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El mundo como sacramento: Un camino ecuménico hacia una espiritualidad global
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Libro electrónico355 páginas4 horas

El mundo como sacramento: Un camino ecuménico hacia una espiritualidad global

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Teniendo en cuenta que "muy pocos episodios del Nuevo Testamento ocurren en un espacio tradicionalmente sagrado", el autor nos muestra cómo algunos personajes, relativamente cercanos en el tiempo a nosotros, han sabido hacer de su vida y sus relaciones el lugar privilegiado para encontrar a Dios y para hacerle visible a sus próximos, ayudándonos así a descubrir y tomar conciencia del mundo como sacramento.

Un recorrido por la vida y obra de algunas personas de fe de nuestro tiempo con tradiciones eclesiales de oriente y occidente: Elisabeth Behr-Sigel, la Madre Maria Skobtsova, Alexander Men, Nicholas Afanasiev, Lev Gillet, Paul Evdokimov, Thomas Merton, Marilynne Robinson, Richard Rohr, Barbara Brown Taylor, Joan Chittister y Kathleen Norris. Ciertamente no todos son igualmente imitables pues la situación que les tocó vivir y hasta su misma psicología los hacía especiales, pero todos son un modelo de hasta dónde puede llegar el que sigue el ejemplo del amor loco de Dios.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 sept 2022
ISBN9788427728936
El mundo como sacramento: Un camino ecuménico hacia una espiritualidad global

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    El mundo como sacramento - Michael Plekon

    Introducción

    Dios nos llama en todo momento, Dios es vida, esta vida¹.

    Christian Wiman

    La fe en el mundo

    Sabemos que Dios está en todas partes, presente más allá de los muros de las iglesias, de las páginas de la Biblia y de los libros de oración; más allá de nuestros iconos y crucifijos. Sabemos que el Santo está ahí, en cualquier rincón de nuestras vidas ajetreadas y complicadas. Como dijo el místico y poeta William Blake: Ya que todo ser viviente es santo, la vida se deleita en la vida². De alguna manera también nosotros nos sentimos atraídos hacia lugares sagrados, a contextos religiosos, percibiendo que, así como en el templo de Jerusalén con el sancta sanctorum, el altar del sacrificio y el arca de la alianza, Dios está más intensamente presente en esos lugares. Como dijo Salomón en la dedicación del templo de Jerusalén, ningún edificio puede contener a Dios; ni incluso el cielo puede (2 Cor 6,18).

    Jesús pasa la mayor parte de su vida, según los evangelios, en los caminos y aldeas. Visita y enseña en las ciudades de Galilea, en las plazas, campos y casas de la gente. Lo vemos en las sinagogas de su ciudad de Nazaret, en Cafarnaún y en el Templo. Gran parte de su enseñanza lo saca de la vida, de las tareas prosaicas del hogar como cocinar o limpiar la casa y de los trabajos con que la gente se gana la vida: agricultura, pesca o carpintería. Sus parábolas y curaciones abarcan no solo grandes acontecimientos, sino también las tareas rutinarias de quienes se ocupan del hogar, gestores y funcionarios³.

    Quizá la característica más persistente de su enseñanza resida en encontrar como religioso lo prosaico y secular. Jesús está totalmente inmerso en la fe de su tradición y de su pueblo. Bendice el pan y el pescado antes de distribuirlo y antes de partirlo cuando se sienta a cenar con dos discípulos en la posada de Emaús. Conoce lo que se puede y no se puede hacer en sábado, lo que significan las obligaciones familiares y la extensión espiritual de la ley. Se une al Padre en oración no solo en los lugares solitarios y de noche. El Padre y Jesús son siempre uno. Por eso, sus seguidores encuentran natural reunirse, partir el pan, comer, orar y aprender en el hogar, como la gente hacía cada sábado, en la Pascua y en otras festividades; entendían que el templo estaba en todas partes, que el altar estaba en el mundo donde habita el culto en espíritu y en verdad.

    No pocos de estos personajes —escritores, poetas, publicistas y maestros—han encontrado la presencia del Santo en lo ordinario, en las posibilidades de la espiritualidad mundana. En los últimos años, en mi trabajo pastoral, he explorado la búsqueda de Dios en las vidas de algunas personas de fe de nuestro tiempo⁴. Aunque empecé con unos cuantos teólogos y pastores, inmediatamente amplié la lista, simplemente porque las personas de iglesia, al menos desde la perspectiva del Nuevo Testamento, no tienen el monopolio de la santidad. Pero el primer impulso vino de los que estaban más conectados a la iglesia porque ellos mismos deseaban recobrar la visión de Dios actuando en el mundo con la misma visión que tenían los primeros cristianos. Pero me parecía importante incluir a otros, menos conectados o incluso no afines a la iglesia, que hacían este camino espiritual por sí mismos.

    Estos son los orígenes de este libro, que es un recorrido de hombres y mujeres que buscan a Dios en la experiencia cotidiana. Sería demasiado fácil tener recetas o fórmulas de estas personas de fe, pero no las tengo; su testimonio es mucho más rico y complejo y nos ofrece unos modos de vivir la espiritualidad hoy. Invito a los lectores a salir a su encuentro, a escuchar y conmoverse.

    Lo que conecta a estas voces es la consciencia del mundo cotidiano como lugar de encuentro con Dios: el mundo como sacramento. Algunos vivieron alguna revolución, la emigración, dos guerras mundiales, la Gran Depresión y, en algunos casos, la ocupación nazi o la opresión soviética. Algunos fueron parte del tumultuoso siglo XX en Europa, otros todavía están con nosotros y conocen bien el contexto de una sociedad con grandes oportunidades, pero también con un gran vacío, necesidad e ira.

    Estas personas de fe vienen de tradiciones eclesiales de oriente y occidente. Creo que este encuentro ecuménico es lo que hace diferente a este libro. Es importante indicar que la mayoría de estas personas de fe, de estos santos no canonizados eran y son conscientes de lo que aún mantiene a los cristianos unidos, a pesar de las diferencias. Varios trabajaron activamente por la unión de las iglesias.

    El mundo como sacramento

    El sacramento es movimiento, transición, paso, Pascua. Cristo conoce el camino y nos guía, yendo él mismo delante.

    El mundo, condenado por su antigua naturaleza, revelado como vida eterna en su nueva naturaleza, sigue siendo el mismo, la buena obra de Dios.

    Cristo vino a salvarlo, no a permitirnos huir de él antes de que se desechara como basura. Los pensamientos de la vida venidera pueden confundir.

    En cierta manera, no tenemos otro mundo en el que vivir sino este; aunque nuestro modo de habitarlo, toda nuestra relación con el espacio y el tiempo… será muy distinta cuando resucitemos de nuevo en Cristo...

    Es fácil pensar en la iglesia y los sacramentos como en contra de la vida diaria, llevándonos a otra vida secreta, enrarecida, remota. Haríamos mejor en pensar en este mundo diario como algo incomprensible e inmanejable hasta que nos podamos acercar a él sacramentalmente, a través de Cristo. De otro modo, la naturaleza y el mundo están fuera de nuestro alcance; el tiempo también, el tiempo que se lleva todo en una corriente sin sentido, haciendo que los hombres se desesperen si no ven en él la acción de Dios…

    Nos deberíamos concentrar en este mundo amorosamente, porque está lleno de Dios, porque por medio de la Eucaristía lo encontramos en todas partes⁵.

    ¿Qué significa pensar en el mundo como sacramento? Así se titula un ensayo del teólogo ortodoxo oriental Alexander Schmemman. La cita anterior es suya y nos presenta su idea de cómo se entrelazan la vida y la liturgia. Ha sido utilizado por el Patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, para referirse a la sacramentalidad de toda la creación, en la serie de escritos de este Patriarca verde que llaman al enfoque espiritual para salvar y conservar el medio ambiente⁶. Otros más han utilizado esta expresión, o algo parecido, para expresar la teología sacramental de diversos autores⁷.

    En este libro, el mundo como sacramento se refiere a la cualidad mundana cotidiana de la vida espiritual. Esto es lo que han descubierto los escritores en su propia experiencia y es lo que quiero transmitir; ellos encontraron la interacción con Dios en el trabajo, los amigos y la familia, en tareas ordinarias como cocinar, en la conversación y en el cuidado de otros. Y en los acontecimientos de la vida como la soledad, lo conflictos relacionales y personales, y como aquellos otros con los que nos enfrentaremos en algún momento: envejecimiento, pérdida, enfermedad y muerte.

    Las figuras que presento y sobre las que reflexiono ofrecen perspectivas que, aunque antiguas, pueden ser nuevas para muchos. Este es el segundo rasgo que las une. Vienen de las iglesias occidentales y orientales. Son notables por su apertura tanto a las otras iglesias como a la unidad en la fe.

    Todas fueron ecuménicas, tendedoras de puentes, tanto en su pensamiento como en su acción. Aún más, todos consideraron esencial revisitar la tradición cristiana y, al hacerlo, encontraron que nuestro deseo de mantener el legado estaba a veces desorientado.

    Sus hallazgos sobre la fuerza del amor, la igualdad y la comunidad, como necesarios para la fe, los convirtieron en voces particularmente relevantes para nosotros. También estaban convencidos de que había que vivir el Evangelio en la vida diaria.

    Por último, el nombre, y por lo tanto la predicación, del obispo de Roma (como prefiere que se le llame el papa Francisco), también aparecerá frecuentemente en estas páginas. Resulta que la idea de que siempre somos perdonados, amados y sostenidos por la misericordia de Dios está en el corazón de casi todos los personajes que vamos a ver.

    No puedo pretender haberlos seleccionado por esa razón ni puedo apropiarme el crédito de su profunda sensibilidad a la gracia. Pero, tanto Nicholas Afanasiev o la madre Maria Skobtsova como Marilynne Robinson o Richard Rohr o Thomas Merton, todos han sido moldeados por la misericordia de Dios, de misericordia en misericordia.

    Este libro refleja también mi experiencia como pastor, maestro y estudioso. En cada capítulo, trato de pasar a las experiencias de estas personas, conectando sus encuentros con Dios y con las personas de su alrededor a nuestras vidas de hoy.

    La biografía y la narrativa son grandes instrumentos espirituales. Es decir, los pensamientos de los creyentes que vamos a ver no son los únicos textos porque sus vidas, así como las nuestras, son también textos sobre la búsqueda y el seguimiento de Dios en la existencia diaria. Dada mi propia experiencia pastoral de más de treinta años, he ofrecido también algunas luces sobre eso en un capítulo.

    En este libro aporto también mi experiencia al haber enseñado sobre estos temas durante varios años en la Universidad de Nueva York, en un contexto enormemente diverso y secular. También he dado numerosos retiros sobre algunas de estas figuras, así como diversas conferencias.

    Por todo ello, el libro surge de la investigación y de la experiencia interactiva, por eso también puede ser la base de una reunión de estudio para adultos o de un retiro; es también una rica fuente de lectura espiritual personal, lectio divina.

    Me parece esencial tener la galería de fotos de estos creyentes porque permite al lector conectar con el rostro de la persona. Mi reflexión es solamente un inicio, una invitación a leer los poemas, memorias u otros escritos de estos personajes presentados.

    Personas de fe

    Las grandes lecciones de los verdaderos místicos y de los monjes zen, se centran en que lo sagrado está en lo ordinario que se ha de encontrar en la vida diaria, en los vecinos, amigos y familia, en el propio patio de su casa, y que el viaje podría ser una evasión de lo sagrado. Buscar milagros por todas partes es una señal certera del desconocimiento de que todo es milagroso⁸.

    Abraham Maslow

    En estas líneas se contiene la perenne sabiduría de Abraham Maslow. Aunque ninguno de los escritores que veremos aquí sean monjes zen, unos cuantos sí son monjes y varios místicos. Son, intencionadamente, distintos, tanto ecuménicamente como según su procedencia —tanto de iglesias occidentales como de las orientales—; unos son hombres y otras mujeres, algunos clérigos ordenados y otros laicos. Algunos son de Europa y vivieron en el siglo pasado. Otros son de América y todavía están activos. Por tanto, en cada capítulo, miraremos los principales escritos de cada uno, así como las experiencias de vida que han enmarcado su visión, viendo lo que nos interesa para nuestra vida.

    Elisabeth Behr-Sigel: "Hacerse permeable a Cristo"

    Elisabeth era una teóloga muy avanzada para su tiempo; fue una de las primeras mujeres en estudiar Teología en la Universidad de Estrasburgo y en el Instituto Saint-Serge de París. También fue de las primeras asociadas pastorales en su iglesia local. Al principio escribía sobre las historias de los santos pero luego se dedicó a pensar sobre la espiritualidad de la vida diaria. También exploró el lugar y el trabajo de la mujer en la iglesia y colaboró durante mucho tiempo en movimientos de laicos, y del clero, contra la tortura.

    Madre Maria Skobtsova: "El sacramento del hermano"

    La madre Maria era poetisa, política radical, casada varias veces, divorciada y madre de tres hijos. También fue monja, activista social y mártir por esconder a víctimas de los nazis. Extrovertida y persuasiva, sus perspectivas sobre el amor y el cuidado al prójimo siguen siendo sorprendentes, como lo es la acusación de una religiosidad egocéntrica. Fue reconocida como santa, junto con varios de sus colegas, por la archidiócesis rusa ortodoxa en Europa Occidental, su iglesia local, y canonizada en 2004.

    Alexander Men: El cristianismo tan solo está empezando

    Después de años de publicaciones clandestinas, el final de la era soviética permitió a Men convertirse en la voz de la fe en Rusia, por lo que fue asesinado años más tarde. Sin embargo, sus conferencias, predicación y escritos contienen una de las evaluaciones más realistas del declive de la religión institucional y de la posibilidad de fe auténtica en nuestro tiempo.

    Nicholas Afanasiev: "La fuerza del amor"

    La visión radical de comunidad de este historiador de la Iglesia, canonista, experto en el Nuevo Testamento y especialista en liturgia, redescubrió que lo que mantiene a la Iglesia unida—el amor y la corresponsabilidad—es un desafío radical para las comunidades de fe y los individuos de hoy.

    Lev Gillet: El Amor sin límites

    Lev Gillet fue un benedictino convertido al catolicismo de rito oriental; después fue sacerdote-monje ortodoxo. Místico y activista, acosado por la depresión durante toda su vida, su visión de un Dios sin límites y de una fe amorosa sin fronteras hablan directamente a la situación de los creyentes del siglo XXI en un mundo que no quiere ser simplemente condenado por su pecado.

    Paul Evdokimov: "El amor loco de Dios"

    Nos convertimos en lo que oramos. Esta es la visión de esposo, viudo, padre, laico, teólogo y activista social que Evdokimov tenía, como tema de su docencia y escritos. La necesidad de una espiritualidad arraigada en nuestra era, una fe mundana y no un objeto de museo de la piedad del pasado. El sufrimiento de Dios con nosotros y el hacer de toda nuestra actividad una oración son formas de la espiritualidad de nuestro tiempo.

    Thomas Merton: En búsqueda del yo auténtico

    Merton es sin duda uno de los escritores espirituales más conocidos del siglo pasado. Dejó su trabajo en la Universidad de Columbia, en Nueva York, para hacerse monje trapense y pasó la última mitad de su vida en la abadía de Getsemaní, cerca de Louisville, en Kentucky. Enormemente prolífico como escritor —se han publicado muchos volúmenes de sus diarios, cartas, poemas, libros y artículos sobre la vida espiritual— murió en un accidente en el sureste de Asia donde estaba dando unas conferencias. Conocido también por su compromiso con el movimiento contra la guerra y por la lucha por los derechos civiles de los años 60, fue silenciado por sus superiores, pero se le permitió escribir libremente en los últimos años de su vida. Nos ofrece el sentido integrador de la vida, el lugar del verdadero ser en Dios y la necesidad de unir la oración y la vida, la contemplación y la acción.

    Marilynne Robinson: Lo sagrado en las cosas

    Robinson es una de las escritoras más celebradas de los últimos cincuenta años. Persona cuidadosa en su oficio, tardó varios años en escribir sus novelas. En su trilogía Gilead, Home y Lila revela, sin pretensiones ni artificios, el movimiento de la gracia en la vida diaria, el encuentro entre Dios y las personas corrientes.

    Richard Rohr: La contemplación activa

    Richard Rohr, fraile franciscano y sacerdote, es uno de los maestros de la vida espiritual de estos tiempos. Fue capellán de prisiones, educador y párroco. También se implicó en una iniciativa para reunir una comunidad de cristianos comprometidos con la oración y la justicia social. Eso, y el profundo impacto de los escritos de Merton, lo llevó a fundar el Centro de Acción y Contemplación en Albuquerque, en Nuevo México, y a publicar unos cuantos libros, artículos y comentarios en Internet. Con su larga experiencia pastoral, su formación como fraile en la vida comunitaria y su uso de la psicología junto con las Escrituras, Rohr ofrece una visión de la contemplación puesta en práctica, una espiritualidad que no separa lo sagrado de lo ordinario.

    Barbara Brown Taylor: "Encontrar un altar en el mundo"

    Barbara Brown Taylor fue declarada por la revista Time una de las cien americanas más significativos en 2014. Ha sido una de las mejores predicadoras del país. En los últimos años, ha escrito —en tres volúmenes— su fracaso como pastora de una parroquia así como su desilusión con la iglesia institucional. Y lo que es más importante, ha compartido su redescubrimiento de Dios en la vida diaria y su encuentro de la oscuridad a la que todos nos enfrentamos en la vida.

    Joan Chittister: "Pasión por Dios"

    Joan Chittister, monja benedictina, escritora y maestra, es una de las escritoras espirituales más prolíficas y una de las voces más fuertes de mujeres y religiosas cristianas de principios de siglo. Ha dado una potente voz a las mujeres en la iglesia y ha contribuido a la renovación de la vida religiosa: ella, como otros muchos, enfoca la presencia de Dios en el tejido, las luchas y los gozos de la vida.

    Kathleen Norris: "La lucha con los demonios diarios"

    La poetisa Kathleen Norris ha sido una voz fascinante y discernidora de la vida espiritual durante los últimos años. No solo conectó a muchos con la vida monástica y la espiritualidad, sino que nos permitió entrar en el dolor y los desafíos de su propia vida en un estudio sobre la acedia o la apatía espiritual.

    Michael Plekon: Aprender a ser pastor

    Apoyándome en mi propia experiencia en el ministerio parroquial, reflexiono sobre la fe popular en la vida diaria. La mayoría de mis escritos parten de mis primeros tiempos como pastor, hace más de treinta años, con mi actividad con ancianos y personas confinadas en residencias. A pesar de lo sencillo que era este trabajo pastoral, la fuerza de los encuentros aún la tengo grabada.

    Una fiesta de escritores y sus obras

    No es sorprendente que Jesús frecuentemente describa el reino del cielo entre nosotros como una reunión de amigos para festejar una boda o un banquete, o cualquier otra fiesta⁹. Lo que ofrezco aquí es eso mismo, pero en palabras e imágenes. Me resulta fácil imaginarme el reino del cielo como una fiesta con los hombres y mujeres de este libro, con mucho vino y buena comida.

    La lista de invitados se basa, en primer lugar y como ya dije, en mi propia lectura y estudio. Pero también se basa en mi experiencia docente al ver y escuchar a los alumnos abrirse y responder a los escritores que los desafiaron en la vida espiritual. La mayoría eran autores con los que se encontraban por primera vez. Al contrario de la cultura religiosa en la que yo crecí, ninguno de estos escritores está interesado en prescribir creencias o prácticas religiosas. No es necesario ser muy practicante o asiduo a la iglesia, para sentirse impactado por estas personas de fe y sus voces.

    Creo que lo más maravilloso es la diversidad de sus orígenes: son mujeres y hombres corrientes, laicos, un par de monjes y pastores, un estudioso y maestro; también padres y madres de familia que lucharon en sus hogares con su situación económica, con sus cónyuges y amigos difíciles o con sus padres ancianos.

    ¡Os invito a su fiesta!


    ¹ Christian Wiman, My Bright Abyss: Meditation of a Modern Believer (New York; Farrar, Straus and Giroux, 2013), 8.

    ² America: A Prophecy, Plate 8, 10.

    ³ Amy Jill Levine: Short Stories by Jesus: The Enigmatic Parables of a Controversial Rabbi (San Francisco: HarperOne, 2014).

    ⁴ Michael Plekon, Living Icons: Persons of Faith in the Eastern Church (Notre Dame, IN: University of Notre Dame Press, 2002); Hidden Holiness (Notre Dame, IN: University of Notre Dame Press, 2009); Saints as They Really Are: Voices of Holiness in Our Time (Notre Dame, IN: University of Notre Dame Press, 2012); Uncommon Prayer: Prayer in Everyday Experience (Notre Dame, IN: University of Notre Dame Press, 2016).

    ⁵ Alexander Schmemman, The World as Sacrament. En Church, World, Mission (Crestwood, NY: St. Vladimir Seminary Press, 1979), 226-27.

    ⁶ Ver https://mospat.ru/en/2010/05/26/news19252/Bartholomew (con John Chryssavgis) Cosmic Grace, Humble Prayer, 2nd ed. (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2009); On Earth as in Heaven: Ecological Vision and Initiatives of Ecumenical Patriarch Bartholomew (New York: Fordham University Press, 2011); Toward an Ecology of Transfiguration: Orthodox Christian Perspectives on Environment, Nature and Creation (New York: Fordham University Press, 2013).

    ⁷ Mathai Kadavil, The World as Sacrament: Sacramentality of Creation in the Perspectives of Leonardo Boff, Alexander Schmemman and St. Ephrem (Leuven: Peeters, 2005), http://peters-leuven.be/boekoverz.asp?nr=7957. Ver también: https://mospat.ru.en/2010/05/26/news19252/; David J., Leigh, Toward a Sacrament of the World http://opcentral.org/resources/2015/01/13/david-j-leigh/toward- a-sacrament-of-the-world/; Stephan Van Erp, The Sacrament of the Word: Thinking God’s Presence beyond Public Theology https://lirias.kueuven.be/bitstream/123456789/490209/2/Van+Erp++Sacrament+of+the+world.pdf

    ⁸ Abraham Maslow, Religion, Values and Peak Experiences (New York: The Viking Press, 1964), xii.

    ⁹ Levine, Short Stories by Jesus, 107-25, 279-82.

    Presentación

    Emigrantes y un peregrino

    Voy a compartir en esta presentación mi propia vida; de manera parecida, en el epílogo final, me baso en mis experiencias de estos años, desde que empecé aprendiendo el cuidado pastoral recién ordenado, a menudo con aciertos y desaciertos.

    Como con los demás escritores que aparecen en este libro, espero que estas escenas personales os conecten con el mundo como sacramento, es decir, a algunos de los muchos encuentros con Dios en la vida diaria. Esto es una espiritualidad en el mundo, en la que se escucha, se atiende a Dios en el curso de las actividades ordinarias y en los encuentros con las personas de nuestro alrededor. Es un seguimiento al Espíritu más secular, más

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