas que podían utilizar esos flujos sin tener que transformarlo. Las brujas están obligadas a materializarlo bajo la forma de elementos, tales como el fuego o el hielo, es por esa razón que su arte necesita de un dominio elevado de la magia. Para nosotros es algo innato, pero ¡como contrapartida no es imposible crear relámpagos o temblores de tierra!

    - Sí, me acuerdo de todo aquello.

    - Y bien, hemos descubierto que nuestra magia, o al menos todo lo que sabemos hacer y fuera de la sanación, no es ni más ni menos que una manifestación particular del flujo, como si una maga crea bolas de fuego o gigantescos fuegos, podemos modelar la energía mágica. Cuando invocamos el muro azulado, por ejemplo, en realidad reunimos esta energía delante del objetivo. Cuanta mas magia enviamos, la protección es mas sólida y su azul mas profundo y opaco. »

    Glaide bajó la cabeza, comprendía perfectamente la lógica que le exponía su amiga, y esta abría vastos horizontes en cuanto a las posibilidades de las Maggs...

    « ¿Y qué es lo que habéis descubierto sobre la utilización del flujo?

    - Dominamos dos nuevos hechizos, de inicio una protección parecida a la que conoces, con la diferencia de que esta es de color púrpura y protege de la magia...»

    Glaide emitió un silbido de admiración.

    « ¿Habéis encontrado brujas enemigos?

    - Uno o dos veces, sí, »

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