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¿Qué es la belleza en el fútbol?
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Libro electrónico337 páginas4 horas

¿Qué es la belleza en el fútbol?

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El exentrenador Manuel Rodríguez García, Marogar, regresa con un libro que desprende fútbol en cada página, cada línea. Un libro para disfrutar y aprender más sobre el deporte que tanto ama el autor: el fútbol.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento9 ene 2024
ISBN9788419405241
¿Qué es la belleza en el fútbol?

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    ¿Qué es la belleza en el fútbol? - Manuel Rodríguez García

    ¿Qué es la belleza en el fútbol?

    Jordi Cardero dijo: «Un sombrero de Pelé, la cola de vaca de Romario, una lambretta de Djalminha. En la calle se aprende un juego distinto. En los parques el balón habla otra lengua y tan solo unos pocos consiguen domarla y trasladarla al verde. En las calles nacían y crecían supervivientes al arte del engaño, del regate… cada vez son menos niños los que viven la cultura de potrero…»

    Imanol Ibarrondo reflexionó: "«Entre lo que pienso, lo que quiero decir, lo que creo decir y lo que digo, lo que tú crees oir, lo que quieres oir y lo que oyes, lo que crees entender, lo que quieres entender, y lo que entiendes… existen nueve posibilidades de que no nos entendamos».

    Simone de Beauvoir matizó: «La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad». Porque «Lo bonito y lo feo no existen, es el pensamiento lo que hace que así sean«, afirmó W. Shakeaspeare. Mientras Víctor Hugo dijo: «Lo bello vale tanto como lo útil».

    Andrés de Francisco añadió: «Pero entendamos bien qué es la belleza en el fútbol. La belleza no es la figurita ni la filigrana ni el lucimiento vano. La belleza en el fútbol es un contraataque rápido que con tres toques precisos acaba en gol…» José Marcos simplificó: «El fútbol es bello porque es sencillo».

    Nietzsche filosofó: «El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme». R. Spitaletta precisó: «En el fútbol hay jugadas que pueden catalogarse como arte efímero. (…) » ¿Qué es la belleza?

    Y el eterno Bill Shankly concluyó: «Un equipo de fútbol es como un piano. Necesitas a ocho personas que lo muevan, y tres que puedan tocar el condenado instrumento». Seth Godin, en Tribus, aseguró que Albert Einstein dijo: «la imaginación es más importante que el conocimiento».

    Jorge Barraza significa: «Lo bueno, lo malo, lo feo y lo bello del fútbol es consustancial con el devenir del juego«. Mientras que Anthony Burgess dogmatizó: «Cinco días son para trabajar, como dice la Biblia. El séptimo día es para el Señor, tu Dios. El sexto día es para el fútbol«.

    «¿Qué culpa tendrá la margarita de tus dudas?». Si, no, si, no, si…

    Salamanca, 1. enero.2023.

    logo-ushuaiaed.jpg

    ¿Qué es la belleza en el fútbol?

    Manuel Rodríguez García

    www.ushuaiaediciones.es

    ¿Qué es la belleza en el fútbol?

    © 2024, Manuel Rodríguez García. MAROGAR

    © 2024, Ushuaia Ediciones

    EDIPRO, S.C.P.

    Carretera de Rocafort 113

    43427 Conesa

    info@ushuaiaediciones.es

    ISBN edición ebook: 978-84-19405-24-1

    ISBN edición papel: 978-84-19405-23-4

    Primera edición: enero de 2024

    Diseño y maquetación: Dondesea, servicios editoriales

    Ilustración de cubierta: © Thales Antonio / Shutterstock.com

    Todos los derechos reservados.

    www.ushuaiaediciones.es

    Contenido

    PREÁMBULO

    INTRODUCCIÓN

    1. Vladimir Nabokov

    2. Pier Paolo Pasolini

    3. Andy Warhol

    4. Garrincha (y Zitarrosa)

    5. Alejandro Dolina

    6. John Huston

    7. Desmond Morris

    8. Umberto Eco

    9. Yoichi Takahashi

    10. Albert Camus

    11. Eduardo Galeano

    EPÍLOGO

    El autor

    «Ay de los que luchan toda la vida! Esos son los imprescindibles», nos ilustró Bertolt Brecht.

    A mis hijos Manu, Jorge, Oscar y Jaime. Que sigan esa enseñanza de vida. Y a sus mujeres. Y a sus hijos. Y a todo el entorno particular de cada uno.

    Y a mi mujer, vínculo vital de mi familia durante 50 años de matrimonio, desde 1 de mayo de 1973.

    Tantas veces recordamos el día en que nos conocimos viendo un partido de fútbol en televisión. ¿Cómo no voy a asociar el fútbol con la belleza?

    PREÁMBULO

    Mis particulares «Manifiestos por un fútbol apasionado» los especifiqué en el libro anterior a éste, ampliamente, aunque sé que son inacabables por cuanto el fútbol «es infinito» y sus enfoques varían todos los días; bien es verdad que, muchas veces, no somos muy conscientes de ello…

    He seguido escribiendo sobre aspectos del fútbol que voy descubriendo como cuando la luz cambia de color en el tornasol. Los hechos reales de las distintas competiciones, los sucesos deportivos que vamos devanando, nos incitan a observaciones variopintas como procede en un deporte tan «sui géneris», por otra parte, sujeto a visiones y juicios muy variados.

    Ya en el epílogo del ensayo anterior quedaron abiertas y disponibles varias ventanas, una de ellas en concreto se correspondía con la idea de desarrollo a la que nos hemos enfrentado ahora: «¿Qué es la belleza en el fútbol?».

    Sin duda, la pregunta comprende múltiples enfoques y cada cual interpretará su propia y exclusiva versión; eso es lo bueno, unos lo asimilarán a la estética, otros al estilo, la mayoría al hecho de ganar partidos y competiciones. Porque si se gana, el espectáculo es bello; pero si se pierde, el partido dejó mucho que desear según las percepciones a las que asistimos diariamente. Es la eterna relación de «causa-efecto», para mí siempre perniciosa, a la que nos venimos enfrentando de modo permanente en el fútbol.

    Sigue siendo curioso que pocos aficionados razonen que el resultado de cero a cero en un partido de fútbol es el mejor resultado, ya lo decía Platini siendo presidente de UEFA. Esa cuestión es aceptada por muy pocos, históricamente, porque siendo el fútbol una competición de aciertos y fallos, éstos suelen ser mayoría y tu portería, soliviantada por un gol o más, es lo que determinaría el juego y las percepciones de éxito o fracaso. Un ejemplo fue el 29 de enero de 2023, cuando se enfrentaron el Real Madrid contra la Real Sociedad en el Santiago Bernabéu y el partido fue muy bueno por ambos equipos, aunque sin goles. Al final, pareció que la única esencia del partido había sido que el Real Madrid «se había distanciado en 5 puntos del líder Barcelona». Y pocos más hablaron del fútbol bello jugado, esta cualidad pareciera no interesar explícitamente.

    Y es cuando menos inaudito y digno de atención que, un partido de fútbol finalizado en 3-3, acabe siendo mejor visto que otro terminado en 0-0. Es la ilógica imperante, es la manipulación psicológica que ejercen las mayorías teledirigidas sobre todo por los medios. Muchos alabarían la belleza de los 6 goles de aquel partido atormentado, mientras que con el empate a cero ni siquiera admirarían la excelente eficiencia de las defensas, o de los porteros, aunque la competición se hubiera producido al más alto nivel.

    Por tanto, la belleza y sus numerosos contextos, tendrán que salir a la luz para el disfrute generalizado, también para discutir, sobre los mejores enfoques que podamos aflorar. Como ya significara Johan Huizinga: «Cuando el juego origina belleza, queda implícito su valor para la cultura».

    Así que la cuestión está planteada, la belleza del fútbol está implícita en el hecho deportivo, en sus movimientos más o menos planificados, en la óptica exclusiva del que observa, en las influencias que ejerce el medio ambiente donde se celebra la competición…

    Por otra parte, analicemos la reflexión precisa de Valdano cuando hizo, con una grandeza de pensamiento muy por encima de lo estándar (Sección «El Juego Infinito» y su específico «El fútbol en manos de intrusos», ElPaís, 4. febrero.2023): «Al mercado de mitad de temporada los italianos, que definen como nadie, le llaman «mercato de riparazione». Para su reparación, la Premier gastó 700 millones de euros, cifra sideral a la que no pueden llegar todas las Ligas europeas juntas. La sensación es que, bajo el nombre de Premier, el país del Brexit está comprando el sueño de la Superliga ante la perplejidad de la Europa futbolística. ¿Qué pretende la Superliga? Reunir en el menor espacio posible a la mayor cantidad y calidad de talento para provocar impacto, seducción global y, por supuesto, dinero. Como se ve, la «Premier» no necesita a nadie para estimular el interés de la audiencia internacional. El problema es que los clubes no producen lo que gastan y, como apunta Tebas, puede que el «dopaje» produzca una catástrofe cuando la UEFA ponga límites o los grandes capitales dejen de encapricharse con el fútbol. Sin pensar en la caída, ellos siguen subiendo».

    (…) «Detrás de esta locura económica hay fondos de inversión, países a los que el deporte lava la imagen, millonarios caprichosos… Gente, a la larga, poco confiable. Confiable es el fútbol, que sigue funcionando como aglutinador comunitario, como escudo contra el vacío, como emoción televisada. También como industria del ocio, pero los sabios que administran el fútbol no saben durante cuánto tiempo será rentable ante la competencia tecnológica que, como sabemos, tiene mucha prisa. Entre inversores díscolos y el miedo al futuro, cada vez hay más voces que quieren convertir el fútbol en algo más moderno, más rápido, más sexi. Lo hacen en nombre de las nuevas generaciones, cuando yo veo cada día más jóvenes comiéndose las uñas en los estadios; lo hacen para mejorarlo como entretenimiento, cuando el fútbol es una emoción; lo hacen para ganar más dinero, cuando el fútbol es una máquina de producirlo. Lo hacen porque esto se está llenando de intrusos».

    (…) «Los cambios en el reglamento, la cantidad abusiva de partidos que se juegan, el VAR metiendo sus garras en las decisiones arbitrales, no hablan de una evolución sino de una «resignificación» del fútbol. Están cambiando cuestiones prácticas y símbolos muy arraigados. Pero, de los cinco millones de personas que salieron a la calle en Buenos Aires para festejar el triunfo de Argentina no había ni un solo hincha movilizado por las nuevas tendencias. Ahí estaba el viejo fútbol mostrando su poder sentimental, comunitario, cultural… Entonces, ¿por qué tanto interés en desinventar la rueda? Más que revolucionar un juego que muestra su eficacia popular cada semana, hace falta cuidar la esencia del tesoro. Que no es más que el reglamento de siempre, aplicado con inteligencia y honradez, y cuidar (como dijo Ancelotti en rueda de prensa) a los jugadores como valiosa materia prima. Más simple, imposible».

    Daremos vueltas y vueltas a los argumentos, a los diversos puntos de vista, a los distintos antecedentes en la manera de ver el hecho deportivo, pero, quizás, yo me quede con el razonamiento de José Marcos, (ElPaís, 18. junio. 2010), «El fútbol es bello porque es sencillo». Quizás por todo eso, comparto al 1000% la visión de Valdano, regeneradora del fútbol, y mi próxima publicación la orientaré hacia la sedimentación definitiva de conceptos futbolísticos irrenunciables como los apuntados aquí, por supuesto, dispuesto a «expulsar a todos los mercaderes de mala fe que aparezcan en el Templo del fútbol».

    Yo también aseguro, y me afilio a la idea malvada, que ahora mismo existen «demasiados intrusos» en el fútbol.

    INTRODUCCIÓN

    Me afilié hace tiempo a la reflexión de Imanol Ibarrondo, intentando una mejor comprensión de la situación que me embarga, más las ayudas que puedan centrar los aspectos a los que me dedicaré en este nuevo ensayo de fútbol: «Entre lo que pienso, lo que quiero decir, lo que creo decir y lo que digo, lo que tú crees oír, lo que quieres oír y lo que oyes, lo que crees entender, lo que quieres entender, y lo que entiendes… existen nueve posibilidades de que no nos entendamos».

    También sigo imbuido en los razonamientos del filósofo Andrés de Francisco, insuperables diría yo: «Fútbol y pedagogía: Una reflexión a partir de Panzeri»: «Pero entendamos bien qué es la belleza en el fútbol. La belleza no es la figurita ni la filigrana ni el lucimiento vano. La belleza en el fútbol es un contraataque rápido que con tres toques precisos acaba en gol. Esa jugada es bella porque se ejecutó con velocidad y precisión, y resultó imparable. La belleza está en las botas de un jugador que, en equilibrio de potencia y coordinación, consigue fintarle limpiamente a uno, recortarle a otro, escapándose por velocidad de un tercero, para al final dar un pase de gol o atreverse él con el disparo…»

    (…) «Bello es un cabezazo certero en el que el futbolista se eleva por encima de su contrincante, mide los tiempos, gira correctamente el cuello e impacta con decisión. Y bello es asimismo un disparo seco que entra por la escuadra, o un amago que nos quita al defensa de encima, un control bien orientado, una triangulación imposible para el contrario, una parada en la que el portero vuela y llega donde nadie lo esperaba. En cierto modo, la belleza es lo extraordinario en el fútbol. Por eso sorprende, al contrario y al espectador».

    Por consiguiente, las distintas acciones de un partido se mezclan como para poder dilucidar lo bueno, lo bello, lo eficiente, lo máximo del espectáculo… Disfrutando de la belleza pura que no deviene de un «lucimiento vano». La velocidad y la precisión, dos factores fundamentales del fútbol, forman parte de la belleza más que de la mera expresión física. Y los regates, las gambetas, los amagues, las fintas, los controles, los controles fintados – esas figuras que se van olvidando - , e incluso el bello disfrute de un punterazo «de uña» realizado por Ronaldo Nazario, siguen siendo un goce; aunque sufra si se lo veo ejecutar a un niño de 13 años sin utilizar ningún fundamento técnico, simplemente nadie le enseñó a aprovecharse de esa superficie de contacto incluso, por su deficiente técnica, acabará haciéndose daño en el «dedo gordo» y acabará perdiendo la uña toda amoratada.

    La belleza sería lo extraordinario del fútbol. Y en ese afán por lo extraordinario aparece nuestra pelea conceptual. Ya en 15 libros anteriores hemos debatido con entusiasmo con «el bien jugar»; el «bien hacer»; el «bien disfrutar»; el «bien ganar» y el «bien perder», entre otras muchísimas cosas con las que te devanas los sesos en 90 minutos de partido, durante muchos partidos.

    De «La Ignorática y el fútbol», pasando por «La apología del fútbol», reflexionando sobre «Futbolandia. Ensoñaciones, realidades y virguerías del fútbol», además de construir un hilo argumental que sedimentó en «Evidencias y paradojas del fútbol»; pasando por un texto humanizado como el «De fútbol y de hombres» y posándonos en un alegórico «Esplendor en la hierba. Por un fútbol emocional sin zancadillas», he podido disfrutar del fútbol de una manera especial como ha sido escribir de fútbol de manera apasionada y todo ello tuvo siempre un hilo conductor: La belleza del fútbol.

    Además, alardeando de que «El fútbol es una pugna indescriptible» allí donde se celebre un partido. Hasta el punto, que acabé rematando una obra singular, muy de mi gusto, centrando temas muy importantes como era la posible diferenciación del «Fútbol bueno # jogo bonito». Este debate que sigue en pie intentando encontrar la verdad de los dos conceptos tan próximos, quizás equivalentes, quizás necesarios antes de llegar a una última conclusión en la que todos coincidirán: El mejor fútbol es que el que da triunfos.

    ¿Y ganar siempre será lo bello? Para seguir profundizando, desmenuzamos diversos aspectos en «Un fútbol deconstruido», además creamos un marco amplio para el debate con el «Fútbol y la Opinática». Todo este sumatorio de ideas y reflexiones situadas en su tiempo, dio lugar a una publicación muy madura: «Yo, de mayor, quiero saber de fútbol», provocación evidente para demostrar que, leyendo y escribiendo, también se aprende fútbol incluso se mejoran las ideas y formas de pensar (Al menos a mi me pasó con 60 años). Hasta el punto de dilucidar si el fútbol merece debatirlo y plasmar sus esencias en unas 250 páginas de textos futbolísticos, con éste serían 16 ensayos reflexionando en profundidad.

    Llegando a una necesaria concentración del pensamiento futbolístico fundiendo el máximo de conclusiones en mi «Fútbol simple. Más que el mecanismo de un botijo». Sin duda, una comparación alfarera que simplificó conceptos y nos condujo a un mejor entendimiento.

    Luego, en «El balón es la brújula» concreté, después de amplias repeticiones, un conjunto necesario para concluir con los «Manifiestos por un fútbol apasionado», una incorporación a un mundo futbolístico más sibilino, más etéreo, más lírico. Dando oportunidades a tantos otros artistas de la palabra con la que lucir sus conceptos mágicos del fútbol, pasando antes por una reflexión imprescindible hacia una inestimable evolución: «¿Un nuevo corazón para el fútbol?».

    La estructuración de este ensayo obedece a unas conclusiones propias de que el fútbol bueno y bello solo lo pueden realizar los futbolistas. Incluidos los menos afortunados en aplicar su técnica menos florida, sin mayores aspavientos me encantan los futbolistas «tuercebotas» que juegan en equipo y aportan su dedicación al funcionamiento leal del equipo. Pero, además de los jugadores, hay otros personajes que nos pueden descubrir elementos llamativos del juego. Por ello hemos tomado como referencia el libro «Genios del fútbol», de Joaquín DHoldan, que ya nos ilusionó en su preámbulo señalando: «Si tuviera que armar mi banda de rock con futbolistas, tendría a Zidane en la guitarra, a Mario Balotelli en la batería, a Patrick Viera en el bajo, y el cantante sería George Best».

    Por tanto, con la propuesta del libro de Joaquín DHoldan, escritor y dramaturgo, elegí a unos cuantos personajes con antecedentes futbolísticos de amplio espectro, como son: 1. Vladimir Nabokov; 2. Pier Paolo Pasolini; 3. Andy Warho; 4. Garrincha (y Zitarrosa); 5. Alejandro Dolina; 6. John Houston; 7. Desmond Morris; 8. Umberto Eco; 9. Yoichi Takahashi; 10. Albert Camus; 11. Eduardo Galeano. Y en cada uno de los 11 epígrafes desarrollo 8 capítulos que aportarán ideas y reflexiones hacia el entendimiento de la belleza en el fútbol.

    En dichos desarrollos ocupa un lugar preponderante el «Mundial Catar 2020» celebrado por primera vez en el invierno y con una victoria señera de Argentina confirmando la figura de Messi, definitiva, que se impuso a una Francia muy bien dotada pero inferior en este choque. Y buscando en todo momento la belleza del fútbol intentando aflorar también las fealdades para encontrar sus contrastes. Significando mi propio tiempo de espectador en la evolución del fútbol, del 1948 al 2022, poniendo el acento en los aspectos más significativos de este tiempo y apuntando el asunto arbitral como una clave fundamental a futuro en la mejora, o destrucción, del fútbol. Sobre todo por la interpretación de las normas, la aplicación de las tecnologías con mayor precisión y ética, o las prácticas inmorales de algún equipo que pudo beneficiarse de contrastadas prebendas arbitrales.

    ¿El fútbol está a la búsqueda de la belleza perdida? ¿Qué es jugar bien al fútbol? ¿Cuál es el significado de la belleza en el fútbol? ¿El fútbol es un arte? ¿Qué es fútbol y qué no es? La inteligencia «señorial» nos permitirá observar el fútbol con mayor objetividad sin caer en fanatismos absurdos que degeneran en aspectos indeseados, desintegradores.

    Y aparecerá, cómo no, la eterna pugna indescifrable de un partido de fútbol, un sumatorio de ideas, letras y espíritu que debe acompañar a todo lo que concierne al juego. Y escudriñando sobre los diversos estados de ánimo que siguen produciéndose en todo el ambiente futbolístico. Descifrando «el gran teatro del fútbol» tan cambiante en todo momento…

    1. Vladimir Nabokov

    «El 22 de abril de 1949 Vladimir Nabokov jugó su último partido de fútbol. Ese día cumplía cincuenta años. Era el portero de su equipo desde que había llegado a Estados Unidos, hacía cuatro años…»

    (…) «Vladimir, el genial escritor ruso, no quería dejar el fútbol. Lograba despejarse de su mundo lleno de mariposas. Lo llevaba a la tierra, sentía su latido…»

    (…) «La grada estaba sumergida en un inquietante silencio. El veterano guardameta miraba a la gente y trataba de entender su desconcertante actitud, su falta de pasión…»

    (…) «…todos se fueron sin reproches… Todos volvieron a sus casas cabizbajos…Todos, menos el ilustre portero, que se sentó a escribir una novela sobre la soledad de un hombre adulto, sobre la pasión, sobre la juventud y sobre el dolor».

    1.1 de Setiembre 1948 a 2022, 74 años viendo evolucionar fútbol

    «Lo maravilloso del fútbol es que nadie tiene razón». (Simeone).

    Hoy día 1 setiembre de 2022 es el último día de fichajes en los clubs para la temporada 2022/23, después de haber transcurrido 3 jornadas del calendario, sin duda todo un contrasentido que no se acaba de corregir. El fútbol inglés sigue haciendo demostraciones de poderío económico que, curiosamente, imita en España el club más endeudado, el Barcelona.

    Hoy también cumplo años. Son ya 74 observando lo bueno del futbol, modas, modos, maneras, estilos, trayectorias, y siempre los equipos funcionaron según los jugadores y entrenadores de cada época. En España tuvimos una «Edad de oro» con Cristiano Ronaldo y Messi en los últimos 10 años. Pero siempre surgen otros elementos a los que admirar la belleza de su futbol y ahí aparecieron un renacido Benzema, Ansu Fati, Pedri, Vinicius, etc., más las incorporaciones de otros contrastados como es el caso de Lewandosky, Dembelé, Tchouamenie, Camavinga, Alaba, y gente de mucho nivel que acabarán rindiendo satisfactoriamente. En el extranjero aparecieron Mbappé, Haaland y gente muy interesante, aunque pagados a precios de «Becerro de Oro». Y, afortunadamente, esa rueda nunca parará…

    Los equipos han podido fichar poco salvo el Barcelona que «¿restableció?» sus cuentas ante la LFP. Se sigue especulando con su bicefalia compartida con Real Madrid, si bien deben superarse equipos como Atlético de Madrid, Sevilla, Villarreal, Athletic Bilbao, Real Sociedad, Betis... Pero también quiero disfrutar del Celta, Osasuna, Mallorca, Elche, Rayo Vallecano, Almería, Osasuna, etc. Con pocos medios la competición puede ser brillante como ya se confirmó en Europa la temporada pasada. Sin prejuicios y complejos si nos comparamos con grandes equipos ingleses, franceses o alemanes. El fútbol bonito no es patrimonio exclusivo del dinero. De ahora es que disfruté también del fútbol barrial, aquel que se manifestaba como «De portería a portería es una marranería» y cuando los equipos se elegían con el método histórico de «echar pasos» e intentar conseguir a los mejores jugadores, ahora tú, ahora yo...

    Esta temporada, con el «Mundial Catar 2022» que se celebrará del 20 noviembre hasta el día 18 de diciembre, obligará a unas planificaciones inéditas y a unas puestas a punto de los futbolistas que no están experimentadas, el Campeonato liguero será suspendido y reanudado con las incidencias que provoquen los Mundiales. Algo así como el primer año de la pandemia «Covid 19». Una victoria de una determinada Selección podrá desgastar en exceso las energías de un equipo concreto. Los ritmos competitivos de los jugadores y equipos multiplicarán por mucho las variables de una Competición normal.

    Del mismo modo, los Reglamentos de fútbol deben ser mejor aplicados con sujeción al espíritu de las Normas del fútbol de siempre. Ya que, en la actualidad, se prodigan en exceso ciertos protocolos que favorecen «lo interpretable», dando carta de identidad a árbitros sin personalidad. Los distintos Comités arbitrales imitan, en exceso, al Conde de Romanones, aquel que históricamente en España moldeaba las Leyes con Reglamentos redactados «ad hoc» para favorecerse a su gusto con mucha letra chica. Es uno de los mayores riesgos por los que atraviesa el fútbol actual en España. Y añade factores de lo más feos del fútbol, creando desapego y desconfianza.

    Y el VAR es como un salvoconducto para los malos árbitros que no asumen responsabilidades y siguen enfocando muy mal su labor principal delegando lo indelegable. Si el VAR no añade justicia a los arbitrajes será un «achiperre» tecnológico que aportará excesiva fealdad a nuestro fútbol.

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