Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Cada día con Jesús: 180 lecturas devocionales para los más pequeños
Cada día con Jesús: 180 lecturas devocionales para los más pequeños
Cada día con Jesús: 180 lecturas devocionales para los más pequeños
Libro electrónico386 páginas1 hora

Cada día con Jesús: 180 lecturas devocionales para los más pequeños

Calificación: 2 de 5 estrellas

2/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Este libro ha sido preparado para disfrutarse en familia. Cuenta con historias tanto verídicas como producto de la imaginación, además de valiosas citas y bellos pensamientos del mejor Libro jamás escrito: la Biblia. La lectura de estas páginas será un viaje en familia por el conocimiento y los valores, hecho conjuntamente por grandes y pequeños. La reflexión y la conversación sobre su contenido representan una oportunidad para desarrollar vínculos de afecto y participación. A través de "Cada día con Jesús", la voz del saber y de la experiencia pasará de padres a hijos, y hará eco en sus valores y sus decisiones para la vida futura.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 dic 2019
ISBN9789877980585
Cada día con Jesús: 180 lecturas devocionales para los más pequeños

Relacionado con Cada día con Jesús

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Cada día con Jesús

Calificación: 2 de 5 estrellas
2/5

1 clasificación0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Cada día con Jesús - María Augusta Lopes

    editor.

    Mamá o papá, abuelo o abuela, educador en general:

    Este libro ha sido preparado para disfrutarse en familia. Cuenta con historias tanto verídicas como producto de la imaginación, además de valiosas citas y bellos pensamientos del mejor Libro jamás escrito: la Biblia.

    La lectura de estas páginas será un viaje en familia por el conocimiento y los valores, hecho conjuntamente por grandes y pequeños. La reflexión y la conversación sobre su contenido representan una oportunidad para desarrollar vínculos de afecto y participación.

    El sabio Salomón aconsejó: Dale buena educación al niño de hoy, y el viejo de mañana jamás la abandonará (Proverbios 22: 6)*. A través de Cada día con Jesús, la voz del saber y de la experiencia pasará de padres a hijos, haciendo eco en sus valores y al tomar decisiones para la vida futura.

    Los editores

    * Los textos bíblicos corresponden a la versión Dios Habla Hoy (DHH), a menos que se indique lo contrario.

    Los lápices de colores

    Un día en el que Ricardo no tenía nada que hacer, le pidió una hoja de papel a su mamá para hacer un dibujo. Después, tomó unos lápices de colores y comenzó a pintar.

    Pintó el cielo con el lápiz azul, y el sol con el amarillo. Usó un marrón para el tronco del árbol y el verde para las hojas. Coloreó los frutos de rojo y, para los pajaritos, usó el negro.

    Observó su obra y dijo: ¡Qué dibujo tan bonito! ¡Qué contento estoy!

    El niño descubrió que cuantos más colores tenía el dibujo, más le gustaba.

    Ricardo se sorprendió mucho cuando se dio cuenta de que había utilizado todos los lápices de su caja; y le parecía que los colores estaban muy contentos por haber participado en aquel precioso paisaje y que, si pudieran, ¡le regalarían una sonrisa!

    ¿Y yo?

    Así como los lápices de colores, todas las personas tienen un trabajo que hacer en el lugar adonde viven. Por ejemplo, construir casas, sembrar la tierra, reparar automóviles, cocinar...

    Tú también tienes tareas importantes que realizar: ayudar a tu familia, ordenar tus juguetes, ser un buen amigo, y colaborar para que todos se sientan felices y contentos.

    Mi oración para hoy

    Querido Dios, ayúdame a ser como un lápiz de color, para conseguir que a mi alrededor todo sea más bonito y alegre.

    En la Biblia leemos:

    Y todos los hermanos se alegraron mucho con estas noticias (Hechos 15:3).

    En la huerta de los abuelos

    Cuando los niños llegan a la casa de sus abuelos, que viven en el campo, corren hacia la huerta.

    Les encanta ver las lechugas, los tomates y las pequeñas coles que crecen allí. A veces, el abuelo los invita a sembrar. Entonces, con una azadita, abren un agujero y colocan allí las semillas.

    Después, las tapan con tierra y, durante los siguientes días, las riegan con un poco de agua.

    Luego de un corto tiempo, ya se pueden ver las hojitas saliendo. Más tarde, es posible recolectar las hojas y los frutos con los que la abuela hace las sopas y las ensaladas. ¡Qué delicia!

    ¿Y yo?

    Cultivar la tierra es ver un milagro. ¡Haz la prueba!

    Mi oración para hoy

    Muchas gracias, Señor, por la tierra que nos da el alimento.

    En la Biblia leemos:

    Y es que la tierra produce por sí misma: primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga (Marcos 4:28).

    La aventura de la lluvia

    ¿Está lloviendo? Pero ¿de dónde viene la lluvia?

    ¿De verdad quieres saberlo? Aunque no se vea, en el aire existe agua en forma de vapor. El hielo que cubre las montañas también está formado de agua. Más de la mitad de la Tierra está cubierta por el agua de los ríos, los lagos y los océanos. Cuando el sol calienta el agua, esta se transforma en vapor. Las gotas de vapor forman las nubes y, cuando se enfrían, caen como lluvia. El agua de la lluvia llena los ríos, los lagos y los océanos.

    ¡Qué bonito! ¡Así es como el agua de la Tierra no se pierde! ¡Qué bueno es ver el modo en que se renueva la naturaleza!

    ¿Y yo?

    Ninguno de nosotros puede vivir más de tres días sin agua, por eso Dios encontró esta maravillosa forma de que la obtengamos. ¡No la desperdicies!

    Mi oración para hoy

    Muchas gracias, Señor, por la lluvia. Ella sirve para que siempre tengamos agua.

    En la Biblia leemos:

    Serás como un jardín bien regado, como un manantial al que no le falta el agua (Isaías 58:11).

    De regreso a casa

    Jesús contó la historia de un muchachito que, cansado de estar en su casa, le pidió a su padre el dinero que le pertenecía y se fue lejos. En poco tiempo, se gastó todo el dinero y comenzó a pasar hambre. Entonces, se arrepintió de haber abandonado su casa y a su familia, y decidió volver. Para su sorpresa, su padre lo estaba esperando en el camino y lo recibió con gran gozo.

    ¿Y yo?

    Cuando tú te alejas de Dios y no te portas muy bien, él se queda esperando hasta que regresas.

    Mi oración para hoy

    Querido Padre, yo quiero estar siempre a tu lado.

    En la Biblia leemos:

    ’Porque este hijo mío [...] se había perdido y lo hemos encontrado’. Comenzaron la fiesta (Lucas 15:24).

    Cantar aleja los miedos

    Aquella tarde llovía mucho. Por eso Sergio, que tenía fiebre, debía quedarse en casa con su abuela. Su madre le había prometido llegar temprano. El niño jugó con sus cubos de construcción, después con sus autitos y, más tarde, estuvo dibujando. Pasaron las horas y comenzó a oscurecer.

    La lluvia no paraba y los truenos eran tan fuertes que, de pronto, se apagaron las luces. Para no tener miedo, Sergio comenzó a entonar las canciones que había aprendido en la iglesia. Se acordaba de muchas. ¡Qué alegría cuando, finalmente, su mamá llegó a casa!

    ¿Y yo?

    ¿Conoces algunos himnos de memoria? ¡Cantarle al Señor es muy bueno!

    Mi oración para hoy

    Querido Dios, muchas gracias por mi voz y por la oportunidad de cantarte.

    En la Biblia leemos:

    Canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón (Colosenses 3:16, NVI).

    La sal

    ¿Te gusta la comida sin sal? Claro que no, porque está sosa, le falta sabor. Para que la comida tenga un sabor más agradable, se le puede agregar un poco de sal.

    Pídele a tu mamá que te dé a probar un poco de sopa sin sal. Después, espera a que ella le ponga la sal que normalmente usa y pruébala de nuevo.

    ¡Está mucho más rica!

    ¿Y yo?

    Jesús dice que sus amigos son como la sal, porque hacen que el mundo sea mejor.

    Mi oración para hoy

    Señor, quiero ayudar a otros a ser amigos de Jesús.

    En la Biblia leemos:

    Ustedes son la sal de la tierra (Mateo 5:13, NVI).

    Ester, la reina valiente

    Ester era judía, sin embargo, había nacido en Persia. Cuando sus padres murieron, su primo Mardoqueo, que trabajaba como portero en el palacio real, la llevó a vivir a su casa.

    Ester era muy bonita, bondadosa y simpática. Además, amaba a Dios. Cuando el rey buscó a una joven para casarse, ella fue la elegida.

    Durante ese tiempo, un hombre de la corte muy malo y envidioso logró engañar al rey para que creara una ley para matar a todos los judíos. Entonces, Ester oró a Dios y, con gran valor, fue a hablar con el rey para proteger a su pueblo. ¡Y pudo resolver el problema!

    ¿Y yo?

    Dios puede darte valor en los momentos difíciles.

    Mi oración para hoy

    Ayúdame, Señor, a confiar en ti.

    En la Biblia leemos:

    Para entonces, Ester se había ganado ya la simpatía de todos los que la trataban (Ester 2:15).

    ¡Yo confío en ti!

    La mamá de Miguel tenía un pie lastimado y no podía ir a la iglesia. Como el templo no quedaba lejos, ella le dio una moneda, y el niño le prometió que iría y volvería directo a casa. Cuando se despedían, la mamá le dijo: ¡Yo confío en ti!

    Miguel salió de su casa camino a la iglesia pero, al pasar frente a la casa de Gonzalo, su amigo le pidió que se quedara un rato para jugar. Entonces, cuando estaba entrando por el portón de la casa, se acordó de lo que su mamá le había dicho, así que le dijo a Gonzalo que no podía y, con una gran sonrisa, se fue a

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1