Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

La Sanación de las Fracturas del Alma: Medicina Espiritual de la Madre Tierra
La Sanación de las Fracturas del Alma: Medicina Espiritual de la Madre Tierra
La Sanación de las Fracturas del Alma: Medicina Espiritual de la Madre Tierra
Libro electrónico260 páginas4 horas

La Sanación de las Fracturas del Alma: Medicina Espiritual de la Madre Tierra

Calificación: 5 de 5 estrellas

5/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Puente Mágico Chamanismo es una iniciativa espiritual que tiene como objetivo difundir los conocimientos ancestrales del chamanismo para que sus técnicas de sanación puedan servir a todos en tiempos de profunda búsqueda espiritual del ser humano. Esta iniciativa se suma a otras que, de un tiempo a esta parte, intentan rescatar del olvido la información y el conocimiento que los chamanes desarrollaron durante miles de años. La sanación de las fracturas del alma es uno de los cono­cimientos ancestrales del chamanismo sobre los que se hace hincapié en este libro. En esta tercera edición se incorpora la técnica de sanación a distancia, iniciada en la pandemia de coro­navirus, y que ha mostrado resultados importantes en la sanación del alma de las personas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 may 2022
ISBN9789878725574
La Sanación de las Fracturas del Alma: Medicina Espiritual de la Madre Tierra

Relacionado con La Sanación de las Fracturas del Alma

Libros electrónicos relacionados

Autosuperación para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para La Sanación de las Fracturas del Alma

Calificación: 5 de 5 estrellas
5/5

1 clasificación1 comentario

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

  • Calificación: 5 de 5 estrellas
    5/5
    Muy bueno , Lo recomiendo.
    Profundas experiencias y sabidurías que valen la pena leer

Vista previa del libro

La Sanación de las Fracturas del Alma - Martín Armando

Nota del autor

La pandemia de coronavirus

Como todos recordamos, a principios del año 2020 se desató en el mundo una pandemia por el contagio masivo del virus de covid-19. No hace falta aquí describir lo que los seres humanos hemos sufrido durante 2020 y 2021 debido a las cuarentenas, los contagios, las muertes, entre otros problemas que trajo este virus a nuestras vidas.

En Argentina, los contagios comenzaron a fines de febrero debido a las personas que trajeron el virus desde Europa y Estados Unidos por avión. Una cuarentena estricta se implementó el 20 de marzo y duró muchos meses, lo que generó mucho sufrimiento entre los argentinos, aunque el sufrimiento fue mundial.

El trabajo chamánico que se venía desarrollando en Argentina se detuvo completamente ya que no se podía asistir a los consultorios para realizar sesiones. Las actividades presenciales de cursos y sesiones en España y Uruguay también se suspendieron. Todo quedó en suspenso, todos quedamos atrapados por un virus invisible y por cuarentenas que, muchas veces, no tenían sentido.

Hasta ese momento, el chamanismo se desarrollaba exclusivamente en forma presencial en todos lados, desde las sesiones hasta los cursos de formación. Yo era muy reacio a realizar sesiones a distancia, excepto en algunos casos especiales y sólo después de haber hecho alguna sesión presencial. Antes de la pandemia, dictar un curso de chamanismo a distancia ni se me pasaba por la cabeza.

Pero la presencia del coronavirus había frenado todo, tanto las actividades chamánicas como mi forma de pensar. Recuerdo haber estado tres semanas como detenido, sin saber bien qué hacer. En esos primeros días de abril de 2020 me preguntaba qué iba a suceder con el mundo y con las actividades chamánicas. No tenía ninguna respuesta más que la esperanza de que todo finalizara pronto.

Pero algo comenzó a pasar y a mí me costó unos días darme cuenta de qué era lo que se estaba viniendo.

El 10 de abril de 2020 una alumna de la Patagonia Argentina me envió un mensaje en el que me preguntaba por qué no hacía alguna actividad on-line. Yo le respondí que no lo creía necesario, que la pandemia ya iba a terminar y que pronto volveríamos a nuestras actividades cotidianas. Esa fue mi primera equivocación.

Al otro día, una amiga con la que estaba conversando por teléfono, al oír que no estaba haciendo nada, que sólo esperaba a que la pandemia terminara, me dice categóricamente - y eso fue lo que me sorprendió - que yo debía atender a distancia, que no perdiera el tiempo esperando sin hacer nada. Su mensaje me sorprendió mucho porque ella no estaba en el tema del chamanismo, pero lo dijo como si realmente conociera el paño. Yo le respondí que ni loco empezaba a atender a distancia, que iba a esperar a que todo se terminara. Evidentemente por segunda vez volvía a estar muy equivocado. A veces, me cuesta escuchar al Espíritu cuando se manifiesta a través de otras personas.

Sin embargo, la madrugada del 14 de abril de 2020 tuve un sueño. Vi a una persona parada en una playa de Uruguay. Me miraba y me decía algo, pero yo no le entendía. Más tarde esa misma mañana, entendí perfectamente a qué se refería el sueño. Cada vez que soñaba con algo de Uruguay (que está al este de Argentina) el tema se relacionaba con algo de España, que también está al este de Argentina. Ya me había pasado algo así con anterioridad. Una hora después de levantarme, me llega un mensaje al celular de un número desconocido con característica de España que decía: Hola, soy Ruth de Madrid y quisiera hacer una sesión contigo. Mi sorpresa fue enorme. Recuerdo haber salido al balcón de mi casa con el celular en la mano, sentarme en una silla que había allí y mirar hacia el cielo. A los segundos veo venir en dirección a mí una bandada de loros verdes gritando muy fuerte. Me volví a sorprender, pero inmediatamente me di cuenta de que esa bandada de pájaros venía desde la dirección este. Lo sentí en el corazón como un mensaje. En ese momento entendí con claridad que había que hacer algo con la sanación a distancia, que claramente había que iniciar un proceso nuevo. Ese 20 de abril de 2020 fue un día histórico para mí.

Sin embargo, primero quería estar seguro antes de avanzar. Entonces esa misma mañana, realicé un viaje al mundo superior y fui a ver a mi Maestro para preguntarle si era adecuado hacer sesiones a distancia. Mi Maestro me dijo enfáticamente que sí. Mi sorpresa ante su respuesta fue enorme. Yo esperaba recibir una información diferente. En ese momento del viaje y estando con mi Maestro me surgió preguntarle cómo se podían devolver fracturas del alma a distancia. Resolver esta cuestión era central para el tema de la sanación chamánica. Mi Maestro, con su serenidad habitual, me mostró la forma con una imagen y me dio algo muy concreto para hacerlo. Además, muy serenamente me mostró parte del protocolo a seguir en este tipo de sesiones. En ese momento yo seguía muy sorprendido y hasta me sentía estúpido por haberme negado tantas veces a hacer algo así. Sin embargo, me relajé y traté de recibir la información lo mejor posible. No quería que nada se me escapara. Después de que él me diera toda la información sobre la técnica a distancia, le agradecí y salí del mundo superior.

Al volver a mi manta chamánica y abrir los ojos, me di cuenta de que estaba emocionado: el corazón me latía fuerte y estaba un poco sudado. Tuve que dar un gran suspiro para poder descargar un poco todas esas emociones del momento. Mi pensamiento racional estaba un poco detenido. Sin embargo, me calmé durante un buen rato y me puse a pensar fríamente sobre la situación en la que estaba. Me di cuenta en ese momento de que lo que decidiera iba a tener un impacto en mis alumnos de chamanismo, quienes estaban todos en la misma situación que yo: detenidos por la pandemia.

Traté de sentir profundamente para saber si hacer este tipo de sanaciones era un camino con corazón, si era algo que iba a mostrarnos a todos un poco de luz en medio de una oscuridad horrenda por el coronavirus. Después de un buen rato sentí realmente que sí era algo bueno. Además, mi Maestro me había dicho que había que hacerlas y el sueño de la noche anterior me había marcado el camino. Decidí avanzar.

Tomé el celular y le contesté a la persona de Madrid que sí íbamos a hacer una sesión y que sería a distancia. Y ahí empezó todo, de una nueva forma, en una nueva época para todos los que estamos en Puente Mágico Chamanismo y para los miles de personas que pudieron acceder a una sanación del alma a través de la sanación a distancia.

Esta tercera edición del libro trata más profundamente sobre la sanación del alma, incluyendo la sanación a distancia que se inició en la pandemia del coronavirus.

Espero que les sea útil a todos.

Agradecimiento especial

Nelly de Almenara fue mi Maestra durante 20 años. Ella dejó este mundo el 2 de julio de 2021 a los 93 años. Nelly me enseñó las bases sobre el chamanismo que conozco, pero también me hizo entender que la sanación es lo más importante que una persona puede buscar si es que de verdad quiere tener una vida espiritual. Al principio no la entendí, pero a medida que pasaron los años y cuando me dediqué de lleno a la sanación, comprendí sus palabras al pie de la letra. Para tener una vida espiritual hay que sanarse.

No tengo palabras que pueden entrar en este libro para agradecerle a ella por haberme dado la oportunidad real de conocer el chamanismo y la sanación. Como dice Carlos Castaneda en uno de sus libros: …al ser humano a veces el Espíritu le presenta oportunidades únicas para salir de la esclavitud y de la estupidez, y generalmente sucede que esa oportunidad es evidenciada por un Maestro que le da una oportunidad al ser humano de buscar la libertad real. Yo tuve esa suerte con Nelly. Sin su toque amoroso y pedagógico hoy sería más tonto de lo que soy y no podría entender lo que es la sanación en el fondo.

El día que Nelly murió yo estaba en Miami. La tarde del 2 de julio de 2021 estaba con Santiago, mi alumno, en una playa de North Beach sentado mirando al mar y tres señales sucedieron alrededor de mí, una detrás de la otra. Todas las señales venían del sur y eran blancas (un barco, un perro y una paloma). Yo no entendí en ese momento qué significaban, pero me di cuenta de que algo pasaba. Santiago tampoco entendía qué pasaba. Unas horas más tarde, me llega la noticia de la muerte de Nelly. En ese momento me acordé de los tres símbolos blancos y me quedé tranquilo. Me di cuenta de que Nelly estaba en la luz blanca, como a ella tanto le gustaba.

Mi Maestra Nelly me enseñó a hacer viajes chamánicos y a devolver fracturas del alma, entre otras cosas. Estos conocimientos no tienen precio desde la perspectiva de la sanación espiritual, y esas herramientas me cambiaron la percepción de mí mismo, del ser humano y del mundo. Todo lo que aprendí después fue en base a lo que ella me enseñó. Por ello estoy infinitamente agradecido. Se lo he dicho varias veces antes de su muerte.

Quizás, más adelante, en otra vida, tenga la buena suerte de reencontrar su alma y de agradecerle otra vez.

¡¡¡Bendiciones Nelly!!!

Sobre el chamanismo y el chamán

Antes de abordar el tema de la sanación de las fracturas del alma conviene realizar una breve descripción sobre lo que es el chamanismo y lo que es un chamán para que se comprenda en qué marco de conocimientos se realizan las sanaciones chamánicas.

El chamanismo es un sistema de sanación espiritual que la humanidad ha desarrollado desde hace aproximadamente 10.000 años, y se ha hecho en contacto con la energía de la Naturaleza. Muchas culturas por todo el planeta han desarrollado prácticas chamánicas. Algunas de ellas han sido más avanzadas que otras, sin embargo muchos pueblos han explorado la sanación del alma y del cuerpo mediante prácticas chamánicas. La antropología ha descripto en numerosos textos las prácticas chamánicas.

La palabra chamanismo es un sufijo de la palabra chamán o shaman, y esta palabra tiene su origen en el idioma tungues, del pueblo Tungus de Siberia. La palabra chamán se hizo conocida en el mundo occidental por el antropólogo húngaro Mircea Eliade a través de su más famoso libro El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis, publicado por primera vez en 1951. Sin embargo, cada cultura alrededor del mundo nombró al chaman de una manera particular; por ejemplo en la cultura Mbya Guaraní de Argentina, Paraguay y Brasil, al chamán se lo conoce como karaí. Entre los Mapuches de Chile y Argentina se lo denomina machi, y entre los Wichis del río Pilcomayo de Argentina se lo denomina jayawú. Si bien la palabra chamán es actualmente la más conocida en el mundo, cada cultura ha tenido y tiene su propio nombre para nombrar a la persona de la comunidad que entra en contacto con los espíritus.

Por otro lado, el concepto de chamán no se remite a un género específico; si bien la energía de la palabra chamán parece tener un contenido masculino, no hay una determinación fija sobre su género a nivel planetario. En algunas culturas el chamán es hombre y en otras es mujer; depende mucho de las creencias y tradiciones de cada pueblo. Actualmente en la cultura occidental hay chamanes hombres y mujeres.

En la investigación de Mircea Eliade, éste llamó al chamanismo la técnica del éxtasis. Según él, el chamán domina los estados alterados de la conciencia. Por ejemplo, el karaí de los Guaraníes canta a los Espíritus y fuma su tabaco, entrando en un estado alterado de conciencia desde donde puede recibir los mensajes para su comunidad. En otro ejemplo, los chamanes urbanos de hoy tocan su tambor, su maraca, cantan sus canciones y bailan como paso previo a acostarse en sus mantas y hacer un viaje chamánico. Las formas del éxtasis de la conciencia varían según aspectos culturales pero el fin es el mismo: contactar a los espíritus ayudadores y recibir la información o la sanación necesaria.

El chamán es uno que ve en la oscuridad, como lo define Sandra Ingerman en su libro Recuperación del Alma. También, algunos diccionarios definen al chamán como persona sabia o aquel que sabe, pero más exactamente definido sería aquél que conoce otras realidades. En lo personal, y muy humildemente, me gusta definir al chamán como aquél individuo –hombre o mujer- que entra en un estado de conciencia acrecentada y se conecta con espíritus y almas más allá de sí mismo. Esta definición está sustentada en la experiencia de los chamanes de hoy en día.

El chamán, en sus viajes chamánicos, sale de su cuerpo. Su alma viajera sale del cuerpo físico y se adentra en otras realidades. Esta capacidad del chamán algunos la denominan desdoblamiento. Mientras el alma del chamán viaja su cuerpo se mantiene relajado.

Esta habilidad de salir del cuerpo en estado relajado es diferente a la que sucede cuando el chamán ingiere algún psicotrópico y su cuerpo entero se conecta con los Espíritus; en estos casos podemos ver al chamán moverse, contorsionarse en el suelo, saltar y gritar o hablar simplemente. Son dos métodos diferentes de conexión de los chamanes. En algunas culturas se da fuertemente esta segunda forma. Actualmente en el chamanismo urbano se da la primera forma.

En el pasado, el chamán ha actuado como sanador y vidente, ha cumplido funciones sacerdotales y pedagógicas, ha sido también guardián de la cosmovisión de un pueblo.

En la actualidad, el chamán se orienta más por la sanación; ésta es quizás la función que la sociedad más necesita. Sin embargo, un buen chamán contemporáneo también puede adivinar el pasado y el futuro a través de sus técnicas, puede realizar rituales con los espíritus de la Naturaleza para ayudar a una comunidad, puede enseñar y guiar a las personas en su búsqueda espiritual.

Otra definición de chamán sería, el que camina entre los mundos. Para el chamanismo hay mundos o realidades que coexisten con el mundo físico, lo impregnan pero no son perceptibles ni física ni sensorialmente por los sentidos físicos; esto es así porque existen en otras dimensiones, en distintos niveles y distintas longitudes de onda en lo relativo a la existencia.

En términos generales, la cosmovisión chamánica define tres mundos diferentes: el mundo inferior, el mundo del medio y el mundo superior. En cada mundo existen energías, seres de diferente vibración y partes del alma del ser humano. El chamán debe recorrer esos mundos para encontrar lo que está buscando. Cada mundo es completamente diferente al otro y no hay una valoración moral sobre si el mundo superior es mejor que el mundo inferior. No cabe en esta percepción de la realidad la distinción religiosa entre cielo e infierno. El mundo superior no es el cielo ni el mundo inferior es el infierno. Nada tiene que ver con eso. Los chamanes describieron estos tres mundos miles de años antes de que el catolicismo definiera el cielo y el infierno.

En el mundo inferior están los animales de poder, algunos seres de alta vibración que ayudan con la sanación de las personas. También hay muchos lugares en donde se encuentran partes del alma de las personas.

En el mundo del medio, el cual los seres humanos compartimos con otros seres, existen espíritus de la naturaleza, seres del bajo astral, partes del alma de las personas, almas de personas que ya han fallecido, entre millares de otros seres.

En el mundo superior se encuentran diversos maestros, otros seres de luz y partes del alma de muchas personas.

Cada mundo tiene su propia vibración, su razón de existir. El descubrimiento de estos diferentes mundos se le debe a los chamanes de diversas culturas, quiénes pudieron recorrer estos lugares y describirlos con claridad.

Si bien cada cultura alrededor del planeta le ha puesto un nombre diferente a cada uno de estos mundos, la mayoría de los chamanes han visto y ven características muy similares en cada mundo.

El chamán cuando está en un estado de conciencia acrecentada o realiza sus viajes siempre está consciente de su estado; su actitud es siempre activa; se interna voluntariamente en otras realidades y en ellas opera hasta que encuentra lo que busca. Cuando el chamán viaja por los diferentes mundos siente que lo hace con todo el cuerpo, pero lo hace con su alma viajera. Esta habilidad del chamán es diferente del espiritismo, en donde el médium o canalizador tiene que ceder todo o alguna de sus facultades para obtener la información que se busca, adoptando, así, una actitud pasiva. Cualquier interferencia de una energía externa al chamán es considerada una quita de la libertad, por eso los chamanes no son médiums.

El planeta Tierra y su Espíritu forman una parte de los mundos que los chamanes contactan y ponen en práctica cada vez que realizan una ceremonia, ya sea de sanación o de inspiración. Para el chamán todo está vivo en el universo, desde una gota de agua hasta un delfín, desde un grano de arena en una inmensa playa hasta la estrella más lejana de la Tierra, desde un átomo hasta el viento; todo tiene vida, todo tiene consciencia. Y no es esto una cuestión poética sino una verdad que los chamanes han declarado durante miles de años.

El chamán también ha tenido por miles de años la función de psicopompo, es decir, un ser que guía a las almas de un mundo a otro, a las almas de los fallecidos. Actualmente esta función de psicopompo del chamán ha reaparecido en muchas partes del mundo en vista de la necesidad que existe actualmente. Pueden leer sobre esta función en el libro El chamán Psicopompo, de este mismo autor.

El chamán es, también, un servidor social para su comunidad. Históricamente, ha sido el sanador que conoce las herramientas necesarias para trabajar con los sufrimientos del alma y sanarlos. Hoy, los chamanes responden a lo que necesita la gente de hoy, a su problemática cotidiana, y cada vez más se evidencia una necesidad de sanación.

Por otro lado, los chamanes de todos los tiempos han sostenido que el ser humano es, en esencia, un ser libre que busca constantemente su libertad, la alegría, pero que el ser humano sufre dolencias y enfermedades espirituales que no le permiten lograr esa libertad y esa expansión en forma completa. Los chamanes entienden esa enfermedad como la pérdida de partes de su alma. Esta situación al ser humano le impide alcanzar ese estado de libertad tan ansiado. Al mismo tiempo, las fracturas del alma son, para algunos chamanes, parte del karma que el ser humano debe resolver para lograr su evolución espiritual.

Desde hace unas décadas, el chamanismo, como forma de sanación y camino espiritual ha renacido en muchas partes del mundo. Los libros de Carlos Castaneda y de Michael Harner, por nombrar sólo algunos, han permitido que miles de personas se conecten con los conocimientos del chamanismo, sus técnicas y prácticas.

En Argentina, el trabajo de investigación de Mario Califato y María Cristina Dasso en el hermoso libro El chamán wichí del año 1999 ha permitido rescatar información valiosa sobre cómo los chamanes de la zona del Chaco y Formosa realizaban sus prácticas. También existen muchos trabajos de investigación sobre los mapuches, los tobas, entre otros pueblos originarios de Argentina y Chile. Todos estos trabajos e investigaciones han aportado lo suyo para que el chamanismo resurja con mucha fuerza en los últimos tiempos.

Gracias al trabajo de todos estos autores, mucha información y conocimientos sobre la sanación chamánica en diferentes culturas y pueblos originarios han comenzado a rescatarse y a salvarse de quedar perdidos por el simple paso del tiempo. Actualmente hay muchas iniciativas para lograr que el rico conocimiento de los chamanes permanezca activo entre los seres humanos. En Puente Mágico Chamanismo trabajamos con la cultura Mbya Guaraní para ayudarlos a preservar sus conocimientos espirituales. También se han realizado investigaciones con el pueblo Yámana de Tierra del Fuego, Argentina, ya desaparecido.

¿Disfrutas la vista previa?
Página 1 de 1