Si queremos entender lo que sucede a nuestro alrededor, no podemos omitir datos. No hay una raza más malvada que otra. Ni un sexo mejor que otro. Y todos somos iguales ante la ley. Pero la raza, el origen y el sexo pueden ser factores clave para comprender un determinado comportamiento criminal. La raza nos puede indicar, por ejemplo, el entorno en el que se mueve un sujeto y sus costumbres. Y el sexo marca también diferencias porque no mata igual un hombre que una mujer. Tampoco hay que obviar una realidad: no hay una edad determinada para empezar a matar. La historia está llena de ejemplos de niños crueles que fueron capaces de cometer un crimen. Asesinan los hombres y las mujeres, e incluso los niños. Matan los blancos, los negros, los asiáticos, los indios... Pero cada uno, con unas características propias. No es es color de la piel, son las circunstancias que rodean a cada individuo. Y para protegernos, cuanto más detalles conozcamos, mejor. Al hablar del crimen, las cosas claras. Y en este episodio, recordamos algunas enseñanzas de Francisco Pérez Abellán. Escucha el episodio completo en la app de iVoox, o descubre todo el catálogo de iVoox Originals