Desde hace décadas se ha popularizado bucear en las obras de los viejos filósofos para descubrir que nos puedan servir en un día a día cada vez más ominoso. Suele hacerse desde una perspectiva divulgativa, intentando desbastar de la filosofía su lado más duro, hasta el punto de que a veces termina reduciéndose a una simple colección de fórmulas ñoñas. Pero esta tendencia también puede interpretarse como la necesidad de reencontrarse con viejos faros en momentos de zozobra existencial y social.
Muy personal
En estos momentos, si algo está adquiriendo especial relevancia son los vínculos que nos unen a otras personas. Ahora, más que nunca, hemos caído en la cuenta de lo importante que es cuidarnos los unos a los otros. Y esto es aplicable no solo a nuestro círculo más íntimo, como bien pueden ser la pareja, los familiares o los amigos más cercanos, sino también a aquellas personas que todavía no son tan especiales para nosotros