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Todo Personal II. Entre el amor y el poder
Todo Personal II. Entre el amor y el poder
Todo Personal II. Entre el amor y el poder
Libro electrónico203 páginas2 horas

Todo Personal II. Entre el amor y el poder

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En el segundo libro de la serie "Todo Personal II: Entre el Amor y el Poder", regresamos a San Salvador, El Salvador, donde la ciudad se convierte en el escenario de una nueva y apasionante aventura narrada desde la perspectiva de Tatiana, la periodista que desentrañó el oscuro misterio de los asesinatos en el libro anterior. A un año y medio de

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 may 2024
ISBN9798989315017
Todo Personal II. Entre el amor y el poder
Autor

Yurina M Melara

Yurina Melara Valiulis, Ph.D., originally from San Salvador, El Salvador, is a media communications strategist with over two decades of experience in journalism and public relations in the United States. Her first crime novel is called "Todo Personal," which takes place in the Salvadoran capital, and it approaches issues related to gangs, social exclusion, the stratification of society and how there are forces that will do everything to keep the status quo. Melara worked at Diario El Mundo, in El Salvador, at Wave Community Newspapers, and for over ten years at the largest Spanish-language newspaper in the United States, La Opinión, based in Los Angeles. In addition, she has experience as a news producer and as a presenter of special segments on different television stations in the Los Angeles city. She is a passionate advocate for equity and representation in media outlets and newsrooms. Currently, she works as a Press Secretary in a California state office; and she lives in Los Angeles with her husband, two children and three cats.Yurina Melara Valiulis, Ph.D., es una influyente estratega de comunicación de medios con más de dos décadas de experiencia en periodismo y relaciones públicas en los Estados Unidos. Su impacto en el periodismo es notable, con roles destacados en medios como Diario El Mundo en El Salvador, Wave Community Newspapers y el prestigioso diario La Opinión en Los Ángeles. Actualmente, como Secretaria de Prensa en una oficina estatal de California, continúa su compromiso con la equidad y la representación en los medios, mientras disfruta de su vida en Los Ángeles junto a su esposo, sus dos hijos y sus dos gatos.

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    Todo Personal II. Entre el amor y el poder - Yurina M Melara

    Todo Personal II

    Entre el amor y el poder

    Yurina Melara

    Editorial Ojo de Cuervo. El Salvador

    Copyright © 2024 Yurina Melara Valiulis

    Todos los derechos reservados.

    Los personajes y eventos retratados en este libro son ficción.  Cualquier similitud con personas reales, vivas o muertas,  es coincidencia y no es intención de la escritora.

    Ninguna parte de este libro puede reproducirse, almacenarse en un sistema de recuperación o transmitirse de ninguna forma o por ningún medio,  ya sea electrónico, mecánico,  fotocopiado,  grabado o de otro modo,  sin el permiso expreso por escrito de la Editorial Ojo de Cuervo o de la autora.

    ISBN-13: 979-8-323437313

    Primera edición

    Library of Congress Control Number: 2018675309

    Printed in the United States of America

    Contents

    Title Page

    Copyright

    Prólogo

    Capítulo 1

    Capítulo 2

    Capítulo 3

    Capítulo 4

    Capítulo 5

    Capítulo 6

    Capítulo 7

    Capítulo 8

    Capítulo 9

    Capítulo 10

    Capítulo 11

    Capítulo 12

    Capítulo 13

    Capítulo 14

    Capítulo 15

    Capítulo 16

    Epílogo

    About The Author

    Praise For Author

    Serie: Todo Personal

    Books By This Author

    Prólogo

    En el libro anterior, Todo personal. La Masacre de la Sagrada Familia, conocimos a Darwin en las circunstancias más dolorosas de su vida. Su esposa y su hija más pequeña, de tan solo ocho años de edad, fueron asesinadas. Con la ayuda de una periodista, Tatiana, y un técnico de la policía, Rodolfo, Darwin pudo entender la maquiavélica trama detrás del horrendo crimen.

    Ha pasado casi un año y medio desde que los tres personajes trabajaron juntos, y ahora Darwin inicia una nueva etapa en su vida profesional, e invita a Tatiana a ser parte de su nuevo reto: su carrera en la política.

    Rodolfo, por su parte, acaba de regresar de un viaje de diez meses e intenta reanudar su relación amorosa con Tatiana, pero ella ha cambiado. Esos meses la han hecho meditar y crecer emocionalmente.

    Tatiana será nuestros ojos en esta nueva travesía que toma lugar en medio de una campaña electoral, un triángulo amoroso y un país que atraviesa un vacío de poder tras la muerte del expresidente que aún tenía las riendas del país muchos años después de haber dejado la Casa Presidencial. Los salvadoreños tendrán que elegir qué quieren para su futuro, y Tatiana será su brújula.

    El Salvador, preparate porque ella tiene perspectiva de mujer, olfato de sabueso y un hambre por experimentar el sabor de la vida de hogar.

    Capítulo 1

    ¿Adiós al periodismo?

    San Salvador

    Lunes, 4 de enero. 5:55 a. m.

    No puedo negar que estoy nerviosa. Estoy acostada en mi cama, despierta antes de que suene la alarma del teléfono. No he podido pegar los ojos por más de dos horas seguidas. 

    Me duele el estómago del miedo y los nervios. Haber dejado mi trabajo de periodista es algo así como  romper con mi primer amor. Con el único y consistente amor que he tenido.

    Nunca quise ser o hacer nada más. Desde que tengo uso de razón, me veía escribiendo. Pero ahora es diferente, tengo un motivo fuerte para cambiar de profesión: quiero que Darwin gane las elecciones presidenciales, y él cree que yo puedo hacer la diferencia en su campaña. Pero realmente, ¿qué sé yo de campañas electorales? Lo único que he hecho en mi vida ha sido buscar la noticia, y espulgar a los ricos y poderosos.

    ¿Qué hora es? Tengo que levantarme de la cama para comenzar mi primer día como jefa de prensa. Sí, Jefa de Prensa. Ni me la creo que decidí dejar el periódico por una campaña política. No me gusta la idea de meterme a la política, pero Darwin es diferente. Realmente creo en él. Tengo que convencerme a mí misma y repetirme, una y otra vez, de que estoy representando a Darwin. No a un partido político.

    Ya levantate, Tati. No te hagás la de rogar, me digo a mí misma en voz alta para tratar de convencerme. No sé por qué siempre me cuesta levantarme. Dar los primeros pasos me es difícil. Hay personas que se levantan rápido de la cama. Yo nunca he sido de esas. Agarro fuerzas y respiro hondo. Pongo mi sábana a un lado, noto que se desliza suavemente bajo mis dedos, me pongo las pantuflas y camino hacia al baño.

    Ya en la ducha, todo es más fácil. Hace un par de años mi mamá contrató a una diseñadora internacional para remodelar la estancia y los baños. Aunque me pareció raro el énfasis en los baños con las nuevas baldosas de mármol, no me quejé al descubrir que la ducha ahora tiene la opción de agua tibia. En ocasiones, cuando el agua estaba muy fría, le pedía a Graciela que la calentara para poder lavarme el cabello. Muchos en el periódico deseaban una vida así, sin preocupaciones de dinero, con carro nuevo y vivir en una casa grande con empleados.  Lo sé porque me lo decían. Muchos, incluyendo algunos jefes, me expresaban su admiración por el carro BMW que manejo o por mis camisas de Versace o Gucci.

    Decido ponerme una falda negra y la camisa de seda azul de Ralph Lauren que no tiene la marca visible. Quiero evitar que Darwin se dé cuenta de mis gustos burgueses. Como siempre, me tomo unos diez minutos para maquillarme. Este es el único momento en el día en que me tomo el tiempo de verme al espejo, me pongo una base con protección solar, me delineo los ojos y las cejas. Un poquito de rimel. Un poquito de rubor. Y me aplico un labial rosado que será la única aplicación del día. Nunca he sido de las mujeres que cargan cosméticos para retocarse. Después de estos minutos de cuidado personal, será hasta mañana que regresaré a verme al espejo.

    Alguien toca la puerta de mi cuarto y sin moverme levanto la voz y digo:

    一Hola.

    一¡Buenos días! Hija, ¿querés que Graciela te prepare algo de comer?

    一No, mami. No creo que pueda comer. Los nervios me están matando y tengo hasta dolor de estómago. ¿Qué tal un cafecito?

    一Bueno, entonces le voy a decir que te prepare algo para llevar.

    一No sé… No sé si Darwin va a llevar algo de comer. Si querés que Graciela prepare algo para llevar, tendría que ser para compartir entre varios.

    一¿Cuántas personas hay en la oficina? No sé si le va a alcanzar el tiempo para preparar comida para varias personas…

    一Quiero ver… Está Blanquita, que es la asistente de Darwin; Carlos, el jefe de campaña y sus dos ayudantes; el organizador de eventos, Darwin y yo… Somos siete.

    一Ay, hija, ¡qué emocionante! Tu primer día en un nuevo trabajo que te puede llevar a Casa Presidencial… Pero aún tengo dudas, no sé si es buena idea que dejés tu trabajo como periodista, con lo mucho que te gusta. Nunca has querido hacer nada más.

    一Yo sé…  Y a mí también me da un poco de miedo, pero quiero intentarlo, mami. Quien quita y estés frente a la directora de comunicaciones de Casa Presidencial.

    一Vos nunca has hablado de tener ese tipo de aspiraciones. Me parece raro que ahora, con ese hombre, te cambiés de carrera.

    一"Ese hombre"... ¿De verdad, mamá? ¿Tan mal te cae Darwin?

    一¡Ay, hija!, por algo le mataron a la esposa, y ahora vos pasás tanto tiempo con él... no... no me termina de parecer. No me vayás a venir con que cambiaste al policía por el expandillero.

    一¡Ay no, mamá!... ¡Qué terror! Se te sale lo clasista.

    一¿Por qué no te podés conseguir a un hombre normal? Un abogado o un doctor, como tu papá, vos sabés, alguien de nuestra clase social.

    一¿Qué? ¿Se te olvida que Darwin es abogado?

    一También podría ser un ingeniero o arquitecto, ¿qué tal Enriquito? Él es banquero.

    一Mamá, por favor, Enriquito como le llamás, es un mujeriego que no se ha casado a sus cuarenta años porque no tiene interés de sentar cabeza, aunque tiene como cinco hijos con diferentes mujeres.

    一Pero quien quita y esté listo para casarse ahora que ya tiene cuarenta. A veces los hombres cambian.

    一Los hombres no cambian. Ellos son como son y punto. Y, por favor, dejemos de hablar de esto. Vos no tenés el mejor récord escogiendo hombres… Además, acordate que por hacerte caso de que  me tenía que casar, porque si no me iba a quedar solterona, y que además tenía que ser de nuestro mismo nivel social, me terminé casando con un tipo que… Ay, mamá, mejor ahí dejémoslo, por fis.

    Ya me cansé, siempre es la misma historia con ella. Desde hace quince años que me gradué de la universidad me quiere casar, y cuando hablo de vivir sola se alborota y me dice que no puedo porque ¿qué va a decir la gente?. Una mujer viviendo sola es un escándalo entre sus amistades porque es una tipa fácil a quien le gusta tener sexo con cualquiera… ¡Y no! Una mujer que quiera disfrutar su cuerpo no es permitido. Una muchacha de bien no puede tener sexo antes del matrimonio. Solo las cualquieras tienen relaciones sexuales y las disfrutan. Qué terrible esta sociedad machista.

    一Mami, me podés dejar, necesito terminar de arreglarme. Ya son casi las siete de la mañana y quiero llegar a la oficina antes de las ocho. Necesito estar instalada para cuando publiquemos en Twitter que soy la nueva Jefa de Prensa.

    Ella se acerca y me da un abrazo.

    一Estoy muy orgullosa de ti, aunque no me hayas hecho caso cuando te dije que mejor estudiaras administración de empresas o mercadeo para que me ayudaras con el negocio.

    Le doy una mirada de ya dejame en paz. Ella sale y cierra la puerta de mi habitación y, como siempre, me deja con un sabor desagradable. No tengo la carrera que ella hubiese querido para mí. No estoy casada y tampoco escojo hombres de, supuestamente, nuestra misma clase social.

    ◆◆◆

    Espero que el viaje de la casa a la oficina me tome unos veinticinco minutos. El tráfico en San Salvador siempre es un atentado a la sanidad mental debido al estruendo de los motores y la agresividad de los motoristas, y a esto hay que agregarle que rara vez se puede cruzar a la izquierda. Muchas de las conversaciones casuales entre amigos tienen como objetivo averiguar la mejor forma de llegar a algún lugar en carro.

    Afortunadamente, tuve esa conversación con Darwin cuando acordamos qué día comenzaría, él me recomendó atravesar la colonia Roma y agarrar la alameda Roosevelt. Acabo de hacer una serie de vueltas a la derecha y… aquí está el bulevar de Los Héroes. Ya casi llego. El tramo es de tan solo unos cinco kilómetros, pero me enfrento a un sinfín de motoristas que tocan las bocinas como si fuera su única esperanza de avanzar.  Estoy segura de que si no hubiera tantas trabazones tomaría menos de quince minutos.

    Estoy pasando por Metrocentro. Metro, como se le conoce popularmente, es el centro comercial más concurrido y famoso en todo el país. Hay otros centros comerciales más lujosos, pero ninguno tan querido para los capitalinos. Me encanta que la oficina está a un lado de Metro y que haya seguridad de día y de noche. Fue buena suerte que Darwin consiguiera un lugar tan céntrico.

    Cuando llego al estacionamiento del nuevo cuartel de campaña me doy cuenta de que Darwin ya está ahí. Me parqueo a la par de su carro. Otra vez no puedo evitar ponerme nerviosa.

    El edificio tiene tres niveles. Darwin alquiló el segundo. En la primera planta hay una oficina de abogados, y en la tercera dan clases de inglés y alemán. En nuestra oficina no hay ningún rótulo, por el momento, porque aún no hemos hecho pública la campaña. Hay muchos que especulan que él se va a lanzar como candidato, pero aún no está confirmado.

    Hoy será el día en que anunciaremos a Darwin Presidente. Y será a través de mi primer comunicado de prensa que informaremos cómo una coalición de tres partidos pequeños lo llevará como candidato. Han concordado que se llamará Libertad. Ninguno de esos partidos podría sobrevivir por sí solo las siguientes elecciones, por eso aceptaron apoyar a Darwin, el candidato de la gente. El candidato de la verdadera paz. Uh... creo que me gustan esos dos eslóganes. Los anoto rápidamente en mi celular antes de entrar.

    Al abrir la puerta de la oficina me doy cuenta de que Blanquita no ha llegado. No hay nadie en la recepción.

    一Buenos días 一digo en voz alta, casi gritando.

    一Buenos días  一dice Darwin proyectando su voz desde su oficina. Parece que es la última del pequeño pasillo. Su voz suena emocionada. ¿Será por mí? ¿Está contento de verme o está emocionado de lo que traerá el día?

    Me acerco para saludarlo con un beso en la mejilla. Ahora, eso es lo normal entre nosotros, desde que pasé de ser Tatiana la periodista, a Tatiana la amiga de la familia. Sí, me encanta cenar con sus dos hijas y con él. No me gusta pensarlo, pero siendo sincera conmigo misma, me siento completa cuando estoy con ellos. Yo sé que no debería, porque él no está listo, aunque ya pasaron casi dos años. Los asesinatos de su esposa y su hija lo dejaron destrozado. Y creo que como no logramos justicia en contra del autor intelectual, eso le impide rehacer su vida.

    一Tati, me alegra tanto verte. Te agradezco que creás en mí. En lo que quiero para este país. Me encanta que me acompañés en esta aventura… electoral. Gracias.

    Y así de fácil, con esa sonrisa y sus palabras tan dulces, se me van los nervios. ¡Ay, no!, qué terrible que todo lo que este hombre hace me parece fantástico, maravilloso y digno de admirar.

    一Estoy aquí porque creo en vos, y en tu plan para ayudar al país. Estoy segura de que vamos a hacer la diferencia.

    Lo que realmente quiero decirle es que yo lo seguiría a donde me lo pida y lo ayudaría con lo que él quiera. No sé si soy valiente o tonta, o un poco de las dos. Hasta dejé mi carrera por este hombre. Hasta estoy dispuesta a decirle adiós al periodismo. Pero él no puede saber que es por lo que siento por él. No puedo declararme sin estar segura de que él siente lo mismo... pero aquella noche... no, no fue amor, fue purito deseo, pasión de esa ganosa. Quedamos en que no podíamos darnos esa libertad en el momento en que estamos lanzando la campaña electoral. No es buena idea distraerse de esa forma. Él me quiere como parte de su vida profesional, y mientras no tenga a otra mujer en su vida personal, yo estoy bien. Yo espero sin problemas.

    一Te voy a dejar que te instalés ahí tranquila, en tu oficina. Nos vemos en media hora en mi despacho, cuando llegue Carlos. ¿Te parece?

    一¿Cuál es mi oficina?

    一Carlos, como jefe de campaña, quiere estar a la par de mi oficina. Creo que tu oficina tendrá que ser la primera que está cerca de la entrada. Esta 一dijo señalando la primera puerta abierta一, los demás pueden compartir espacio en la recepción mientras conseguimos otros dos escritorios.

    一Me parece bien. Gracias.

    Entro a mi oficina.

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