Versos de Gil Parrado
Por Antonio Palomero
()
Información de este libro electrónico
Lee más de Antonio Palomero
Versos políticos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCoplas de Gil Parrado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi bastón y otras cosas por el estilo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSu majestad el hombre Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Versos de Gil Parrado
Libros electrónicos relacionados
Breviario de nostalgia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos poetas malditos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFausto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEcos del alma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Gaucho Martín Fierro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSin medir consecuencias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemario de un impuro o extraviado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl conspirador Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLibro extraño Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl alma en pena Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJosé Robles Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl traspié: Una tarde con Schopenhauer Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLibro Albedrío Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCartas del vidente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas moras agraces Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa leyenda del Cid Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe escritores y libros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesApetito de fondo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl final de Norma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCaballo de copas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTu ausencia que no se apaga Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl tiempo, el azar y las mujeres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDetrás de la puerta. Vol.1: EGO ERGO EGO. Desdichas y otras ausencias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEsclats de cor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoesías (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo que me encontré en el camino: Aventuras, sueños, e historias para contar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMamá duerme sola esta noche Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCoces y Aullidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe mi país Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Poesía para usted
Valentía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5100 Maneras distintas de decir te quiero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Emocionario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Valentía II Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Kamasutra (texto completo, con índice activo) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mis suicidas predecesores Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Antología poética para jóvenes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesErótica: Antología poética Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Hojas de hierba Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El pequeño libro de la vida de Rumi. El jardín del alma, el corazón y el espíritu Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Huellas del Amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las cosas que dije en silencio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Aforismos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poemas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Antología poética Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Iliada: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/536 poemas cortos en la noche de insomnio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poemas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cantar de los cantares. (Anotado): Traducción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas náhuatl Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Podría estar hablando de ti Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Libro de oro frases celebres Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mariposas rotas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La belleza oculta de las palabras cotidianas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMero Cristianismo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Rumi esencial Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Pensamiento Del Día: Frases Con Moraleja Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa divina Comedia: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Paraíso Perdido: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Versos de Gil Parrado
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Versos de Gil Parrado - Antonio Palomero
Versos de Gil Parrado
Copyright © 1913, 2022 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726686661
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
www.sagaegmont.com
Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com
VERSOS DE «GIL PARRADO»
Para justificar la publicación de este libro, podría repetir aquí las mismas palabras que puse al frente de las Coplas de Gil Parrado. Porque estos versos, como aquellas coplas, fueron escritos en diferentes épocas y esparcidos por diversos sitios, en cumplimiento de la misión de comentarista y registrador de los sucesos diarios, asignada á Gil Parrado por el Destino inexorable. Ahora, como entonces, escojo entre su labor total algunas crónicas rimadas que no tienen actualidad rigurosa, y las reuno aquí para que no se pierdan sino todas juntas y al mismo tiempo.
Quizá en estos Versos de Gil Parrado, se note de vez en cuando un poco de melancolía. Hay que tener en cuenta, para disculparla, que los años no pasan en balde, ni aun para los espíritus más risueños, y que una labor tan larga y tan constante como la impuesta á mi alter ego, aminora el mejor humor; porque al fin, es una enfermedad crónica. Justo es confesar, sin embargo, que Gil Parrado jamás se quejó con voces ruidosas ni con lamentaciones desaforadas, pues siempre fué, personal y literariamente, un hombre muy bien educado. Conoce, además, la inutilidad de las protestas, y se resigna. Sabe también que estamos condenados, él á tocar la guitarra en mitad de la calle, y yo á coleccionar periódicamente sus canciones... ¡Hasta que los dos quedemos coleccionados!
Antonio Palomero.
Autorretrato
Para cantar mi romanza,
ya que me llega el momento,
vestido á la antigua usanza
con orgullo me presento;
y aguardo el sabido ultraje
que por necio se perdona,
de quien se fije en el traje
sin mirar á la persona.
Ved que no soy tan precario,
para estos días amenos,
pues tengo mi alma en mi almario
como el que más y el que menos.
Ved que el elogio galante
no ha llegado á envanecerme,
porque viví lo bastante
para saber conocerme...
Forzado por el Destino,
salí á la ventura un día,
cantando por el camino
pata darme compañía;
y alegre sigo cantando,
que la sentencia perdura
y he de vivir caminando
como siempre, á la ventura...
Sólo advierto con dolor,
si no profundo, sincero,
que iba para ruiseñor
y me he quedado en jilguero...
Con mi suerte me acomodo,
si bien á medias me agrada
ver que sirvo para todo;
quiere decirse, de nada...
Por eso al perder de vista
mi papel providencial,
me siento un poco humorista
y un mucho sentimental;
mas nunca al prójimo asusto
con mis cosas interiores,
que es prueba de muy mal gusto
mostrarle nuestros dolores.
Siempre los míos en mí
quedaron por cosa mía;
yo por todas partes fuí
derrochando la alegría...
Y ya en las horas presentes
he de volver tras su huella...
¡Que por dársela á las gentes
me voy quedando sin ella!
Se admiran propios y extraños,
y yo, al mirarme al espejo,
viendo que al pasar los años
no logran hacerme viejo...
¡Es que me hallo cada vez
más seguro en mi actitud,
y así será la vejez
mi postrera juventud!
Héroe de pequeños dramas
y víctima de sus juegos,
me abraso en todas las llamas,
pues busco todos los fuegos;
y en la moral á que ajusto
la eterna monotonía,
peco lo mismo que el justo
mis siete veces por día.
Viven en mí—¡yo sé cómo!—
dos enemigos amados,
con que al duplicar el «homo»
se duplican mis cuidados.
Por armonizar su historia,
ya que á sus expensas vivo,
mi nombre igual que su gloria
quedan en diminutivo.
Y así, de un modo inconsciente,
me hacen justicia, por fin,
cuantos cariñosamente
me llaman Palomerín...
Los que por modos diversos
pedís empresas más altas,
de mi vida y de mis versos
perdonad las muchas faltas.
La mosca
Pensando en el ruín puchero
y en otras varias cosillas,
preparo pluma, tintero
y un puñado de cuartillas;
en el sillón me acomodo,
luego en la mesa me encajo,
y, en fin, ya lo tengo todo
dispuesto para el trabajo...
Duro y terrible precepto
de la ley vieja y sagrada
que, como todos, yo acepto,
por más que me desagrada...
El hombre estará orgulloso
cuando esa virtud ejerza,
mas yo soy un virtuoso,
como quien dice, á la fuerza;
pues contra el rumbo homicida
de esas máximas extrañas,
quisiera pasar mi vida
pensando en las musarañas…
Pero, en fin; mientras reposa
mi esperanza en lo futuro,
voy á escribir cualquier cosa
que me saque del apuro.
¡Feliz el vate inspirado
que, sin ser del hambre presa,
puede escribir sosegado
sobre algo que le interesa!
¡Gloria al escritor que vale
y que está siempre en su centro
diciendo lo que le sale,
lo que le sale de adentro!...
Nosotros, á los que