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Lo heteróclito del falo
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Lo heteróclito del falo
Libro electrónico270 páginas3 horas

Lo heteróclito del falo

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Lo heteróclito del falo, compilado por Kuky Mildiner, no es simplemente un libro de psicoanálisis, es una exploración que invita a los lectores a sumergirse en la obra multifacética de Jacques Lacan y sus diversas conceptualizaciones del falo.
Durante dos años, un grupo de dieciséis analistas se dedicó a examinar meticulosamente los escritos de Lacan y a deconstruir los caminos intrincados de su pensamiento. Desde el análisis minucioso de conceptos como falo imaginario, simbólico, y real, hasta discusiones contemporáneas sobre género y sociedad, este libro despliega un panorama amplio y reflexivo sobre la relevancia del concepto del falo en la clínica psicoanalítica actual.
Inspirándose en una variada gama de contribuciones académicas, Mildiner y su equipo abordan cuestiones esenciales y desafiantes: ¿Es el psicoanálisis intrínsecamente falocéntrico? ¿Es relevante el concepto de falo en una era que desafía las convenciones de género y que se está despidiendo del patriarcado? ¿Cómo cambia la definición y la funcionalidad del falo a medida que evolucionan nuestras sociedades?
El libro está estructurado en cinco secciones que abordan distintos aspectos del falo: desde su rol en el fantasma, su relación con el goce, su estatus de semblante, hasta su forclusión y su real verificación.
"Lo heteróclito del falo es una obra indispensable para cualquier persona interesada en profundizar en la comprensión de la obra de Lacan y su impacto en el psicoanálisis contemporáneo. Este libro desafía y abre nuevos caminos para explorar la práctica psicoanalítica" (Alejandra Glaze).
Escriben: Lucía Benchimol, Gastón Cottino, Marco Focchi, Lucas Horvath, Liliana Juan, Adriana Lafogiannis, Graciela Lucci, Kuky Mildiner, Claudia Moggia, Delia Molina, Marisa Moretto, Enrique Prego, Florencia Shanahan, Mercedes Simonovich, Alan Talgham, Luis Tudanca, Marcus André Vieira, Fernando Vitale y Ana Zambianchi.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 mar 2024
ISBN9789878941981
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    Lo heteróclito del falo - Kuky Mildiner

    Imagen de portada

    Lo heteróclito del falo

    Kuky Mildiner

    compiladora

    Lo heteróclito del falo

    Incluye

    La época del sinthome, de Éric Laurent

    Prólogo, de Leonardo Gorostiza

    Escriben

    Lucía Benchimol - Gastón Cottino

    Marco Focchi - Lucas Horvath - Liliana Juan

    Adriana Lafogiannis - Graciela Lucci

    Kuky Mildiner - Claudia Moggia

    Delia Molina - Marisa Moretto

    Enrique Prego - Florencia Shanahan

    Mercedes Simonovich - Alan Talgham

    Luis Tudanca - Marcus André Vieira

    Fernando Vitale - Ana Zambianchi

    Índice

    PRÓLOGO. Un gnomon heteróclito, Leonardo Gorostiza

    INTRODUCCIÓN. El falo, heteróclito, Kuky Mildiner

    La época del sinthome, Éric Laurent

    El falo en el fantasma

    Notas sobre el sacrificio de la castración, Mercedes Simonovich

    Articulación a /

    imagen ilustrativa

    : la relación corporal, Delia Molina

    Medusa, Mercedes Simonovich

    El goce fálico

    El

    imagen ilustrativa

    y Otro, Ana Zambianchi

    Gran

    imagen ilustrativa

    , Graciela Lucci

    El falo no es el goce fálico, Adriana Lafogiannis

    El goce fálico en la última enseñanza de Lacan, Liliana Juan

    El falo semblante

    Hacer del falo un semblante, Gastón Cottino

    El falo como referente: un problema estructural, Alan Talgham

    Del referente a la suplencia, Alan Talgham

    imagen ilustrativa

    0 - Forclusión del falo

    ¿Un arreglo excepcional?, Enrique Prego y Marisa Moretto

    Modalidades de la elisión del falo, Enrique Prego y Marisa Moretto

    Falo real que verifica

    Alcanzar la función del arte, Lucía Benchimol

    Nudo, agujero, falo, Claudia Moggia

    Entre la significación y el residuo: el falo, Lucas Horvath

    El falo y la eficacia de una práctica, Kuky Mildiner

    Interlocutores

    Comentario sobre las dos primeras clases del Seminario 19, Luis Tudanca

    ¿A qué le llamamos la significación fálica?, Fernando Vitale

    Erotismos, Marcus André Vieira

    Freud y lo femenino, Marco Focchi

    Entrevista a Florencia Shanahan

    © Grama ediciones, 2023

    Manuel Ugarte 2548 4° B (1428) CABA

    Tel.: 4781–5034 • grama@gramaediciones.com.ar

    http://www.gramaediciones.com.ar

    © Kuky Mildiner, 2023.

    Diseño de tapa: Gustavo Macri

    Tapa: Ilustración digital realizada por Luis Navas Manzo con SDXL 1.0

    Hecho el depósito que determina la ley 11.723

    Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por medios gráficos, fotostáticos, electrónico o cualquier otro sin permiso del editor.

    Primera edición en formato digital: febrero de 2024

    Versión: 1.0

    Digitalización: Proyecto451

    PRÓLOGO

    Un gnomon heteróclito

    El 31 de octubre de 1991, muy poco tiempo antes de la fundación de la Escuela de la Orientación Lacaniana, Jacques- Alain Miller anunciaba qué forma tomaría el Instituto del Campo Freudiano en la Argentina. En aquel entonces lo llamó IRMA-Investigación Racional del Matema Analítico. Definió así un espacio compuesto, por un lado, por Centros de Investigaciones y, por el otro, por Ateneos. (1)

    Llamo –afirmaba– Centro de Investigación a un organismo permanente que dispone de medios propios y es responsable de su gestión. Llamo Ateneo a un grupo de investigación reunido bajo un tema preciso convenido con el Instituto, para una finalidad determinada y con una duración limitada (un año o dos). (2)

    En 1999, sobre la base de lo que fue la Sección Clínica de Buenos Aires, el Instituto del Campo freudiano crea el Instituto Clínico de Buenos Aires (hoy ICdeBA), y en noviembre de ese mismo año, Jacques-Alain Miller decide la creación en su seno de un Centro de Investigaciones que comienza a funcionar en septiembre del año 2000. Los antiguos Centros de investigaciones, pasan a componer dicho Centro, y a denominarse Departamentos de estudios. Mientras, la oferta de constitución de Ateneos se mantiene de la misma forma y con los mismos objetivos: las propuestas de investigación deberán abordar un tema preciso y bien delimitado, partiendo de un cero de saber, teniendo en cuenta que de la ignorancia de la que se trata es docta, metódica y difícil. Y, muy especialmente, orientándose siempre por la virtud de la precisión de los detalles. (3) Única opción para intentar […] producir algo nuevo, no importa lo pequeño que sea, algo pequeñito pero nuevo[…]. (4) Dicho de otro modo, estimular el deseo por lo nuevo y así eludir la tendencia natural que conduce al goce de la repetición, es decir: encontrar lo mismo una vez más. (5)

    El libro que el lector tiene ahora ante sí, resultado del trabajo durante dos años de un Ateneo de investigación, se inscribe muy precisamente en esta orientación. Y esto porque quizás, ya desde el vamos, el tema elegido por dicho Ateneo, Vigencia y reactualización del concepto de falo en la obra de Lacan: para una clínica contemporánea, constituye en sí mismo un antídoto poderoso ante la tendencia natural a la repetición de lo mismo.

    Ocurre que el falo, matema central del psicoanálisis tanto en Freud como en Lacan –con las diferencias que en estas páginas se esclarecen– resulta una suerte de matema paradojal por cuanto objeta lo mismo que define a un matema: que sea –según el ideal de la formalización matemática–íntegramente transmisible. (6) Y si bien, en cierto modo, todos los matemas propuestos por Lacan son paradojales, lo cual lo llevó a nombrarlos como pseudomatemas –ya que ninguna formalización de la lengua es transmisible sin el uso de la lengua misma, (7) lo cual abre a diferentes significaciones–, en el recorrido de este libro podrá leerse cómo, de diversas maneras y en distintos momentos, los autores insisten acerca de lo escurridizo y contradictorio del concepto falo en la enseñanza de Lacan. De allí el hallazgo del título propuesto para dar cuenta del resultado de estas investigaciones: Lo heteróclito del falo.

    Efectivamente, en la Introducción a este libro, Kuky Mildiner, coordinadora del Ateneo, así lo explicita: Heteróclito –dice–, porque si bien el […] falo es un concepto que siempre sobrevive, (8) lo hace de un modo irregular, dispar, heterogéneo, extraño, varía la regla de su definición, se aparta de una regularidad. Es multiforme. El falo es un compuesto heterogéneo, de partes o elementos muy distintos".

    De este modo, lo heteróclito del falo resulta un caso ejemplar del trabajo continuado por Lacan a lo largo de toda su enseñanza. Una enseñanza fundada en la posición irrenunciable de no imitarse a sí mismo para ser congruente con lo real de la práctica que siempre escapa a los conceptos y matemas.

    Es por ello que Jacques-Alain Miller haya afirmado que los distintos paradigmas conceptuales de Lacan se mantienen juntos, pero transformándose por una deformación continua topológica (9) y que introducir discontinuidades, momentos, períodos, no es sino asunto de quienes quieren ‘enseñar Lacan’.

    Por lo tanto, advierto al lector que al recorrer estas páginas no espere encontrar una enseñanza panorámica en el sentido de un saber que se transmite de lo ya adquirido, sino que fundamentalmente se confrontará con las interrogaciones que este concepto central e inasible suscitó en cada uno de los integrantes del Ateneo y las conjeturas e hipótesis que cada uno se ha formulado como intentos de respuesta.

    Porque, ciertamente, ¿cómo reestablecer una supuesta caracterización fija del concepto abordado cuando Lacan al comienzo de su enseñanza compara el falo con un meteoro que se pasea (10) por todas partes, luego lo designa como un objeto imaginario, inmediatamente como el significante de todos los significados y como el significante del deseo, llegando a denotarlo como una presencia real e impar o bien como el significante del goce, imposible de negativizar? Dicho de otro modo, ¿cómo reestablecer una supuesta uniformidad cuando lo que se constata en cada uno de los textos aquí reunidos es el efecto de introducir el factor tiempo con relación al concepto, un concepto que hacia el final de su enseñanza Lacan incluso no dudó en caracterizarlo de un modo que me atrevería llamar escritura topológica? Así, en un párrafo retomado en varios de los textos aquí reunidos, Lacan afirma: El único real que verifica cualquier cosa (11) es el falo, en la medida en que es el sostén de la función significante, en la medida […] que crea todo significado. […] aún es preciso que sólo él verifique ese real. (12)

    ¿En qué quedamos?, podríamos plantear: ¿el falo es el único real que verifica o el falo verifica lo real? Pero si no nos desplazamos y ponemos en suspenso el principio de contradicción o de no contradicción (el que no existe en el inconsciente), podemos ir más allá de lo que sencillamente diríamos: que se trata de una formulación contradictoria y por lo tanto lógicamente inviable. Por el contrario, si nos internamos por esa vía, accedemos al asombroso esfuerzo de Lacan de que su enseñanza sea acorde al real de su práctica, a ese inconsciente real que, como el falo, se escurre entre los dedos de la mano del amo (el concepto) cuando éste quiere atraparlo, capturarlo.

    Tal vez por eso mismo sea que Lacan en su Seminario 18 haya dicho, como al pasar, algo que –al igual que este libro– podría ser un instrumento privilegiado para hacer frente a las críticas y cancelaciones de los textos de Freud y de Lacan que los feminismos fundamentalistas lanzan al reducir el falo al pene, vinculándolo a un supuesto psicoanálisis patriarcal.

    En dicho Seminario, Lacan decía que: el falo es […] lo que hace obstáculo a una relación (13) (es decir lo que hace obstáculo a una supuesta correspondencia sexual binaria). Pero aún más, indicaba que el falo es […] el goce femenino. (14)

    Dicho de otro modo, desde esta perspectiva el falo, tal como una mujer, es aquello que escapa, por estructura, al dominio del amo… patriarcal.

    En efecto, nos encontramos de lleno en el carácter heteróclito del falo que es algo más que un falo Jano, (15) el que tendría dos caras, una simbólica y una libidinal. Es decir, la de permitir establecer una relación, una pseudo proporción allí donde no la hay, y la otra, la de indicar, denotar precisamente la ausencia de dicha proporción-relación entre los sexos.

    Digo esto porque el término heteróclito –además de lo indicado en varias oportunidades en las páginas de este libro– tiene un alcance sorprendente. Indica, por ejemplo, lo que se aparta de las reglas ordinarias de la morfología. Es lo que se destaca por lo extraño de sus características y que sale de lo habitual. En lógica es lo que no se declina –destaco– según la regla común y, en general, se aparta de lo regular. En otros términos, es lo que no se ajusta a ningún patrón ordinario en su naturaleza o comportamiento.

    Si subrayo estas caracterizaciones es porque creo que hay, incluso entre los psicoanalistas, una tendencia destacar más la dimensión del falo como aquello que introduce una común medida allí donde no la hay y a dejar de lado esta otra dimensión: la que objeta el patrón ordinario o común. Una lectura atenta de algunas páginas de este libro tal vez pueda iluminar esta tensión al destacar la diferencia que existe entre (

    imagen ilustrativa

    ) y

    imagen ilustrativa

    , y, en particular, el pasaje que puede acontecer en el curso de un análisis llevado hasta el final, cuando

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    puede advenir como una presencia real. Es decir, una presencia innombrable e incomparable por indicar una posición ya fuera de toda relatividad o relación: la diferencia absoluta de la cual Lacan en su Seminario 11 afirmó es lo que el deseo del análisis busca obtener. (16)

    En un pasaje memorable de uno de sus escritos, Lacan designó al falo como un gnomon. Se encuentra en los últimos párrafos de su escrito La ciencia y la verdad. Allí Lacan indica que el punto de división del sujeto es un nudo. Y luego prosigue señalando que Freud lo despliega […] en esa falta de pene de la madre donde se revela la naturaleza del falo. Y finalmente agrega: "[…] reconozcamos la eficacia del sujeto en ese gnomon que éste erige para que le señale en todo momento el punto de verdad. Revelando del falo mismo que no es nada más que ese punto de falta que indica en el sujeto". (17)

    Pero… ¿qué es el gnomon? El gnomon proviene de la antigua Grecia: es una figura emparentada con la divina proporción, el número de oro y las espirales equiangulares. Así, la spira mirabilis crece de manera logarítmica a medida que uno se aleja del centro. El gnomon es una porción de figura agregada a otra figura de manera tal que el conjunto tenga la misma forma que la forma inicial. (18) En la naturaleza, es lo que se encuentra a nivel de la concha en espiral de algunos moluscos, por ejemplo, en el Nautilus Pompilius. La concha y sus celdillas nacaradas, al igual que el animal que en ellas anida, crecen en tamaño sin cambiar de forma. (19) Se trata de una relación de crecimiento constante, conforme al modelo del gnomon.

    Es decir que, desde esta perspectiva, el falo –si bien indica el punto de castración del sujeto–, en tanto gnomon es lo que viene a establecer el patrón ordinario o común en la neurosis. Por lo tanto, viene a hacer funcionar una común medida allí donde no la hay. Estamos en el registro entonces del falo como (

    imagen ilustrativa

    ). Si antes caracterizamos lo heteróclito como lo que objeta el patrón ordinario o la regla común, Lo heteróclito del falo, más allá de indicar lo heterogéneo del concepto y cómo éste cambia a lo largo de la enseñanza de Lacan, implica además acentuar esa otra dimensión. Aquella que indicada con el símbolo

    imagen ilustrativa

    , es signo de lo que escapa al patrón ordinario o común y abre a lo inconmensurable, es decir, a lo femenino. Así, retomando el término de la figura griega, podríamos entonces hablar de la paradoja de un gnomon heteróclito, una suerte de oxímoron que nos permitiría indicar ese punto de deformación o de torsión a partir del cual en un análisis un gnomon, ahora heteróclito y singular, podría quizás convertirse en otro nombre del sinthome.

    Recordaba al comienzo de estas líneas que el objetivo de nuestra investigación en psicoanálisis es obtener algo nuevo, aunque sea muy pequeñito, pero algo nuevo. Auguro al lector que, si recorre con cuidado cada una de estas páginas, poniendo en tensión y en diálogo los distintos textos que aquí se presentan y por poco que los interrogue como conviene, seguramente algo nuevo podrá obtener. Algo nuevo no solo en torno a los conceptos sino, muy especialmente en torno a las consecuencias tanto clínicas como prácticas que constituyen el hilo conductor de esta investigación. Una investigación que corrobora la vigencia y la actualidad del falo, como concepto central e irrenunciable, en la práctica analítica de nuestra época.

    Leonardo Gorostiza, 5 de marzo de 2023.

    1. Miller, J.-A., IRMA en Argentina, publicado por primera vez en el Cuadernillo de la Sección Clínica de Buenos Aires, 1994, Buenos Aires, p. 9.

    2. Ibíd.

    3. Miller, J.-A., Clase inaugural del Centro Descartes (1992), en Conferencias porteñas, t. 2, Paidós, Buenos Aires, pp. 141-143.

    4. Iibíd., p. 143.

    5. Ibíd.

    6. Lacan, J., El Seminario, Libro 20, Aún, Paidós, Madrid, 1981, p. 144.

    7. Ibíd., pp. 134-144.

    8. Miller, J.-A., Donc. La lógica de la cura, Paidós, Buenos Aires, 2011.

    9. Miller, J.-A., En línea con Jacques-Alain Miller, en El problema de Lacan, COL, EOL-Grama ediciones, Buenos Aires, 2017, p. 22.

    10. Lacan, J., El Seminario, Libro 3, Las psicosis, Paidós, Madrid, 1984, pp. 453-4.

    11. La versión francesa dice: "Le seul réel qui vérifie quoi que ce soit…", que también podría traducirse como sea lo que fuere, Lacan, J. Le séminaire libre XXIII, Le sinthome, Seuil, France, 2005, p.118.

    12. Lacan, J., El Seminario, Libro 23, El sinthome, Paidós, Buenos Aires, p. 116.

    13. Lacan, J., El Seminario, Libro 18, De un discurso que no fuera del semblante, Paidós, Buenos Aires, 2009, pág. 62.

    14. Ibíd., pág. 63.

    15. Miller, J.-A., Teoría del partenaire, en Revista Lacaniana de Psicoanálisis 19, EOL-Grama ediciones, Buenos Aires, 2015, p. 75.

    16. Lacan, J., El Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1993, p.284.

    17. Lacan, J., La ciencia y la verdad, Escritos 2, siglo Veintiuno editores, Buenos Aires, 2002, p. 833.

    18. Huntley H. E., La divine proportion, París, Navarin, 1987, pp. 201-202

    19. Ibíd., p. 202.

    El falo, heteróclito

    Kuky Mildiner

    Este libro es el resultado de dos años de investigación en el ateneo: Vigencia y reactualización del concepto de falo en la obra de Jaques Lacan; para una clínica contemporánea, perteneciente al Centro de Investigaciones del Instituto Clínico de Buenos Aires - ICdeBA.

    La elección del tema tan ambicioso como necesario, responde a los distintos modos que ha tenido Lacan de leer y de hacer uso del término falo, presente en el psicoanálisis desde Freud. ¿Es que era posible ordenarlo? ¿Encontrar un hilo, una clave de lectura?

    ¿Es el mismo falo el de los Escritos que el del Seminario 23? Seguramente no. Y entonces la investigación estuvo acompañada por la marca de las diferencias.

    En la medida en que nos fuimos adentrando en la cuestión que nos convocaba, los argumentos se fueron extendiendo, los caminos bifurcando, también aparecieron detalles insospechados en los que nos detuvimos. El tema se fue ajustando, ciñendo una y otra vez, con preguntas. Algunas calzaron, otras quedaron descartadas y otras permanecen.

    Dieciséis analistas, miembros y no miembros de la Escuela de la Orientación Lacaniana, participantes muy cercanos y activos, algunos egresados de la Maestría de la UNSAM (20) y de la UBA nos reunimos alrededor de un trayecto en común, signados por la pasión de nuestra praxis. Fueron los años 2020 y 2021 marcados mundialmente por la pandemia. Fue así que nos tocó organizar la primera reunión, exigidos por la situación excepcional, a distancia, en la pantalla de nuestras computadoras, viéndonos ubicados en el plano cuadriculado. Lo que no sabíamos en esos momentos, es que iba a resultar el modo de reunión de los dos años. Un modo de intercambio a distancia, encontrándonos dos veces por mes y así avanzar en nuestra investigación. El entusiasmo dio lugar a un modo de relación entre los participantes, donde algunos no se conocen aún hasta el día de hoy de cuerpo presente; sin embargo, la creación de este dispositivo trajo como consecuencia una affectio societatis articulada a este trabajo.

    En este ámbito de discusión surgió el nombre de nuestra labor que se plasma en este libro: Lo heteróclito del falo. Promediando el segundo año –après coup– en una reunión acordamos este nombre, coincidimos que indicaba muy bien el tema.

    Heteróclito: porque si bien el falo es un concepto que siempre sobrevive, (21) lo hace de un modo irregular, dispar, heterogéneo, extraño, varía la regla de su definición, se aparta de una regularidad. Es multiforme. El falo es un compuesto heterogéneo, de partes o elementos muy distintos.

    J. Lacan define el falo de múltiples maneras: como significante del deseo del Otro, como falo imaginario, como simbólico, como significación fálica, como significante del goce, como función, como goce, como falacia, como semblante,

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