Las Doce Tazas

Por Marta Rafela Jimenez

Las doce tazas incluye doce historias de ciencia ficcion. La ciencia ficcion es un genero narrativo cuyos contenidos estan basados en supuestos logros cientificos o tecnicos. Pero en la naturaleza, existen conexiones aparentemente magicas e impensadas que estan mas alla de nuestro entendimiento que merecen ser contadas dentro de este genero; como nuestra propia existencia, la energia del amor y la muerte como el umbral de un nuevo amanecer.

Esta coleccion de cuentos trata historias diferentes, pero todos los cuentos comparten los mismos ingredientes; el amor incondicional, los valores humanos como la bondad, la gratitud, la audacia y la valentia. Ademas, trata el tema de la etica y la sensibilidad, cualidad que poseemos los seres humanos que nos honra y nos distingue, porque es un lenguaje sutil que desprende energia de amor. Tambien, estan involucrados como parte de la trama la magia, los secretos, los poderes sobrenaturales, las predicciones y las relaciones familiares.

Este libro es una invitacion a pensar, reflexionar y disfrutar de la lectura de los cuentos de Las doce tazas.

• Idioma: Español
• Editorial: Page Publishing, Inc.
• Fecha de lanzamiento: 19 jul 2022
• ISBN: 9781662494079

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Índice

El Talismán

Reencuentro

La historia de María López

Los zapatos blancos

Daniela, Galia y Paloma

Zulema y Belisa

La Hormiga

Las Tres Hermanas y el Abuelo

La Dama de Ébano

El Cafetal

Relato de un Rescatista

La Rata Belcebú

El Talismán

Era un domingo a finales del otoño y el clima estaba bastante fresco. El otoño es una estación que suele asociarse a la melancolía, a la quietud y a la reflexión y donde las temperaturas suelen descender durante las horas de la noche. Esa noche, mi hermana y yo, buscábamos en el armario algunos abrigos y bufandas para pasar el invierno. Cuando mi hermana empezó a sentirse mal, llamamos al doctor, el señor David Cabral. El Dr. Cabral después de asistir a mi hermana Hanna, nos informó que sufría una fuerte depresión. Ella estuvo en cama con fiebre y muy débil por mucho tiempo, casi todo el invierno.

Mi hermana, sumida en su profunda tristeza, pasaba largas horas frente al cuadro que tenía en su habitación. Ella lo miraba fijamente como si quisiera saltar dentro de él. Esta obra de arte reflejaba un bello espectáculo de un paisaje otoñal que había pintado Lucas. La pintura captaba, impresionantemente, los colores amarillo, rojo, ocre y anaranjado de las hojas de los árboles en otoño.

Habían pasado veinte años desde que Lucas se fue a la guerra y murió en combate, pero Hanna lo seguía esperando. Mi hermana y su esposo tenían un lema que los dos repetían cuando él se iba a cumplir una misión. El lema decía: por muy lejos que tu espíritu vaya, yo siempre te alcanzaré, juntos hasta la eternidad. Cuando ellos terminaban la última frase del lema, Hanna besaba a Lucas en la mejilla, donde tenía una mancha roja de nacimiento.

Hanna y Lucas eran muy jóvenes cuando se casaron y aún recuerdo el talismán que le dio Greis a Lucas. Greis era la abuela de Lucas. Ella sabía que el corazón de su nieto y el de Hanna estaban hinchados de pasión y repleto de amor. El día de la ceremonia matrimonial la abuela le entregó a Lucas un colgante. El colgante era un hermoso talismán cuya envoltura de plata tenía unos raros grabados para atraer ciertas energías y en su interior había un diamante. Greis, después de invocar a los espíritus le explicó a la joven pareja los poderes mágicos y de protección del talismán. Ella decía que este objeto tenía poderes sobrenaturales debido a que excedía las leyes de la naturaleza. Argumentaba la abuela que el talismán canalizaba y atraía ciertas energías y el diamante que estaba en su interior aportaba valentía, vitalidad, fortaleza, equilibrio, alegría, longevidad, altruismo, compromiso y fidelidad.

Lucas era médico y capitán del ejército y Hanna vivía feliz y orgullosa de él. Ella decía que uno de los requisitos de ser la esposa de un militar era tener mucha paciencia. Lucas participaba de muchas misiones peligrosas y siempre regresaba a la casa, pero en su última tarea no tuvo tanta suerte. Una tarde llegó a la casa de Hanna un militar con la desafortunada noticia del deceso de Lucas. Él había muerto cuando atacaron el hospital de campaña. A mi hermana le entregaron las pertenencias de Lucas, pero no estaba el talismán. Mi hermana hizo todo lo posible por encontrar el talismán, pero nunca fue encontrado.

Veinte años antes que Lucas partiera a la misión que le costó la vida, él daba los últimos retoques al cuadro que Hanna tenía en su habitación. El Capitán Lucas estaba feliz de haber terminado de pintar el cuadro, pues él no quería partir a su misión sin haber terminado su obra de arte y la bautizó con el nombre, Te espero en otoño.

El hecho es que Lucas perdió la vida y el talismán en el combate y unos meses después se declaraba la paz. Un año pasó cuando el joven Rodolfo Melgar, ingeniero civil, inspeccionaba el terreno para construir un edificio donde cayó mortalmente Lucas. Rodolfo, con su equipo de trabajo, medían y estudiaban el terreno cuando entre la vegetación encontró algo que le llamó la atención. El talismán de Lucas yacía entre las plantas y el brillo de una parte del diamante que salía de la envoltura de plata era muy llamativo. El ingeniero recogió el talismán, lo sostuvo un rato en sus manos observándolo minuciosamente y lo introdujo en uno de sus bolsillos.

Después de la jornada de trabajo el ingeniero Rodolfo llegaba a su casa, cuando su joven esposa, Verónica, lo recibía con un acostumbrado abrazo. Ella estaba embarazada, tenía dos meses y no se notaba su embarazo por el poco tiempo que tenía. Rodolfo y Verónica soñaban con el nacimiento de su hijo. Ellos estudiaban todas las etapas del desarrollo de un bebé y leían libros sobre cómo cuidar a su retoño. De esta manera, el tiempo fue pasando hasta que llegó el día del alumbramiento. La feliz pareja recibía a su hijo que lo bautizaron con el nombre de Hugo en honor a su abuelo paterno. El bebé era hermoso y saludable, pero tenía una mancha roja en la mejilla derecha. Los doctores le explicaron a la joven pareja que las marcas de nacimiento rojas están compuestas de vasos sanguíneos, cerca de la superficie de la piel y se les denominan marcas de nacimiento vasculares que no son perjudiciales a la salud.

Hugo era un niño inteligente y a pesar de que él desarrollaba su vida en un ambiente armónico, sufría de sueños recurrentes y de pesadillas. Verónica, su madre, trataba de ayudarlo y lo llevaba a terapia con una psicóloga.

La infancia y la adolescencia de Hugo transcurrió en un ambiente tranquilo y de comprensión de parte de sus padres. Pero Hugo sufría mucho con los sueños y las pesadillas. Él argumentaba que durante el sueño entraba en una dimensión desconocida, en un mundo fantástico. Él soñaba con lugares hermosos y con alguien que lo hacía sentir feliz y le decía, por muy lejos que tu espíritu vaya, yo siempre te alcanzaría. Hugo describía a la joven de su sueño con grandes ojos de color pardo oscuro. También tenía pesadillas horribles con personas heridas y sangrando.

Hugo entró a la universidad a estudiar medicina cuando conoce a Leonardo. Leonardo era un joven amable, alegre, simpático, apasionado y muy ingenioso. Los dos amigos solían estar siempre juntos y resolvían los problemas sin mayor dificultad debido a su hermandad. Hugo le confió a Leonardo la historia de sus sueños. Leo, como cariñosamente lo llamaban, le comentaba a Hugo que soñar era vital y necesario para mantener un buen estado de salud y un estado emocional equilibrado. Él decía que existen sueños hermosos que nos hacen sentir felices, pero, por otro lado, tenemos los