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Nuestra gran responsabilidad: Una selección de las charlas de Bill W. ante la Conferencia de Servicios Generales, 1951-1970
Nuestra gran responsabilidad: Una selección de las charlas de Bill W. ante la Conferencia de Servicios Generales, 1951-1970
Nuestra gran responsabilidad: Una selección de las charlas de Bill W. ante la Conferencia de Servicios Generales, 1951-1970
Libro electrónico294 páginas4 horas

Nuestra gran responsabilidad: Una selección de las charlas de Bill W. ante la Conferencia de Servicios Generales, 1951-1970

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Puesto por primera vez a la disposición de los lectores de todas partes del mundo, el libro Nuestra gran responsabilidad reúne 16 charlas pronunciadas por Bill W., cofundador de Alcohólicos Anónimos, a lo largo de dos décadas. Con su característico humor y franqueza, Bill expresa sus ideas acerca de multitud de temas de A.A. —los principios de servicio de A.A., la relación entre principios y personalidades, el origen y la adaptabilidad de los Doce Pasas— e incluso nos revela su buena voluntad para adoptar una perspectiva amplia y a largo plazo sobre Alcohólicos Anónimos — para estar abiertos al cambio y al crecimiento.
Complementan el texto más de 60 fotografías de archivo y otras imágenes de los Archivos Históricos de la Oficina de Servicios Generales —algunas inéditas hasta la fecha— y una historia concisa de la creación de la Conferencia de Servicios Generales, mecanismo de importancia crucial para la expresión de la “conciencia de grupo anual”. También se encuentran recopiladas las charlas presentadas ante la Conferencia por algunos “amigos de A.A.”, entre ellos, Lois Wilson, la esposa de Bill W., el Dr. “Jack” Norris, y Bernard Smith. Nuestra gran responsabilidad nos ofrece una perspectiva sobre el desarrollo de A.A. a lo largo de los años – y una hoja de ruta, una visión de cómo puede salir adelante en unidad.
Ya sea que se lea por interés histórico, para inspiración en el viaje hacia la recuperación o para echar una mirada más profunda a los poderosos principios por medio de los cuales Alcohólicos Anónimos funciona hoy día, Nuestra gran responsabilidad sirve tanto para informar como para inspirar a los lectores del mundo actual.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento16 may 2021
ISBN9781644278871
Nuestra gran responsabilidad: Una selección de las charlas de Bill W. ante la Conferencia de Servicios Generales, 1951-1970
Autor

Alcoholics Anonymous World Services, Inc.

Alcoholics Anonymous World Services, Inc. (A.A.W.S.) is the corporate publishing arm of Alcoholics Anonymous, a worldwide fellowship that today numbers over two million individuals recovering from alcoholism. Best known as the publisher of the "Big Book," A.A.W.S.’s mission is to carry the message of recovery from alcoholism through print, ebooks, audio books, video, PSAs and more.

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    Nuestra gran responsabilidad - Alcoholics Anonymous World Services, Inc.

    cover-image

    Título original:

    Our Great Responsibility —

    A Selection of Bill W.’s General Service Conference Talks, 1951–1970

    © 2019 Alcoholics Anonymous World Services, Inc,

    incluyendo los derechos registrados en las oficinas de derechos

    de autor de los EE. UU. y Canadá.

    Traducido del inglés. El original en inglés de esta obra también es propiedad literaria, de A.A.W.S., Inc. New York, NY. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de esta traducción sin permiso escrito de A.A.W.S.

    Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación sin el permiso de A.A.W.S., Inc. Prohibido almacenar en ningún sistema de recuperación, copiar, compartir o transmitir en ninguna forma por ningún medio, mecánico o vía fotocopia o grabación (video, audio u otra) ninguna parte de esta publicación sin permiso de A.A.W.S., Inc.

    A.A.W.S., Inc. reconoce y agradece la cooperación de la Fundación Stepping Stones. El material de Grapevine es propiedad literaria de AA Grapevine, Inc. y está reimpreso con permiso de la editorial. La foto del Dr. Carl Jung en la página 116 aparece por cortesía de los Archivos de la Familia Jung. La foto del Dr. Harry Emerson Fosdick en la página 39 aparece por cortesía de los Archivos de la Iglesia Riverside. Publicadas con permiso. La ilustración Niña leyendo el Post en la página 67 se imprime con permiso de la Norman Rockwell Family Agency. ©1941 Norman Rockwell Family Entities.

    Tercera impresión 2022.

    Esta literatura está aprobada por la

    Conferencia de Servicios Generales de A.A.

    Dirección postal:

    Box 459 Grand Central Station

    New York, NY 10163

    www.aa.org

    Alcohólicos Anónimos®, Alcoholics Anonymous® y A.A.® son

    marcas registradas de Alcoholics Anonymous World Services, Inc.

    ISBN 978-1-644270-51-6

    eISBN: 978-1-64427-887-1

    SB-70 – 4/19 (RP)

    Impreso en los Estados Unidos de América

    Nuestra

    gran

    responsabilidad

    Una selección de las charlas de Bill W.

    ante la Conferencia de Servicios Generales,

    1951 – 1970

    Contenido

    Historia

    El camino hacia la Conferencia

    Prefacio a las charlas ante la Conferencia

    I. Orígenes

    1952: Contemplamos el amanecer con grandes esperanzas

    1966: La personalidad en el marco de los principios

    II. Responsabilidad

    1963: La conciencia de grupo y el servidor de confianza

    1965: Nuestra gran responsabilidad: La dirección de los asuntos mundiales de A.A.

    III. Transformación

    1953: Diferencias en los Doce Pasos y Doce Tradiciones

    1960: A.A. en una era de cambios

    1961: Un propósito auténtico, elevado y constante

    IV. Confianza

    1958: Uso constructivo de los problemas

    1959: Gratitud, confianza, alegría

    V. Servicio

    1956: Petición, apelación, participación y decisión: Cuatro principios del servicio de A.A.

    1963: Enfrentar solo la situación

    1965: ¿A dónde fueron los que no se han quedado?

    VI. El futuro

    1955: Para mantenernos unidos

    1968: Aferrarnos a las Tradiciones

    1969: Desterrando a los espíritus malignos

    VII. Otras voces

    1966: Lois W.

    1953: Bernard Smith

    1971: Dr. John Norris

    Anexos

    Anexo I – 1955:

    Bill y los visitantes nocturnos

    Anexo II – 1956:

    Bill y la Conferencia: El que recuerda

    Anexo III – 1970:

    La última charla de Bill: palabras introductorias

    Los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos

    Las Doce Tradiciones de Alcohólicos Anónimos

    Las Doce Tradiciones (Forma Larga)

    Los Doce Conceptos del Servicio Mundial

    Historia

    El camino hacia la Conferencia

    La mayor parte de mi vida, en los últimos quince años, ha sido un esfuerzo por descubrir, Dios sabe que con mucha ayuda, cómo hacer para que esta función superior pueda estar anclada a este movimiento: cómo hacer que la cúpula del viejo edificio de A.A. no salga volando.

    — Bill W., charla de clausura de la

    Conferencia de Servicios Generales de 1960

    Además de enunciar las Doce Tradiciones de A.A., forjadas a partir de experiencias a veces difíciles, nada de lo que Bill W. hizo durante la década de los 40 demostró más su profunda comprensión de las necesidades de Alcohólicos Anónimos que su insistente cruzada para crear la Conferencia de Servicios Generales.

    Alcohólicos Anónimos había crecido de unos cien miembros en 1938 a aproximadamente 30,000 a mediados de los años cuarenta. En esa época, A.A. era una asociación de grupos autónomos con tenues enlaces entre sí, cuya fuente de inspiración, de toma de decisiones e información era la Sede Central —la oficina de Nueva York que hoy conocemos como la Oficina de Servicios Generales u O.S.G.— donde Bill trabajaba con la ayuda de su secretaria no alcohólica, Ruth Hock¹ y un grupo de voluntarios.

    Aparece aquí Ruth Hock, la primera secretaria de A.A., al lado de Bill W. Fue ella quien pasó a máquina la mayor parte del primer borrador de Alcohólicos Anónimos.

    La Fundación Alcohólica² (hoy Junta de Servicios Generales), que en 1948 se componía de cinco custodios no alcohólicos y cuatro custodios alcohólicos, había sido establecida en 1938 para supervisar el lado legal, administrativo y financiero de A.A.

    Todo esto había funcionado bastante bien, pero cuando A.A. comenzó su vertiginosa expansión luego de la publicación del artículo de Jack Alexander³ en el Saturday Evening Post en 1941, Bill se dio cuenta de varias cosas. Una de ellas fue que él, el Dr. Bob, y otros veteranos eran, como tan dulcemente lo expresó, perecibles. Ninguno de ellos viviría para siempre; es más, el Dr. Bob moriría en 1950, de cáncer. En segundo lugar, si bien la fundación se encargaba de definir asuntos importantes sobre las políticas de A.A., los custodios no querían involucrarse en la esfera de lo que estaba sucediendo en los grupos, como escribió

    Se le atribuye el cuadruplicar en un año el número de miembros de A.A. al solidario artículo de Jack Alexander sobre Alcohólicos Anónimos que apareció en el número de marzo de 1941 de la revista Saturday Evening Post.

    Después de trabajar tres años en la Oficina de Servicios Generales en calidad de recepcionista, en 1950 Nell Wing pasó a ser la secretaria de Bill W. En esta capacidad preservó muchos de los documentos fundacionales de A.A. Cuando la O.S.G. inauguró los Archivos históricos en 1975, Wing fue la primera archivista, cargo que retuvo hasta 1982.

    más adelante la archivista Nell Wing.⁴ No había ningún enlace directo entre los miembros y los custodios de la fundación, con la excepción de Bill y el Dr. Bob. Se veían venir serios problemas.

    Una reunión anual entre buenos miembros de A.A.

    ¿Qué sucedería, dijo Bill más adelante, cuando la muerte y la incapacidad nos sacaran de juego a los pocos veteranos que éramos? ¿Qué pasaría con los custodios y la Sede Central? Un solo error de su parte podría causar una pérdida de confianza que no podría ser reparada… Era evidente que teníamos un movimiento mundial que no tenía acceso directo a sus asuntos de servicio principales.

    A final de cuentas, Bill comprendió que era necesario que la autoridad de A.A. proviniera de la misma asociación. La pregunta era, ¿cuál era la mejor forma de lograr esto?

    En abril de 1947, Bill preparó una propuesta para los custodios, llamada La Fundación Alcohólica de Ayer, Hoy y Mañana en la que escribió: Tal vez la mejor sugerencia para cerrar la brecha entre nuestra Fundación Alcohólica y los grupos de A.A. es la idea de crear lo que podríamos llamar La Conferencia de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos — una reunión anual entre un número suficiente de buenos miembros de A.A., los custodios y el personal de la Sede Central de A.A. y del Grapevine.

    En este memorándum, Bill prosiguió diciendo que la Conferencia propuesta no debería tener jamás el menor aspecto político, un anhelo suyo del que hablaría una y otra vez durante los siguientes años. Le escribió a un amigo en A.A. en diciembre de 1950: La Conferencia no es nada del otro mundo… Los catequistas y los bartenders por igual consiguen organizar eventos similares sin inconveniente alguno. Tal vez nosotros podamos hacer lo mismo.

    No fuiste nada diplomático…

    No hubo caso. La resistencia a la propuesta de Bill provino de diferentes direcciones a la vez. La mayoría de los custodios no veía la necesidad de una Conferencia de Servicios Generales. En una carta de abril de 1948 al Padre Ed Dowling,⁵ Bill escribió, con cierta frustración, que a los custodios no les gustaba la idea de compartir sus prerrogativas con una conferencia… Todos hablan bien de la democracia, pero me temo que algunos son en realidad personas totalitarias. A mayor presión de Bill, mayor la resistencia que oponían. Por causa de mi reciente malhumor, en el que llegué a golpear la mesa con exasperación, Bill dijo en la misma carta al Padre Dowling, [Horace C., uno de los primeros custodios] y dos de los señores amigos de Rockefeller han presentado su renuncia. Un custodio no alcohólico le escribió a Bill en agosto de 1948: Ciertamente no fuiste nada diplomático en la forma en que presentaste tus ideas y esto ha conducido a que se inmiscuyan las personalidades, los rumores y las acusaciones, que no tienen lugar en esta discusión.

    Leonard Harrison,⁶ el presidente no alcohólico de la junta, renunció por causa de este asunto, y le escribió a Bill el 18 de febrero de 1948, que la Conferencia interferiría con el grado de aislamiento [necesario] para lidiar con los asuntos ‘administrativos internos’, legales y financieros necesarios, en los que participaban los custodios. Al igual que varios de los custodios, Harrison opinaba que la Conferencia en última instancia sólo promovería la discordia y la búsqueda del poder que, a final de cuentas y de manera fatal, dividirían a A.A., exactamente lo contrario de la intención de Bill. (Harrison, no obstante, continuó siendo un admirador de Bill y luego se reintegraría a la junta como un defensor de la Conferencia.)

    Y no eran sólo los custodios. Henrietta Seiberling,⁷ la integrante de los Grupos Oxford que inicialmente le presentó a Bill al Dr. Bob, lideró un grupo opositor que incluía al pionero de A.A. Clarence S.,⁸ de Cleveland, entre otros. Con el nombre de el Grupo Ortodoxo, alegaban que la idea de Bill de tener una Conferencia era una pantalla para ocultar una movida de acumulación de poder, para concentrar los ingresos y la autoridad en Nueva York. No debería haber necesidad alguna, escribió Seiberling, "de planes dudosos de

    Creyendo que en última instancia la Conferencia tendría como resultado fatales divisiones en el seno de A.A., Leonard Harrison se retiró, por esa cuestión, de la presidencia de la junta de Alcohólicos Anónimos. Luego regresaría a la junta como defensor de la Conferencia.

    Henrietta Seiberling, miembro del Grupo Oxford que le presentó el Dr. Bob a Bill, encabezó el grupo de Ohio que se oponía a la Conferencia. Tomando el nombre de Grupo Ortodoxo, creían que la Conferencia era una fachada que encubría un intento de consolidar el poder de A.A. en Nueva York.

    elección de delegados que aconsejen a los custodios cómo dividir el dinero, dispensar su generosidad, elaborar nuevos principios, etc., ni necesidad alguna de recibir ‘legados’ discutibles. Clarence S., que siempre había tenido una relación de cierta confrontación con Bill, le escribió a Seiberling que los veteranos de Ohio estaban cien por ciento en contra de cualquier tipo de organización o control, y veían con malos ojos cualquier inferencia de autoridad depositada en Nueva York… Con sus maniobras, Bill ha conseguido convencer a muchos grupos… pero se equivoca al pensar que puede hacer lo mismo por aquí".

    Tu presencia e influencia son muy necesarias

    Y tal vez pueda sorprendernos, pero parte de la resistencia más porfiada, provino del cofundador de A.A., el Dr. Bob. La firme insistencia de Bill de tener una Conferencia y la controversia que esto estaba generando entre los custodios hizo que Bob se quejara con Bill en mayo de 1948: Yo estoy tan interesando en A.A. como tú, pero no estoy cien por ciento seguro sobre cuál sea el camino más sabio a seguir ni cuál sea, en última instancia, la estructura más sabia... tal vez ‘Tómalo con Calma’ sea el mejor camino a seguir… Mantente calmado por un tiempo y recuerda que, pase lo que pase, te queremos mucho. Smithy.⁹

    Esta amable nota de rechazo no detuvo a Bill por mucho tiempo. En el verano de 1948, le escribió a Bob: La mayoría de los alcohólicos de la Junta van a salir a final de año. Pero… probablemente van a tratar de nombrar como sus sucesores a personas que piensan como ellos… A menos que, claro está, los grupos se manifiesten a voz en grito a favor de [una Conferencia] o bien tú y yo insistamos en que se haga algo.

    Fue poco después de esta carta de Bill que Bob descubrió que tenía cáncer. En poco tiempo pasó por varias operaciones que le restaron fuerzas, a la vez que era presionado para adoptar una posición, por parte de defensores a favor

    Programa de la Primera Convención Internacional (llamada una conferencia en el programa) en 1950, en que ambos, el Dr. Bob y Bill, contaban como ponentes.

    y en contra de la Conferencia. A finales de febrero de 1949, con la salud de Bob en franco deterioro, Bill le escribió a Bob una carta que nuevamente resumía la necesidad de una Conferencia. Con toda sinceridad y habiendo rezado mucho al respecto, terminó, espero que puedas darnos una mano y que lo hagas. Tu presencia e influencia son muy necesarias para todos, especialmente para mí. Tu actitud calmada y tu apoyo firme pueden hacer la diferencia.

    Ese mes de marzo, Bob le escribió a Bill: He estado dolorosamente enfermo desde que estuviste aquí... no me parece que esto [la Conferencia] sea algo que convenga hacer ahora. Tal vez me equivoque, pero es lo que creo.

    Finalmente el asunto llegó a su punto álgido unas pocas semanas después de la Primera Convención Internacional en Cleveland, en julio de 1950, cuando Bill fue a ver a Bob en Akron. Tal como lo recuerda en Alcohólicos Anónimos llega a su mayoría de edad, Bill le dio a Bob la buena noticia de que los custodios, muy probablemente, consentirían en la formación de una Conferencia de Servicio Mundial. Bob, dijo Bill, estaba visiblemente aliviado con mi mensaje, pero no hizo ningún comentario inmediatamente. Bill continuó presionando, diciéndole a Bob que si ambos saliéramos de escena sin hacer nada, todos supondrían que el estado actual de las cosas es lo que nosotros aprobamos totalmente.

    Si bien no fue enteramente honesto de parte de Bill — nadie podía dudar a estas alturas cuál era su postura sobre el asunto y, después de todo, el que se estaba muriendo era Bob, no Bill, este argumento tuvo cierto efecto sobre Bob. Bill, dijo, tiene que ser la decisión de A.A., no la nuestra. Convoquemos la Conferencia. Estoy de acuerdo.

    Principios antepuestos a personalidades

    Bob murió el 16 de noviembre de 1950, y la Primera Conferencia de Servicios Generales se llevó a cabo, con la aprobación mutua de ambos cofundadores, en abril de 1951. Bernard Smith,¹⁰ el presidente no alcohólico de la junta de custodios (del cual Bill escribiría más adelante: Tenía una capacidad asombrosa de persuasión y negociación) persuadió a los custodios reticentes a que hicieran una prueba con la Conferencia. Y así se acordó que las Conferencias se llevarían a cabo de manera experimental entre 1951 y 1954. En 1955, se evaluarían los resultados, y se tomaría una decisión sobre si convenía o no hacer que las Conferencias fueran permanentes.

    La historia de A.A. ha demostrado la importancia de la firme ambición de Bill de llevar a cabo una Conferencia de Servicios Generales, pero es posible que Bill pensara que el Dr. Bob nunca estuvo del todo convencido. En la Conferencia de Servicios Generales de 1963, en su charla sobre La conciencia de grupo y el servidor de confianza (ver página 61), Bill mantuvo una conversación muy pública con Bob, casi trece años después de su muerte.

    Solía salir a pasear para conversar con Smithy sobre esto, y le dije: "Dios mío, es horrible estar en desacuerdo con tu mejor amigo. Yo sé que tienes dudas al respecto; estás en tu derecho. Pero por otro lado, tenemos una junta que es la guardiana de la Segunda Tradición, y que no cumple con ella. Y, lo que es peor, no hay ningún vínculo con el movimiento al cual sirve, por lo que la primera crisis que hubiera haría que todo colapse, especialmente cuando tú y yo hayamos partido. Por eso, no nos engañemos, Bob: si no hacemos nada, seguiremos haciendo historia,

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