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Hipócrates sobre la naturaleza del hombre: Estudio introductorio, traducción y notas
Hipócrates sobre la naturaleza del hombre: Estudio introductorio, traducción y notas
Hipócrates sobre la naturaleza del hombre: Estudio introductorio, traducción y notas
Libro electrónico250 páginas4 horas

Hipócrates sobre la naturaleza del hombre: Estudio introductorio, traducción y notas

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El tratado Sobre la naturaleza del hombre es uno de los escritos del Corpus Hippocraticum en el que se expone y problematiza, sobre todo en los primeros capítulos, la relación entre la medicina y la filosofía. Pero en esta obra no solo se examina agudamente la validez teórica de estas dos disciplinas, sino que además se exponen otros temas como: una ácida crítica de la medicina a las hipótesis especulativas de la filosofía; cómo se produce la generación en el hombre; cuál es la naturaleza del hombre; por qué los humores son los constituyentes últimos del ser humano; cuál es la causa de la enfermedad y de la salud; qué tipo de régimen debe seguir cada individuo según su constitución; cuál es la relación entre las estaciones y los humores, etc.

En esta nueva edición del texto hipocrático el autor atiende a los aspectos filosóficos y médicos del tratado con la idea de ponerlos en contexto, es decir, los vincula con otros escritos del Corpus Hippocraticum para proporcionar una visión más amplia sobre algunos tópicos fundamentales de la medicina hipocrática. Es por esa razón que este libro puede leerse como una breve introducción a ciertos temas esenciales de la medicina hipocrática.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 may 2021
ISBN9789561709461
Hipócrates sobre la naturaleza del hombre: Estudio introductorio, traducción y notas

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    Hipócrates sobre la naturaleza del hombre - Álvaro Ernesto Pizarro Herrmann

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    Para Pablo Vial Illanes

    © Álvaro Pizarro Herrmann, 2021

    HIPÓCRATES SOBRE LA NATURALEZA DEL HOMBRE

    Estudio introductorio, traducción y notas

    Registro de Propiedad Intelectual Nº 2021-A-3194

    ISBN edición impresa: 978-956-17-0931-7

    ISBN edición digital: 978-956-17-0946-1

    Derechos Reservados

    Ediciones Universitarias de Valparaíso

    Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

    Calle Doce de Febrero 21, Valparaíso

    Teléfono 32 227 3902

    Correo electrónico: euvsa@pucv.cl

    www.euv.cl

    Diseño: Alejandra Salinas C.

    Corrección: Aldo Espina A.

    HECHO EN CHILE

    Índice

    Prólogo de Oscar Velásquez

    Prefacio

    Abreviaturas

    Introducción

    1. Filosofía y medicina

    2. Sobre el concepto de naturaleza en el Corpus Hippocraticum

    3. El problema de las hipótesis especulativas en filosofía

    I. La crítica a la filosofía en Sobre la naturaleza del hombre

    1. La crítica a Diógenes de Apolonia

    1.1. El argumento sobre el dolor

    1.2. La crítica a los médicos que sostienen que el hombre está compuesto de un solo humor

    1.3. La descripción de los elementos

    1.4. El argumento sobre la generación

    1.5. La descripción de los vasos sanguíneos

    2. La crítica a Meliso

    2.1. La crítica a la posibilidad del dolor

    2.2. El argumento sobre el cambio

    2.3. El argumento sobre la generación

    3. La polémica entre Diógenes de Apolonia y Meliso

    3.1. El problema del Ser y el cambio

    3.2. Diógenes de Apolonia y Meliso: la crítica al pluralismo

    3.3. La lógica del eleata

    3.4. El verdadero rival: Diógenes de Apolonia

    4. La influencia de Empédocles

    4.1. El modelo de los cuatro elementos

    4.2. Diferencias y semejanzas con Empédocles

    II. La teoría de los humores

    1. Antecedentes de la teoría de los humores

    2. Los humores en el Corpus Hippocraticum

    3. Características de los humores

    4. Los humores en Sobre la naturaleza del hombre

    5. La bilis negra en Sobre la naturaleza del hombre

    6. La interpretación de Galeno sobre los humores

    III. La salud y la enfermedad

    1. La influencia de Alcmeón de Crotona

    2. El testimonio del Anónimo Londinense sobre el origen de las enfermedades

    3. La explicación de la enfermedad en Sobre la naturaleza del hombre

    4. Las causas de las enfermedades en Sobre la naturaleza del hombre

    IV. Dietética

    1. Antecedentes de la dietética

    2. Aspectos que comprende la dietética

    3. Principios de la dietética y tipos de regímenes

    4. La dieta y su vínculo con las estaciones en Sobre la naturaleza del hombre

    Sobre la naturaleza del hombre

    1. Estructura del tratado

    2. Autor

    3. Fecha

    4. Nota sobre la traducción

    Sobre la naturaleza del hombre (Traducción y notas)

    Bibliografía

    Prólogo

    Sobre la naturaleza del hombre es ya una obra importante en el extenso Corpus Hippocraticum , y el hecho de presentarse una traducción anotada con una extensa y apropiada información, es de por sí un aporte de consideración para el conocimiento de la cultura y civilización griegas. La filosofía, la historia y la literatura han sido profusamente estudiadas en el mundo español e hispano americano, mientras que, comparativamente, la investigación sobre la medicina y su arte, tan importante para la comprensión global del humanismo helénico, se muestra menos representada. Hay, sin embargo, una vigorosa línea de estudiosos, en especial de España –y añadamos entre otros, de Francia y Gran Bretaña– que vemos ahora enriquecida por esta traducción e introducción de Álvaro Pizarro Herrmann. Esto, a mi juicio, es muy significativo, es decir, que Iberoamérica también vea surgir esta clase de estudios con la seriedad que este trabajo ha sido realizado.

    El asunto se hace más relevante aún, si examinamos en primer lugar la Introducción, que se puede suponer que es para presentar la obra en estudio. Es mucho más que eso, sin embargo, puesto que bajo ese subtítulo se ha realizado un verdadero estudio que engloba prácticamente todo el mundo hipocrático, sin perder nunca de vista el tratado Sobre la naturaleza del hombre. Del mismo modo, el Sobre la antigua medicina, otra obra notable del Corpus Hippocraticum, ha de aportar a esta Introducción un elemento complementario, a menudo diferente, que servirá de un ingenioso medio de esclarecimiento de algún punto específico por medio de la controversia. Un trabajo admirable, el de Pizarro Herrmann, realizado con notable claridad de estilo, y una capacidad narrativa que transforma toda esta introducción en una atractiva experiencia de lectura. Por tanto, el lector de este libro, a menudo carente de información mayor sobre la medicina antigua –de donde nace la medicina occidental– encontrará aquí todo un ensayo sobre la medicina griega.

    He aquí un modo excelente de suscitar una mayor atención al estudio de los orígenes del arte. Más todavía si, como es este el caso, la investigación comienza con un asunto que coloca a la medicina en el centro mismo del renacer cultural de la Grecia del siglo V a. C., a saber, el de la relación entre la medicina y la filosofía. La medicina, se puede decir, nace con las mismas culturas, que experimentan el dolor, la enfermedad y la muerte, y sienten la necesidad de hallar algún tipo de remedio a la fragilidad de la condición humana. De ahí que, al relacionar la medicina con la filosofía, surge un modo distinto de concebir la naturaleza del hombre, y, por tanto, el sentido antropológico de la salud, la enfermedad, y los medios de remediar en parte el sufrimiento humano. Una verdadera transformación desde aquel famoso episodio inicial de la Ilíada, en que el dios Apolo suscitó una nociva peste (νοῦσον) entre el ejército, y los hombres comenzaron a morir (Il. 1, 10). Paradójicamente, es el mismo dios de la medicina el que envía la pestilencia, y, al parecer la puede curar, él, una divinidad de la medicina, que fue posteriormente un tanto opacada por Asclepio. Pero podemos ver cómo de la filosofía jónica, que llevaba un siglo en esas mismas costas –que vieron el despertar racional de una civilización griega– surgió una nueva concepción de la medicina. De esta manera, "sin ese background de racionalismo jónico, la medicina hipocrática jamás podría haber sido concebida" (Longrigg 1993: 2).

    De ahí que, como bien se analiza en la Introducción, la relación entre la medicina y la filosofía oscilará entre los extremos de aceptación y rechazo, y raramente el arte médico se mostrará indiferente a ella por una u otra razón. Como se muestra en el ensayo introductorio, hubo partidarios y adversarios de ‘una medicina filosófica’. Como se afirma aquí, este permanente estado, si se quiere, de tensión entre la medicina y la filosofía, fue sin duda muy fructífero, puesto que le permitió al arte médico clarificarse a sí mismo en muchos aspectos fundamentales de su actividad. La práctica es aquí fundamental –por algo es un arte– pero que necesita nutrirse de una visión teórica ante los acuciosos problemas suscitados por la propia condición de la naturaleza humana. Esta visión se hizo presente en la medicina, que adquirió diversos matices cuando nuevas regiones del mundo helénico, como la Magna Grecia y Sicilia, y filósofos como Empédocles, florecieron en el occidente helénico creando nuevos encuentros y desencuentros, todos fértiles en nuevas ideas. En especial, dado el caso, como se dice en la Introducción, del ‘significativo componente práctico’ de esta tékhnē iatrikḗ.

    Así es entonces, Pizarro Herrmann nos conduce con evidente dominio de la materia y lucidez descriptiva, a través del desarrollo de este acontecimiento histórico fundamental para occidente, que fundó una teoría del saber médico. Ese es un saber teórico-práctico, de hecho filosófico aún malgré lui, que se transformó, dice nuestro introductor, en el ‘rasgo más destacado’ del hipocratismo. Vemos así, al autor del De natura hominis (Nat.Hom.) polemizando con Diógenes de Apolonia, Meliso o Alcmeón de Crotona. Como veíamos, fecundo diálogo, a menudo controversial, pero siempre creativo. Porque la medicina y la filosofía comparten un saber acerca de la phýsis, en su condición humana y corporal. La búsqueda de una sabiduría, desde Homero, surgió ya como una aspiración del alma griega en busca de una trascendencia. El ‘sabio’ en sus inicios es un práctico en diferentes artesanías, pero es también el objetivo superior del hombre desde los filósofos jonios hasta el final del helenismo como realidad histórico-geográfica. Por supuesto que hay mucho más en este ensayo introductorio, y el prologuista se complace en recomendar vivamente su lectura in medias res. Porque habrá que leer más sobre el tema de los elementos y los humores, y sus polémicas, en especial, con Diógenes de Apolonia, y la influencia, siempre presente, del complejo y controvertido Empédocles de Acragas, en Sicilia. Los temas de la salud y la enfermedad, de su etiología, son magistralmente tratados aquí, en este ensayo y uno se pregunta, por qué no existe en los estudios académicos tanto de medicina como de filosofía una cátedra que ponga a futuros filósofos y médicos al tanto de toda una visión antropológica originaria de Grecia y el helenismo romano. Fue típicamente griega en sus orígenes, siendo Platón y Aristóteles los que reiniciaron el camino, volviendo una y otra vez a mostrar su natural afición y cercanía con el arte médica.

    La traducción del De natura hominis, al final del ensayo, vuelve a tener su propia introducción, que afina los hallazgos anteriores. Para qué abundar sobre la traducción misma, que es un ejemplo de prosa castellana, respaldada por un sólido conocimiento filológico del idioma de origen. Porque, además, como lo había aprendido yo mismo de mis maestros europeos –algunos de ellos expertos en la anotación y el comentario– la traducción y el comentario forman una unidad hermenéutica indispensable para la difusión de la cultura antigua. Esto lo maneja el Profesor Ávaro Pizarro Herrmann con acabada destreza. Es un arte difícil, que exige saber qué se ha de comentar y qué no, para evitar la información insignificante que solo consigue desviar la atención de lo que importa.

    Prefacio

    El tratado Sobre la naturaleza del hombre es uno de los escritos del Corpus Hippocraticum en el que se expone y problematiza, sobre todo en los primeros capítulos, la relación entre la medicina y la filosofía. Pero en esta obra no solo se examina agudamente la validez teórica de estas dos disciplinas, sino que además se exponen otros temas como: una ácida crítica de la medicina a las hipótesis especulativas de la filosofía; cómo se produce la generación en el hombre; cuál es la naturaleza del hombre; por qué los humores son los constituyentes últimos del ser humano; cuál es la causa de la enfermedad y de la salud; qué tipo de régimen debe seguir cada individuo según su constitución; cuál es la relación entre las estaciones y los humores, etc.

    Con independencia de la variedad temática de este breve y condensado tratado del Corpus Hippocraticum, no se puede desconocer que su riqueza conceptual recoge parte del patrimonio médico y filosófico que se había acumulado hasta el siglo IV a. C., y es por ese motivo que ha sido muy comentado desde Galeno en adelante, tanto desde un punto de vista filosófico como filológico. En esta nueva edición del texto intento destacar los aspectos filosóficos y médicos por sobre los filológicos, puesto que la edición crítica ya fue realizada por Jacques Jouanna (1975). Bajo cualquier punto de vista el trabajo del eminente filólogo francés es una referencia ineludible para el que desee realizar un estudio serio sobre este tratado.

    También atiendo en esta edición comentada a los aspectos filosóficos y médicos del tratado con la idea de ponerlos en contexto, es decir, los vinculo con otros escritos del Corpus Hippocraticum para proporcionar una visión más amplia sobre algunos tópicos fundamentales de la medicina hipocrática. Es por esa razón que este libro puede leerse como una breve introducción a ciertos temas esenciales de la medicina hipocrática.

    Abreviaturas

    CH: Corpus Hippocraticum.

    DELG, Chantraine: Dictionnaire étymologique de la langue grecque.

    EDG, Beekes: Etymological Dictionary of Greek.

    IH, Kühn / Fleischer: Index Hippocraticus.

    LSJ, Liddell, Scott, Jones: A Greek-English Lexicon.

    Nat.Hom.: Sobre la naturaleza del hombre.

    Introducción

    1. Filosofía y medicina

    Para algunos de los más destacados conocedores del pensamiento antiguo la medicina hipocrática tuvo un significativo componente práctico, incluso más importante que el teórico. ¹ Se sabe que en el inicio del siglo V a. C. el arte médico (τέχνη ἰατρική) comenzó a entrar en contacto con algunas de las teorías de los filósofos de la naturaleza, y como resultado de ese acercamiento la medicina hipocrática introdujo elementos hipotéticos en sus especulaciones sobre la naturaleza del hombre. El problema es que no es fácil determinar o especificar, en primer lugar, qué se entendió en esa época por ‘arte práctico‛. En segundo lugar, tampoco es sencillo determinar qué tipo de tratados del CH tienen una orientación exclusivamente práctica. Y, en tercer lugar, es complejo establecer cuáles son las obras hipocráticas que poseen una propuesta exclusivamente teórica. La verdad es que por lo general se observa una mezcla entre lo que se puede denominar teoría y práctica en el CH, ya que algunos tratados combinan ciertas teorías filosóficas con determinadas prácticas médicas, o bien hacen derivar sus teorías médicas de las doctrinas cosmológicas de los filósofos presocráticos. ² Tampoco es completamente acertado señalar que todas las obras del CH tienen, en mayor o menor medida, un punto de vista teórico o filosófico de la medicina, ³ aunque algunos tratados contienen ciertas ideas o principios filosóficos. ⁴ En términos más precisos, la evidencia muestra que existieron partidarios y adversarios de una medicina filosófica. ⁵ De manera que la cuestión acerca de la relación entre la medicina hipocrática y la filosofía es bastante más compleja, y cualquier intento por esclarecer las críticas de los médicos contra los filósofos es un tema delicado. De hecho, aunque los autores del CH son pródigos en críticas a la filosofía, por lo general no mencionan los nombres de los filósofos. Y cuando por casualidad citan a un filósofo, no es necesariamente un rival directo. El mismo autor de Nat.Hom. cita a Meliso en su polémica contra la filosofía, pero el filósofo que tiene en mente es Diógenes de Apolonia. ⁶

    Entre los aproximadamente 70 tratados del CH⁷ es notable la influencia de la filosofía sobre la medicina,⁸ sin embargo, se debe precisar que ninguna obra es exclusivamente filosófica. En realidad, existen tratados en los que es difícil hallar algún indicio de esta disciplina.⁹ Pero también en varios casos se puede observar una especie de mixtura entre medicina y filosofía, y veces la fusión es tal que es imposible decidir si el tratado es obra de un médico o de un filósofo.¹⁰ Lo más probable es que algunos de los médicos del CH hayan incorporado a sus doctrinas las teorías físicas de los filósofos de la naturaleza.¹¹ Varios de los supuestos de los filósofos presocráticos parecen haber sido adoptados por ciertos autores hipocráticos que no hicieron una comprobación expresa de las teorías,¹² sino que intentaron, con mayor o menor éxito, aplicarlas al conocimiento de la naturaleza humana, y particularmente al de la salud y la enfermedad del hombre.

    La influencia de los filósofos presocráticos se encuentra de manera dispersa en varias obras del CH, y en muchos casos es difícil separar los principios filosóficos de los médicos. Esto se explica porque numerosos filósofos se interesaron por la medicina, como es el caso de Diógenes de Apolonia, Alcmeón de Crotona, Empédocles, entre otros. E inversamente, son varios los autores del CH que se sintieron cautivados por la filosofía e hicieron derivar sus doctrinas médicas de las especulaciones teóricas. Bajo cualquier punto de vista, resulta evidente que se produjo un enriquecimiento mutuo entre estas disciplinas y cada una de ellas alcanzó sus propios logros.¹³ Es por eso que un autor del CH como el de Sobre la decencia reconoce el profundo vínculo entre la filosofía y la medicina, y cree necesario conducir la sabiduría a la medicina y la medicina a la sabiduría, porque el médico filósofo es parecido a un dios (5.3). De modo que en la medicina también se puede encontrar una realización plena de la sabiduría, es decir, el médico tiene que ser sabio para ser un completo experto. A pesar de esta conexión entre la filosofía y la medicina, es preciso volver a señalar que el vínculo entre estos dos saberes permanece en gran medida indefinido en el CH.

    La relación entre la filosofía presocrática y la medicina hipocrática ha sido bastante tratada por los filólogos más destacados del siglo XX, quienes concuerdan en la influencia de los postulados jonios y sicilianos en determinadas obras del CH.¹⁴ Es por eso que las raíces y los fundamentos de la medicina hipocrática han de buscarse en la filosofía griega de la naturaleza, principalmente en los presocráticos que esbozaron por primera vez la idea de que tras el caos aparente de los fenómenos sensibles se oculta un orden racional e inteligible en el mundo.¹⁵ Un siglo antes de los tratados hipocráticos más antiguos, la filosofía ya había nacido en Jonia. Desde un inicio del siglo VI a. C. los filósofos más distinguidos como Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Heráclito, entre otros, comenzaron a estudiar la naturaleza, el cosmos, las relaciones entre los hombres, la religión, la ley, etc. Luego, en el siglo V a. C., la actividad intelectual se extendió por toda la costa mediterránea: Demócrito de Abdera, Diógenes

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