Los hombres que estaban con ella, morían en extrañas circunstancias. Como su último marido se resistía a pasar a mejor vida, le puso una bomba en el coche. A pesar de ello, sobrevivió. Y la investigación reveló que había ido envenenando a sus compañeros sentimentales y a su hijo para cobrar sus seguros de vida. Acabó con la vida de James Goodyear, Bobby Morris y de su propio hijo, Michael Buenoano. Trató de matar a su última pareja, John Gentry. Y es muy posible que acabara con otras vidas, como la del que fuera su novio, Gerald Dosset, que no se le atribuyó porque ya había sido condenada a muerte. Fue ejecutada en la prisión de Starke, Florida, el 30 de marzo de 1998. Abordamos este caso sobrecogedor con la ayuda de la criminóloga Victoria Pascual.

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