LA CASA QUE NOS HABITA

icen que la casa, nuestro lugar de protección o escondite, simboliza el cuerpo, que cada espacio de los que habitamos tiene su traducción en el mundo de los sueños. La fachada, por ejemplo, es nuestra máscara, la cocina el lugar en donde todo se transforma, el techo la cabeza, el sótano el lugar de los bajos instintos, la escalera el punto de comunicación por el que ascendemos o descendemos de un estado a otro. Hay incluso un test en el que se nos pide que imaginemos cómo seríamos si fuéramos una casa y, según nos representemos, se sacan conclusiones. ¿Soy un palacio