Rosalinda: Relato de una adolescencia malTRATAda

Por Alfredo Omar Sosa

Siendo Comisario, en el año 2007 fui designado Jefe de la División Judicial e Investigaciones en la ciudad de Viedma, provincia de Río Negro, para luego, en el año 2008, ser designado Jefe del Departamento de Toxicomanías y Leyes Especiales y en el año 2012 fui designado Jefe del Departamento Trata de Personas de la Provincia dependiente de la Secretaria de Seguridad y Justicia de la provincia de Río Negro.
Fui capacitado en el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina; en la Organización Internacional de las Migraciones O.I.M.; en la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal de la Nación; en la Dirección Nacional de la Migraciones –Ministerio del Interior–; en la Universidad Nacional de Villa María, provincia de Córdoba y en la Universidad del Aconcagua, provincia de Mendoza.
En materia de Trata de Personas, encabecé diversas investigaciones, como en el rescate de jóvenes que eran explotadas sexualmente, en distintas ciudades de la provincia tales como Viedma, San Antonio Oeste, Sierra Grande, Valcheta, Choele Choel, entre otras.
A pedido de la de Justicia Provincial, se nos encomendó la misión de establecer y rescatar a una pequeña menor de edad que habría sido víctima de Trata de Personas con fines de explotación sexual en la zona de Sierra Grande, Río Negro.
Así fue denunciada anónimamente la situación, por lo que se actuó en la modalidad de "encubiertos", hasta que tuvimos el éxito esperado, llegando a encontrar a la menor (oriunda de Paraguay) con apenas quince años, ejerciendo la prostitución, con el agravante que quien la llevó a esa condición fue su propia madre.
Este libro narra los acontecimientos del trabajo policial y de la Justicia, con el propósito de poder contribuir a acrecentar la conciencia y el compromiso de las personas que luchan para derrotar este flagelo.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Autores de Argentina
• Fecha de lanzamiento: 24 may 2022
• ISBN: 9789878719818

Vista previa del libro

Gracias…

A Dios en primer lugar, por encontrarme y darme una nueva oportunidad. Él ha sido bueno, muy bueno conmigo.

A mi querido amigo subcomisario (SR) Julio Gerardo Reynoso, poeta que me acompañó en el proceso y motivó de mil modos a seguir adelante y finalmente concluir este trabajo

A la señora licenciada Hilda Marchiori; quien al conocer la historia del presente trabajo me inspiró y motivó a que no decayera en la lucha y que iniciara y concluyera el presente trabajo.

A los señores exsecretario de Justicia y Derechos Humanos señor Crio. Gral. (SR) Víctor Ángel Cufre y exministro de Gobierno Diego Larreguy; quienes creyeron y confiaron en mi gestión en la lucha contra la trata de personas en la provincia de Río Negro.

A los abogados señora María Eva Scatena (Defensoría del Pueblo de la provincia) y señor Marcelo Álvarez, grandes personas y profesionales, pilares en la lucha contra la trata de personas en la provincia y con quienes participé en capacitaciones, cursos, talleres en distintas ciudades de la provincia, siempre apoyándome profesionalmente.

A mi gran equipo de trabajo con grandes valores humanos y profesionales, quienes me acompañaron en las victorias y derrotas en el fragor del servicio policial: Fernando Marifili, Natalia Cabañas, Alfredo Ferreyra, Gastón Linares, José Castrillo, Luis Antiguil, Miguel Iraldi, Miguel Robles, Fabián Benessi, Jimena Hermida y Miguel Huenchupan.

A los policías que nunca se dan por vencidos.

Introducción

Mi deseo, al presentar este material, es que juntos podamos reflexionar sobre una realidad que se ha extendido como mancha de aceite; una mancha que penetró, sin darnos cuenta, en todos los estratos socioculturales, sin excepción de lengua o nación. Un flagelo que hasta ahora no hemos encontrado la forma de detener. La trata de personas es una dura realidad que afecta directamente a un tercio de las mujeres del mundo e indirectamente a más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes de la población mundial.

En un momento de mi vida en la institución policial, por 2006 me pregunté: ¿Qué estamos haciendo, nosotros, los que estamos al servicio de la comunidad, para luchar contra este flagelo?, al continuar mi caminar me surgió una a pregunta a mí mismo, que salía de mi corazón: ¿Qué estás haciendo vos?. Esa pregunta fue un despertar y desde ese momento intenté acercar mi corazón, a través de mis experiencias, de mis aprendizajes en las capacitaciones a dar lucha por aquellas personas cautivas y que con sus voces gritan la necesidad de la libertad.

¿Hasta dónde una persona tiene derecho a robarle la vida a otra? ¿Es indiferente la sociedad ante la desaparición de tantas personas? Hay un grito en el silencio que solo una madre puede escuchar, son los gritos de los pequeños niños, a los que roban sin piedad, de aquellas adolescentes, a las que les robaron su libertad.

Pocas veces nos detenemos a pensar que bajo una sonrisa perfecta puede haber dolor, que detrás de la ironía, el sarcasmo y la respuesta cortante hay sufrimiento. Que una mirada evasiva, una actitud provocadora o un lenguaje agresivo esconden un corazón herido. Mi anhelo es que juntos lleguemos a comprender que en cada persona hay una vida con una historia a quien podríamos (deberíamos) extender nuestra mano para consolar, sostener y ayudar a ponerse de pie; ¡estoy convencido de que estamos preparados para ello!

Este trabajo no es un tratado exhaustivo sobre la problemática de la trata de personas; solo es un desafío, o mejor dicho, una invitación a poner en movimiento el amor que Dios puso en vos para el prójimo. ¿Te animás?

Prólogo

Cuando