Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Las rotas biografías
Las rotas biografías
Las rotas biografías
Libro electrónico65 páginas24 minutos

Las rotas biografías

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Hablar de biografía es un abstracto al que solo parte de lo dicho le corresponde. Decir "biografías rotas" o es una redundancia o un pleonasmo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento27 abr 2024
ISBN9789978776858
Las rotas biografías

Relacionado con Las rotas biografías

Libros electrónicos relacionados

Ficción general para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Las rotas biografías

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Las rotas biografías - Christian Escobar Jiménez

    I El abajo firmante

    El abajo firmante

    se tapia el hueco de la boca.

    Salta la verja del camino

    y se cuela entre las rosas

    para apretarse los botones en secreto

    antes de desahuciarse las camisas.

    Recoge pétalos de rostros

    de vidas vegetales,

    borra su nombre propio

    de la lista roja de una especie extinta,

    y escapa por el caño

    junto al agua sucia de otras fecas.

    Llega.

    Hay margaritas, viandas,

    mujeres desnudas en la mesa.

    Come uvas y recita cada peca

    del alfabeto de su rostro

    para que recuerden el retrato robot

    luego del naufragio,

    antes de que el agua se devuelva

    por la tubería enmohecida del destino y retorne

    soñoliento a su escritorio

    Quito, mayo de 2013

    II Cumpanis

    Llueve y es julio.

    Mientras pasa, invoco a Dios porque camino,

    porque las mujeres con sus hijos en brazos,

    bajo el fuego de los semáforos,

    recogen las últimas flores del mes.

    El corazón se me abulta y llueve,

    pero no puedo mucho más que rezar

    o lavarme las ropas conmigo.

    Desde Tiberiades rumbo a Jerusalén,

    los caminantes pedían – en uso de su prioridad-

    que el buen tiempo los acompañe.

    Dios oía con la obligación de no hacerse el distraído.

    Palabra del Talmud.

    ¿Quién quiere encontrarse en medio de la arena

    con la imagen de una mujer aún lejana

    y el trabajo a cuestas?

    Vivir el hogar porque llueve,

    ver la hoguera porque se conjura

    algo más que el frío.

    Y yo camino,

    paso a tu casa desde el balcón.

    Sobre la puerta reza el nombre de mi estación

    en donde hay que apearse cada tanto,

    sin tren de por medio,

    porque camino.

    Soy entonces un nombre conocido,

    como una plegaria.

    Soy un hombre, a veces bueno,

    que ve llover.

    Me dices al oído cumpanis

    y amasas el pan para mi boca.

    Te gusta verme masticarlo,

    yo lo sé,

    frente a la hoguera

    te gusta decir una broma o quitarte la ropa

    para cubrirme con el cuerpo tuyo.

    O como caminante,

    por esos mismos desiertos,

    volátiles y

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1