Abolición de la pena de muerte

Por Javier Gallego Crudo

'Abolición de la pena de muerte' es el primer libro de poemas del pe-riodista y músico Javier Gallego, conocido como 'crudo' por el pro-grama de radio de agitación social, política y cultural que dirige, Carne Cruda 2.0 (Cadena SER). Si en sus textos radiofónicos aborda las sacudidas y luchas sociopolíticas de nuestro tiempo, en sus poemas disecciona las fracturas y convulsiones del alma con la misma crudeza, incluso con violencia. 'Abolición de la pena de muerte' es un poemario sin concesiones, escrito con las tripas y directo al estómago, un libro incómodo, duro y descarnado, una cura a traves del dolor, una experiencia estremecedora y a veces extrema de poesía a flor de piel, como un arañazo profundo.

• Idioma: Español
• Editorial: Arrebato Libros
• Fecha de lanzamiento: 1 jun 2013
• ISBN: 9788419753083

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a.

MANUAL DE DESVELOS

Tengo en los pies calaveras

y el alma a n ch a

como una esquela

(OBITUARIO)

MANUAL DE DESVELOS

Escribo de noche

con la cabeza reventada de sueño

y los ojos hundidos en la almohada.

Escribo despacio

para no arrancarme las uñas de la pared

ni los surcos de la cara.

Escribo sin manos

con la sangre rota de las muñecas

y el sudor seco de los sobacos.

Escribo descalzo

y siento el frío del mundo

que me corre por los bajos.

Escribo como un perro.

A cuatro patas. Jadeando.

Y meneo lánguido el rabo

contra mi estómago

con la monotonía de un péndulo

que restalla como el látigo

al final de cada verso.

Escribo epitafios

para hombres que mueren

cada cuarto de hora

en el eco de mi cuarto.

Y yo mismo desfallezco

bajo un lecho de piel, de carne, de esqueleto,

asfixiado al respirar mi propio aire,

reviento mis pulmones buceando

a tientas por el mar de mis pantanos

escarbo lodazal a manos llenas,

remuevo barrizales y alegrías

soledad, estiércol, gozo

    y escupo

lo que ahoga y lo que toco

lo intocable y la mísera verdad

que te estremece…

    y ni te rozo.

    Retoco

retoco hasta marchitar la estrofa

quebrar el tallo de la sombra

clavarme su espina inmortal

mortalmente hasta sangrar

este cadáver de verso

en el que me oigo blasfemar.

Escribo ensordecido

por el estrépito que hace el pétalo

cuando lo despedazo distraído

hasta pulverizar sus huesos.

Escribo mal, escribo torcido y retuerzo

el cuello de los niños y las quimeras

y no me asusta, me alegra

que sean decapitadas

las promesas y cai

gan cojas las sillas

de los poetas.

Maldigo.

Y por eso escribo.

Pero no escribo palabras:

vomito sonidos. Transcribo

a un loco que