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Introspeccion 7000: "12 leyes y principios universales para conocernos mas"
Introspeccion 7000: "12 leyes y principios universales para conocernos mas"
Introspeccion 7000: "12 leyes y principios universales para conocernos mas"
Libro electrónico237 páginas2 horas

Introspeccion 7000: "12 leyes y principios universales para conocernos mas"

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Introspeccion 7000: !12 Leyes y Principios Universales para conocernos mas!

"Yoga, Asanas y Pranayama"

Y las 9 Posturas de "La Danza de la Serpiente".

La ley del Karma (causa y efecto). El estudiar, conocer y entender bien esta ley, tambien conocida como "accion y reaccion" nos permite el no tener rabia y rebeldia contra la vida porque nos hace comprender que todas las cosas buenas y malas que nos han pasado han sido causadas y atraidas por nosotros mismos, por nuestros actos, palabras y pensamientos. El conocer bien la ley nos permite usarla a nuestro favor, para crecer y elevarnos en todas las direcciones de la vida como salud, prosperidad, amor, sabiduria y espiritualidad; y quienes no la conocen hacen mal uso de ella y cometen actos con consecuencias contraproducentes, perjudiciales, pues "consecuencias siguen al acto, asi como la sombra al cuerpo". El que no conozcas la ley no te libra de las consecuencias de actuar mal. Estudia y practica la ley del karma y demas leyes universales para vivir en armonia contigo mismo y el universo; y ademas de introspeccionar, meditar, escoge actos nobles, compasivos y bondadosos.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 ene 2022
ISBN9781662491252
Introspeccion 7000: "12 leyes y principios universales para conocernos mas"

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    Introspeccion 7000 - Yanelis Manuel Vasquez

    I

    12 leyes y principios universales

    12 Leyes y Principios universales

    Hiranyagarbha: Nada viene a la existencia de la no existencia.

    Karma: Acción y reacción. En el campo relativo no hay causa sin efectos ni efectos sin sus causas.

    Nirodhah y la transmutación mental.

    La ley de vibración y movimiento. Todo vibra, nada está quieto.

    El poder de la comida: Medicina en la comida y vegetarianismo.

    Bondad y, la ley del dar. ¡Afortunados los que dan!

    Mundo dual. Lo opuesto es una cura para lo opuesto. Todo polo tiene su opuesto, y a su vez, se equilibran.

    La Ley del Uno.

    El Principio de compensación.

    Autoconocimiento: La auto-observación y el autoestudio.

    Omnisciencia universal: El Todopoderoso está en todo.

    La introspección y meditación (Dhyana) como herramientas de autoconocimiento y compenetración con uno mismo.

    1: Hiranyagarbha. Nada viene a la existencia de la no existencia

    Vivimos en un universo que ni hemos creado, ni estamos conscientes de cómo se creó o quién lo creo, lo cual genera un misterio y confusión en la mente humana que perdura desde antes del nacimiento hasta el momento de desencarnar. Hasta los más grandes sabios y dioses han estado abrumados y confundidos por ese misterio o incógnita del universo con respecto a cómo se creó, de qué se hizo y quién lo creo. El surgimiento del universo tiene un propósito y una fuente, aunque desconocido por la mente humana común y solo los más grandes sabios e iluminados, los que han alcanzado el estado de Samadhi, conocen esas verdades, porque han salido del sueño o semisueño en que vive la humanidad, porque el que tengamos los ojos físicos abiertos no quiere decir que estemos despiertos, pues son mucho más las cosas que no se ven con los ojos que las que se ven. Y para ver esas cosas que no se ven con los ojos, necesitamos estar muy despiertos, muy conscientes y elevar nuestro intelecto y capacidad de captar todo aquello que es imperceptible a los sentidos; es decir, poder ver eso que no se ve con los ojos y escuchar eso que no se escucha con los oídos.

    ¿De dónde surge el universo y todo lo que hay en él? ¿De dónde surgimos nosotros? ¿Existíamos antes de nacer? Pues la verdad es que el universo y todo lo que hay en él, inclusive nosotros mismos, existíamos antes de estar aquí. Como nos dice el concepto de la tradición hindú Hiranyagarbha: Nada viene a la existencia de la no existencia; es decir que, hay una fuente invisible al ojo humano de donde todo e inclusive nosotros mismos surgimos y a la cual regresaremos cuando hayamos cumplido nuestro propósito aquí.

    Hiranyagarbha: Quien puede percibir la causa de todo lo manifestado en este universo material y fenomenal vive en eterna dicha (ananda), mientras quien solo ve las cosas de este plano material y no su fuente o matriz y es hipnotizado al identificarse con ellas vive confundido, afligido y es arropado por la oscuridad de la ignorancia espiritual más grande que pueda existir. He ahí la importancia de aprender a captar eso que no se percibe con los sentidos, aprender a ver eso que no se ve con los ojos, lo cual muchos le llaman: El alma universal. La fuente de todo lo que existe, y la fuente a donde todo regresa.

    Uno de los 108 upanishads, antiguos manuscritos sagrados de la India, contienen la historia de un padre y su hijo; en la cual, el niño emocionadamente pregunta a su padre: Padre, padre, quien hizo el mundo, y yo de dónde vengo, quién me creo; quién hizo el sol, quién hizo el agua, los mares; quién hizo la tierra, quién hizo las aves, quién hizo los árboles y todos los animales, quién hizo las estrellas y yo, de dónde vengo; y tú, de dónde vienes, quién te hizo, y a mi madre, ¿quién la hizo? En solo unos instantes, el niño casi abrumó al padre con una lluvia de preguntas y el padre permaneció sereno hasta que por fin el niño paro de tanto cuestionar y le respondió: Hijo, tráeme esa fruta.

    La fruta era de un árbol gigante que daba frutas grandotas como del tamaño de un coco con semillitas pequeñitas como del tamaño de una semilla de ajonjolí. El niño buscó la fruta y se la dio, el padre la abrió, sacó una diminuta semilla, la puso sobre una piedra, y con otra piedra golpeó la semillita hasta pulverizarla, colocó la yema del dedo índice sobre el polvo de la semilla triturada y el polvito se pegó todo al dedo. El padre sopló sobre el dedo y el polvo se esparció en el aire y simultáneamente vino una fuerte brisa que se llevó el polvito.

    —¿Dónde está la semilla hijo? —preguntó el padre.

    —No la veo, desapareció —contestó el hijo.

    —Ese árbol gigante que ves ahí viene de una semillita que ahora no puedes ver, y así es el universo y todo lo que contiene, todo esto viene de algo que tampoco puedes ver. Los mares, las lunas, el gigante sol, las nubes, la tierra, las aves y toda bestia, el aire, el fuego, tú y todas las personas surgimos de algo que no se puede ver ni tocar, pues es imperceptible a los sentidos, porque los sentidos están diseñados para percibir solo lo material, no lo espiritual, por eso necesitas aprender a ver eso que no se ve con los ojos, a escuchar eso que no se escucha con los oídos, pues vemos y escuchamos, no porque tenemos ojos y oídos, sino porque tenemos conciencia para ver y escuchar, y así es con todo. Y la respuesta a todas tus preguntas, nadie te la puede dar, necesitas experimentarla por ti mismo, porque ninguna verdad es totalmente cierta mientras no ha sido experimentada por uno mismo. Por eso, sumérgete en ti mismo, introspecciona, medita, y a través de ese viaje interno podrás experimentar y contactar conscientemente la fuente de donde todo surge, la fuente del surgimiento del universo, y principalmente la fuente de dónde vienes, a donde vuelves cuando cumplas tu propósito en este universo material siempre cambiante, pues existías antes de estar aquí, y existirás después de abandonar este cuerpo que está destinado a desintegrarse y volver a la tierra. El cuerpo es finito, porque al final se desintegra y su forma desaparece para siempre, el universo es finito también, y mutable, pues cambia de forma constantemente.

    —Entonces, ¿nadie me puede contestar y dar la verdad?

    —Nadie, excepto un Gurú, pues todos a tu alrededor están tan confundidos como tú y al preguntarles solo te darán su verdad; no la verdad suprema, no la verdad absoluta —respondió el padre.

    —Y, ¿quién es el Gurú? —preguntó el niño.

    —El Gurú es un profesor del universo, que viene a guiar y orientar a los que están aptos para despertar y aprender; el Gurú nos conduce de la oscuridad de la ignorancia espiritual a la luz de la sabiduría, de la enfermedad a la salud, de la confusión a la luz, de la aflicción o sufrimiento al estado de gozo y dicha eterna (Ananda).

    —Entonces todo lo que existe aquí, ¿existía antes de estar aquí?

    —Sí, porque nada viene a la existencia de la no existencia.

    —Y porque no recuerdo nada de antes de nacer ni de estar aquí, ¿en este universo?

    —Porque esto es un juego universal conocido como: El juego del Lila, en el que todos nosotros los participantes olvidamos todo durante el nacimiento (excepto los avatares); pero al final, por la guía y gracia del Gurú despertamos espiritualmente, recordamos quienes realmente somos, y realizamos la verdad suprema, lo cual es conocido como el estado de Samadhi, la realización espiritual —contestó—. Por eso busca un Gurú y dile que quieres saber quién realmente eres, que te guie en ese sutil y muy largo proceso que podría tomar vidas.

    Y así fue, el niño buscó un Gurú, se puso a los pies de Él. Se convirtió en un gran discípulo y al final, después de muchas décadas de dedicación, disciplina, meditación y muchas pruebas y adversidades realizo la verdad suprema, se iluminó, y su conciencia individual se fundió con la conciencia universal (Samadhi).

    2. Karma: Acción y reacción

    La ley del karma: Causa y efecto. El estudiar, conocer y entender bien esta ley, también conocida como acción y reacción, nos permite el no tener rabia y rebeldía contra la vida porque nos hace comprender que todas las cosas buenas y malas que nos han pasado han sido causadas y atraídas por nosotros mismos, por nuestros actos, palabras y pensamientos. El conocer bien la ley nos permite usarla a nuestro favor, para crecer y elevarnos en todas las áreas de la vida como salud, prosperidad, amor, sabiduría y espiritualidad; y quienes no la conocen hacen mal uso de ella y cometen actos con consecuencias contraproducentes, perjudiciales, pues las consecuencias siguen al acto, así como la sombra al cuerpo. El que no conozcas la ley no te libra de sus consecuencias al actuar mal. Estudia y practica la ley del karma y demás leyes universales para ir en armonía contigo mismo y el universo; y además de introspeccionar y meditar (MYM) escoge actos nobles, compasivos y bondadosos.

    En el campo relativo no hay causa sin efectos ni efectos sin sus causas. Muchos se atemorizan de solo escuchar la palabra karma, porque lo asocian con frases como: mal karma, karma negativo, castigo, sufrimiento, mala suerte, etc.; pero en sí el karma es acción y toda acción tiene reacciones que podrían ser favorables o desfavorables, de acuerdo a la intensión, intensidad y calidad de la acción. Y en la misma forma que una acción podría tener repercusiones negativas, también podría tener repercusiones favorables; es decir que la misma ley que te hunde, también podría elevarte y ayudarte a vivir mejor en este mundo dual. La clave está en desarrollar el discernimiento, las facultades intelectuales al máximo para así tener esa luz mental para prever el resultado de nuestras acciones y escoger solo lo que nos hace bien, no lo que nos hace mal; no obstante, como muchísima gente no tiene bien desarrolladas sus facultades mentales e intelectuales, escogen mal, escogen lo que les trae sufrimiento, y en ese caso el culpable no es la ley del karma, sino el pobre juicio de quien no sabe actuar bien, y por eso sufre.

    La ley del karma es una de las leyes universales, por lo que afecta la vida de todos los seres que viven en la tierra y otros planetas o rincones del universo. La única forma de escapar a esa ley es conociéndola bien y dominándola, y el no conocerla no exime a quien la desconozca de sus efectos. Solo los avatares e iluminados escapan a sus efectos. Y las personas muy despiertas espiritualmente la usan para muchos beneficios a múltiples niveles, y trascender las cadenas de este mundo material. Es decir que, en la ley del karma, nuestras acciones afectan nuestra vida en la tierra.

    Samsara es el ciclo de la encarnación, el nacimiento, la vida en la tierra, la desencarnacion, también llamada muerte y renacimiento. Es decir que, de acuerdo a como uno actúa, así es nuestra vida en la tierra; el tonto actúa por placer o emoción, mientras que el inteligente, el sabio escoge lo bueno, lo conveniente, eh ahí la importancia de desarrollar nuestras facultades mentales e intelectuales para así tener la capacidad de no dejarse cegar por los deseos y emociones y tomar la decisión correcta, lo que hace bien a todos, como los rayos solares al amanecer, como la primavera después de un crudo invierno. En pocas palabras, vivimos de acuerdo a como actuamos. Si a un niño le das a escoger entre un caramelo y una moneda de oro, el niño escoge el caramelo, lo placentero, pero el adulto no, el adulto escoge la moneda de oro, porque sabe que esa moneda él la puede vender, recibir mucho dinero, y luego si desea se compra un dulce, y aún le queda mucho dinero para otras cosas, así es el inteligente, el sabio, escoge lo bueno, no lo placentero.

    Al no estar consiente de nuestros actos perdemos el control de ellos, y de sus resultados también; por eso mucha gente sufre constantemente, porque actúan automáticamente, sin mirar consecuencias, perdiendo así el control de sus vidas, y le llegan cosas y situaciones adversas que no esperaban porque no las veían venir, pero las produjeron con su forma de actuar, pensar y hablar. La ley opera a diferentes niveles, tanto al actuar como al hablar y pensar, por eso necesitamos ser muy cuidadosos no solo con como actuamos, sino también como pensamos y hablamos, porque el pensamiento y la palabra son fuerzas muy poderosas, y nos pueden elevar espiritualmente, pero también nos pueden destruir.

    Los tres estados o tipos de karma: Sanchita, Prarabdha y Agamí

    Hay acciones que tienen repercusiones inmediatamente, pero hay otras que no, que se acumulan, y dan lugar a un banco de karma conocido como sanchita karma, que repercute durante una encarnación o las siguientes y cae gradualmente. Es decir que, nuestra presente vida ha sido determinada en gran parte por acciones de vidas previas, y nuestros actos en esta vida repercuten en esta vida y las próximas. Por ejemplo, prarabdha, el cual es una parte del karma acumulado o banco de karma que dio lugar a nuestro nacimiento y al tipo de cuerpo que tenemos, los padres, familiares, país de origen, etc., y ese karma no se puede cambiar, porque ya cayo. Por eso debemos estar muy conscientes y cuidadosos de cómo actuamos, porque nuestros actos en esta presente vida en una forma u otra podrían determinar nuestro nacimiento y forma de vida en la próxima encarnación. El prarabdha karma produce gran parte de las circunstancias de nuestra vida actual y destino en esta encarnación; no podemos cambiar el pasado, pero si podemos mejorar nuestro destino al despertar espiritualmente y desarrollar nuestras facultades mentales e intelectuales para escoger el camino correcto, la acción correcta, y cumplir con el dharma (nuestros deberes y responsabilidades), así nuestras vidas estarán llenas de luz y sabiduría, no de oscuridad, ignorancia espiritual y sufrimiento, como la de aquellos que escogen actos negativos y contraproducentes.

    Además del sanchita y prarabdha hay un tercer tipo de karma conocido como agamí karma, el cual consiste en las acciones actuales que determinaran el resto de esta vida y las otras, lo que quiere decir que nuestro destino está en nuestras manos, de acuerdo a cómo actuamos, las circunstancias en que naceremos en una próxima encarnación está siendo determinada ahora por cómo hablamos, pensamos, comemos, nos divertimos, estudiamos, el nivel de disciplina, y el cómo llevamos los preceptos morales y espirituales como no matar o dañar (ahimsa), no robar (asteya), no mentir (Satya), ser desprendidos, desapegados

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