Unas cuantas mujeres: Relatos breves

Por Bettina Ridois

Una mujer en silencio no siempre es una mujer callada. Más de una de esas mujeres acopia en su interior sensibilidades y sentimientos que un día se transforman en voz hablada o en palabra escrita, para contar tantas coincidencias del silencio.
Los últimos años de la crisis global de la pandemia han provocado el surgimiento de una literatura de ficción biográfica, que promueve el recorrido por la profundidad del ser humano en busca de su sentido o, en fin, "en busca del tiempo perdido". La literatura de registro femenino no se encuentra excluida de esta eclosión.
Con un lenguaje simple —lo que no le resta a la estructura ni intensidad ni fluir narrativo y lírico, ni chispas de humor y de dolor—, la colección de ocho relatos breves de Unas cuantas mujeres de Bettina Ridois camina por tales andariveles. Mandatos, silencio ancestral, amores, desamores, soledades, ilusiones, frustraciones, fantasías, debilidades, fortalezas, violencias se conjugan aquí para sostener una charla atractiva y a la médula sobre la vida de las mujeres.

• Idioma: Español
• Editorial: Jagüel Editores
• Fecha de lanzamiento: 31 oct 2022
• ISBN: 9789874931498

Vista previa del libro

A Nicolás, que me ha acompañado toda la vida.

A todos aquellos que me hicieron transitar por el infierno,

porque sin ellos tampoco hubiera conocido el cielo.

Finalmente a vos, mamá, que me ayudaste con los recuerdos.

Agradezco a Isabel porque me dio la idea,

a Elena que siempre supo que yo podía y

a mis hijos, que iluminaron mis días e hicieron

posibles estas páginas

Pórtico

Un prólogo, por definición, es una introducción a la lectura de una obra. Los hay de diversa índole. Algunos, interminables estudios teóricos sobre las características técnicas y literarias de la obra en cuestión; otros, una biografía del autor que se hace necesaria para la comprensión profunda de la lectura. Los menos, simplemente intentan compartir una mirada de lector. Este último es mi caso. De asombro y de romance con los relatos de este libro se trata.

Prólogo me sugiere pórtico, ese espacio techado, sostenido por columnas que se ubica en la entrada de un edificio. Definitivamente he preferido, con escandalosa insolencia literaria, escribir un pórtico para Unas cuantas mujeres. Una entrada a la mágica placidez de la lectura de estos relatos, al diálogo íntimo y perfecto entre la narradora y la lectora.

Unas cuantas mujeres habla esencialmente de nosotras: mujeres en clave de mujeres. En cada uno de ellos, existe un pequeño jirón del alma propia. Nos reconocemos, nos miramos en un espejo quebrado y por las parcelas de esa telaraña caminamos en silencio.

En cada protagonista, en cada personaje femenino sucede un reencuentro con alguna de algún momento en el laberinto de nuestra vida. Emma y su mandato de ser la buena y pobre Emma, cumple hasta el final su papel en la aceptación piadosa de su soledad. Julia y Jacinta, dos caras de una moneda arrumbada y el deber ser. La batalla atemporal de la esposa perfecta, de la amante perfecta, de la perfecta. Agustina, guerrera infatigable, valquiria de mil batallas y la victoria sobre el miedo, y la luz que apaga las sombras.

El miedo, la vergüenza, la humillación, la decepción, el desamor, la soledad, el rencor, la resignación, el olvido, el perdón, el amor, la felicidad, la violencia, la vida misma. Lo que sentimos, lo que amamos, lo que tememos, lo que ansiamos están en cada uno de los relatos.

No consigo que llegue este olvido que tarda tanto… clama la protagonista de Olvido en prosa frente a la desolación y al desamor. Ante el miedo, la suplicante necesidad de la fortaleza, y la muerte como hecho definitivo, y todas las pequeñas muertes que a diario sufrimos.

Ha dicho alguien, alguna vez: Es necesario empaparse de literatura para no morir de realidad. Pues bien, de eso se trata. Subamos al pórtico y entremos, confiados y plácidos a Unas cuantas mujeres, porque la literatura es siempre un infinito