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El péndulo de la intimidad: Relatos de vida de parejas en Valle de Chalco
El péndulo de la intimidad: Relatos de vida de parejas en Valle de Chalco
El péndulo de la intimidad: Relatos de vida de parejas en Valle de Chalco
Libro electrónico361 páginas5 horas

El péndulo de la intimidad: Relatos de vida de parejas en Valle de Chalco

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El péndulo de la intimidad es una investigación que ahonda en la construcción de la intimidad de las parejas que viven en una zona de la periferia de la Ciudad de México. El mundo privado de los entrevistados da muestra de fenómenos más amplios, que apuntan a una realidad plural y diversa. El valor de esta obra no sólo se asienta sobre su capacidad
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 ago 2023
ISBN9786074172249
El péndulo de la intimidad: Relatos de vida de parejas en Valle de Chalco
Autor

Celia Mancillas Bazán

Celia Mancillas Bazán es profesora titular del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana. Es doctora en Desarrollo Humano por la Universidad Iberoamericana. Ha publicado numerosos artículos a nivel nacional e internacional sobre relaciones de pareja, familia, género, pobreza y migración, basados en investigaciones cualitativas realizadas en México y en Estados Unidos.

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    El péndulo de la intimidad - Celia Mancillas Bazán

    "…y desde entonces soy porque tú eres,

    y desde entonces eres, soy y somos,

    y por amor seré, serás, seremos."

    Pablo Neruda

    Agradecimientos

    Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por el apoyo que me otorgaron durante los años 2000-2002, lo que me permitió desarrollar la investigación que sirve como base a este texto y que constituyó una parte sustancial de mi tesis doctoral.

    A la Universidad Iberoamericana, y en particular al Departamento de Psicología, por el apoyo constante que me ha permitido realizar la investigación que aquí presento. A los profesores, colegas y alumnos del Posgrado en Desarrollo Humano y de la Licenciatura en Psicología con quienes he compartido una estimulante reflexión de las ideas teóricas y la discusión de los hallazgos de la investigación.

    A los Doctores Luis Vergara, Ernesto Rage y Pablo Picardi, cuyos valiosos comentarios y recomendaciones fueron sustanciales para lograr una mayor precisión en la realización de este estudio.

    Al Centro de Desarrollo Comunitario Juan Diego, a la Casa de la Cultura del Ayuntamiento del Valle de Chalco y a la Escuela Primaria Benita Galeana y, muy especialmente, a los hombres y mujeres del Valle de Chalco que compartieron conmigo el legado de sus narraciones, las que nutrieron este libro.

    Al Dr. Néstor Braunstein, con quien he analizado el relato de mi propia vida.

    A los Maestros María Elena Figueroa y Enrique Héctor González, quienes hicieron observaciones y sugerencias de estilo que permitieron facilitar la lectura de este texto.

    A mis padres, Raúl Mancillas y Nieves Bazán, por su amor y enseñanzas.

    Introducción

    Las transformaciones sociales ocurridas en el final del siglo pasado y principios de éste han dejado tanto en los hombres como en las mujeres una sensación de ambivalencia y confusión con relación a los roles de género. Estas ambivalencias subyacentes interactúan con las dinámicas de relación de las parejas actuales en la construcción de su intimidad y crean hoy situaciones que se alejan de lo esperado. La tensión debida a este hecho se encuentra presente en muchas parejas contemporáneas.

    Pero no solamente aparece la figura de la tensión como un fenómeno social extendido, sino que surgen actualmente formas inéditas de encuentro íntimo en las parejas como parte de numerosos procesos que anuncian formas de cambio social: la revolución sexual, el control de la natalidad, la incursión de las mujeres en los mercados de trabajo, las innovaciones biológicas en el dominio de la procreación y la amenaza del SIDA. Como parte de estos procesos, y aunadas a la figura de la tensión como un fenómeno social extendido, surgen actualmente formas inéditas de encuentro íntimo en las relaciones de pareja.

    Estos procesos de transformación me llevaron a preguntarme por esas formas nuevas en la vida de pareja, por la manera en que las definiciones personales articulan los encuentros y cómo el vínculo mujer-hombre se relaciona con los significados personales, la construcción de la identidad y los haceres en la vida cotidiana.

    A partir de mi práctica clínica, de la docencia y de mi propia experiencia personal, he podido ver un espectro de gran heterogeneidad en las formas de desarrollo de las relaciones de pareja, en uno de cuyos extremos parecen ubicarse las relaciones de pareja con roles tradicionales, y en el otro se ubicarían las parejas con relaciones basadas en roles de género modernos.

    Comencé a interrogar la realidad desde una psicología muy ecléctica, que a veces ponía el acento en el humanismo y en otros momentos lo hacía en el psicoanálisis. No obstante, en todos los casos, la preocupación central era entender a cada individuo como resultado de su pasado; en otras palabras, mis inquietudes eran fuertemente psicoanalíticas. Sin embargo, el necesario distanciamiento entre el terapeuta y el paciente durante la práctica clínica siempre me pareció una limitación importante en la comprensión del encuentro cara a cara, en la relación nosotros, descrita por los fenomenólogos.

    Luego, la psicología humanista me permitió integrar el enfoque centrado en la persona como forma de comprender los procesos humanos individuales y grupales y delinear, así, la comprensión de los fenómenos sociales. En una investigación anterior a la que aquí presento (Mancillas, 1998), intenté comprender algunos aspectos relativos al desarrollo humano de las mujeres referido a la integración de las potencialidades femeninas para su desarrollo pleno. Esa investigación me condujo a reflexionar sobre la importancia de la socialización en la comprensión del desarrollo individual. Fue mi primera incursión en el campo de lo social sin renunciar a mis interrogantes humanistas y psicoanalíticas. Desde una mirada integradora que sea capaz de recoger todas las dimensiones antes planteadas, pretendo estudiar la construcción de la intimidad en la pareja.

    Si nos ubicamos en la posición de un observador nacido en los años cincuenta, los escalones intergeneracionales a lo largo del siglo pueden revelarnos modelos acerca de las relaciones de pareja simbolizados en la figura de los abuelos, los padres, el observador y los hijos. Así, los abuelos simbolizan los roles de género tradicionales que no se cuestionaban sino que se asumían como la única manera esperada de construir una pareja. Los padres iniciaron su relación de pareja en tiempos en los que las verdades dogmáticas comenzaron a ser cuestionadas: algunas mujeres ya estudiaban carreras universitarias, se insertaban en los mercados de trabajo y el divorcio aparecía como fenómeno social posible.

    Los últimos años de la década de los sesenta marcan una ruptura para las personas que estaban estableciendo su vida de pareja. En México, al igual que en Francia, y en otros tantos países, los jóvenes asumieron el lema de changer la vie, esto es, cambiar la vida cotidiana y la cultura en su sentido más amplio; esto puede también traducirse como la búsqueda de una manera de vivir más allá de las formas de vida legitimadas por el establishment, buscando así un vivir existencial, construyendo la propia historia y alejándose de lo esperado.

    Estos años marcaron una forma diferente en la definición de las relaciones mujer-hombre en el medio urbano. Las jóvenes sintieron que no tenían que estar circunscritas únicamente a la función predeterminada de madres y esposas, en el ámbito privado, sino que podían salir a la calle, al ámbito público, a luchar por sus ideales, a relacionarse de una manera diferente con sus compañeros; éstos se convirtieron en compañeros de militancia, vinculados a ellas por una causa común y compartida.

    Lo establecido, en todos los niveles, fue visto como una forma caduca de vivir. A nivel microsocial, en lo personal, en las configuraciones familiares y de pareja, se presentaba el cuestionamiento y la búsqueda del cambio de una sociedad autoritaria, poseedora de una forma de gobierno correspondiente, con un fuerte paternalismo y jerarquización.

    Así, se vuelve relevante conocer los procesos que se han presentado en las personas influidas directa o indirectamente por la búsqueda del cambio, por nuevas definiciones de vida, más aún en el mundo específico de la vida en pareja. Así, lo microsocial, la vida cotidiana, podría narrarnos lo que ocurre a nivel macrosocial, la manera en que la ruptura epistemológica y de acción sobre lo establecido, más acorde con el zeitgeist, con el espíritu de este inicio de siglo, se refleja en los encuentros íntimos.

    En muchas ocasiones, estos cambios en las maneras de establecer los vínculos entre mujeres y hombres no son explicitados, sino que se presentan en las formas en las que ellos y ellas, en la vida diaria, construyen su cotidianidad. En este sentido, en la pareja, el poder conocer las significaciones de ambos y las significaciones compartidas, puede dar lugar a una mayor comprensión de la estructura en la que se hayan inmersos, con la posibilidad de decidir aceptarla o rechazarla, así como la de poder objetivar los significados personales que son relevantes para ambos y que les permitirán un encuentro sobre la base de una mayor conciencia de los deseos y las expectativas de cada uno en la relación.

    Por otro lado, ¿cómo se da el encuentro íntimo entre dos personas que parten de diferentes comunidades de vida?, ¿cómo se da la interacción que puede enriquecer a esos dos mundos de sentido? El camino aquí se bifurca para optar por el deseo y la búsqueda de una convergencia absoluta de sentido o hacia una forma de encuentro diferente. Sentirse amenazado por el encuentro o abrirse a la experiencia del otro; la opción marca una fuerte diferencia. Posiblemente, cuando el vínculo se da entre dos identidades flexibles y abiertas a la experiencia del otro, el encuentro puede traducirse en la transformación de las identidades de cada miembro de la pareja.

    Tal vez la pregunta por la intimidad tenga que ver con una pregunta por el sentido de la vida; más aún, acerca de la realidad de una persona que se encuentra con otra en una sociedad en la que ha habido rupturas por la emancipación (separaciones, divorcios) o por otros fenómenos, tales como la migración o el desempleo, que también pueden dar lugar a separaciones. Pocas personas del mundo actual están libres de estas situaciones; en este contexto nos encontramos y, entonces, ¿cómo construimos los encuentros, la intimidad y el sentido de nuestra vida, individual y de dos?

    Las transformaciones sociales, que también emergen en la vida íntima de las parejas, han sido estudiadas por notables teóricos, que con ello han aportado antecedentes indispensables a la presente investigación. Sin embargo, cabe mencionar que encontré pocos estudios empíricos sobre el tema en nuestro país. Por eso, en esta investigación se construye a las parejas mexicanas de la Ciudad de México como sujeto de estudio, para abordarlas de la siguiente manera:

    En primer lugar, se identifican las interrelaciones resultantes de tres ámbitos: la intimidad en la pareja, los roles relacionales de género y la identidad personal.

    En segundo lugar, se indaga el resultado de esa interrelación en la figura de la tensión, identificando cómo en dichas parejas se presentan las tensiones fundamentales entre la intimidad, los roles relacionales de género y la identidad personal.

    En tercer lugar, se perfila el contraste que ocurre entre parejas de dos sectores populares urbanos de la periferia de la Ciudad de México, específicamente en el Valle de Chalco-Solidaridad, en dos colonias de esta zona: Américas (Secciones I y II) y Niños Héroes (Secciones I y II).

    Metodológicamente, el análisis combina la comprensión de las dimensiones intrapersonales, interpersonales y sociales en las relaciones de pareja.

    Las hipótesis de esta investigación son:

    En el encuentro íntimo de la relación de pareja, en las prácticas domésticas de su vida cotidiana y en la conformación de la identidad de cada miembro de la pareja, se construyen el ser hombre y el ser mujer de diversas formas.

    La conformación del ser hombre y ser mujer presenta características diferenciales entre parejas de dos colonias del Valle de Chalco-Solidaridad.

    Hipótesis sobre la intimidad: la intimidad en la pareja se despliega en cinco dimensiones principales: sexual, interaccional, emocional, cognoscitiva y comunicacional.

    Hipótesis sobre los roles: los roles relacionales de género presentan características diferentes en cada miembro de la pareja, tanto en las actitudes como en las expectativas, lo que da lugar a tensiones y acuerdos que se relacionan con la intimidad y la identidad de cada miembro de la pareja.

    Hipótesis sobre la identidad: la identidad personal es redefinida en el espacio íntimo e interaccional de la pareja y en el transcurso de su cotidianidad.

    Cabe señalar que esta investigación presenta diferencias respecto de los estudios previos sobre parejas por varias razones. Una de ellas son las tres dimensiones analíticas sobre las que se conforma, esto es, la intimidad, la identidad y los roles de género, y aunque actualmente son numerosos los estudios dedicados a conocer la identidad, y otros enfocados a conocer los roles de género, en esta investigación le he dado un matiz distinto, esto es, considerar la identidad y los roles de género a la luz de una esfera de la vida social poco estudiada en nuestro país, como es la intimidad.

    Otra razón es que considero relevante comenzar a estudiar a la familia, el matrimonio y la pareja, desde esferas no usuales, no definidas desde lo económico, sino entrar a la esfera de la vida privada. Asimismo, son escasas las investigaciones que se realizan en nuestro país sobre la vida privada, y las pocas existentes, generalmente se abocan a otras temáticas también relevantes como la violencia intradoméstica o la sexualidad, resultando de ello una ausencia de problematización de la intimidad, a pesar de que teóricos destacados como Erikson (1980), Maslow (1991) y Giddens (1998a) han colocado esta esfera como parte integrante de las sociedades actuales.

    Por otro lado, he realizado una investigación empírica, utilizando el método cualitativo; específicamente recurrí al enfoque biográfico, al lenguaje, debido a que esta investigación está orientada al campo de los significados y los sentidos, es decir, a la subjetividad.

    En esta investigación me enfoco fundamentalmente en lo relacional, en la interacción en la relación de pareja, y con esto me suscribo a una visión del desarrollo humano desde la intersubjetividad. La intimidad es uno de los aspectos subjetivos centrales en lo que consideramos calidad de vida. El sentimiento de bienestar dentro de una relación conyugal significativa de apertura y encuentro íntimo es uno de los pilares que las personas toman en cuenta en la evaluación de su vida actual.

    Me interesó particularmente comprender la construcción de la intimidad en un sector popular urbano, el Valle de Chalco-Solidaridad, y aun cuando no me enfoco a un análisis socioeconómico de los procesos de pobreza, sí los abordo desde la subjetividad de los participantes, a través de sus relatos de vida. En este contexto de pobreza urbana puede encontrarse una restricción en cuanto a las oportunidades humanas en los aspectos socioeconómicos y educativos. Considero que problematizar ambas dimensiones, la subjetividad y el contexto social, es un aspecto central en el desarrollo humano, tanto en el análisis como en su promoción.

    Con base en lo anterior, la organización de los capítulos quedó estructurada de la siguiente manera. El primero y el segundo capítulos contienen la revisión teórica y el estado de la cuestión. En el primer capítulo presento el fundamento de este estudio, que está constituido por tres componentes centrales: el desarrollo humano, la familia y la pobreza. En el primer apartado analizo las diferentes concepciones sobre el desarrollo humano y su articulación con la calidad de vida; la pobreza como un factor de detención del desarrollo humano es abordada en el segundo apartado; en el tercero muestro una visión panorámica de las investigaciones sobre la pareja y el matrimonio, haciendo énfasis en aquellas que trataron las variaciones de clase y de género; presento también los estudios antecedentes sobre las identidades y las familias en México y las investigaciones realizadas sobre las problemáticas de las familias mexicanas contemporáneas.

    En el segundo capítulo se reconstruye el debate teórico sobre la identidad, la intimidad y los roles de género, para lo cual realizo una amplia revisión de aquellos autores que resultaron de interés teórico y empírico, quienes me permitieron fundamentar la argumentación teórica y potenciar la interpretación que surgió del trabajo de campo. Utilizo diversas entradas teóricas: sociológica, tanto desde el enfoque fenomenológico como desde la perspectiva del interaccionismo simbólico; y psicológica, desde el punto de vista de la psicología humanista y los estudios de género.

    La organización interna de este capítulo siguió una lógica propia; el primer apartado indaga la manera en que se construyen las identidades personales y las relaciones en el mundo contemporáneo, así como las transformaciones de las identidades en el contexto de la pareja. En el segundo apartado, se ofrece inicialmente una revisión del surgimiento de la intimidad en la historia de la vida privada; en segundo lugar, analizo las principales posiciones teóricas en torno al concepto de intimidad, que agrupo en cinco ejes de análisis. En este apartado también reflexiono sobre las diferencias entre las subjetividades femeninas y las masculinas con relación a la intimidad. El tercer apartado muestra la manera en que, una vez constituida la integración conyugal, se construye la vida cotidiana en los hogares y se negocian los roles relacionales de género.

    El tercer capítulo describe el contexto en el que se realizó la investigación. Aquí muestro dos visiones sobre el Valle de Chalco y las colonias donde se realizó el estudio, y enhebro los datos estadísticos y las narraciones de los vallechalquenses. La primera sección presenta el perfil socioeconómico, las características de los pobladores y otros aspectos relevantes de esta región del país. La segunda la he integrado desde las narraciones de los participantes, y aquí se ofrecen dos facetas: los motivos de la migración al Valle y los retos a los que se han enfrentado los pobladores de esa zona de la periferia de la ciudad de México. En la tercera y cuarta sección presento la reconstrucción histórica de las colonias en las que se efectuó el estudio, desde las voces de sus pobladores.

    En el cuarto capítulo abordo la metodología de la investigación. La organización al interior de este capítulo representa las cuatro grandes fases seguidas en el estudio. En el primer apartado presento el objeto de estudio, cuya construcción como un sistema de relaciones entre conceptos teóricamente fundamentados, constituye el punto central del que parten las investigaciones cualitativas. El segundo apartado contiene la manera como se estructuró el estudio, y en él muestro el modo en que los relatos de vida, una forma de narrativa autobiográfica, representaron una ventana al mundo de experiencias y significados de los entrevistados, lo que me permitió acceder a los roles de género, a la identidad y a la construcción de la intimidad en las relaciones de pareja. En el tercer apartado ofrezco una visión extensa de lo que fue el trabajo de campo en cada una de sus fases e identifico quiénes fueron las personas en relación de pareja que participaron en esta investigación. En el cuarto apartado expongo la estrategia seguida en el análisis cualitativo, que fue un análisis de contenido de tipo interpretativo. De esta manera, presento cómo construí los textos cualitativos a partir de los relatos de vida, desde las transcripciones textuales de las entrevistas, la elaboración de los esquemas analíticos, las lecturas vertical y horizontal de los textos, hasta la interpretación. El quinto apartado aborda la triangulación como el método utilizado para comprobar la confiabilidad de este estudio.

    El capítulo quinto representa la bisagra entre las perspectivas teóricas y el análisis. Ahí desarrollo el modelo analítico construido en la confluencia de tres vertientes: el objeto de estudio, el marco teórico y los temas emergentes que surgieron del primer momento del análisis de los textos. Lo represento con la figura del nudo borromeo, o más específicamente, una cadena borromea formada por tres anillos eslabonados, de tal modo que si se corta uno de ellos, los tres se separan; implica que el cambio de una de las partes alterará lo que he denominado la construcción de la conyugalidad.

    El sexto y el séptimo capítulos muestran el análisis de las narraciones. La construcción de las identidades personales de los cónyuges, a partir de sus trayectorias de vida, se presentan en el sexto capítulo. La diferencia más significativa en las conformaciones identitarias fue el género; así, analizo en primer término la construcción de las identidades masculinas y posteriormente la construcción de las identidades femeninas.

    En el séptimo capítulo abordo el tema central de este estudio: la construcción de la intimidad. Ahí divido el análisis en dos secciones; la primera de ellas se refiere al inicio de las relaciones, esto es, la fase del enamoramiento; la segunda parte analiza la institucionalización, cuando la pareja ya se ha instalado; es ahí donde indago cada una de las dimensiones constitutivas de la intimidad, a saber, los afectos, la comunicación, lo cognoscitivo, lo interaccional y lo sexual. Analizo otros aspectos relevantes que emergieron de las narraciones: la maternidad y la paternidad, el manejo del dinero y el patrimonio común. Finalmente, analizo los proyectos futuros de la pareja.

    En el octavo capítulo, ofrezco las conclusiones generales que se derivaron del análisis de la investigación; ahí enfatizo aquellos aspectos que resultaron de mayor relevancia, donde se subraya el dinamismo de la cercanía y la lejanía en las relaciones de pareja estudiadas en este contexto urbano, aunado a los pactos solidarios, o de supervivencia, las construcciones comunes y los hijos, como importantes partes constitutivas en el tejido de los vínculos conyugales. Finalmente, hago algunas recomendaciones y consideraciones sobre el método de investigación.

    1. Desarrollo humano, familia y pobreza

    Desarrollo humano es un concepto con el que se designa una variedad de procesos, de acuerdo con las diferentes teorías y contextos desde los que se utilice el término. Por ejemplo, para la psicología del desarrollo, se refiere a los procesos de cambio de diferentes aspectos de la vida humana, desde la infancia hasta la vejez, haciendo énfasis en los cambios físicos, intelectuales, de la personalidad y del desarrollo social. Su objetivo es normar un desarrollo óptimo para contrastarlo con el desarrollo individual. Otras visiones sobre el desarrollo humano se encuentran en la perspectiva médica o en la psicología organizacional.

    El término desarrollo humano designa, fundamentalmente, dos dimensiones distintas que me interesa abordar. Por un lado, hace referencia a una visión socioeconómica y política y, por otro, a una visión subjetiva y existencial. Estas concepciones diferentes en el uso del término se reflejan en la promoción del desarrollo humano que se lleva a cabo en la sociedad actual, ya que algunos utilizan programas relacionados con aspectos económicos y políticos, sin tomar en cuenta el análisis de las personas y las interacciones humanas. Por otro lado, algunas personas privilegian el desarrollo personal y consideran poco relevante analizar el contexto.

    Desarrollo humano y calidad de vida

    Podemos identificar la emergencia del uso del término desarrollo humano en dos momentos históricos[1]. El primero surge en México en los años setenta, y con él se designa a un campo interdisciplinar que, basado fundamentalmente en la psicología humanista, busca promover las potencialidades humanas enfocando su quehacer en el individuo y en los grupos. La concepción general que postula es la siguiente:

    El Desarrollo Humano es el campo interdisciplinar de estudio y acción cuyo objetivo es la comprensión integral de las potencialidades, organización, procesos y relaciones de las personas y de los grupos humanos, para poder promover el desarrollo autónomo de los mismos como sujetos y actores de su propio destino. El Desarrollo Humano emplea como medio privilegiado la persona misma del promotor, su presencia y sus interacciones con los sujetos con los que trabaja (Documento base, 2002).

    Esta visión del desarrollo humano inicialmente prioriza los aspectos subjetivos de la existencia humana, enfatizando el proceso de autoactualización o individuación, el desarrollo personal, y con esto se hace referencia al desarrollo de las capacidades humanas, de conocimientos, de afectos y de las relaciones interpersonales. Posteriormente, integra elementos teóricos, metodológicos y técnicos provenientes de otras disciplinas sobre el ser humano y sus interrelaciones, y se abre a una visión interdisciplinar y a un quehacer que se despliega en los ámbitos personal, educacional, social, organizacional y trascendental.

    El término desarrollo humano emerge también, en un contexto muy diferente, en el campo de las políticas económicas y sociales. Así, en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se utiliza por primera vez el término desarrollo humano en el primer informe presentado en los años noventa. Este nuevo paradigma de desarrollo sitúa al ser humano en el centro del proceso de desarrollo, destacando que el crecimiento económico no es un fin, sino un medio para el desarrollo humano. En este contexto, desarrollo humano significa la posibilidad de que toda persona amplíe plenamente su capacidad humana y la aproveche al máximo en todas las esferas (económica, social, cultural y política), protegiendo las opciones de las generaciones futuras (desarrollo sostenido) y dándole prioridad a la reducción de la pobreza, la promoción de empleo productivo, la promoción de la integración social y la regeneración del medio ambiente (Tortosa, 2001).

    La idea en la que convergen las distintas definiciones del desarrollo humano es su referencia a los fines. La finalidad del desarrollo es el bienestar de los seres humanos (Opazo, 2000). El desarrollo humano está intrínsecamente asociado con la concepción actual de calidad de vida, en tanto que la satisfacción de ciertos mínimos de bienestar y de un umbral en materia de calidad de vida constituye una precondición para la posibilidad de realización de la persona humana en cuanto tal. La no satisfacción de esta precondición anula, entre otras cosas, la libertad y, con ello, la autonomía del individuo.

    Nussbaum (citado en Tortosa, 2001) plantea una lista de capacidades funcionales básicas características del desarrollo humano que pueden utilizarse como indicadores de calidad de vida. Estas capacidades son: el poder vivir una vida larga y con buena salud; evitar el dolor inútil y conocer el placer; utilizar los cinco sentidos, imaginar, pensar y razonar; poder amar; tener una concepción del bien y aplicarla a la propia vida; la interacción social y familiar; preocuparse por la naturaleza; tener actividades recreativas; vivir una vida propia en un ambiente y en un contexto de nuestra elección.

    La calidad de vida es un concepto que involucra tanto aspectos objetivos como evaluaciones subjetivas de bienestar. Aquí estoy recuperando la propuesta de Rapley (2003). Este autor expone (citando a Cummins) que la calidad de vida es tanto objetiva como subjetiva y que cada eje resulta de la suma de siete dominios: bienestar material, salud, productividad, intimidad, seguridad, comunidad y bienestar emocional. Los aspectos subjetivos comprenden la evaluación de la satisfacción sobre aquellos aspectos que resultan importantes para el individuo.

    Rapley (2003) presenta un modelo de calidad de vida (basado en Felce y Perry) en el que la evaluación general del bienestar resulta de la integración de tres dimensiones: las condiciones objetivas de vida, el bienestar subjetivo, y los valores y aspiraciones personales. En cada una de estas dimensiones incluye estos aspectos: el bienestar físico, el bienestar material, el bienestar social, el desarrollo y la actividad, y el bienestar emocional. En el bienestar subjetivo subraya la satisfacción de la persona ante esos factores, y en los valores y aspiraciones personales la importancia que le asigna la persona a cada uno de ellos.

    Pobreza: obstáculo del desarrollo humano

    Las diferentes conceptualizaciones de pobreza en sus versiones más recientes tratan de integrar las dimensiones económicas con el desarrollo de los seres humanos, visto desde una perspectiva integral. La teoría de las capacidades de Sen (citado en Tortosa, 2001), considera que la pobreza representa el no poder tener los recursos necesarios para ser capaz de realizar unas actividades mínimas relacionadas con supervivencia, salud, reproducción, relaciones sociales, conocimientos y participación social. Así, la pobreza no significa únicamente la carencia o insuficiencia de ingresos, sino que el ingreso es considerado como un indicador importante de bienestar, en tanto es un medio para tener acceso a una serie de recursos básicos para el desarrollo humano.

    Coincido con Opazo (2000) cuando sostiene que la promoción del desarrollo humano, en su sentido más amplio, está llamada a llevarse a cabo en un contexto social extremadamente complejo, en un marco económico, social, político y cultural que ha sufrido transformaciones profundas como consecuencia de la globalización de la economía y de las comunicaciones, y esto afecta tanto la existencia personal como la vida social.

    La conceptualización de la pobreza desde el desarrollo humano recoge las problemáticas actuales derivadas de esa difícil condición. Mateo (2001) hace un análisis de las visiones sobre la pobreza mundial desde 1940 hasta la

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