Saving Forever - Parte 7: Saving Forever, #7

Por Lexy Timms

A veces el corazón necesita otro tipo de salvación... averigua si la mejor amiga de Charity Thompson, Julie, encontrará una forma de salvarse para siempre en este Best-Seller Romántico ambientado en un hospital por Lexy Timms. 

¿Qué hacer cuando el amor que se supone que debe durar para siempre se ve truncado por el dolor y la desconfianza? 

Sigue a Julie y Simon mientras lidian con las secuelas de los errores y la angustia. Todo lo que era sencillo ahora se ha complicado. ¿Hará Simon algo para recuperar a Julie o será demasiado tarde? 

¿Cuánto estarías dispuesto a arriesgar por la persona que amas?

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 10 mar 2023
• ISBN: 9781667452630

Lexy Timms

"Love should be something that lasts forever, not is lost forever."  Visit USA TODAY BESTSELLING AUTHOR, LEXY TIMMS https://www.facebook.com/SavingForever *Please feel free to connect with me and share your comments. I love connecting with my readers.* Sign up for news and updates and freebies - I like spoiling my readers! http://eepurl.com/9i0vD website: www.lexytimms.com Dealing in Antique Jewelry and hanging out with her awesome hubby and three kids, Lexy Timms loves writing in her free time.  MANAGING THE BOSSES is a bestselling 10-part series dipping into the lives of Alex Reid and Jamie Connors. Can a secretary really fall for her billionaire boss?

Vista previa del libro

Saving Forever - Parte 7

Lexy Timms

––––––––

Traducido por Alicia Rodriguez 

Saving Forever - Parte 7

Escrito por Lexy Timms

Copyright © 2023 Lexy Timms

Todos los derechos reservados

Distribuido por Babelcube, Inc.

www.babelcube.com

Traducido por Alicia Rodriguez

Diseño de portada © 2023 Book Cover by Design

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Saving Forever

Parte 7

Por

Lexy Timms

Derechos de autor 2015 por Lexy Timms

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Todos los derechos reservados.  Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o introducida en un sistema de recuperación, o transmitida, en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o de otro tipo) sin el permiso previo por escrito tanto del propietario de los derechos de autor como del editor de este libro antes mencionado.

Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares, marcas, medios e incidentes son producto de la imaginación del autor o se usan ficticiamente. Cualquier parecido con una persona real, viva o muerta, eventos o lugares es completamente coincidencia. El autor reconoce el estado de marca registrada y los propietarios de marcas comerciales de varios productos a los que se hace referencia en esta obra de ficción, que se han utilizado sin permiso. La publicación/uso de estas marcas comerciales no está autorizada, asociada o patrocinada por los propietarios de las marcas comerciales.

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Derechos de autor 2015 por Lexy Timms

Diseño de portada de: Book Cover by Design

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Tráiler del libro: http://www.youtube.com/watch?v=ABs_uaeEamo

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SERIE SAVING FOREVER

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¡El libro 1 de esta serie es GRATIS!

DESCRIPCIÓN:

A veces el corazón necesita un tipo diferente de salvación... descubre si la mejor amiga de Charity Thompson, Julie, encontrará una manera de salvar para siempre cuando la confianza y su corazón se hayan roto en este entorno hospitalario Romance más vendido por Lexy Timms

¡Esta es la Parte 7 de una Serie de Romance Médico ¡El

libro 1 de esta serie es GRATIS!  

¿Qué haces cuando el amor no dura para siempre? Sigue a Julie y Simon mientras lidian con las consecuencias de los errores y la angustia.

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** Esto NO es erótico. Es romance y una historia de amor. ** * Esta es la Parte 1 de una serie romántica de 8 libros *

Contenido

DESCRIPCIÓN:5

Capítulo 19

Capítulo 216

Capítulo 323

Capítulo 431

Capítulo 538

Capítulo 646

Capítulo 754

Capítulo 861

Capítulo 968

Capítulo 1076

Capítulo 1183

Capítulo 1291

Capítulo 13100

Capítulo 14108

Capítulo 15115

Capítulo 16122

Capítulo 17130

Capítulo 18138

Capítulo 19146

Capítulo 20154

Capítulo 21162

Capítulo 22170

Capítulo 23178

Más de Lexy Timms:188

PRÓXIMAMENTE:199

Encontrar Lexy Timms202

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Capítulo 1

Julie tomó la pequeña almohada carmesí ornamentada y la sacudió, tratando de que la maldita cosa se sentara bien y acentuara el sofá opaco de color crema que solo tenía que tener hace unos meses. Lo volvió a dejar y se alejó, inclinando la cabeza hacia un lado, y gruñó.

Agarrándolo enojada, lo golpeó contra el brazo del sofá una y otra vez cuando se dio cuenta. Las cosas nunca volverían a ser como eran antes. Nada se vería igual o se sentiría igual. No pudo. Simon había tomado su falta de pasión y había creado la suya propia, con otra persona.

Las lágrimas quemaron su mirada, aunque no podía comenzar a contemplar de dónde venían. Ella había llorado cien veces durante la última semana después de escuchar su admisión sobre acostarse con Pam.  Pam. de plástico  . Había una parte de ella que estaba agradecida de que fuera él quien le dijera la verdad, y sin embargo, todo lo que podía escuchar era su voz quebrarse ligeramente y su corazón destrozado cuando él le informó de su infidelidad.

Una parte de ella no podía culparlo. Ella también estaba sola y cansada de vivir con un compañero de cuarto que se quejaba de los platos sucios y la temperatura del aire acondicionado hasta la saciedad.

¿Cuándo sucedió? Solíamos ser tan buenos juntos. Arrojó la almohada sobre el sofá y caminó hacia la cocina para encontrar algo horrible en lo que perderse. Se había tomado unos días libres del hospital por necesidad, pero volvería pronto. Sentarse en casa y dejar que sus próximas decisiones la partieran por la mitad era mucho menos de lo que podría considerar saludable.

La vida continuaría y resolverían las cosas o se divorciarían. El triste bastardo había estado durmiendo en su oficina durante la última semana, o eso supuso.

Podría estar acurrucado con Pam por lo que sabes. Julie tragó la bilis que se elevó en su garganta mientras un escalofrío de cuerpo entero la recorría.

El hecho de que Pam había estado interesada en su marido era un hecho. La mayoría de las mujeres pagarían mucho dinero por una noche con el ilustre Dr. Simon Paulk. Era alto y bien construido, su cuerpo en óptimas condiciones como la mayoría de los atletas universitarios mantenían el suyo. Su cabello oscuro y sus profundos ojos verdes hacían que el corazón de una niña palpitara irregularmente y todavía lo hacía suyo cuando se dejaba pensar en ello.

Secándose las lágrimas, Julie sacó un cartón de helado de menta con chispas de chocolate del congelador y fue por los pepinillos en la nevera. Una cuchara y un rollo de toallas de papel más tarde, y ella estaba en su costoso sofá comiendo como si mañana no llegara.

Las cosas habían pasado de simples a complicadas después de que Simon admitió haberse acostado con otra mujer. Tomar la decisión de decirle que tomara su mierda y saliera habría sido fácil, pero descubrió al día siguiente que la evidencia de su unión yacía en su vientre.

Todavía no le había contado a Simon sobre el bebé, pero tendría que hacerlo más temprano que tarde. Este era su primer embarazo, y aunque era neurocirujana, había tomado cursos más que suficientes en la escuela de medicina para saber que su bulto de bebé seguramente se mostraría en poco tiempo.

Resolver las cosas con su esposo parecía la única respuesta ahora que un niño estaba involucrado. Habiendo venido de una casa unifamiliar, quería que el bebé tuviera la oportunidad de la normalidad si era posible.

¿Qué es normal, realmente? Ella se quejó y alcanzó el control remoto mientras el teléfono zumbaba a su lado. El número de Simon apareció y ella presionó el botón de silencio, sin estar lista para hablar con él sobre nada.

Los primeros días después de que él llamó con su confesión, ella había trabajado a su lado, ignorándolo por completo, como si no existiera. La tensión de tratar de mantener sus emociones juntas la llevó a detectar y se tomó un breve permiso de ausencia, sin necesidad de perder al bebé y tener ese peso pesado sobre ella también.

Su mejor amiga, Charity, debe haber llamado a la madre de Julie, porque ella apareció y se quedó unos días, empeorando las cosas por su continuo insistir para dejar caer a Simon en su trasero.

Simplemente no fue tan simple.

Julie tomó otro gran bocado del helado y se metió medio pepinillo en la boca mientras su teléfono volvía a cobrar vida a su lado.

Simon.

¡Oh, por el amor de la mierda! Presionó el botón de conversación y tragó saliva, sin tomarse el tiempo para masticar el contenido de su boca. Girando la cabeza, tosió un par de veces mientras la voz de Simon llenaba sus sentidos.

¡Jules! ¿Estás bien? ¿Jules?

Tragó saliva de nuevo y se levantó, derramando helado en el sofá y arrojando los pepinillos sobre la alfombra persa debajo de ella. Se las arregló para chillar una palabra en medio de su asfixia. Bien.

Jules. Bebé, sé que estás molesto. Déjame ir allí. Has estado fuera por tres días y honestamente no puedo soportar no verte. Necesito saber que estás bien.

Puso los ojos en blanco y se detuvo junto al fregadero, agarrando un pequeño vaso que Simon dejó sentado allí durante la mitad de la noche en caso de que alguno de ellos se levantara.

Después de tomar un sorbo rápido, recuperó el aliento. Estoy bien. No soy emocional,. Me estaba ahogando con un pepinillo.

Um ... un pepinillo? Su voz tenía una punzada de condena.

Sí, un pepinillo real de un frasco. No del tipo con el que a tu nueva novia le gusta ahogarse. Ella se estremeció cuando las palabras salieron de su boca. Lo último que quería hacer era hacerle saber lo mal que estaba herida por sus acciones. Había tomado algo que una vez fue increíble y lo abandonó por completo.

Jules. No lo quise decir así. Por favor, déjame venir. Llamaré y tomaré la tarde libre. Necesito verte. Su voz era tensa con una gran emoción.

¿No tienes esa vieja identificación mía todavía en tu billetera? ¿Sabes, cuando era residente en el hospital y tú y yo estábamos empezando a jugar el juego que pensamos que podría conducir para siempre? La amargura cubrió sus palabras y se dio cuenta de que necesitaba dejar el teléfono. Tenía dos opciones. Habla con él y deja que escuche el dolor en su voz o ignóralo por completo.

Ignorarlo tendría que funcionar. No estaba dispuesta a jugar al tonto compadecido frente a nadie.

Sí. Por supuesto que todavía lo tengo. Parecía estar eligiendo sus palabras cuidadosamente.

Bien. Lástima que no eligió sus acciones con la misma cantidad de enfoque también. Genial. Así que sácalo y míralo. Eso es lo mejor que se está poniendo hoy, amigo.

¿Cuándo volverás al trabajo? Te extrañamos aquí.

Pronto. Que tengas un gran día, Simon, y dile a Pam que dije hola. Dejó caer la llamada y arrojó su teléfono a la sala de estar. El sonido de romper algo hizo que sus emociones se desgarraran. Presionando sus manos contra su cara, dejó escapar un largo sollozo y se inclinó hasta que sus codos presionaron contra el mostrador.

¿Por qué no fue suficiente para él? Sí, las cosas se habían puesto mal en casa y los dos no se comunicaban mucho, pero seguían siendo Simon y Julie. ¿Cuándo el simple hecho de ser ella se volvió menos que suficiente para mantener la atención de su esposo?

La última vez que habían hecho el amor había sido dos meses antes, la noche había sido divertida y llena de risas y su botella favorita de vino tinto.

Las lágrimas goteaban por sus brazos mientras dejaba que la gravedad de su futuro roto la inundara. El sonido del zumbido de su teléfono hizo que algo se desatara dentro de ella y ella sacudió la cabeza y gritó en la nada a su alrededor.

¡Vete a la mierda! Déjame a mi dolor, gilipollas. Encuentra a alguien más a quien cuidar porque ya no soy tu preocupación. Le dolía la garganta por la fuerza extrema de sus palabras. El temblor que la atravesó la dejó mareada, pero había estado en el mismo escenario, rota y lista para rendirse más veces que no durante la última semana.

Un dolor agudo ató el centro de su estómago y ella gimió, inclinándose y presionando su palma contra su estómago.

Lo siento, susurró, sabiendo que la gravedad de su sufrimiento físico podría dañar al bebé y, sin embargo, sin poder hacer nada con respecto a las emociones en guerra que la atravesaban sin falta cada vez que él llamaba o se encontraba con algún recuerdo que alguna vez compartieron.

El líquido se acumuló entre sus piernas y dejó escapar un suave jadeo mientras sus pantalones blancos de algodón sangraban carmesí.

¡Oh no! ¡No, no, no, no! ¡Mierda! Se puso de pie y corrió al baño para limpiarse. Me acostaré y todo estará bien.

Apenas llegó al dormitorio antes de que otro calambre agudo la paralizara y se hundiera de rodillas, usando la puerta del dormitorio para ayudarla a descender. El teléfono de la casa sonó a su lado y ella lo agarró, sin pensarlo dos veces antes de contestarlo.

Jules. Simon llamó y él está ...

Ella cortó a Charity cuando un sollozo la dejó. Llama al 9-1-1 por mí. Estoy sangrando. Es el bebé.

¿Qué? ¡Oh mierda! Quédense allí y los llamaré ahora. Te veré en la sala de emergencias. Calma tus nervios, cariño. Todo va a estar bien.

Solo llámalos. Julie colgó y se arrastró lentamente hacia el baño mientras la sangre se manchaba en la alfombra ligeramente bronceada debajo de ella. Se obligó a no pensar en lo que estaba sucediendo, aunque sabía muy bien cuál era el resultado de su situación.

Había dejado que la emoción de su matrimonio desmoronado y las infidelidades de Simon le robaran la vida en el vientre. Era más su culpa que la suya y donde ella eventualmente podría perdonarlo por sus mentiras y trampas, nunca se perdonaría a sí misma por esto.

Desmoronándose junto a la puerta del baño, lloró suavemente hasta que dos de los chicos que más le gustaban del hospital entraron corriendo y la levantaron del suelo.

El sonido de las sirenas fue casi un consuelo cuando cerró los ojos y se quedó dormida profundamente por las drogas calmantes que bombearon a su sistema.

Va a estar bien, Dr. Paulk. Aguanta ahí.

¿Dr. Paulk? ¿Ella o Simon? ¿Estaba Simon con ella?

Capítulo 2

––––––––

¡Maldita sea! Simon arrojó su teléfono hasta la mitad de su escritorio y pasó los dedos por su cabello desordenado. Después de una semana de dejarla, pensó que ella podría haber considerado dejarlo venir por un minuto. Miró hacia el rollo de cama que yacía en el borde del sofá de su oficina y gruñó.

Había pasado una semana, y donde sabía que había jodido realmente, solo había una manera de recuperarla. Para ponerse en su cara y recordarle todo lo que significaban el uno para el otro. Pasaría el resto de su vida inventando cosas con ella, pero sin el poder de forzar la voluntad sobre ella, no tenía recurso.

La ira en su voz solo se vio agravada por la tristeza que podía escuchar mientras ella lo tocaba. Bien. Se merecía su maldad y mucho más. Su polla se retorció en sus matorrales ante la idea de verla ardiente y enojada. Puso los ojos en blanco y presionó su mano contra la parte delantera de sus pantalones. "¡Vete a la mierda! Tú eres la causa de todo esto. Como si algo o alguien