Habilidades empáticas y psíquicas: Guía práctica para personas altamente sensibles. Desarrolle su poder interior oculto y amplíe su mente con ejercicios prácticos

Por Pablo Rodrigo

¿Te consideras una persona empática, emocional y sensible, pero no estás seguro de cuál es la mejor manera de manejar este don?
¿Se despierta por la mañana con una nube negra sobre su cabeza?

 

No son las náuseas ni un mal sueño lo que le agobia: es el mundo que le rodea. O, al menos, la gente que te rodea.

Para otros es sólo el tipo que acaba de cortarte el paso en el tráfico, pero para ti es como si te hubiera apuñalado en lugar de tocar el claxon. Tu pareja está nerviosa porque está pasando por un momento difícil y tú no puedes evitar absorber sus sentimientos como si fueran tuyos, sintiéndote tan mal como tu querida otra mitad. Tal vez también se trate de ti y de cómo odias ser tan sensible a lo que sienten los demás y cómo te hace sentir estar en profunda conexión con los demás.

Entonces este libro es para ti. Leer más...

Cada uno de nosotros nace con unas habilidades psíquicas y una sensibilidad muy desarrolladas y con grandes capacidades emocionales... pero luego nos hacemos mayores, y al tratar con la sociedad moderna -y con la gente negativa que nos rodea- estas capacidades empiezan a desvanecerse; el ajetreo diario nos engulle y poco a poco se van "olvidando".

Un empático es una persona que nunca ha perdido la conexión con lo que se consideran capacidades humanas superiores: intuición psíquica potenciada, sensibilidad especial hacia otras personas y conexión con los demás.

Como empáticos, tenemos un don natural que es nuestro deber desarrollar. Al igual que los músculos de nuestro cuerpo se desarrollan con el deporte, podemos despertar y entrenar esta capacidad cada día sin ningún esfuerzo.

Esto es lo que descubrirás en el interior del libro:

• Las técnicas más poderosas para aprovechar tu capacidad natural de empatía.
• Qué dificultades puedes encontrar como empático y cómo puedes superarlas
• Cómo sobrevivir a los trastornos que afectan a la empatía
• Métodos prácticos para que los empáticos gestionen su entorno laboral
• Los importantes dones que una persona empática puede aportar al mundo y que hacen que su existencia sea esencial
• Y mucho más.

¿Por fin estás preparado para aprovechar el verdadero poder de la empatía?

• Idioma: Español
• Editorial: Pablo Rodrigo
• Fecha de lanzamiento: 27 abr 2023
• ISBN: 9798223011927

Vista previa del libro

Introducción

Un empático es alguien capaz de sentir las emociones de los demás. Puede conectar con los sentimientos de los demás y comprenderlos. Un empático también puede sintonizar con sus sentimientos, pero esto no suele ser un problema para ellos porque suelen estar en sintonía con los demás. Por ejemplo, es difícil que un empático experimente alegría si está rodeado de personas que están tristes o enfadadas con él. Los empáticos suelen sentirse agotados a menos que estén rodeados de la energía positiva de otras personas, porque esto ayuda a equilibrar su tendencia natural a absorber las vibraciones negativas en su aura, cuerpo y mente. Los empáticos tienen dificultades para manejar sus propias emociones negativas.

La capacidad de un empático para sentir las emociones de los demás suele ser positiva en la mayoría de los casos. Esperan que su empatía les beneficie a largo plazo, pero también puede dificultarles el establecimiento de relaciones significativas. Es especialmente difícil para los empáticos con enfermedades crónicas como la depresión, porque estas enfermedades les dificultan distinguir entre sus pensamientos y los de los demás.

Por otro lado, un vidente puede percibir cosas que otros no pueden. Por ejemplo, pueden ser capaces de predecir acontecimientos, pero esto no siempre es cierto en todos los casos. Las habilidades psíquicas son diferentes en cada persona. Una persona puede ser capaz de curar con las manos, mientras que otra puede ver auras. Esto último se denomina clarividencia. Un empático también puede tener habilidades psíquicas.

Las capacidades empáticas y psíquicas suelen asociarse a características como la intuición, la clarividencia y la precognición. Algunas personas creen que este tipo de dones provienen de una naturaleza espiritual, mientras que otras creen que provienen de los niveles de conciencia. Sea cual sea el caso, es importante saber cómo utilizar las capacidades empáticas y psíquicas para mejorar verdaderamente tu vida y la de los demás.

Las habilidades empáticas y psíquicas son dos tipos diferentes de dones que a menudo se agrupan bajo el título de sensibilidad psíquica. Un empático es alguien que puede sentir las emociones de los demás, y un psíquico puede sentir cosas en otras dimensiones. La diferencia entre estos dones es que un empático sólo puede sentir a los que le rodean, mientras que un psíquico también puede sentir cosas en otras dimensiones. Ambos dones han existido a lo largo de la historia y siguen existiendo hoy en día porque están ahí por una razón y benefician enormemente a aquellos que los utilizan adecuadamente.

Los empáticos son seres humanos que nacen con la capacidad de sentir las emociones de otra persona. Pueden absorber y experimentar esos sentimientos como si fueran propios. Esto les hace a menudo más sensibles emocionalmente que una persona normal. Un empático suele ser extremadamente consciente de las emociones en la habitación que le rodea, por lo que puede sentirse sobreestimulado en determinadas situaciones cuando a los demás no les afectan.

La empatía emocional es un rasgo que se observa en todo el mundo en diferentes culturas y entornos, pero puede haber varios tipos diferentes de capacidades empáticas. Puedes tener empatía cognitiva o afectiva, lo que significa que puedes interpretar o sentir realmente las emociones de otra persona. Cada tipo de empatía tiene sus ventajas e inconvenientes. Una persona con empatía cognitiva puede llegar a comprender los sentimientos de los que le rodean, pero esto puede resultar difícil para el empático si está rodeado de emociones negativas, lo que hace que se sienta agotado. Esto puede dificultar que un empático establezca relaciones significativas, y también es posible que experimente afecciones crónicas como la depresión.

Si tienes empatía afectiva, puedes sentirte sobreestimulado en situaciones en las que los demás no se ven afectados. Esto te dificultará el desarrollo de relaciones significativas porque tu capacidad empática acabará por abrumarte y provocará una terrible confusión a la hora de comunicarte con los demás.

La importancia de comprender las capacidades empáticas y psíquicas se ha destacado en todo el mundo durante mucho tiempo. Estos dones se utilizan en muchas religiones y culturas diferentes, como el cristianismo y el budismo. El uso de las habilidades psíquicas también se ve en la mediumnidad, que es la capacidad de comunicarse con espíritus del más allá. Muchas personas con habilidades empáticas también tienen habilidades mediúmnicas porque les permiten conectar mejor con aquellos que han fallecido.

La capacidad de sentir emociones puede ser una bendición cuando se puede comprender mejor a los demás y sentir más compasión por ellos. Utilizando la empatía, puedes apoyar a otros que lo necesiten y convertirte en una presencia indispensable en sus vidas. Los dones empáticos y psíquicos son importantes para desarrollar la salud física, mental y espiritual. Comprender tan bien a las personas te permitirá sentirte más conectado con ellas en profundidad. Así podréis ayudaros mutuamente con vuestros dones y alcanzar un nivel de conexión aún más fuerte.

Una vez que hayas aprendido a utilizar tus capacidades empáticas de forma positiva, podrás disfrutar de lo mejor de la vida. La empatía puede acercarte a los demás y ayudarte a desarrollar relaciones íntimas y significativas. También te convertirás en un sistema de apoyo eficaz para tus seres queridos cuando más lo necesiten. Trabaja en el desarrollo de estos dones para que puedas vivir una vida más plena y marcar realmente la diferencia en el mundo que te rodea.

La empatía suele considerarse una capacidad psíquica o empática que permite a las personas sentir lo que otros sienten en su interior. Algunos creen que esto les permite comprender mejor los sentimientos de los demás, mientras que otros creen que les facilita entender cómo se sienten por dentro a nivel personal.

Es importante entender qué son los dones empáticos y psíquicos, cómo pueden utilizarse en beneficio propio y de los demás, y cómo superar cualquier dificultad. Estos dones son esenciales para establecer una conexión más profunda con los demás y ayudarles a encontrar lo mejor que la vida puede ofrecerles. Potenciado por tu empatía, puedes marcar la diferencia en el mundo ayudando a los que te rodean a vivir su vida con plenitud.

En este libro, aprenderás cómo utilizar tus dones empáticos y psíquicos de forma positiva y qué puedes hacer para desarrollar estos rasgos hasta su máximo potencial. También aprenderás a distinguir entre habilidades empáticas y psíquicas, por qué puedes ser más sensible que los demás y cómo incorporar ambos rasgos a tu vida cotidiana.

Lo mejor de este libro es que no es necesario ser empático o psíquico para beneficiarse de él. Comprender y desarrollar sanamente estos dones puede ayudarte a ser aún más único. La idea de ser capaz de sentir las emociones de los demás es algo que existe desde hace miles de años, y seguirá existiendo mucho después de que se haya escrito este libro. Este libro te ayudará con tus habilidades empáticas y psíquicas y te ofrecerá una mayor comprensión del uso de estos dones para el crecimiento personal.

Chapter 1.  Historia de la empatía psíquica

La empatía psíquica era una actividad que ya mostraban los antiguos griegos, en la que el sujeto era consciente de lo que sentían los demás. Esta actividad empática se dirigía principalmente dentro de un contexto social y no sólo hacia objetos físicos como la comida o la bebida. El término empatía psíquica fue acuñado en 1897 por el psicólogo G. Stanley Hall para describir un proceso cognitivo distinto de la simpatía, pariente cercano de la empatía.

En sus primeras manifestaciones, el término empatía psíquica se utilizaba para describir la capacidad de sentir lo que otros sentían y saber lo que otros pensaban. Se creía que este tipo de empatía era un don que podía transmitirse de padres a hijos y de madres a hijas. Algunos creían que esto ocurría a través del tacto, la vista o el olfato. La empatía psíquica no sólo se limitaba a los miembros de la familia, sino que también podía transmitirse a través de la ascendencia masculina. Se pensaba que la empatía psíquica era un rasgo que podía derivarse de los varones de origen griego, ya que se describía que tenían una sensibilidad extrema.

Hall definió la empatía psíquica como la expresión de una mente en otra, de modo que cada alma pueda sentir las alegrías o penas, o las aversiones o atracciones, que se irradian desde la otra. Se creía que el don de la empatía psíquica se heredaba, y este rasgo en las familias griegas se ha rastreado durante generaciones.

Este don de leer la mente fue documentado por primera vez en escritos griegos a principios del siglo II por Apuleyo, que describió su capacidad como la visión de las mentes y la consideró un poder divino.

Se creía que la empatía psíquica era un poder especial que podía dar a la gente una visión de los acontecimientos que