ME LLAMO PAVO, A MUCHA HONRA
Jun 04, 2020
2 minutos
EVA PAVO
Llamarse Eva Pavo no es difícil (serlo tiene su aquel, aún me cuesta). Lo malo es que siempre te recuerdan. Da igual que entraras sigilosa hacia el último banco o guardaras silencio en la sobremesa. Hasta los que no te conocen te recuerdan. Se parece a que no te olviden, resulta algo molesto, y a veces, qué extraño, lisonjero. Raro es que no sea posible huir de labios
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