OTRA MANERA (CUÁNTICA) DE PENSAR SOBRE LA REALIDAD
Enfrente de mí hay una bonita silla de madera roja con cuatro patas, un asiento y un soporte para apoyar la espalda del que se siente en ella. ¿Existe por sí misma? Claro que sí: está ahí independientemente de mí. Aunque espera: la llamamos silla porque nos sentamos en ella. ¿Existiría ese concepto sin su relación con nosotros, sin la humanidad sentada?
Tal vez no, pero incluso si alguien desconociera la función de una silla, sus componentes seguirían existiendo; por ejemplo, la madera roja y lisa de la que está hecha.¿Y qué significa rojo? Se refiere a una interacción entre la madera, la luz que se dispersa en ella y los receptores particulares de nuestros ojos. Sin embargo, la mayoría de los animales no ven los colores como los humanos.
Al margen de eso, los átomos de la madera están ahí, incluso en ausencia de nuestros receptores o de la luz que pueda rebotar en ellos. Si se profundiza lo suficiente, las cosas tienen propiedades que son independientes de cualquier otra cosa, ¿verdad?
Tal vez no. La física cuántica, que describe el extraño comportamiento del mundo físico al nivel más elemental que conocemos, puede decirnos lo contrario. Los objetos no tienen propiedades exclusivas en sí mismos: sus características solo existen en virtud de su relación con otros, al igual que no hay realmente sin alguien que interactúe con ellas y las vea como tales. Aceptar esta idea puede
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