Uvero
()
Información de este libro electrónico
Relacionado con Uvero
Libros electrónicos relacionados
La vida libertaria de Felipe Aragón: Volumen I. Infancia y adolescencia (1906-1926) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTierra, trabajo y libertad: Conflictos campesinos e indígenas en la provincia de Cautín (1967-1973) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDocumentos de la Revolución Cubana 1969 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl nuevo movimiento campesino mexicano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDocumentos de la Revolución Cubana 1960 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDocumentos de la Revolución Cubana 1961 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos últimos años de la reforma agraria mexicana, 1971-1991.: Una historia política desde el noroeste Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl norte entre algodones: Población, trabajo agrícola y optimismo en México, 1930-1970 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa sal de la tierra Tomo 2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¡Así encendimos la mecha!: Treinta años del levantamiento indígena en Ecuador: una historia permanente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa tenencia de la tierra y el desarrollo economico y social Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Desecación parcial y puesta en cultivo de los Lagos de Nicaragua Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl norte mexicano sin algodones, 1970-2010: Estancamiento, inconformidad y el violento adiós al optimismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesIndustria y revolución: Cambio económico y social en el valle de Orizaba, México Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa cuestión campesina en Colombia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuba en la encrucijada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa tiranía de los Derechos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAyacucho. Idas y vueltas de la Reforma Agraria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNaturaleza americana. Extractivismo y geopolítica del capital. Actuel Marx N° 19: Naturaleza americana. Extractivismo y geopolítica del capital. Actuel Marx N° 19 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLey agraria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesReforma Agraria y revuelta campesina: Seguido de un homenaje a los campesinos desaparecidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Valle del Yaqui: propiedad privada, explotación agrícola, organización empresarial y crédito, 1930-1980 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRosas estadista: La cabeza de Goliat Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVolvieron y son millones: El proceso de cambio en Bolivia (2005-2020) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA cien años del Plan de Ayala Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Cómo pensaron el campo los argentinos?: Y cómo pensarlo hoy, cuando ese campo ya no existe Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La política de masas del cardenismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Revolución del 30: Ensayos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesResúmenes Seleccionados: Tulio Halperín Donghi: RESÚMENES SELECCIONADOS Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesErnesto Ché Guevara. Obras Escogidas 1957-1967. Tomo II Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Ensayos, estudio y enseñanza para usted
El gran teatro del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia secreta de la Edad Media Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDignos de ser humanos: Una nueva perspectiva histórica de la humanidad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¿Soy yo normal?: Filias y parafilias sexuales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia de las Hierbas Mágicas y Medicinales: Plantas alucinógenas, hongos psicoactivos, lianas visionarias, hierbas fúnebres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDioses, templos y oráculos: Creencias, cultos y adivinación en las grandes civilizaciones del pasado. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl mito de la revolución masónica: La verdad sobre los masones y la Revolución Francesa, los iluminados y el nacimiento de la masonería moderna. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria secreta de la conquista de América Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa moda justa: Una invitación a vestir con ética Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Dios de los filósofos Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Breve historia de Satanás: De los Persas al Heavy Metal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGuía ilustrada de la historia moderna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Operación Trompetas de Jericó Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria oculta del Satanismo: La verdadera historia de la Magia Negra desde la antigüedad hasta nuestros días Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Francmasonería: Los misterios velados y alegóricos de sus símbolos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mis chistes, mi filosofía Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Jesús, Nacido En El Año 6 «antes De Cristo» Y Crucificado En El Año 30 (Una Aproximación Histórica): Ensayo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo leer Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Historia Universal en 100 preguntas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa enfermedad de escribir Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El mito del hombre lobo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los enemigos: O cómo sobrevivir al odio y aprovechar la enemistad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Oro, petróleo y aguacates: Las nuevas venas abiertas de América Latina Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Breve historia del islam Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLiteratura infantil Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La violación de Nanking Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Laboratorio lector: Para entender la lectura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Traidores que cambiaron la Historia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mein Kampf (Mi Lucha): Para no olvidar Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El secreto de los alquimistas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Uvero
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Uvero - Rolando Castillo Montoya
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.
Edición y corrección: Lic. Natividad Alfaro Pena
Diseño de cubierta: Sergio Rodríguez Caballero
Composición digitalizada: Abel Sánchez Medina
Conversión a ebook: Madeline Martí del Sol
Primera edición, 1970
Segunda edición, 2020
© Herederos de Rolando Castillo Montoya y Rubén Castillo Ramos, 2020
© Sobre la presente edición:
Editorial Oriente, 2023
ISBN 9789591112613
Instituto Cubano del Libro
Editorial Oriente
J. Castillo Duany no. 356
e/ Pío Rosado y Hartmann
Santiago de Cuba
edoriente@cubarte.cult.cu
editorialoriente.wordpress.com
www.facebook.com/editorialoriente.scu
Tabla de Contenido
Prólogo
PRIMERA PARTE. El combate de Uvero
Antecedentes
Relatos
Almeida fue el alma del combate y el Che Guevara comenzó a destacarse allí como un guerrillero impetuoso
Cuidando heridos
Documentos históricos referentes al combate de Uvero
Versión periodística de la época sobre el combate de Uvero
Semblanza biográfica de los mártires del combate de Uvero
Emiliano A. Díaz Fontaine, Nano
Julio Díaz González, Julito
Eligio Mendoza Díaz
Gustavo Adolfo Moll Leyva
Anselmo Vega Verdecia
Francisco Soto Hernández, El Policía
Emiliano Rigoberto Cilleros Marrero
SEGUNDA PARTE. Herencia de un combate
El embrión
Los primeros días
Así lo vio la prensa
La vida en el campamento
Relaciones humanas
Combatientes-maestros-alumnos
Fábrica sin techo: fragua de hombres
¡A la playa!
Un susto
Cantan los combatientes
En el esfuerzo decisivo
El pase
El Machete Mambí
No se trata de gusto...
Con los hierros
, por si acaso
Crece el Partido
Comunicado
Otros documentos
Bibliografía
03UveroPrólogo
Después del triunfo de la rebelión y pasados los primeros años en que el movimiento revolucionario fue liquidando uno a uno los pilares políticos, económicos y sociales en que se sostenían la burguesía y el imperialismo, se comenzó a desplegar en nuestro país una verdadera fiebre de construcción económica en todas las ramas de la producción. A causa del incremento verdaderamente asombroso de algunas —como la agricultura, por ejemplo—, se iba necesitando cada vez más el concurso entusiasta de las amplias masas de trabajadores urbanos y de sectores que no intervenían de forma directa en este tipo de producción. Estas necesidades crecientes de fuerza de trabajo se manifestaban por distintas causas, entre ellas por el propio desarrollo económico que abría nuevas fuentes de trabajo a un ritmo acelerado y, también, porque las fuerzas tradicionales del trabajo agrícola, en un movimiento natural y perfectamente razonable —si se tiene en cuenta la brutal explotación a que estaban sometidas—, fueron desplazándose hacia otros sectores (al de la construcción, transporte, o la propia agricultura, pero optando por labores más técnicas) que garantizaban mejores condiciones de trabajo, por lo que disminuyó así la fuerza dedicada al trabajo manual, en la actualidad en acelerado proceso de erradicación, pero aún necesario e incluso fundamental en una considerable cantidad de actividades.
Por otro lado, comenzaron a sentarse planes que pusieron en producción enormes áreas de tierras no cultivadas que los latifundistas explotaban en forma irracional, ya fueran ganaderos o de otra clase. El desarrollo de estos planes creaba, en forma muy aguda, el problema de la fuerza de trabajo, pues, generalmente, en las grandes extensiones que ellos abarcaban, la densidad de la población era muy escasa y, por consiguiente, la disponibilidad de trabajadores era casi nula, con independencia de la calificación necesaria para las diferentes labores.
Esta situación se genera en los momentos cuando el país está convulsionado por el impetuoso proceso revolucionario que, al profundizarse, erradica y cambia estructuras obsoletas. Se produce entonces una solución hondamente revolucionaria, consistente en que los trabajadores, las amplias masas del pueblo, organizados y dirigidos por el Partido, se volcarían hacia aquellos lugares donde las necesidades de desarrollo así lo determinasen, para incorporarse a cualquier tarea que hiciera falta.
De esta manera nació el concepto actual de movilización, con su célula fundamental: el movilizado, ente especial producto neto de la Revolución, símbolo y realidad de un pueblo que por mantener en alto sus conquistas crecientes, está dispuesto a todos los sacrificios, y que se personifica con sus virtudes y defectos —cada vez más las primeras y menos los segundos— en cada uno de los hombres que durante todos estos años han puesto su fuerza y energía al servicio de la colectividad, sin más pago que esa noble satisfacción de cumplir con el deber de trabajadores que viven en una de las más gloriosas coyunturas históricas de nuestra patria.
En los primeros tiempos, las movilizaciones se dirigían, fundamentalmente, a los cortes de caña para las Zafras del Pueblo, por ser esta actividad en la que primero y con más fuerza se manifestó la falta de trabajadores tradicionales, y porque los planes de otros cultivos y de la propia caña no habían adquirido aún la envergadura e importancia que tienen hoy.
A partir de 1965 se comenzaron a perfilar, en unos casos y a ejecutar, en otros, planes de desarrollo agrícola de amplísimas miras —tanto por la extensión como por la aplicación masiva de la técnica— que pusieron a prueba la capacidad movilizadora de los organismos políticos, de masa y estatales.
Con estos planes, caracterizados por su extraordinario dinamismo, se planteó lograr a corto plazo enormes incrementos en la producción, únicamente limitados, por el momento, debido a las leyes biológicas del crecimiento de las plantas y los animales.
Conjuntamente con los planes fundamentales de la caña, la ganadería, el arroz, los cítricos o agrios, las hortalizas, las frutas, las viandas, etc., se hacían necesario otros planes también gigantescos que garantizaran la infraestructura y abarcaran diferentes ramas de trabajo: la construcción en general, hidráulica, viales, electrificación, plantas de transformación y otros.
Todo lo cual se llevaba a cabo utilizando —en gran parte— la fuerza de trabajo movilizada.
Durante los últimos años, y cada vez más, las movilizaciones han llevado sobre sí el peso fundamental del desarrollo económico del país, sobre todo en las ramas agropecuarias y las disyuntivas derivadas de su crecimiento. De conjunto con esta expansión de los frentes de trabajo, creció vertiginosamente la necesidad de movilizar a decenas de miles de trabajadores, por períodos que iban desde días hasta meses, e incluso, en casos especiales, hasta años.
Para lograr la organización y funcionamiento de esta enorme masa de trabajadores, se aplicaron distintas maneras de agrupación, tomando casi siempre como modelo las estructuras de tipo militar.
Generalmente, estas agrupaciones de trabajadores se organizaron utilizando no solo la motivación ideológica, que significa de por sí contribuir al desarrollo económico del país al elevar la producción, sino que encerraban casi siempre un saludo, homenaje o recordación a los acontecimientos y fechas históricos, héroes y mártires de esa y otras épocas, cuyos ejemplos —individuales o colectivos— se han de imitar en las tareas cotidianas del trabajo creador. Así, los macheteros de hoy son Mambises del siglo xx, como planteara Fidel; y a los trabajadores movilizados en general se les llama Combatientes, considerando que es una verdadera batalla la que en todos los frentes de trabajo se libra contra el atraso y la miseria.
Es común darles a estas movilizaciones nombres tomados de la terminología militar, tales como: operaciones, columnas, divisiones, contingentes, compañías, brigadas, batallones, etcétera.
Además —aparte de lo beneficioso para la organización del trabajo—, utilizar las estructuras militares es también un motivo permanente para recordarnos que nuestro país está acechado de forma constante por el imperialismo yanqui, el que no desperdicia la oportunidad para descargar su zarpazo criminal y artero; y, de esta forma —aun en el trabajo pacífico y productivo—, estamos prácticamente organizados para el combate contra los enemigos de nuestra Revolución.
Este libro trata de uno de estos contingentes, formado por el Partido en la provincia de Oriente, en mayo de 1969.
Puesto que se formó en mayo —el día 25—, a solo tres días de la conmemoración del XII aniversario del combate que en 1957 libró nuestro glorioso —entonces naciente— Ejército Rebelde, en un pequeño poblado de la Sierra Maestra llamado Uvero, se le puso por nombre Combate de Uvero; y como se organizó con trabajadores de toda la provincia, militantes del Partido, de la UJC, trabajadores de avanzada, obreros ejemplares y trabajadores que tendrían la misión de realizar las tareas más difíciles en la agricultura, en cualquier circunstancia, se le tituló: Contingente de Trabajo Comunista. Así nació este aguerrido grupo de trabajadores, algunas de cuyas facetas, de los esfuerzos y logros de sus integrantes, pretende —en forma modesta— recoger y reflejar este texto.
El libro consta de dos partes. La primera contiene un valioso material histórico, integrado por informes, actas, relatos —algunos de ellos inéditos—, acerca de la preparación y ejecución del combate de Uvero, escritos por aquellos que fueron sus principales protagonistas: Fidel, Raúl, Almeida y el Che, así como la semblanza de los héroes caídos en aquella acción. La segunda está formada por una serie de estampas tomadas del vivir diario de los batallones que formaron el Contingente.
Dos momentos históricos, pero unidos por un mismo ideal.
Ayer: la gloria del combate por la libertad, por la Revolución. La sangre generosa derramada a raudales; la abnegación, el sacrificio cotidiano, el hambre y el frío, la muerte a ratos, por alcanzar el soñado propósito: la libertad e independencia definitiva de la patria; hoy: otros hombres, pero que combaten con la misma firmeza y la misma abnegación por mantener el propósito logrado.
Ahora no es la sangre —aunque a veces se derrama—, sino