La cara oculta del mundo : Entre Mitos y Realidades

Por Philippe Gauthier

"Sumérgete en los laberintos insondables de la geopolítica, en el enigma de la economía mundial y en las estructuras de poder esquivas. "La cara oculta del mundo : Entre Mitos y Realidades" es una audaz y reveladora odisea, aventurándose en las tierras controvertidas y a menudo malentendidas de nuestra era contemporánea.

Con una audacia insubordinada, navegarás a través de diversos temas, desde las manipulaciones ocultas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) hasta los oscuros velos que cubren la gestión del dinero en el mundo árabe, desde la posibilidad de un colapso de los Estados Unidos hasta la mecánica secreta de preservar fortunas.

El autor desvela verdades inesperadas ante ti, como el día en que Pepsi se elevó al rango de la sexta potencia marítima, anuncia el inminente ocaso del imperio del dólar y desmantela nociones preconcebidas como la escasez de agua potable o la ilusión del cociente intelectual.

También revela el papel fundamental del espionaje en los mecanismos de la política internacional y el poder insospechado de la visualización en el éxito.

"La cara oculta del mundo : Entre Mitos y Realidades" será una invitación a la indagación, al cuestionamiento y quizás incluso a desafiar tus certezas. Este libro está diseñado para aquellos que observan con curiosidad el mundo que les rodea, aquellos dispuestos a abrazar una perspectiva más amplia y matizada de las dinámicas de poder que tejen nuestra realidad. Prepárate para ver más allá de la máscara y desentrañar los misterios que se esconden detrás del rostro oculto del mundo."

• Idioma: Español
• Editorial: Philippe Gauthier
• Fecha de lanzamiento: 10 ago 2023
• ISBN: 9798223347477

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¿Por qué la Agencia Central de Inteligencia (C.I.A) está involucrada en un número significativo de actos indebidos?

La cuestión de por qué la CIA ha estado involucrada en varios incidentes a lo largo de las décadas es menos una indagación periodística que un problema social y político. Refiriéndose a la filosofía de Maquiavelo de que el fin justifica los medios, uno podría preguntarse si la Guerra Fría sirvió como pretexto para todas las intervenciones de la CIA. Sin embargo, quizás el aspecto más intrigante es cómo la agencia se posiciona constantemente en el lado correcto de la historia, particularmente a través de cierto control sobre los medios de comunicación. La Operación Mockingbird, que ha sido desclasificada y oficializada, es un ejemplo sorprendente. Reveló que la CIA había infiltrado las salas de redacción y utilizaba los medios para dirigir la opinión pública. Notablemente, el término teórico de la conspiración, aunque preexistente, se volvió particularmente popular después del asesinato de Kennedy. En este contexto, cualquier intento de desacreditar a la CIA o sugerir su participación en eventos controvertidos a menudo ha sido suprimido con esta etiqueta de teórico de la conspiración. Robert Kennedy, el sobrino del presidente asesinado, declaró públicamente que la CIA era, en su opinión, el principal sospechoso en el asesinato de Kennedy. Sin embargo, la etiqueta de teoría de la conspiración persiste. Por lo tanto, es crucial cuestionar por qué la historia oficial no menciona estos aspectos más oscuros y controvertidos. Ante agencias potencialmente controvertidas y sospechosas, existe una tendencia a marginar y desacreditar a aquellos que expresan dudas, una estrategia que el filósofo francés Alexis llamó sofisma de la conspiración, es decir, el uso de la acusación de conspiración como táctica para evitar responder a argumentos sólidos. Finalmente, es importante recordar que muchas teorías de la conspiración han resultado ser auténticas. Por ejemplo, una minoría de personas sigue pensando que los rusos sabotearon su propio gasoducto como parte del asunto Nord Stream. La CIA se posiciona constantemente en el lado correcto de la historia, principalmente a través de su influencia en los medios, como reveló la Operación Mockingbird. No hay razón para creer que esta práctica haya cesado. La participación de los medios en la promoción de la guerra en Irak es un ejemplo. Durante este período, una organización llamada Campus Watch, fundada por Daniel Pipes, estigmatizó a cualquier académico que se opusiera a la guerra en Irak en 2003. Campus Watch se asemeja a tácticas recurrentes de intimidación intelectual. La pregunta es si el fin siempre puede justificar los medios. No ha habido una sola década desde la creación de la CIA sin que estuviera involucrada en actividades cuestionables. Estos han sido revelados por varias fuentes, incluyendo Seymour Hersh, los Papeles del Pentágono, Julian Assange y Edward Snowden. Para entender por qué, debemos adoptar un enfoque estructuralista, examinando las estructuras en lugar de los individuos. La CIA opera en secreto. Esta es una realidad a entender. El lema de la Dirección General de Seguridad Exterior de Francia (DGSE), En todas partes donde la necesidad hace ley, podría aplicarse a la CIA. Significa que están preparados para romper la ley si se considera necesario. El trabajo de espionaje y contrainteligencia es a menudo una cuestión de necesidad, como explicó bien el ex oficial de inteligencia Alain Chouet en su libro La Sagesse de L'Espion. Sin embargo, dejando de lado toda diplomacia y propaganda, es esencial centrarse en las estructuras y métodos de estas organizaciones. Pasemos por alto los aspectos diplomáticos, los elementos propagandísticos o lingüísticos, y miremos la situación de manera pragmática. La CIA opera de manera encubierta, y sus agentes en el extranjero a menudo actúan fuera de la ley, lo que puede hacer que se les perciba como criminales. Además, se les incentiva fuertemente a actuar de manera criminal. Por lo tanto, a veces es necesario que colaboren con organizaciones criminales para infiltrarse en un país. Por ejemplo, la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) utilizó a la Cosa Nostra y a la mafia italoamericana para facilitar el desembarco en Sicilia durante la Operación Husky. Es por esto que el General Patton pudo avanzar rápidamente en Sicilia. La OSS también colocó a mafiosos en posiciones clave en áreas ocupadas, como en Sicilia, donde figuras del crimen organizado como Calogero Vizzini y Vito Genovese ascendieron al poder.

"Como resultado, algunos países se ven obligados a controlar su crimen organizado. Por ejemplo, Vladimir Putin en Rusia controla más o menos extraoficialmente la mayoría del crimen organizado ruso para prevenir la infiltración. De manera similar, el Partido Comunista Chino controla la mayoría de las tríadas para evitar la infiltración. Es por eso que, durante las revoluciones de color en Hong Kong, la CIA no puede pasar por las tríadas, sino a través de las ONGs. Las tríadas, controladas indirectamente por los servicios chinos, reprimen masivamente estos movimientos.

Sin embargo, las tríadas a veces han demostrado cierta independencia. Por ejemplo, durante los eventos de la Plaza de Tiananmen, varias tríadas participaron en operaciones para exfiltrar disidentes hacia Occidente en conexión con la CIA u otros servicios occidentales. Se estima que unos 400 líderes de la oposición encontraron refugio en Occidente con la ayuda de las tríadas.

En Francia, también hemos experimentado este tipo de situación, como con Charles Pasqua, quien fue asociado públicamente con Achille Peretti, alcalde de Neuilly, para mantener una mano de hierro sobre el mundo criminal. Hablando de una mano de hierro, también podríamos mencionar a Gaston Defferre, quien controlaba el hampa, pero más del lado del Partido Socialista.

En Italia, también existe un control político del crimen organizado, a veces a través de la OTAN, a veces a través de la CIA, y a veces a través de otras redes, como la famosa y desastrosa logia P2, fundada por Licio Gelli. Fue caricaturizado en la película El Padrino III, donde aparece un personaje con su nombre.

Es interesante mencionar a Giulio Andreotti, quien tenía muchos apodos como el Papa Negro, Belcebú, La primera letra del alfabeto, y así sucesivamente. Hay una muy buena película sobre él, pero extrañamente nunca menciona a la CIA. Cuando su carrera tomó un giro a la baja, decidió revelar todo sobre las redes Stay Behind de la CIA, también conocidas como Gladio.

Estas redes Stay Behind eran redes de resistencia establecidas en caso de que un país se volviera comunista durante la Guerra Fría. Estaban presentes en Turquía, Grecia, Italia e incluso Francia. La película Mort d'un pourri con Alain Delon y Klaus Kinsky discute esto muy bien.

Estas redes Stay Behind debían permanecer en los países que se volverían comunistas tras las elecciones, como fue el caso en Bolonia, apodada la roja (¡y no es por los ladrillos!). Estas redes incluían a antiguos fascistas, como Delle Chiaie, un personaje verdaderamente abominable. Daniel Ganser discute esto muy bien.

Giulio Andreotti, un ferviente católico, decidió en 1991 revelar todo sobre estas redes, y la CIA entonces lo derribó. Pero cuando la CIA te derriba, no es necesariamente físicamente.

En la medida de lo posible, preferirán derribarte de otra manera,