MILETO FUE UNA CIU-DAD POR-TUARIA DE LA COSTA CENTRO-OCCIDEN-TAL DEL ASIA MENOR (EN LA ACTUAL ANA-TOLIA, TURQUÍA), ENTONCES CO-NOCIDA COMO JONIA. A esta zona, que habría servido de colonia para los antiguos griegos, también se la conoce como la Grecia asiática. Epicentro de rutas comerciales, constituía una de las polis griegas de mayor prosperidad económica, solo comparable a Atenas. Es precisamente aquí, en Mileto (y no en Atenas), donde, entre finales del siglo VII y principios del siglo VI a.C., los historiadores sitúan la auténtica cuna de un “saber perdido”, que constituirá el germen del conocimiento occidental…
DEL MITO AL LOGOS
Hasta el siglo VI a.C., las explicaciones acerca del origen del mundo y sobre los fenómenos de la naturaleza adquirían una narrativa sobrenatural a través del mito (palabra griega que significa “cuento” o “relato”). La personificación de las distintas fuerzas de la Naturaleza representadas en la figura de dioses y espíritus permitía, a través de las viejas religiones, satisfacer las eternas interrogantes del ser humano. Sin embargo, esta explicación no debió satisfacer a un puñado de pensadores que quisieron buscar respuestas a través de la racionalidad. Es lo que se conoce como “el paso del mito al logos”, transición que desembocó en la aparición primero de la filosofía, y luego de la ciencia. En los textos de Filosofía, estos hombres serán identificados como los “primeros filósofos” de la Historia, también conocidos como los “presocráticos”, por ser anteriores a Sócrates (470-399 a.C.), con quien se inicia el pensamiento clásico griego, que tendrá su continuación en las iconográficas figuras de Platón (427-347 a.C.) y Aristóteles (384-322 a.C.).
ES EN MILETO (Y NO EN ATENAS), DONDE, ENTRE FINALES DEL SIGLO VII Y PRINCIPIOS DEL SIGLO VI A.C., LOS HISTORIADORES SITÚAN LA AUTÉNTICA CUNA DE UN "SABER PERDIDO", QUE CONSTITUIRÁ EL GERMEN DEL CONOCIMIENTO OCCIDENTAL.
En esta tentativa de búsqueda de respuestas más allá del mito y a través de la razón, (569-475 a.C.) y su escuela iniciática, de tendencia metafísica (léase mística), que cree en la inmortalidad, a través de una transmigración de las almas, lo que se ha identificado con una especie de “cadena de reencarnaciones”.
