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Los chicos miran las Estrellas: Ping-Pong
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Los chicos miran las Estrellas: Ping-Pong
Libro electrónico232 páginas2 horas

Los chicos miran las Estrellas: Ping-Pong

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Dedicado al 150o aniversario de la unidad de Italia
Unos niños juegan. Su diversión es el ping-pong. No se ponen el problema de lo que es Italia. Para ellos es el lugar donde han nacido. Saben que hay varios dialectos, las condiciones económicas son distintas y el clima también es diferente. Pero en sus corazones es Italia y basta.
Admiran los jugadores de otros países. Tienen curiosidad, se reflejan en ellos y se comparan. En sus corazones sueñan con vestir la camiseta de la selección “azzurra”, con el orgullo de ser uno de los pocos en representar a Italia. Con tranquilidad y competitividad. Ven caras, maneras, colores y banderas de sus oponentes. Todo es tan emocionante, están felices de pertenecer a una nación, como otras.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 jun 2012
ISBN9788890679254
Los chicos miran las Estrellas: Ping-Pong
Autor

Enzo Pettinelli

Enzo Pettinelli at 8 years old begins to play ping-pong in the parish church of San Martino, in Senigallia. When playing double matches with his twin brother Giovanni as a partner, they are invincible. Enzo, like all children, plays football, volleyball, swims, skates. In skating he is 4th at the National Championship. When he is older he dedicates himself to ping-pong, right up to the National championship of B division. Then he feels that ping-pong can be played in a different way. He is fascinated by the musicality of the rhythm and by the beauty of the technical gesture. He leaves the agonistic activity and dedicates his time teaching this Sport. Three young lyceum students follow him: one of them, Domenico Ubaldi, will become later the President of “Tennistavolo Senigallia”, a club founded by them in 1959 and in 2010 rewarded by the CONI with the Gold Star for Sports merit. The first Italian titles arrive. For the 100th anniversary of the reunification of Italy, two youngsters of Pettinelli’s school are called to join the national team at the International exhibition in Tourin in 1961. After this event the parish priest of San Martino, Father Giuliano Grassi, covers the courtyard and creates a little gymnasium. A sales representative of sport equipment, Neri Ravini, accidentally sees the gymnasium, he gets touched by seeing so many little children around just one “rickety” table, and gives 3 bright new tables as a gift. The game, based on aesthetic beauty and on musicality, gives more incentive and new Italian titles. A sponsor, Otello Montesi, gives economic help, without asking nothing back. The results come and bring the Club at the first place in Italy. The school, already opened, opens further, and receives players from all Italy. Including players that play or have played against each other . Pettinelli will be many times the Italian National team’s coach, coach of the Republic of San Marino. Honorary Member of the Republic of Malta, for the given collaboration. Among his pupils we remember: Costantini, record of presence with the National team; Moretti, Cardinali and Ricci that will be many times at the World Championship, European Championship and at the Mediterranean Games. The work and passion of this “Great Teacher” for ping-pong, has inspired the film director Claudio Colombo that has realized a feature film, “Shot”, already winner at two festivals, dedicated to him. Among the actors we remember Enrico Beruschi, that has skilfully interpreted Enzo Pettinelli’s part. ITALIANO: Enzo Pettinelli a 8 anni inizia a giocare a ping-pong nella parrocchia di San Martino, nella città di Senigallia. Nelle partite di doppio in coppia con il fratello gemello Giovanni, sono imbattibili. Enzo, come tutti i bambini, gioca a calcio, pallavolo, nuota, pattina. Nel pattinaggio e’ 4° ai Campionati Nazionali. Quando è più grande si dedica al ping-pong, fino al Campionato Nazionale di serie B. Poi sente che il ping-pong può essere giocato in modo diverso. E’ affascinato dalla musicalità del ritmo e dalla bellezza del gesto tecnico. Abbandona l’attività agonistica e si dedica all’insegnamento di questo Sport. Lo seguono tre giovani liceali; uno di loro, Domenico Ubaldi, diventerà Presidente del “Tennistavolo Senigallia”, società da loro fondata nel 1959 e premiata dal CONI nel 2010 con la Stella d’Oro al merito sportivo . Arrivano i primi titoli italiani. In occasione del Centenario dell’Unità d’Italia, due giovani della scuola di Pettinelli vengono convocati in azzurro agli Internazionali di Torino del 1961. In seguito il parroco di San Martino, Padre Giuliano Grassi, fa coprire il cortile e crea una palestra. Un rappresentante di articoli sportivi, Neri Ravini , capita per caso nella palestra, si commuove nel vedere tanti bambini intorno a un solo tavolo “ sgangherato “, e regala 3 tavoli nuovi di zecca. Il gioco, basato sulla bellezza estetica e sulla musicalità, produce stimoli e nuovi titoli italiani. Uno sponsor, Otello Montesi, fornisce l’aiuto economico, senza chiedere nulla in cambio. Arrivano i risultati che portano la Società al primo posto in Italia. La scuola, già aperta, si apre ulteriormente, e ospita giocatori da tutta Italia. Compresi avversari che giocano o hanno gareggiato contro. Pettinelli sarà più volte tecnico della Nazionale Italiana, tecnico della Repubblica di San Marino. Membro onorario della Repubblica di Malta, per la collaborazione prestata. Tra i suoi allievi si citano: Costantini, record di presenze in azzurro; Moretti, Cardinali e Ricci parteciperanno più volte a Mondiali, Europei ed ai Giochi del Mediterraneo. Il lavoro e la passione di questo “Grande Maestro” per il ping-pong, ha ispirato il regista Claudio Colombo che ha realizzato un cortometraggio, “Shot”, vincitore già di due festival, dedicato proprio a lui. Tra gli attori ricordiamo Enrico Beruschi, che ha interpretato magistralmente la parte di Enzo Pettinelli.

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    Los chicos miran las Estrellas - Enzo Pettinelli

    Como actual presidente de la Real Federación Española de Tenis de Mesa y presidente de la Federación Iberoamericana, el presentar una obra literaria de Enzo Pettinelli traducida a la lengua castellana es para mí un grandísimo honor.

    Este nuevo texto que con su título Los chicos miran las estrellas, que verá la luz por medio de la mayor puerta abierta al mundo como es Internet, será sin lugar a dudas para los lectores una historia fascinante en la que algunos de nosotros mismos nos podremos sentir identificados y en la que Enzo Pettinelli tan bien ha redactado desde su amplia experiencia y conocimientos.

    El relato de acontecimientos de deportistas que han marcado un antes y un después en nuestro tenis de mesa y el hecho de conjugar el mundo de los niños y de los campeones, sus actos y sus valores que nos han dejado huella con experiencias inolvidables hacen que a este texto tengamos que dedicarle un interés especial.

    Miguel Ángel Machado

    Presidente Real Federación Española y

    Federación Iberoamericana de Tenis de Mesa

    Dedicado al 150º aniversario de la unidad de Italia

    Unos niños juegan. Su diversión es el ping-pong. No se ponen el problema de lo que es Italia. Para ellos es el lugar donde han nacido. Saben que hay varios dialectos, las condiciones económicas son distintas y el clima también es diferente. Pero en sus corazones es Italia y basta.

    Admiran los jugadores de otros países. Tienen curiosidad, se reflejan en ellos y se comparan. En sus corazones sueñan con vestir la camiseta de la selección azzurra, con el orgullo de ser uno de los pocos en representar a Italia. Con tranquilidad y competitividad. Ven caras, maneras, colores y banderas de sus oponentes. Todo es tan emocionante, están felices de pertenecer a una nación, como otras.

    Si pensáis que para mejorar, debéis jugar siempre con los mejores, ¿cómo ha conseguido el mejor de vuestro club convertirse en el mejor??

    1961 – En China juegan 200 millones de personas

    En un pueblo italiano, bañado por el mar Adriático, una decena de niños juegan a ping pong con una palas bastante gastadas. El club todavía es joven, como sus directivos y entrenadores. Sólo hay una mesa. Toda la tarde, niños empapados de sudor, hablan, gritan y se desafían. De repente por la puerta aparece uno de sus compañeros. Emocionado grita ¡Es un chino, Chuang Tse-Tung es el nuevo campeón del mundo!.

    Se detiene el partido. Todos se acercan a él. Quieren saber como juega, quien ha ganado en la final. Algunos dicen que no ha perdido nunca un set, otros sostienen que en China juegan más de 200 millones de personas, y todos saben que en China el ping pong es como el fútbol para nosotros. Después reanudan el partido. Uno juega con presa china, pensando que la presa oculta algún secreto. Prueba e inventa algún golpe. Los chicos que esperan su turno para jugar siguen discutiendo: ¡China tiene mil millones de habitantes! ¡Mao Tse-Tung, jefe del gobierno, juega todos los días a ping pong! ¡En el colegio se juega siempre a ping pong! ¡Si juegas bien apruebas! Los amigos: "Entonces, ¡vámonos todos a China! Mientras tanto el pequeño club encuentra el dinero para poder participar en algún torneo nacional. Dos jóvenes promesas sobresalen y son convocados en la selección para participar en una competición internacional. En el grupo hay sorpresa y celebración.

    CHUANG TSE-TUNG (Zhuang Zedong)

    El Genio

    Pekín: Chuang gana su primer título mundial

    Chuang Tse-Tung, el más grande talento de todos los tiempos. Empieza a jugar a ping pong en la calle. Dibuja un rectángulo y con ladrillos hace la red. Chuang, cuando salía de casa, tenía siempre una bola en el bolsillo. Esto le hacía sentir feliz. Con los amigos iba a un parque donde había decenas de mesas al aire libre. Con la llegada del invierno se trasladaban a la casa del pueblo. Aquí por primera vez se enfrentó a jugadores mayores que él. Ellos le dieron los primeros consejos y con ellos hizo los primeros entrenamientos. En toda China, en la casa del pueblo del partido comunista hay muchas mesas de ping pong. Es el partido que lo ha querido así.

    Con 13 años gana su primer torneo importante. Entra en la escuela nacional de tenis de mesa. Es inquieto haciendo ejercicios repetitivos. Cuando el entrenador se aleja, hace partidos con sus compañeros. El ganador, será llamado hasta el siguiente partido gran hermano. El entrenador se da cuenta pero deja pasar. Al final del partido el entrenador le pide que repita ese golpe tan bonito que hizo. Chuang lo intenta pero no lo consigue. El entrenador aprovecha para explicarle porque sirven los entrenamientos. Le explica también el socialismo y la importancia de representar a tu país en el mundo, esforzándose.

    Un niño algo loco

    Chuang no olvida el colegio. En casa repite los movimientos de juego delante del espejo: su madre cariñosamente dice que tiene un niño loco también porque habla a solas mientras se corrige.

    Durante una visita al club de un prestigioso entrenador Chuang ve ejecutar unos saques lanzando la bola muy alta. Esto le impacta mucho. Le regalan una raqueta el día antes de una competición. La prueba en la cama por la noche y se duerme con ella. El día después gana el torneo. Está muy contento que el partido comunista y el Estado se preocupen tanto por los jóvenes. Un día llega al entrenamiento completamente empapado por la lluvia. Sólo está él. El entrenador, impresionado, le seca. Para Chuang es un gran día, puede jugar con su entrenador. En Pekín, en 1958, disputa su primer partido amistoso contra Hungría y gana.

    El pasaporte

    Llega el día del pasaporte. Se abre la puerta de la gran muralla. Primer partido lejos de casa, Oxford. Le impacta el tráfico de coches. Los autobuses de dos pisos, las tiendas. Los perros sacados de paseo por la correa. Las personas se visten todas de manera distinta. Las mujeres llevan collares, pulseras, anillos y varios detalles que dan la impresión de que nunca han trabajado. Ha dado la mano cien veces, todas eran suaves, sin callos. Encuentra las personas amables y cordiales. Los sitios son lujosos y despampanantes. Chuang sabe que en algún lugar alguien estaba trabajando para ellos. Juega en la tierra del imperialismo. Chuang está nervioso, siente mucha responsabilidad.

    Primer partido lejos de su patria

    Pierde el primer set. En el segundo está perdiendo 15 a 2. Se para un momento. Siente una voz que nace de su interior y que le dice: si tú no quieres ganar, tu país si lo quiere. Ya se encuentra mejor, ya no tiene miedo. Llega a empatar a 19. Después con dos remates gana 21 a 19. Gana también el tercer set. Esta victoria impresiona mucho a sus oponentes y llena de orgullo a la delegación china. La preparación china tiene previsto también un torneo en Escandinavia. Chuang gana otra vez.

    Preparación para el Campeonato del Mundo

    La China se entrena para el Campeonato del mundo que se disputarán en Pekín en 1961. Llegan voces de que en Japón hay un joven muy bueno. Hasegawa, que más adelante será llamado león salvaje. Los entrenadores chinos están preocupados. Saben que Hasegawa ha ganado los húngaros y los yugoslavos con el looping, un golpe que los chinos no conocen. Deciden enviar unos observadores a Japón para estudiar su juego y entenderlo. A su regreso, los entrenadores chinos deciden que algunos de sus jugadores jueguen como Hasegawa. Chuang y el resto de la selección completan así su preparación.

    Pekín, Campeonato del mundo

    Chuang está entusiasmado. No puede fallar. Sabe que millones de chinos, por la radio en directo, siguen el acontecimiento minuto por minuto. Hay televisiones y prensa de todos los países del mundo. Los chinos temen también el japonés Ogimura, denominado el celebro, campeón del mundo en 1954 y 1956. Le dan como favorito. Chuang encuentra el león salvaje. Pierde el primer set y en segundo va 0 a 7. Concede demasiado tiempo a su oponente, que hace un juego potente pero con movimientos largos. Chuang sabe que debe anticipar. Anticipa, saca rápido y ataca. Hasegawa está desconcertado. Chaung saca provecho de aprendido en los entrenamientos. Gana. Ogimura también perderá. Chuang acaba primero y los chinos ocuparán las primeras cuatro plazas. Los 5 mil espectadores aclaman a Chuang. Él, sin perder la compostura, saluda al público. Sabe que ha cumplido con su obligación. Es modesto. Según la enseñanza de Mao, no es eufórico cuando gana y no se derrumba cuando pierde. Está considerado como el genio del tenis de mesa. Cuando regresa de las competiciones a su ciudad, lo primero que hace es ir a ver a su antiguo entrenador de tenis de mesa. Y no se olvida de llevarle un pequeño recuerdo. Ganará 3 títulos en individual, 3 en equipo y 1 en doble masculino.

    Entre 1961 y 1966 es el número uno de la clasificación mundial. La gran carrera se detiene. China se aísla del mundo. Se encierra en la gran muralla y empieza la revolución cultural. Volverá en 1971 a Nagoya donde los chinos invitarán a una delegación de jugadores americanos. A esta operación la prensa mundial la la diplomacia del ping pong. China obtendrá al final el reconocimiento en la ONU en lugar de Formosa, hoy Taiwán. Chuang, más adelante, será ministro del deporte. Durante la revolución cultural acusan a Chuang de pertenecer a la banda de los cuatro, grupo político en contra de las ideas de Mao. Pierde el cargo que ocupaba y le alejan de la ciudad de Beijing (Pekín) donde se ubica la universidad de tenis de mesa. Más adelante, gracias a un amigo, lo rehabilitarán. Los chinos, en el tenis de mesa, verán su dominio interrumpido por un tiempo. Tendrán que esperar 8 años antes de volver a conseguir el título que dejó Chuang. Mientras tanto, con el cambio de escritura, Chuang Tse-Tung pasará a ser Zhuang Zedong.

    Puede que su posición base con la cara de la raqueta hacia delante le permitía prepararse rápidamente para realizar golpes fuertes también de revés. La raqueta se situa cerca del cuerpo y del brazo izquierdo y después se empuja hacia adelante hacia arriba.

    Si cuando perdéis os da ganas de reír, tendréis un futuro lleno de alegría.

    1964 – Remata las bolas a 100 kms por hora

    De Japón han llegado las raquetas sándwich. Los chicos ahora piensan sólo en jugar con el top spin, a darle rotación a la bola

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