Cuentos de sirenas

Por Cristina Gabriela Covaliu

El libro "Cuentos de la sirena" se divide en cinco historias.
"Los niños de la sirena" es sobre una chica que tiene muchas ganas de conocer las profundidades del mar y se arroja en las olas, encontrando allí el palacio de las sirenas, de donde no se puede regresar a la Tierra.
En "La esposa del cantante" se trata de una sirena que quiere conocer la vida en la tierra, y esta enamorada de un cantante de un pueblo de pescadores. El muchacho pasará a través de muchos intentos de conquistar su corazón.
En "El amor de Dios Neptuno" el gran dios del agua se enamora de una mujer mortal de un pueblo. Con ganas de llamar su atención con el fin de ganarla y llevarla con él a las profundidades, el dios causa más daño, hundiendo barcos y ahogando la gente, pero ella no comparte su amor.
"Las tres sirenas" presenta la vida de las ninfas del océano, que tienen como el padre al temido Neptuno y que, por casualidad, llegan a bordo de un pescador, cayendo en el amor con tres marineros que las aman en gran manera y quieren tenerlas juntos.
El último cuento, "La esposa de Poseidón", muestra el amor del dios por una bella mujer mortal que vive en una ciudad rica, próspera y pacífica. Él se case con ella, y tiene cinco hijos, pero el anhelo de la chica no puede ser apaciguado, y por eso, a hurtadillas, ella pasa sobre la promesa que le había hecho a su esposo.

• Idioma: Español
• Editorial: Cristina Gabriela Covaliu
• Fecha de lanzamiento: 3 ene 2017
• ISBN: 9781370557073

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Prólogo

El libro Cuentos de sirenas contiene cinco historias de seres mitológicos, mitad mujer, mitad pez, que viven en el fondo del mar, siendo guardadas por el dios Neptuno. Ellas quieren saber la vida terrenal, para salvar a los barcos hundidos y a la gente ahogado sin piedad por el dios del mar.

Cuentos de sirenas

Los niños de la sirena

Había una familia de pescadores que tenía una niña chiquita y preciosa llamada Luisa; vivían los tres en una casita al lado del mar. La niña se bañaba alegremente y, dejándose acariciada por las olas, pasaba allí el día entero, porque para ella el mar tenía su propio encanto. Su mamá no tenía cada vez tiempo para quedarse a su lado y siempre le decía que no se metiera en el agua:

- ¡No entres en el mar, que te puedes ahogar y yo no sabré nada de tí!

Y así, espantada, la niña permanecía cerca de la casa más tiempo, pero sintiéndose como si fuera aprisionada, volvía a correr hacia el mar. Le encantaban las olas que subían río arriba, derramándose sobre la arena, cada vez igual, seduciéndola, como si le cantase algo.

Un día, su madre la llamó y le contó un acontecimiento olvidado por los aldeanos desde hace mucho tiempo:

- Mi cariño, hace mucho tiempo una sirena raptó a unas cuantas niñas, llevándolas en los hondos abismos del mar, porque ella no tenía hijos y quería jugar con ellas. Sus padres jamás han vuelto a verlas y, aunque los del pueblo las hayan buscado durante mucho tiempo, parece que ellas se hayan ahogado, porque ni una sola persona puede quedarse en el abismo tanto.

- Está bien, mamá, pero yo sé nadar muy bien, jamás me pasará algo y lo que tú estás diciendo es una mera historia, contestó la chica que tenía los ojos negros de ébano.

- Hay un trozo de verdad en todas las historias, mi querida hija; a veces, pueden ser reales, le dijo la mamá a Luisa, tratando de mantenerla alejada del mar que estaba rabiosa algunos días, volcando las barcas de los pescadores. hundiendo los barcos y ahogando a la gente.

Su padre que trabajaba como pescador también, intentaba guardarla lejos del mar, en particular en aquellos momentos cuando estaba inquieto y colérico.

Uno de esos días, la niña, desobedeciendo a sus padres, se metió los pies en el agua extremadamente agitado por haber una gran tormenta en pleno mar, y de repente sintió como si un mano fuerte le estuviera jalando, mientras oía una voz suave que le seguía cantando.

Luisa pensó que era una sirena con cabello largo y lleno de flores, así como, según su mamá, vivían en