Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Derretirme Contigo: Hecho en Mexico
Derretirme Contigo: Hecho en Mexico
Derretirme Contigo: Hecho en Mexico
Libro electrónico250 páginas2 horas

Derretirme Contigo: Hecho en Mexico

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

ESPECTACULAR LATINA ROMANTICO COMEDIA

¿Quién Demonios es Juana V? Bueno, ella es una divertida y muy briosa mujer que vive en el estado de Querétaro, México. Este libro moverá tu mundo y te motivará a superar obstáculos en la vida. Juana tiene esta búsqueda esquiva de su hombre romántico que falla en todas las formas posibles.

Por supuesto, Juana se toma todo a grandes pasos, teniendo sentido del humor, siendo pobre y estando al otro lado de la gran muralla ... la vida es lo que es. Su compañero no es un superhéroe de Marvel, sino un pequeño amigo peludo con sus patas en la tierra.

El libro está escrito con algo de spanglish e incluye un glosario gringo para esas coloridas palabras metafóricas que Juana expresa de manera regular. Si alguna de las palabras te hace temblar, como diría Juana, es su realidad, así que lidia con eso. Sí, Juana tiene una actitud de niña mala (Diablita).

El libro está lleno de imágenes para acercarte al imaginativo mundo de Juana. La idea no es solo leer, sino ir a algún lugar de la mente de Juana y animarla, mientras pisa una mina terrestre tras otra ... ¡Ahhh Loquita!

★★★★★
Erick (México) Una historia de Amor y Positivismo - Realmente disfruté leyendo "Melt with You". La novela me hizo reír, reflexionar y aprender sobre la cultura mexicana desde la perspectiva de una mujer emprendedora.

★★★★★
Camila O. (Colombia) - ¡Me reí, lloré y amo a Juana y Taco! ♥♥♥♥♥

★★★★★
UCAT42 (Australia) ¡Esta historia es divertida, romántica, conmovedora y una lectura fantástica! Sentirás que estás allí con los personajes, y las imágenes y los enlaces a la música hacen de este un maravilloso viaje para recordar. ¡Querrás volver al principio y leerlo de nuevo!

★★★★★
Rodriquez (EE. UU.) El libro estaba muy bien escrito. Me encantaron todos los episodios de Juana. Las imágenes en el libro agregaron otro toque a la historia.

★★★★★
Mahali (Mexico) Divertido, original y esperanzador - ¡¡Me encantó la historia!! Llena de enseñanzas positivas de nunca darnos por vencidos y seguir nuestros sueños. Juana es un claro ejemplo de emprendedurismo puro y ganas de salir adelante. Maravilloso, muy recomendado.

--------------------

"Sabes, Juana, eso requirió unos cojones enormes y jodidos, y estoy muy orgullosa de ti", dice Fabiola con los ojos un poco llorosos. Ella sabe que estoy pasando por momentos difíciles y necesito un poco de confianza. Fabiola se acerca y me da un fuerte abrazo, y no puedo pedirle más a mi mejor amigo.

Los tacos de esta noche, con pollo marinado, son asombrosos. No estoy seguro de por qué la comida callejera sabe tan bien. Tal vez, es la manteca de cerdo que se ha reutilizado durante semanas. Ahhhh, estoy tan contento de nunca haber considerado un estilo de vida vegetariano. ¡Amo mis carbohidratos de grasa y tortilla!

La breve visión de Lorenzo es guau. Incluso con su cabello por todo el lugar, es un español caliente. Guau. ¿Fui a la lotería, y esto es desnudarme, enloquecer y enamorarme todo en la misma noche? Mis niveles hormonales están llegando a su punto máximo y mi cabeza ignora todas mis inhibiciones normales.

IdiomaEspañol
EditorialS.E. Lewinski
Fecha de lanzamiento14 jul 2020
ISBN9781005035471
Derretirme Contigo: Hecho en Mexico
Autor

S.E. Lewinski

My writings are a collection of books that are driven by the motivation to create personal change.The consideration is challenging the reader's thoughts, emotions, and thinking.This collection of writings are called the Thinking Series and set in alternate genres of self-improvement, sci-fi, adventure, romance, and drama.Where the reader will find the best domain to hear the message is unknown.However, the hope is the personal reading experience will create a perturbation of change.As with any Change...You Have to Think!

Autores relacionados

Relacionado con Derretirme Contigo

Libros electrónicos relacionados

Romance para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Derretirme Contigo

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Derretirme Contigo - S.E. Lewinski

    Mi nombre es Juana (pronunciado más o menos Guana por los gringos). Vivo en la ciudad de Santiago de Querétaro, en México, situada centralmente al noroeste de la Ciudad de México. Sé que mi país tiene muchos retos, pero este es mi hogar, y estoy orgullosa de ser mexicana. Convivo con mi madre, llamada Ana, y con dos inútiles hermanos: Miguel y José, quienes, prácticamente, no sirven para nada.

    Según los estándares, somos una familia pobre, pero aún tenemos fuerza, alma, fe y amor para mantenernos unidos.

    Sin quererlos ni buscarlos, los problemas me persiguen, lo que hace a mi vida más interesante que la del resto de la gente. Nunca he estado en un avión, aunque he escuchado que los aeropuertos son muy agradables. Algún día, deseo volar por el mundo, pero de momento, lo hago sólo en mi imaginación. Mi sueño es encontrar un gran hombre con quien pueda estar, pero por supuesto que, para eso, hay una larga lista de requisitos que quizás nunca searán cumplidos.

    Pero bueno, de todas formas, una chica debe hacer su mejor esfuerzo en buscar ese alguien que sea importante para ella, alguien capaz de estremecer su mundo, lo cual es difícil de encontrar. Mi actual relación está en una especie de estancamiento y le vendría bien un cambio de rumbo. No estoy segura de cómo resultarán las cosas con este hombre, y de momento, estoy pensando en ello muy cuidadosamente.

    Me gusta reír y bromear, y la mayoría de mis amigos están en la misma sintonía que yo. Al ser pobres, sabemos que mantener un buen humor viene mejor que estar serios y tensos. Lo cierto es que, los pobres, tenemos cierto estrés de supervivencia que no se puede calmar ni con tragos de margaritas.

    Me encanta escuchar rock alternativo para relajarme; así que lo siento mucho por ustedes, chicos amantes del hip-hop, las cosas como son, así que no me fastidien. Si quieren entenderme, lo mejor es que continúen leyendo. Ah, otra cosa, perdón por mi boquita sucia. ¡Es que así soy!

    Amor, paz, felicidad, y un poco de actitud de chica mala.

    Juana Velasco

    Capítulo 1 – Despedida

    Mierda (Poop)

    —Hola Juana, la señora de recursos humanos quiere hablar contigo —dice el supervisor.

    —¿Qué quiere ella conmigo?

    Maldición, esta es la cuarta vez que esa diablita gringa quiere que le rinda cuentas. Sé que debe estar celosa de mí con ese aspecto rechoncho que tiene. Probablemente la última vez que tuvo un cuerpo esbelto como el mío fue en la secundaria, o no, viéndola mejor, quizás en la primaria. No puede encontrar a un hombre ni siquiera en México, habiendo tantos desesperados que quieren emigrar a los Estados Unidos.

    —No te preocupes por lo que quiere —dice el supervisor mientras encoge los hombros con algo de irritación.

    —De acuerdo, terminaré este último módulo de ensamblaje y enseguida apago el computador —le digo al supervisor para apaciguarlo.

    —Diez minutos y sin demoras, ¿entendido?

    —Sí, sí, entendido —digo con una sonrisa falsa para pacificar a Godzilla.

    Dios, ahora estoy empezando a enloquecer. Mierda, algo no se siente bien acerca de este encuentro con la arrogante jefa de Recursos Humanos. ¿Qué estará tramando esta vez para abusar de mi personalidad inestable? Cada vez que nos encontramos, hay algo más en su retorcida mente. Es como si me hubiera puesto un blanco en la espalda para sacarme de aquí. Solo necesito relajarme y concentrarme en terminar el día para salir con Diego esta noche; dijo que tenía algo especial que hacer, y espero que no implique el asiento trasero de su coche de mierda.

    Aquí en la ciudad de Querétaro, con más de 600,000 personas, estoy atrapada con el recolector de basura. Supongo que ser una trabajadora insignificante de fábrica que ensambla módulos electrónicos para automóviles gringos equivale a un cero de reputación en esta ciudad.

    Es lindo que Diego me diga que me ama, pero no estoy segura de comprender del toda su definición de amor, y como la mayoría de los hombres aquí, es un poco machista de pensamiento.

    Bien, he ajustado y empaquetado el último módulo para que pase por las pruebas de calidad de la fábrica. Dios mío, deberían tenernos inyectados con cafeína intravenosa para mantenernos en estado consciente. Este trabajo redefine la palabra aburrido, pero con mi licenciatura en música, ésta era mi única alternativa al desempleo. Cerrando sesión en el computador… Veamos qué tiene para mí Recursos Humanos, espero que no sea una real patada en el trasero.

    Es deprimente caminar por los desgastados pasillos de este lugar, considerando que las fábricas en EE. UU. son brillantes y nuevas. Aquí se obtiene todo el equipamiento de segunda mano que arrojan del muro en la frontera. Si las personas caminaran descalzas en estos pasillos, probablemente terminarían con infecciones por estafilococos y amputaciones.

    La jefatura de la fábrica viene de Estados Unidos una vez al año, y cada vez se inicia una limpieza masiva. En un buen escenario, recibimos uniformes limpios durante una semana.

    Sin embargo, aún no estoy segura por qué siempre estoy escondida en la parte de atrás después de cinco años de trabajar aquí. Tal vez la compañía teme que una hermosa chica coquetee con los hombres de traje y corbata. Sí, dale algo de labia a los ejecutivos y eso les excita; los gringos son tan fáciles de seducir. Bien, aquí va, el espectáculo con la bruja de recursos humanos. Entrando en su oficina….

    —¿Hola Juana, cómo está? —pregunta la señora de R.H.

    —¿Bien, y usted? —le pregunto. Esta dama tiene una oscuridad en ella que me da escalofríos. Tal vez fue golpeada como un animal cuando era joven o creció con lobos en la selva.

    —Juana, ¿tiene alguna idea de por qué está usted aquí hoy?

    —Ahhh... en realidad no.

    —Juana, como sabe, somos una empresa estadounidense y seguimos las mismas reglas aquí en México. —La señora me mira fijamente a los ojos.

    —Está bien, ¿y qué tiene eso que ver conmigo? —Creo que lo más probable es que vaya a ser golpeada.

    —Escuche señorita Juana, tenemos múltiples reglas sobre la vestimenta, y usted constantemente desafía y viola cada una de ellas. Sus faldas cortas y blusas reveladoras están fuera de los estándares para nuestros empleados. ¿Entiende que esta es la tercera vez que ha sido advertida?

    Solo puedo decir que tiene razón en eso. Todos tenemos que parecer robots de color gris oscuro cuando entramos por la puerta cada día, despojados de nuestra dignidad humana individual para asegurarnos de que los hombres no se sientan atraídos por algo más excitante que sus grapadoras. No es de extrañar que todos vengan a México a divertirse. Están aburridos, atascados con las estúpidas reglas impuestas por las compañías americanas.

    —Está bien... puedo cubrir mis partes de piel desnuda que no van con su reglamento —le digo, sabiendo que probablemente no le gustará lo que dije. Ella está moviendo su gran trasero, lo que es un mal augurio para mí.

    —Mire Juana, también está el coqueteo con nuestros ingenieros estadounidenses. Se han quejado varias veces de que usted se ha acercado a ellos. Nuevamente, nuestras reglas: no mires, no toques y no hables con personas fuera de tu módulo de trabajo. Hemos revisado nuestra política con usted al derecho y al revés.

    Toda esta basura es evidencia significativa de condenación interpersonal. En serio, no importa si mi producción es del 110% de los demás, si siempre llego a tiempo, si rara vez me ausento por enfermedad o si tomo vacaciones cortas. A esta chiflada sólo le preocupa que mi falda sea lo suficientemente larga o que no se muestre mi escote saludable. ¿Qué diablos les pasa a estos gringos? ¿No pueden apreciar mi arduo trabajo diario por mis jeans ajustados de Calvin Klein?

    —De acuerdo, lo siento, ¿ya puedo volver a trabajar? —pregunto, esperando una advertencia más en mis tarjetas.

    —Juana, no es necesario que vuelva a su puesto de trabajo. Este es su último día con nosotros y estamos cancelando su contrato.

    Mi estómago se revuelve a la vez que mis ojos comienzan a llorar. ¿Qué diablos está pasando? No hay forma de que esto pueda estar sucediendo. No creo que esto se justifique por ser un poquito desobediente, siempre he trabajado como una esclava para esta estúpida compañía estadounidense. Esperan que trabaje como una mula y luego me despiden por una estúpida regla, todo para mantener casta y pura la planta de ensamblaje. Maldición, ahora estoy un poco enojada con esta perra.

    —Entonces, ¿te sientes poderosa ahora? Me he jodido mucho por esta empresa, ¿y te estás quejando de cómo me visto y cómo me porto? ¿Por qué te molestas en venir a México? ¿Para presionarnos y aprovecharte de nuestros miserables salarios, es eso? ¿Hacerlo te hace sentir muy poderosa en nuestro país? —las lágrimas corren sobre mi rostro.

    —Mire, Juana, lamento que se sienta así. Tenemos un paquete de indemnización para usted que incluye cuatro semanas de pago y sus vacaciones no utilizadas pagadas.

    Mierda, eso es todo. No puedo soportar volver a casa sin trabajo y enfrentar a la familia con sólo cuatro semanas de pago por indemnización. Mis inútiles hermanos que viven a expensas de mamá y yo, solo le sumarán a mi miseria con total desinterés por mi disturbio emocional. ¡Esto simplemente apesta!

    —¿Tiene alguna otra pregunta sobre su despido? —pregunta la señora de Recursos Humanos con un tono condescendiente.

    —Sí, no me iré hasta que hable con el Gerente General de la planta —le digo, sin saber qué esperar.

    La bruja parece estar enojada y sorprendida por mi petición; debe estar accediendo mentalmente a su entrenamiento extranjero de Recursos Humanos sobre cómo lidiar con los disidentes que usan vestidos cortos y que verdaderamente tienen algo de personalidad. Aquí viene...

    —Oh, Juana, déjame ser franca. Estás despedida, y yo soy el último contacto que tendrás con esta compañía. No tengo mucha paciencia con este tipo de comportamiento y sugeriría que te vayas tranquilamente.

    —¡En serio que NO! Voy a sentarme aquí hasta que me permitas hablar con el Gerente General.

    Mis palabras debieron mostrarle que hablo en serio, ya que la bruja se levanta de su trono y sale de la habitación. Estoy segura de que debe haber ido a buscar al Gerente General para que resuelva la situación. Al menos está siendo razonable con las estúpidas infracciones. No puedo permitir que estos gringos me expulsen luego de haberle dedicado cinco años de mi vida a este lugar de mierda.

    No es como si este lugar fuera una ciudad turística en la playa donde pueda encontrar otro trabajo decente sirviendo bebidas o de mesera. Esta es una ciudad trabajadora con fábricas y personas pobres que intentan tener una vida digna.

    Oh, bien, la puerta se está abriendo...

    —Juana, estamos aquí para escoltarte fuera de las instalaciones —dice uno de los dos grandotes a los cuáles nunca antes había visto. ¿De dónde demonios han venido estos dos monos? Puedo decir que ambos son hombres locales que sirven al malvado de su amo.

    —No me iré hasta que vea al Gerente General —repito.

    Cuando los dos hombres me agarran de los brazos, me tiro al suelo por miedo a que me maltraten. Sospecho que no planean escoltarme para ver al Gerente General. Ellos se quedan sin moverse, me imagino que estas dos bestias deben estar pensando en sus diminutos cerebros qué acciones tomar.

    —Agarra sus brazos y yo sujetaré sus piernas —dice uno de los fornidos.

    ¡No puedo creer que esto esté sucediendo! Qué indignante ser cargada como un animal de granja y expulsada de las instalaciones de la compañía. Mis intentos de soltarme de su agarre no sirven de nada, ya que ambos me sujetan firmemente mis piernas y brazos. Docenas de compañeros de trabajo se juntan en las puertas de los pasillos para ver cómo me llevan por el corredor en completa desgracia. Por suerte para mí, me afeité las piernas esta mañana.

    Al final del pasillo, alguien gentilmente mantiene abiertas las puertas de salida para los dos hombres. Me llevan hacia el lote trasero, ahí hay mucha tierra y sirve principalmente para recibir entregas de comerciantes locales. Bueno, ya está. Los dos hombres me sacan por la puerta tirándome al piso...como basura. Gracias a Dios que llevo bragas hoy.

    Las puertas del edificio se cierran de golpe, supongo que no hay esperanza de ver al Gerente General hoy. Sólo yo, mi vestido sucio y un estúpido perro callejero echado sobre el suelo mirándome. No hay razón para levantarse. El cielo está encapotado, y solo puedo yacer aquí imaginando formas de animales en las nubes.

    —Está bien, perro, deja de observarme con tu mirada flácida. No tengo planes de llevarte a casa conmigo. Además, tienes un aliento que apesta a mierda.

    El jodido perro está esperando que muera para así poder comerme o que saque un filete de lomo. Sinceramente, no me siento emocionalmente generosa en este momento. Me siento mayormente estúpida. Qué tan rápido un día bastante normal puede irse a la mierda. Tenía tantas ganas de terminar el día y tomar el autobús a casa para disfrutar el fin de semana. Es un completo misterio el por qué los malditos de Recursos Humanos siempre deciden arruinar un fin de semana con un despido en viernes. Supongo que les hace sentir omnipotentes destruir la vida de alguien y luego relajarse el fin de semana.

    —Guau, guau —ladra el perro.

    —Oye, ve a ladrar a otro lado. ¡No necesito tu apestosa actitud de perro ahora mismo!

    Dios, ¿qué pasa con los perros? Son muy persistentes en llamar la atención. Oye, al menos no intentó olerme el trasero o mearme la cara. Eso sería lo último que necesito para completar mi maravilloso día. Dios mío, se siente bien que la tierra no está llena de rocas ... Es bastante cómodo estar aquí, tranquilamente.

    Tengo que pensar esto detenidamente, porque mamá estará pensando cómo vamos a sobrevivir todos con sólo su sueldo. Necesitamos que mis dos hermanos perdedores trabajen en lugar de quedarse sentados todo el día jugando videojuegos. ¡Es hora de mover mi trasero de aquí y encontrar otro lugar para estresarme!

    —Está bien, perro, vayamos

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1