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Guirnaldas de fuego
Guirnaldas de fuego
Guirnaldas de fuego
Libro electrónico158 páginas1 hora

Guirnaldas de fuego

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Relatos y poemas que se entrelazan en una visión medio alucinada del mundo actual. Eso contiene el llamativo libro de Rubén Scollo. El cuento que le da nombre al libro, "Guirnaldas de fuego", describe situaciones que viven los inmigrantes llegados desde tierras calientes a una Europa demasiadas veces hostil.Es la obra de un narrador capaz de hacerle justicia a la perplejidad e inquietud que siente frente a mucho de lo que le ocurre a él y a sus semejantes, y que por eso mismo prueba con diferentes registros para expresarse.-
IdiomaEspañol
EditorialSAGA Egmont
Fecha de lanzamiento6 may 2022
ISBN9788728100844
Guirnaldas de fuego

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    Guirnaldas de fuego - Rubén Scollo

    Guirnaldas de fuego

    Copyright © 2022 Rubén Scollo and SAGA Egmont

    All rights reserved

    ISBN: 9788728100844

    1st ebook edition

    Format: EPUB 3.0

    No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

    www.sagaegmont.com

    Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

    Prólogo

    Prólogo

    Encabeza esta serie de narrativas conformadas por historias tanto ficticias como reales: Guirnaldas de fuego. Y es precisamente ese relato el que le da título a la obra. En él, se describe una cruda realidad que está atravesando gran parte del mundo, pero en especial ciertos países árabes y Europa. La Europa que aloja y no contiene, no incluye a la vez, a los migrantes de las tierras calientes.

    Luego una serie de historias como El Krause, esa torre romana ubicada en La Coruña que fuera visitada por el autor y su ex mujer, o Retrospectiva y El patio de los arándanos, son semblanzas que se hicieron carne en las vivencias del escritor. Cada relato conlleva un mensaje, cada párrafo más que anunciar elucubraciones basadas en la lógica, presentan lo ilógico ensamblado dentro de un contexto ficcional.

    El autor vuelve al género narrativo que según su apreciación: no le queda tan cómodo como la novela desenfrenada, ficcional y utópica. Pero más que nada, su deseo, es simplemente comunicar vivencias y creaciones novedosas.

    El libro trata de retratar situaciones, complejidades y variaciones por las que pasan, por las que frecuentan los seres humanos normales y los que están fuera del circuito de la coherencia. La imaginación es el eje central de este libro dedicado a quienes pretendan una vida sin problema que los aqueje…Eso es imposible, vivir es tutearse día tras día, con un cúmulo de perplejidades-asegura Scollo-

    Guirnaldas de fuego

    Amaneceres iracundos, descolgados de ruinas groseras, allá donde la noche duele y el día con su sol abrasador quema hasta el alma. Noches de disparos cruzados donde la vida no vale nada. Nada de nada. Y entre la penumbra asoman rostros de jóvenes, de niños, facciones de gente con sus futuros truncos, abortadas sus libertades de existir a pleno. Y la luz invade cada mañana, asoma por los espacios viciados de maldad inalterable, asoma como la libertad que lucha contra la peste; que ejerce su tire y afloje contra quienes desean que el mundo no sea mundo. En ese ámbito embebido de desasosiego, plagado de manchas rugosas que anidan en las almas tristes, en los pechos desinflados de placeres; allí nació, vivió y se crió Ahmed. Y Ahmed, soy yo, un muchachote todavía, de talla algo elevada y de profundos ojos tan oscuros como la no presencia de la iluminación…pero vale mi alma, la que creo noble, de inagotable pureza; y ella sí, está bien alumbrada.

    No deseo permanecer, estar, procrear, en un lugar donde la carne huele a maltrecha, donde matar, morir o vivir, conjugan el mismo idioma. No lo deseo, para nada, por nada del mundo. Por eso, junto a lo que resta de mi otrora numerosa familia, planeo irme. Ostento un futuro de libertad. Y allí, cercana está Europa. Una Europa que me llama, que agita mi corazón empapado en sueños irrefrenables. Y entre sábanas mojadas, cada noche, cada madrugada no espero la muerte, sólo pienso en esas ciudades que veía hace tiempo por los canales de televisión. Ciudades pulcras, populosas, de edificios que llegan hasta los cielos inalcanzables… ¡claro…ni Alá puede alcanzar esas alturas! Porque ya hasta desconfío de la preciada religión que me machacaron desde pequeño con fuego, hasta moldear mi mente en fuertes creencias imposibles de desmontar porque sí nomás.

    ¡Mañana nos iremos Mohamed… mañana cuando las sombras todavía envuelvan la ciudad derruida por las bombas!...Sí, será mañana. Y mi hermano, tres años menor, con su adolescencia flotando y revolviéndole la sangre, no hace otra cosa que asentir. Seguirá como es costumbre detrás de su hermano. Me seguirá como lo ha hecho casi siempre. Me ama. Me admira y ya sin padre ni madre, soy su único ser amado que le queda en un mundo que no logra interpretar del todo. Pero tenemos una hermanita, Amira, y ella padece el país algo alejada de donde nos encontramos, está en la ciudad de Yabrud; primero tendríamos que ir a buscarla, sacarla entre las sombras de la noche y luego los tres marcharnos a conocer las geografías donde la vida no pesa, no hostiga…al menos tanto como sucede con nuestros compatriotas aquí, en un país en guerra. Ya falta poco –piensa el chico, mi hermano- poco…muy poco… ¡Es así Mohamed…muy poco!

    Tal vez nos convenga pasar desde Siria hacia Turquía, por algún lugar donde el riesgo sea menor que el afrontado por muchos de los compatriotas que seguramente estén de cara al otro mundo. Omar, un hombre ya entrado en canas, alguna vez nos dijo que lo mejor es pasar inadvertido y que ninguna persona cercana o no, supiese acerca de nuestros deseos de escapar. Siempre recordé esas palabras…aunque el viejo ya no está. Una bala perdida en una ciudad cercana a Damasco le quitó la vida… ¡Pobre viejo! Siempre me había parecido un tipo sensato. Porque luego de la muerte de nuestros padres, por un tiempo había sido el sostén de los tres. No obstante ahora, ella, Amira, había sido llevada por un primo de mi madre a Yabrud. Según había dicho él: la pequeña dentro de poco estará en edad de casarse y de esa forma salvará su vida.

    En realidad, mucho no le creí…pero nada pude hacer para evitar que la niña de rizos dorados como el sol, no se fuera con ese patán. ¿Y dónde se encontrará exactamente Amira? Un amigo de la familia tiempo atrás, nos había dado una dirección de Yabrud; allí dijo que la había visto con carita de sufrimiento. La extrañamos, tan linda, tan dulce… ¡Pobre Amira!

    Ya amanecía en el poblado de edificios diezmados por las bombas. Ya el reloj interno de Mohamed y el mío, nos indicaba que debíamos marcharnos cuanto antes. Me deslicé por el cuarto sin hacer ruidos molestos, con nosotros convivían una decena de refugiados. Pero yo, no había comentado mis ideas de huida con ninguno de ellos. Toqué a mi hermano en uno de sus brazos y le tapé la boca para que no gritara. La cara, o lo que se divisaba a esa

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