Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Sabe que Yo Soy Dios: YO SOY DIOS, #1
Sabe que Yo Soy Dios: YO SOY DIOS, #1
Sabe que Yo Soy Dios: YO SOY DIOS, #1
Libro electrónico235 páginas3 horas

Sabe que Yo Soy Dios: YO SOY DIOS, #1

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Estaba en uno de los momentos más oscuros de mi vida, donde no tenía dinero, estaba endeudada, sin trabajo, sin casa, enferma, mis hijos no iban a la escuela, estaba agotada energéticamente. No podía con mi vida.

 

Estaba enojada con todo. Me sentía avergonzada y un fracaso sin salida. Estaba atrapada en la carencia, no podía ver ninguna luz. Y aquí, me sentía muy sola.

 

Un día que estaba escribiendo, me vino una frase y ella decía, «Sabe que Yo soy Dios», no entendía muy bien su significado, pero la sentí dentro de mí y la empecé a utilizar en mi día a día.

 

Y en este libro explico mi transición de estar en modo víctima donde solo recibía carencia, a pasar a Ser, y desde ahí, empezar a recibir en prosperidad.

 

«Sabe que Yo soy Dios» me vino para recordarme que somos el creador de nuestra realidad existencial de vida, y ahí entendí que era yo la única que podía cambiar mi situación, empezando a Ser quien yo soy y desde ahí, dejas de no tener y empiezas a tener.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento29 ene 2024
ISBN9798224214549
Sabe que Yo Soy Dios: YO SOY DIOS, #1
Autor

Ariadna Carbó de Puig

Guía a cada persona a ser la única verdad, YO SOY DIOS.  Acompaña a recordar a cada persona, que hoy, por Ser, lo es y tiene todo. Empieza a Ser quien ya eres, y vivirás la vida que sí es para ti.

Relacionado con Sabe que Yo Soy Dios

Títulos en esta serie (1)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Cuerpo, mente y espíritu para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Sabe que Yo Soy Dios

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Sabe que Yo Soy Dios - Ariadna Carbó de Puig

    SABE QUE YO SOY DIOS

    Hay una sola verdad: Tú eres el Creador.

    Ariadna Carbó de Puig

    Copyright © 2024 of First Publication by Ariadna Carbó de Puig

    All rights reserved.

    No portion of this book may be reproduced in any form without written permission from the publisher or author, except as permitted by U.S. copyright law.

    Contents

    1.Un suceso de vida que estoy viviendo

    2.Falta de fe

    3.Amando mi camino de vida

    4.No busco, sino soy

    5.Mi propia cárcel

    6.Entrénate para tu destino

    7.Las experiencias de vida no te definen

    8.Empezando de nuevo

    9.Las herramientas son señales para ti

    10.Cuando sabes que ya es, hay certeza

    11.Cuando parece que no va bien, observa tu dialogo interno

    12.Me escondí y me aislé

    13.Acción: tomar una decisión. Incertidumbre y miedo

    14.¿Qué camino eliges? Solo hay una elección.

    15.Descubriendo en mi día «Sabe que yo soy Dios»

    16.Cuando se levanta una tempestad, la suelto

    17.Entrando en silencio con Dios

    18.En la casa de Dios solo existe una sola verdad

    19.Ser aquello que siempre he querido ser

    20.Pon luz a tu propia oscuridad

    21.Paso a la acción

    22.Como estés por dentro, así comerás por fuera

    23.Posicionarme en la única verdad

    24.Yo soy Dios

    25.Entrando en un mundo desconocido

    26.Sean bienvenidos al reino de Dios

    27.La verdad gobierna tu vida

    28.La concepción actual de uno mismo

    29.Entendiendo mi proceso interno

    30.Empezamos abrirnos a los cambios con luz

    31.Orando en voz alta, «Sabed que yo soy Dios»

    32.Tú eres el manifestador

    33.Salve María

    34.Llena de gracia

    35.Se abren las puertas y entro

    36.Ya está, ya es

    37.Acogiéndome a mi nuevo cargo de vida

    38.Finalmente entendí mi cambio

    39.Estamos viviendo una vida

    40.¿Por qué?

    41.No debes saber ni entender, solo Ser

    42.Estoy glorificada

    43.El camino de la bendición

    44.¿Podrías imaginar lo inimaginable?

    45.Delante de ti está la luz, ¿a qué esperas?

    46.Estar dentro de la única verdad

    47.Ser, aquí y allí

    48.Solo sé quién eres, Dios

    49.El ojo de Dios

    50.Bloqueada

    51.Cumplir y ejercer quien yo soy

    52.Amor a mi Ser

    53.El amor a través de ti

    54.Reconozco que soy amor

    55.El vacío de no ser

    56.Transformación

    57.Despierto «Yo soy Dios»

    58.Final

    1

    image-placeholder

    Un suceso de vida que estoy viviendo

    Os pondré en contexto este año 2023: el 8 abril cumplí 40 años, ¿sabéis como lo celebré? Llorando, y ¿por qué? Porque unos días antes me habían embargado todas mis cuentas y me había quedado sin dinero. No podía respirar, estaba atrapada y sin casi aliento. Todo el dinero que tenía en mis cuentas había desaparecido.

    Y esto no paró, empecé a recibir más cargos de otras deudas que no me podía imaginar. Me cuestionaba ¿por qué me está pasando esto ahora? ¿Por qué llega todo esto ahora y de golpe? ¿Cómo voy a vivir? ¿Cómo voy a pagar la comida, la casa, etc.? Entré en shock.

    De tener dinero pasé a no tenerlo, a no tener nada y nada es nada, cero. Me costaba respirar, solo podía llorar y regocijarme en ser una víctima. ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué solo me pasan desgracias? ¿Por qué no puedo vivir una vida normal?

    Dentro de mí, sentía que tenía que hacer algo, y era un cambio, pero no uno cualquiera, sino uno que implicaba una muerte y un nacimiento. Ya os contaré más adelante. Pero el cambio era salir ya de ser una víctima y empezar a ser Dios.

    En mi manera de ser por aquel entonces, sentía que tenía que ser rescatada por alguien o algo exterior. Tenía que ser salvada, ya que yo no podía seguir, y siempre me había sentido así.

    Me sentía débil, carente, pobre, frágil, sentía que yo no podía con la situación. Me sucedían sucesos de vida, que eran fuertes, difíciles de superar y tenía que luchar, esforzarme, sufrir, sentir dolor… Era un método de vivir.

    Desde estos sucesos, estaba conectada a «por favor que alguien me rescate, que alguien me ayude, no puedo». Estaba en el papel de víctima total y así es como vivía rodeada de sucesos que me hacían sufrir.

    Este era mi primer gran primer error, sentirme víctima y carente, pobre. Esta vez, volví a caer, y mira que llevo años trabajando en mi ser, pero la víctima siempre sale a la luz.

    Gracias al conocimiento adquirido, pude salir de mi rol de víctima, recordándome que yo soy la creadora de mi realidad de vida, y por eso, siempre, en cualquier suceso de vida, voy hacia dentro de mí. ¿Qué se está moviendo aquí para mí?

    Yo parto de que todo movimiento externo que te viene en tu vida, primero se ha creado dentro de ti, tú eres el creador de cualquier suceso externo. Yo soy el creador y manifestador de mi realidad externa.

    Yo esto lo tengo claro, no busco a quien culpar de mis sucesos de vida, aunque que a veces aun caigo en el error de hacerlo, y por eso caigo en ser víctima, en tener que ser rescatada. Pero sé la verdad, y es que yo soy la creadora de mi realidad actual.

    Por eso, con cada suceso que experimento siempre voy hacia dentro de mí. Para conocerme, para entender y con el objetivo de vivir la vida que yo soy y siento dentro de mí, dejando atrás estas falsas conexiones que hago ahora mismo.

    Con el embargo de mis cuentas, cuando me quitaron de golpe todo el dinero, tuvimos que pedir un préstamo para poder vivir y para poder pagar las deudas.

    La situación en la que nos encontrábamos por aquel entonces era vivir de un préstamo. Con ese préstamo teníamos que pagar las deudas, el embargo, una demanda judicial, un abogado, devolver un préstamo que nos hizo un familiar un año antes cuando nos había sucedido una experiencia similar y, naturalmente, pagar la comida.

    En resumen, se nos juntaron varios pagos por sorpresa.

    Cuanto más crees en algo, afirmas que es así para ti, le das vida a esta creencia en tu vida y obtienes más de aquello en lo que tú crees. Pues así era para mí, mi yo en aquel entonces. Creía que yo era carente, pobre y tenía esa conexión dentro de mí, que no tenía nada y que me faltaba. Desde ahí, sentía una sensación de miedo, donde el dinero se me terminaba y me quedaba sin nada.

    Cuando el dinero se iba, fuera por el motivo que fuera, me faltaba aire, porque tenía la sensación de que no volvería. Estaba en modo carencia total, en el que siempre me faltaba algo, y cuanto más abundante era este sentimiento y más pobre era.

    Era una sensación de pánico, se termina y no entra, era un bloqueo muy grande. Este miedo por el dinero ya lo tuve en una experiencia similar un año antes, donde nos quedamos también sin él.

    Un familiar nos ayudó y nos prestó dinero, sino no podíamos vivir. Por aquel entonces, nos vino de golpe una demanda judicial, pero ¿qué era esto? Pero ¿por qué nos pasa esto? Y así es como nos encontramos pagando un abogado que no podíamos pagar y otros gastos. La historia se repite con diferente escenario de vida.

    Eres abundante en lo que tú crees y recibes más de aquello que tu afirmas. Y así era para mí, mi yo en aquel entonces, creía que se me terminaba el dinero, y esto estaba conectado a un gran miedo a no tener. Era una sensación horrible, de pánico, se termina y no entra, era gran un bloqueo.

    Pero no es la primera vez que recibo un impacto así. Son impactos que no te esperas, llegan a tu vida de golpe, como una bofetada, pero que han estado cultivados y alimentados durante tiempo en mí, desde mi creer que soy carente.

    La sensación de no tener suficiente, de no tener, de no poder, de que se termina y me quedo sin, de que él se va y no vuelve, etc., me hace estar en un estado de sufrimiento, miedo, estrés, agotamiento. Y esta manera de creer que es así para mí durante años, ha hecho que así se me haya ido representado.

    Lo que he estado viviendo estos últimos tres años ha sido surrealista, no podía creerme que me estuviera sucediendo tantas cosas duras en mi vida y de golpe. Pero el trabajo es interno y, si miro dentro de mí, sé porque me está sucediendo todo esto, porque yo me lo creí en su día. Creía que yo era carente.

    Es desde mi creer y mi fe que es así para mí. Y de aquello en lo que tú crees, más recibirás. Y así me sucede a mi ahora. Si creo que solo hay carencia en mi vida, tengo miedo de ella, estoy conectada a ella constantemente y albergándola dentro de mí, ¿qué espero recibir en mi mundo exterior? Recibo lo que hay dentro de mí, que me falta, que no hay, que no es posible para mi vivir una vida rica, pero sí para otros, etc.

    Tú mismo eres el creador de tu realidad de ser y existir. Desde tu creer, creas tu realidad de vida y así es como te das y recibes en tu vida actual. Por ser, existir, somos abundantes, y lo somos a través de nuestras creencias. En lo que tú crees, más recibirás. Sigo.

    Y así es como se nos complicó todo. Cuando no teníamos dinero para pagar, más cargos salían para pagar. No entendía nada, pero es lo que estaba viviendo. Era desesperante.

    La solución era desanclar en mí algo muy enraizado dentro de mí, pero que no sabía cómo hacerlo. Sabía que aquello me daba todos los frutos para vivir como estaba viviendo aquel momento de vida. Me estaba arrastrando a vivir sin dinero. Os pongo en contexto.

    Esta vez, la carencia está representada con la falta de dinero, pero años atrás ya inicié mi camino de carencia. En mi adolescencia, con 17 años, caí en una fuerte depresión, tuve que dejar el colegio e irme a vivir sola, ponerme a trabajar. Me faltaba amor, amor hacia mí misma. Sentía ser un fracaso, que no era nadie. Estaba en un pozo muy oscuro.

    Años después, caí enferma, cada vez iba a peor, y cuando uno está enfermo ¿qué es lo que le falta? Salud. En ese momento de mi vida, tenía carencia de salud. Y ahora tengo carencia de dinero.

    He ido transitando por varios episodios de carencia, sentía que me faltaba algo y vivía sin él, sea dinero, amor, salud, la alegría de vivir y la ilusión de estar viva. Me he hundido en mi propia carencia, no tengo y soy una víctima.

    Ante cualquier carencia, era una víctima y necesitaba ser rescatada; recuperar algo, tener algo, para finalmente poder volver a ser yo o estar bien. Y esto no es real. Lo sé y por fin conozco la única verdad, que se expresa por si sola. De una forma u otra, la carencia estaba ahí. Seguimos.

    Al ser yo misma la creadora de mi realidad, pude ser consciente de que yo misma me quitaba todo. ¿Por qué sentía esta escasez en mi vida? ¿Porque siempre había algún vacío, donde me faltaba algo?

    Sabía que la carencia estaba representada en diferentes escenarios de mi vida; una vez en forma de depresión, donde me faltada el amor y valorarme por mí misma, la otra en enfermedad, donde me faltaba la salud y ahora, endeudada, falta de dinero. Sigo con lo que estoy presenciando ahora en mi vida.

    Llevo años trabajando en mi ser, conociéndolo y experimentando. Observándome para evolucionar aspectos que ya no quiero que estén en mi vida. Y esta situación que estaba viviendo ya era demasiado. Tenía un trabajo delante de mí, y solo lo podía hacer yo. Me metí en modo ermitaño y empecé mi trabajo.

    Y de ahí nació mi primer regalo, una herramienta para mí, una de oro: una nueva manera de ser y vivir. Salió a la luz, la única verdad, y empezó a mostrarse dentro de mí, con dos frases: «Sabe que yo soy Dios» y «Yo soy la resurrección y la vida».

    Lo sentía dentro de mí, nació en mi ser y así es como empecé repetidamente a verbalizar y escribir estas dos frases. En algún lugar, ya había leído sobre ello, pero no conectaba para nada, su contenido me resultaba vacío. Pero ahora, lo sentía, ya estaba en mí.

    Esta vez era el momento, habían venido a mí, porque podía sentir y vibrar junto a ellas. Me eran muy útiles para salir de donde me metí tiempo atrás, creyéndome que yo era carente. Para mí, estos dos mantras son como beber un vaso de agua cuando estas sediento. Gracias y gracias.

    ¿Por qué empiezo así esta guía? Porque finalmente, desde todos los libros que he escrito, sabiendo que canalizaba información muy adentro de mí y que, aquí en la tierra, he necesitado mi espacio-tiempo para asimilar cada una de las guías escritas, estoy consiguiendo poder sentir y vivir desde algo muy profundo. Yo Soy Dios. Amen.

    En esta séptima guía que escribo, estoy experimentando en carne viva la presencia divina. «Yo soy Dios». Me unificado a él, comenzando a decirme externamente, «Sabe que yo soy Dios» y desde ahí, limpio toda incertidumbre con él, «Yo soy la Resurrección y la Vida».

    He vuelto a mi centro divino, sintiendo, que hoy por ser, ya lo soy y tengo todo. Voy asimilando en mí, que ya es, ya está hecho. No debo hacer, sino tan solo ser. Esta es la gran verdad, y por eso empiezo por aquí, porque lo estoy viviendo en mis propias carnes.

    En esta guía os conducirá a ser y vivir, la única verdad. «Yo soy Dios», «Yo soy el Creador». Este es el único foco y desde ahí, todo se moverá para que así sea.

    Es una transición de dejar de ser víctima, a pasar a ser Dios. Es un peregrinaje para sentir tu verdadera esencia sobre ti mismo.

    A través de mis historias terrenales podréis ver la transformación que uno hace cuando empieza a vivir desde la única verdad. Por eso, en esta guía, me abro más a contaros sobre mis historias de vida.

    Cuando uno se mueve, le vienen las herramientas adecuadas para ese «momentum» de vida.

    Os iré contando mi viaje con esta nueva información, «Sabe que yo soy Dios», y como transformo a mi antiguo ser, anclado a la escasez, hacia la única verdad: Yo soy Dios, aquí y allí.

    «Sabe que yo soy Dios», y todo lo contrario a esta verdad es limpiada por «Yo Soy la Resurrección y la Vida». Empezamos.

    2

    image-placeholder

    Falta de fe

    Hace unos días, una mañana en la que estaba escribiendo, me llegó un mensaje que me decía: «Hay un vaso vacío y tú eres la fuente eterna. Este vaso lo podrás llenar siempre que quieras ya que el agua que sale de la fuente es eterna, siempre hay, siempre ya es. No se termina; por eso se le dice la fuente eterna. ¿Cómo te sientes con ello?»

    Pues lo primero que pensé fue falta de fe, incertidumbre y miedo. ¿Es posible que siempre salga agua? ¿Es real que algo siempre esté y nunca se termine? Ahí pude reconocer y sentir mi miedo, una sensación de que me falta y me quedo sin.

    También existe la posibilidad de que pueda ser real y, aunque no me lo crea, imagino que sí es real. Ostras, mi cuerpo se relaja, se alivia… ¡qué tensión llevo encima de mi con la carencia! Siento paz, luz, amor, tranquilidad, alivio, dulzura, cariño… Sienta muy bien estar viviendo desde ahí.

    Al yo estar conectada a la carencia, que nunca hay suficiente, que se termina y que me quedo sin nada, pues me costaba creer en este mensaje. Pero a la vez, si era real, me reconfortaba sentir que así era en mi vida. Podía sentir las dos versiones, la que yo creía como real, mi yo carente, y la que me había llegado como un mensaje, la fuente eterna.

    Y me fue bien poder ver cara a cara mi mayor miedo, sentirlo y poder reconocerlo. No hay, se ha terminado, te has quedado sin nada. No hay agua para llenar el vaso y no puedes beber, ya que no tienes nada de agua. Ahí fui consciente de mi antigua programación, tú eres escasez, tú eres pobre, tú eres carente, tú no tienes.

    Si podéis comparar este mensaje con lo que estoy viviendo ahora, es la misma sensación, la de no poder llenar el vaso porque no tengo agua. Ahora no puedo pagar porque no tengo dinero. No hay, no tienes y por ello, no puedes. Esta sensación lleva años conmigo.

    Cuando algún suceso de vida viene en forma de situación como la que estoy viviendo ahora, siempre me vuelco hacia mi interior, para conocer su origen y así poder saber qué se mueve y liberarme de ello. Para mí es como si estuviera en una celda, que yo misma he creado, yo misma tengo la llave, y yo misma me libero cuando quiero creer que hay otra verdad para mí.

    Me dijeron que esta era mi falsa conexión, que no había para mí y por eso tienes miedo a que se termine, porque tu raíz es que no hay, y por eso no puedes con las diferentes situaciones. Porque no tienes. Eres carente.

    Así, nunca podrás llenar el vaso con el agua de la fuente eterna, porque estas faltada de fe y de creer. No crees que, si hay para ti, hay para todos. Hay eternamente. Nunca se va, nunca falta, nunca se termina. Algo que siempre es, que ya está, no se puede quitar, ¿se entiende? Estas faltada de fe. Tu misma te niegas ser la fuente eterna que te provee eternamente de todo. No crees en ella y así, la niegas en tu vida.

    Pero sí que crees en la escasez, en que te quedas sin recursos, ¿en esto si crees? Y por eso, así estás recibiendo en tu vida, ¿se entiende? Recibes de aquello que tu misma le otorgas tu creencia de ser. Tu misma das la orden, desde tu creer, y así te obedece. Recibirás más de aquello en lo que tú crees.

    Sintiendo y creyendo que no hay, que se termina y te quedas sin y así se te obedece, te entregas a aquello en lo que tú crees. Para ti, se termina el agua y te quedas sin ella, no hay agua. Ella obedece tus órdenes, y así ocurre. La fuente deja de ofrecerte agua porque ella obedece tus órdenes. Se cierra el grifo y no sale ni una gota.

    Tu misma te la niegas, otros no paran de recibir y recibir más de aquello que sí quieren. Tú solo recibes y no paras de recibir aquella vida que no quieres, y eso ahora mismo es no tener dinero.

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1