Códigos de Riqueza

Por Sesan Oguntade

Bola Ajagun trabajó como profesor de matemáticas en el Gobierno Federal de Nigeria durante muchos años. Le habían enseñado la mayoría de los principios bíblicos de éxito financiero desde su adolescencia cristiana y creía que tenía todo lo necesario para tener éxito financiero en su vida. Sin embargo, cuando los acontecimientos de su vida financiera eran contrarios a sus conocimientos y creencias religiosas, sabía que necesitaba ayuda urgentemente. Los dolores y la incomodidad de la pobreza y la falta de satisfacción financiera humillaron la moral de Bola acerca de sus creencias cristianas. Estaba luchando contra los resultados de muchas promesas y doctrinas religiosas incumplidas. ¿Bola recibió la ayuda necesaria? ¿Encontró alguna razón para quedarse con sus apreciadas creencias cristianas o para echar el ancla y abrazar otras creencias? Los códigos de riqueza le muestran... Obtenga una copia hoy mismo.

Palabras clave:
Riqueza, Cristiano, Negocios, Finanzas, Principios Bíblicos, Ficción Cristiana, Dinero, Familia.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 4 jun 2019
• ISBN: 9781547590186

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Códigos de riqueza

Una novela épica cristiana sobre fuertes enseñanzas financieras y creación de riqueza

Sesan Oguntade

Derechos de autor 2019 Sesan Oguntade

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Todas las citas de las Escrituras, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de la Nueva Versión Bíblica del Rey Jacobo (RVA). Las citas de las Escrituras marcadas (TLB) y (MSG) se han tomado de las traducciones de La Biblia Viva y El Mensaje, respectivamente.

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Capítulo 1

Fue otro día de trabajo y fue en la mañana del primer viernes del mes de julio de 1999/2000. Había pocos profesores ya sentados en sus diferentes asientos en la gran sala de profesores para el trabajo de enseñanza del día. Bola Ajagun, un profesor de Matemáticas y Ciencias con una de las mejores escuelas públicas de la ciudad, estaba sentado en su mesa con la barbilla apoyada en las dos palmas de sus manos, mientras que sus codos también estaban apoyados en la parte superior de la mesa. Cuando realmente voy a salir de estos problemas de dinero, se dijo a sí mismo mientras observaba a algunos de sus colegas que ya estaban charlando por la mañana en lugar de tomarse su tiempo para prepararse para el trabajo del día.

Es prácticamente imposible para tí ser cristiano y también llegar a ser extremadamente pudiente. Aquellos que hoy son pudientes y dicen ser cristianos no nos están diciendo toda la verdad sobre su riqueza, dijo uno de sus colegas en una de sus muchas discusiones en el salón de clases sobre la prosperidad financiera la semana pasada.

Eso no está bien, Sr. Kolawole, había respondido. La biblia enseña prosperidad financiera y sé de algunas personas que han prosperado inmensamente aplicando sólo estas enseñanzas de la biblia.

Eh Eh, así que les crees.

Sí, había respondido con poca fuerza de voz. Estoy de acuerdo en que hay tantas mentiras volando alrededor ahora, especialmente en el cuerpo de Cristo, pero eso no significa que la Biblia no enseñara prosperidad financiera o que todavía no hay pocos que tengan riquezas limpias.

Mire, Sr. Ajagun. He sido un anciano en mi iglesia por casi veinte años y debo decirte que he visto muchas mentiras y engaños que me cuesta creer cualquier historia.

Oh, vamos, había dicho todavía con poca fuerza en su voz. No debes permitir que las historias negativas de los hombres mortales te impidan creer las verdades de la Palabra del Dios viviente. La Biblia dice en Isaías, capítulo 55, verso 11, que la Palabra de Dios no regresará a Él hasta que cumpla lo que ha sido enviada a hacer.

Ya estamos otra vez, había dicho el Sr. Kolawole, levantando la voz. La biblia dice..., la biblia dice..., he escuchado mucho de eso de estas mismas personas en la iglesia, pero hemos descubierto que han sido muy dudosos y diabólicos en su búsqueda de dinero. ¿Y puedo preguntarte por qué todas estas citas de la Biblia no funcionan para ti y para mí?

Buenos días, Sr. Ajagun, la voz aguda de una colega de treinta y tantos años lo despertó de su ensueño.

Oh, buenos días, Sra. Etese. ¿Cómo estuvo su noche?

Todo gracias a Dios, dijo, y la vió caminar firmemente hacia su asiento.

Oh Dios! Se dijo a sí mismo ahora mirando a través de los cuadernos de algunos estudiantes en su mesa. Tengo que pagar el dinero que le debía hoy. Cómo vuela el tiempo. Me dio el dinero en fideicomiso para que se lo devolviera hoy. ¿Qué hago ahora? No tengo el dinero conmigo. La Sra. Etese fue una de las pocas cristianas devotas entre sus colegas. También tenía sus propios problemas financieros a su alrededor. Su esposo es pastor de una de las iglesias ortodoxas de la ciudad y han vivido junto con sus tres hijos con los escasos ingresos del salario mensual de la Sra. Etese. Oh, no puedo permitirme el lujo de decepcionarla, se dijo finalmente.

Pero, ¿cómo es que el Pastor y la Sra. Etese también están teniendo problemas financieros? Reanudó su ejercicio de pensamiento. Es probable que el Sr. Kolawole tuviera razón después de todo. Estas enseñanzas bíblicas no sólo funcionan para nosotros. Aquellos que dicen ser cristianos pudientes no nos están diciendo toda la verdad. Trató de encontrar una respuesta equilibrada y general a las muchas preguntas que han estado bombardeando su mente desde la última discusión con el Sr. Kolawole.

Recogió su bolígrafo rojo para marcar las tareas domésticas de los estudiantes que han estado en su mesa durante más de una semana. El primero de los cuadernos fue el de su alumno favorito y, como siempre, obtuvo las máximas calificaciones. Es bueno que esté marcando el cuaderno correcto, se dijo a sí mismo. Esto sólo ayudará a poner un poco de luz en mi esperanza de un gran futuro financiero para mí y mi familia. El segundo y tercer cuaderno eran tan buenos como el primero. Había terminado con los diez cuadernos en su mesa justo antes de que sonara la campana de la primera hora. Me pregunto en qué se está convirtiendo esta generación. Los estudiantes son cada vez más perezosos. Sólo veinte estudiantes enviaron una tarea que les di hace tres días de un total de cincuenta. Se encogió de hombros. Me pregunto cómo esperan enfrentar el futuro si están tratando a sus académicos de esta manera.

Volvió a pensar en cómo esta misma educación ha ayudado poco a personas como él, la Sra. Etese, el Sr. Kolaowle, sus otros colegas y muchos otros, y se estremeció. Hablando de que los estudiantes ponen en peligro su futuro sólo porque no se han tomado sus estudios en serio, ¿cómo es que sigo sin estar financieramente satisfecho después de haber invertido tanto en mis estudios a todos los niveles?  Fui el segundo mejor estudiante en el examen final del certificado escolar durante mis días en la escuela secundaria. Fui el tercer alumno con mejores resultados en el departamento de Matemáticas e Informática de mi set en la Universidad de Lagos. También obtuve buenas calificaciones durante mi Maestría en Estadística en la misma Universidad. Sin embargo, ¡todos ellos han hecho poco para resolver mis problemas financieros!

Agitó la cabeza arrepentido. Pensé que mi último recurso debería ser el cristianismo. Sí, principios bíblicos probados. Pero incluso eso no ha ayudado a la causa de mí, de mi hermosa esposa y de nuestros cuatro hermosos hijos.

Agitó la cabeza como si estuviera luchando contra los mensajes que su mente indefensa le estaba transmitiendo. Pero Dios no puede ser un mentiroso, pensó. He visto milagros en vivo en los programas de la iglesia. Tal vez, yo soy el que se equivoca en alguna parte. Tal vez, la Sra. Etese y su esposo también lo están entendiendo mal. Tal vez, el Sr. Kolawole y algunos otros en nuestro lugar también lo están entendiendo mal en alguna parte. Agitó la cabeza. Él no lo sabía.

Es cierto que la educación nos ha fallado tan brillantemente como un soldado que huyó de sus colegas en el frente de guerra. Pero creo que el último recurso debe ser la Palabra de Dios. Puedo tener razón o no, pero sé que no se puede permitir el lujo de fallarnos. Concluyó en su mente.

La señal de la campana que anunciaba el segundo período lo trajo de vuelta a la vida y rápidamente se acercó a su horario para ver si no tenía una clase de segundo período. Ni siquiera puedes permitirte el lujo de no mantener tu horario a tu lado estos días. No con la forma en que cambia de vez en cuando. Creo que la Sra. Okpara necesita un curso de actualización sobre cómo preparar el horario de una escuela secundaria, reanudó su ejercicio de pensamiento de nuevo. Pero quién la patrocinará para tales cursos aunque estén disponibles. No con los gritos constantes de no hay dinero por parte de la autoridad escolar y el gobierno todos los días, sólo un milagro haría que los maestros tuvieran alguna formación profesional en el curso de desempeñar sus funciones en las escuelas.

Se enteró de que no se le esperaba en ninguna clase hasta después del primer descanso, exactamente a las diez y cuarto. Gracias a Dios, se dijo a sí mismo. Tengo tiempo suficiente para buscar la forma de encontrar el dinero de la Sra. Etese. No puedo permitirme el lujo de decepcionarla. No! ¡No puedo y no lo haré!

¿Y si no encuentras a alguien que te preste dinero?, le preguntó su mente.

Encontraré a alguien, se contestó a sí mismo.

Pero supongamos que no encuentras a nadie.

Lo haré.

Pero puede que así sea y acabes decepcionando a la Sra. Etese.

Pensó en estas posibilidades y se estremeció, porque sabía que la Sra. Etese le dio el dinero con confianza y según ella, ella y su familia necesitan el dinero para el fin de semana. Así que él era la esperanza de un buen fin de semana para la inocente y agradable familia Etese....

El ruido de la puerta golpeada de su dormitorio lo despertó exactamente a las 7:05 a.m. Había dormido mucho durante toda la noche. Escuchó este ruido de su sueño y fue lo suficientemente fuerte como para detener su sueño profundo. Morenike debe haber dejado la habitación apresuradamente para atender algo que requiere su atención urgente en la sala de estar, pensó. Ahora abrió los ojos para mirar al techo de la habitación con la espalda todavía tendida en la cama. Necesito encontrar una manera de limpiarte hoy; habló en su mente hasta el techo. Las telarañas se están acumulando de nuevo.

Buscó en su mente lo que debe haber hecho que su esposa golpeara la puerta tan fuerte como ella lo hizo para perturbar su sueño. Tal vez, se está cansando de nuestros constantes problemas financieros, se dijo a sí mismo. Morenike, mi querida esposa, ten un poco de paciencia conmigo, estoy listo para descifrar este código de una vez por todas muy pronto, se dijo a sí mismo como si supiera exactamente qué hacer para resolver el problema.

¿Podemos encontrar muchas mujeres que puedan ser tan fieles y pacientes como Morenike? Se preguntó, mirando al techo como si la respuesta viniera de allí. En realidad no, finalmente se contestó a sí mismo. Ella ha apoyado a la familia con lo poco que gana de su trabajo de maestra en una escuela privada todos estos años.

Sí, ella ha sido muy comprensiva y honesta y creo que no tiene igual.

Bola Ajagun se sentó en la cama e intentó comprobar la hora del reloj que colgaba de la pared de la habitación. Se dio cuenta de que aún le quedaban unos quince minutos antes de que llegara el momento de la devoción de la familia a la oración de la mañana.

La familia siempre había tenido la devoción de la oración del sábado por la mañana a las 7.30 a.m. porque era un día de trabajo y sin escuela para la familia. Siempre lo tenían a las 6:15 de la mañana en días laborables.

Se levantó de la cama para hacer una o dos cosas antes de que fuera el momento de la devoción a la oración, pero tuvo que sentarse en la cama cuando le vino a la mente la idea de cómo podía pedir dinero prestado para pagarle a la Sra. Etese.

Eso estuvo cerca, se dijo a sí mismo. Casi decepcioné a la Sra. Etese. No, aquí voy de nuevo, no es sólo la Sra. Etese, ¡sino toda la familia Etese! Doy gracias a Dios que pude encontrar una salida, me habría odiado a