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No son solo historias…: …son diálogos entre la vida cotidiana y la ciencia
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No son solo historias…: …son diálogos entre la vida cotidiana y la ciencia
Libro electrónico142 páginas1 hora

No son solo historias…: …son diálogos entre la vida cotidiana y la ciencia

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A partir de la búsqueda y el relato de algunas personas, que se animaron a compartir su perspectiva personal sobre algún problema en el desarrollo, abrimos un diálogo entre la vida cotidiana y la ciencia. Cada capítulo, desde un relato personal, muestra un eje que se desarrolla teóricamente en una dinámica sencilla y accesible. Cada capítulo tiene nombre. Cada capítulo tiene identidad. Cada texto no es únicamente relato, no es únicamente conocimiento científico. Cada capítulo es texto, es vida, es sufrimiento, es esperanza, es necesidad. La propuesta de estas líneas supone que puedan servir como herramienta para la construcción de una mejor calidad de vida humana; supone que, ponernos de cara a la vulnerabilidad del desarrollo infantil, puede ser una oportunidad para alojar a quien lo padece y transformarse en un contexto amigable para todos.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento9 jun 2022
ISBN9789878726496
No son solo historias…: …son diálogos entre la vida cotidiana y la ciencia

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    No son solo historias… - María Gabriela Mangas

    Prólogo

    La propuesta de este libro es que nos encontremos, que compartamos, que reflexionemos desde el lugar donde nos toca transitar la vida, que nos dispongamos a hacer un diálogo interior y otro dialogo compartido. La propuesta es empezar un camino nuevo, que en este camino haya encuentros y desencuentros entre lo que se dice desde la ciencia o saber académico y lo que se dice desde la cotidianeidad de la vida humana.

    Habrá algunos puntos desde los que podamos plantear una perspectiva y hacer el intento de desarrollarla. Quedarán otros puntos pendientes, algunos podrían estar claramente visibles, otros podrían ocasionarnos cierta complejidad, otros podrían no tener la prioridad para abordarlos hoy. En todo caso, busquemos puntos de encuentro con un lenguaje amigable en el podamos encontrarnos, comprendernos, recibirnos, preguntarnos y construir juntos humanizando la ciencia y formalizando lo que nos pasa.

    En esta intención de armar un diálogo entre el saber académico y la cotidianeidad de la vida, algunas personas que conozco se animaron a abrir alguna puerta de su intimidad…a cada uno le digo GRACIAS por animarse, GRACIAS por poner vos a lo que acontece en el interior de la vida, por compartir con otras personas similitudes o diferencias, por atreverse a hablar de lo que les preocupa aunque no sean profesionales porque resulta trascendente empezar a hablar, a poner vos, a dar sentido significando temas del desarrollo infantil, a comprender los diagnósticos médicos en lo difícil de la aceptación, a tener información como herramientas para una resiliencia efectiva, a tratar de mirar lo que nos duele con ojos nuevos.

    Introducción

    Todos nosotros, como seres humanos, atravesamos un desarrollo que es de la especie en su evolución biológica. Además, un desarrollo individual que implica el desarrollo del movimiento, el desarrollo cognitivo, el desarrollo emocional, social, cultural y espiritual. En este desarrollo, como proceso individual y de la especie, nos caracterizamos por la inmadurez con rasgos de desvalimiento y de necesidad de ser cuidados por otro. Desde nuestro nacimiento estamos acomodando y adaptando nuestra conducta hasta llegar al comportamiento adulto. En este proceso de articular nuestra vida con su entorno, necesitamos de cierta flexibilidad para poder resolver cuando nos equivocamos y volvemos a empezar creando conductas nuevas, el error nos da la posibilidad de aprender.

    La infancia implica inmadurez. La inmadurez habla de la necesidad de ser cuidados por otros, en esa necesidad se nos hace imprescindible la cercanía y el contacto corporal, determinando las características de un modo inicial de vínculo social. En ese proceso de ir madurando en un vínculo de apego, ocurre entre el adulto y el bebé, una díada de interacción. Lo que sucede en esa díada es el contacto entre dos subjetividades. Esa cercanía íntima nos habilita una experiencia de amor única que suele reeditarse en nuestra vida adulta.

    Vamos a necesitar un poco de información para conocer desde que lugar hablamos y pensamos. Entonces empezamos por dejar explícitos algunos conceptos.

    En una cultura de permanente evolución que propone cambios en sus paradigmas, se modifica la definición del concepto de salud. Después de muchos años de considerar a la salud como la ausencia de enfermedad, hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. A partir de la década de los cincuenta, la OMS revisó esa definición y finalmente la reemplazó por esta nueva, en la que la noción de bienestar humano trasciende lo meramente físico, a ello también se suma el aporte conceptual de La Organización Panamericana de la Salud "la salud también tiene que ver con el medio ambiente que rodea a la persona".

    A esta definición de la OMS, se amplía el marco circunscribiendo la salud a tres áreas distintas: Salud física: Como la capacidad de mantener el intercambio con el entorno y resolver las propuestas que se plantea. Salud mental: Como el equilibrio de la persona con su entorno, implicando la necesidad de resolver conflictos que le aparecen. Salud social: Representa una combinación de las dos anteriores: en la medida que se logre un equilibrio podría alcanzarse un buen estado de salud social.

    Contamos con algunos componentes que lo integran: Estado de adaptación al medio (biológico y sociocultural); Estado fisiológico de equilibrio; Equilibrio entre la forma y la función del organismo; Perspectiva biológica y social.

    La relación entre estos componentes determina el estado de salud, y se establece una relación entre el huésped que es la persona, quien lo causa conocido como agente y el contexto en cuanto hay factores que intervienen.

    Las primeras experiencias, en el tiempo de la infancia, conocidas como cuidados de crianza, nos ubica en la conjunción del desvalimiento del bebé y del andamiaje parental que abre las puertas a un contacto íntimo a modos de sentir difícilmente verbalizables, en las que adulto y el bebé se entienden a través del lenguaje del tiempo. El modo no-verbal de ser y estar con el otro esencialmente perdura a lo largo del desarrollo y acontece también entre adultos. Silvia Español, en una publicación del año 2010 presenta: La infancia es producto de una ola evolutiva que favoreció el desarrollo como estrategia adaptativa. En la cresta de esta ola está la infancia humana, extensa y compleja como ninguna otra.

    Nuestra vida sucede en un tiempo humano, en un contexto sociocultural, en un ámbito familiar con algunas oportunidades que pueden abrirnos puertas para atravesarla felizmente; la pregunta sería ¿Hay posibilidades de que sea viable cuando las circunstancias son complejas y no resultan como esperamos? ¿Qué necesitamos saber y reflexionar para no quedarnos habitando en un duelo eterno y poder acceder a lo-posible?

    De eso se trata este libro, de buscar horizontes sabiendo que no hay recetas y que el camino lo trazamos en el mismo andar en el encuentro y el desencuentro con otros.

    La invitación está abierta, solo hace falta animarse a transitarla…

    El Desarrollo

    Vamos a iniciar…¿Cuál sería el punto de partida?

    ¡Qué difícil elegir desde dónde podemos empezar a hablar sobre el desarrollo de un niñx!!!

    Así que decido comenzar con algunos descubrimientos sobre el desarrollo biológico de un bebé que aún no nació. Me parece interesante mirar el potencial con qué cuenta un bebé y como se despliega.

    Para fines científicos, la vida humana se estudia en períodos divididos por cambios significativos. Los procesos que suceden, desde el estado unicelular hasta el nacimiento, se estudian en el marco de la embriología conocida como la ciencia del desarrollo. Este período se lo denomina PRENATAL y se lo reconoce con una ETAPA EMBRIONARIA y otra ETAPA FETAL…

    ¿Cómo entendemos esa diferencia? … ¿Es un bebé? ... ¿Es un embrión? ... ¿Es un feto?

    La ciencia los divide con el propósito de organizar el conocimiento. Cuando hablamos de embrión, hablamos del tiempo que se inicia en la concepción hasta la octava semana de embarazo, da origen a los tejidos y a los sistemas orgánicos. Cuando hablamos de feto, se cuenta a partir de la novena semana de gestación (no es exacto), lo que entendemos como un tiempo de perfeccionamiento de los tejidos y órganos formados, y su preparación para la actividad fisiológica, se incorpora la actividad funcional.

    Vamos a concentrarnos en uno de los protagonistas del desarrollo: EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL (SNC). Mientras transcurre el embarazo, el desarrollo del sistema nervioso va integrando la información de sus genes con el ambiente intrauterino y extrauterino, en una dinámica que continúa después del nacimiento y que necesita de una relación armónica entre sus partes.

    ¿Cómo se manifiesta esta dinámica en un bebé mientras se observa su proceso de desarrollo? ¿Cómo se manifiesta esa integración? ¿Qué características tienen sus partes y la modalidad que se relacionan?

    Tomamos algunos conceptos importantes para comprenderlos que desarrolla la Dra. Basso en su libro, 2016.

    La sensopercepción es la capacidad de los seres vivos para captar estímulos que proceden del exterior (exterocepción) y/o del interior del organismo (interocepción o propiocepción) y procesarlos en áreas específicas (p. 32)

    En un sentido dual e integrador percibir es la capacidad de reconocer un estímulo, así como la sensación es el impacto que se captura ese estímulo. Entonces, todo estímulo externo, es una EXPERIENCIA SENSOPERCEPTIVA que va mejorando su articulación en la medida que el sistema nervioso puede ir madurando. La maduración implica conexiones progresivas e integradoras con la motricidad involuntaria, la motricidad que participa en la conducta, los centros reguladores de la vida vegetativa y las áreas relacionadas con el comportamiento, la comunicación y las vivencias emocionales.

    No hay fenómeno motor sin que previamente medie un proceso sensitivo que lo origina; de allí la denominación más real de proceso sensoriomotor. La teoría de la integración sensorial considera la integración sensorial como la capacidad que tiene el sistema nervioso en interpretar y organizar adecuadamente la información captada por los receptores más diversos, originadas por estímulos sensitivo-sensoriales (pp. 34-35)

    El procesamiento de la información recibida por los estímulos se produce en áreas corticales y subcorticales específicas del SNC. Los circuitos vinculan sectores del mismo hemisferio entre sí y cruzan la información con sectores del hemisferio opuesto. La información del estímulo puede ser única o selectiva, se desconoce la razón de la distribución, aunque se presupone que no es azarosa. Esta estructuración biológica va madurando en simultáneo con el proceso de mielinización. Se reconocen como estímulos sensoriales somáticos al tacto, oído, vista, propiocepción, gusto, olfato,

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