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Estamos experimentando, sin duda alguna, un episodio mayor en la historia de la humanidad. Los retos que enfrentamos tocan lo más profundo de nuestra estructura social, cultural, económica y, por supuesto, espiritual. Te has preguntado ¿Cuál es nuestro papel en todo esto? ¿Crees posible que estemos acá, en este momento crítico de la historia, para jugar un papel protagónico? ¿Y si el propósito de la vida, con sus crisis y contrastes, fuera crear el contexto que nos permita experimentarnos en nuestra mejor versión? Sí, experimentarnos a nosotros mismos una y otra vez, con cada experiencia ¿Puedes imaginar un mundo en el que cada acto es un acto de autodefinición?

En este modelo del mundo, descubrimos que tenemos una misión, que estamos acá por un motivo. Recordamos que somos más que estructuras químicas, más que biología. Nos hacemos conscientes de que somos energía o espíritu, como lo quieras llamar, habitando una estructura biológica, llamada cuerpo y que, en consecuencia, poseemos habilidades que trascienden las propias de una criatura puramente biológica. ¿Te parece lógico entonces que estemos aquí por una razón que trasciende lo biológico? Al final, nuestra esencia es espiritual, energética.

¡Cada acto es un acto de autodefinición! ¿Quién decides ser entonces durante este proceso? Es una decisión importante, influirá en tu vida y afectará la vida de los demás. Puedes tomar esta decisión consciente o inconscientemente pero no puedes hacer caso omiso. ¡Tú decides quién eres! ¡se acaban las disculpas! La mejor ciencia que hayamos tenido jamás, la Física Cuántica, lo confirma: Un electrón puede pasar de onda a partícula en respuesta a un observador (tú o yo). En otras palabras, nuestros pensamientos, sentimientos y emociones tienen el poder de convertir lo intangible, lo no físico, en experiencia material, física. Vamos por la vida creando realidades con cada pensamiento, con cada emoción. El momento para SER es ahora, no existe ningún otro momento. Cuando SOMOS nuestra mejor versión, creamos la mejor versión del mundo ¡Literalmente! ¿Qué decides pensar, que decides visualizar, que decides sentir, que decides comunicar? Nunca lo olvides: “Si cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian”.