Detective Zack y el misterio del sombrero rojo

Por Jerry D. Thomas

El viaje de Zack a Medio Oriente da un giro inesperado. Desde que el hombre del sombrero rojo se unió a la excursión, alguien ha estado intentando robar la cámara de video. ¿Quién robó el auto y el bolso con la ropa de Zack? ¿Por qué el hombre del sombrero rojo siempre desaparece cuando falta algo? La trampa que pone Zack para atrapar al ladrón puede funcionar... ¡o no!

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial ACES
• Fecha de lanzamiento: 30 sept 2022
• ISBN: 9789877987225

Vista previa del libro

Dedicatoria

Para Katherine, quien siempre confía en que yo puedo, pero no se da cuenta de que solo puedo gracias a ella. Sin ella estaría perdido, no solo al escribir, sino en la vida... y camino a casa desde el aeropuerto.

Nota para padres y docentes:

La información arqueológica en este libro es correcta, pero no se buscó que fuera precisa o completa. La intención es que sea simple y que las mentes jóvenes la puedan entender.

Además, la secuencia de lugares visitados en este viaje puede no seguir la ruta normal y lógica que haría un turista común. En vez de eso, los lugares y las experiencias fueron ordenados de manera tal que apelen a la lógica y al interés de los niños al seguir a sus héroes bíblicos.

A menos que se especifique de otro modo, las citas bíblicas se han tomado de La Biblia, versión Reina–Valera 95 (RVR95).

Capítulo 1

Problemas en la tumba del rey Tut

En algún lugar de Egipto

¿Alguna vez viste cómo se hacen las palomitas de maíz (pochoclo)? Los pequeños granos salen disparados en todas direcciones; chocan y chocan contra las paredes de la máquina, calentándose cada vez más, hasta que explotan y se convierten en palomitas.

Hoy me siento como una palomita de maíz. Si este vehículo se calienta un poquito más o si choco una vez más contra el techo, puede que explote y me convierta en una.

Y déjame decirte que no es fácil escribir cuando te están tratando como a una palomita de maíz. Pero podría ser peor: podríamos estar caminando o andando en camello.

En realidad, no me estoy quejando. Todos los demás, allá, en casa, comenzaron las clases la semana pasada. Yo puedo empezar un poco más tarde porque papá pensó que podría aprender mucho aquí. Y desde que mi papá y yo comenzamos este viaje con el Dr. Cruz, he visto un montón de cosas interesantes.

El Dr. Cruz es arqueólogo. Eso quiere decir que estudia cosas muy antiguas: ciudades antiguas, libros o escritos antiguos, cerámica y jarras rotas, huesos… cualquier cosa que haya quedado de pueblos antiguos. Ha estado aquí, en Egipto y en Israel, muchas veces. Pero en este viaje no está escarbando para encontrar tablillas antiguas ni huesos o jarras. Está haciendo un video sobre lugares y objetos bíblicos. Nos invitaron a mi papá y a mí a acompañarlo y a ayudar con las cámaras, las luces y esas cosas.

Pero también estoy aquí por otra razón. Desde el viaje familiar que hicimos el verano pasado, papá me ha estado llamando Detective Zack. En ese viaje, mi trabajo fue buscar pistas que mostraran que el diluvio de Noé realmente había ocurrido. Encontramos muchas pistas científicas muy buenas, y yo creo que el diluvio de Noé fue real.

Y ahora soy el detective Zack otra vez. Como me dijo papá, algunas personas no creen en las historias de la Biblia. Piensan que esas historias son como cuentos de hadas, mitos o leyendas, así que estoy buscando pistas que demuestren que esas personas realmente vivieron, como cuentan las historias bíblicas. Si las pistas lo demuestran, entonces las historias bíblicas realmente les ocurrieron a personas reales.

Ya llené un cuaderno entero con pistas. Vi personas que hoy viven casi como vivía Abraham en su época. Vi un pozo como aquel en que los hermanos de José lo arrojaron (y hasta quizá fuera el mismo). Una placa de arcilla contaba sobre un hombre que intercambió su primogenitura por tres ovejas. ¿No suena eso muy similar a la historia bíblica que cuenta que Esaú intercambió su primogenitura con Jacob por un plato de guiso?

Y mi amigo Achmed y yo tuvimos la oportunidad de excavar buscando pistas en el lugar donde el Dr. Cruz piensa que la ciudad de Sodoma fue destruida por fuego del cielo. Y Ach me enseñó cómo montar un camello. (Yo le digo Ach, y él me llama Zock.)

Así que este es mi segundo cuaderno de pistas en este viaje. Pasaron muchísimas cosas, y he tenido el tiempo de escribirlas todas. Ahora estamos a los saltos por el desierto, saliendo de Egipto. Nos dirigimos al Monte Sinaí, donde Dios le dio a Moisés los Diez Mandamientos.

El Dr. Cruz había organizado para que nos uniéramos a una caravana especial hacia el Monte Sinaí, que seguiría la misma ruta que los israelitas cuando salieron de Egipto con Moisés. Ahora volamos por la arena hacia el Mar Rojo en varios autotaxis.

No estamos volando en serio, aunque parece que los conductores están intentando acelerar lo suficiente para despegar. Y estamos en una ruta, no en la arena; pero a esta velocidad, los pozos del camino me hacen saltar y chocar contra el techo y los costados.

Así que, si no se me caen el lápiz ni el cuaderno, les contaré sobre Egipto y algunos acontecimientos extraños que están sucediendo. Luego de ver las pirámides y la esfinge, el Dr. Cruz nos llevó a ver la tumba de Tutankamón. Todos piensan que su nombre es demasiado largo, así que lo llaman el rey Tut. Y adivina a quién vimos allí. ¡Al hombre del sombrero rojo!

Ya había visto a ese mismo hombre observarnos en las pirámides y en el viaje en bote por el río Nilo. Y ya me había parecido que actuaba de manera sospechosa. Ahora estoy seguro. Definitivamente, nos estaba siguiendo a la tumba del rey Tut. Lo vi