¿ Existe la conciencia?

Por William James

El ensayo ¿Existe la "conciencia"? se traduce aqui por primera vez al castellano. En él, la doctrina de un empirismo radical expresado en un mundo de pura experiencia despoja a la conciencia de toda sustancialidad para disolverla en las aguas de la "corriente de pensamiento", desde donde reflota esporádicamente como un momento operativo transitorio.

• Idioma: Español
• Editorial: Ediciones Tácitas
• Fecha de lanzamiento: 30 jun 2017
• ISBN: 9789563790214

Vista previa del libro

James William

(1942-1910)

¿Existe la conciencia?

Traducción, introducción

y notas de Gorgias Romero

James, William /

¿Existe la conciencia?

(traducción y prólogo de Romero, Georgias)

Santiago de Chile: Ediciones Tácitas, 2017, 1ª edición; 80 pp.; 11,7 cm × 18,5 cm.

Dewey: 150

Cutter: W6703

Colección: (sic)

Edición bilingüe con notas del traductor.

Materias: Filósofos. Estados Unidos.

James, William, 1842-1910. Crítica e interpretación.

Conciencia.

Filosofía moderna.

Sicología de la religión.

¿Existe la conciencia?

William James

Primera edición, octubre de 2017

© Ediciones Tácitas, 2017

© Georgias Romero por la traducción, 2017

ISBN 978-956-379-021-4

Ediciones Tácitas Limitada

Pedro León Ugalde 1433

Santiago - Chile

edicionestacitas.cl

Dirige la colección: Cristóbal Joannon

Consejo editorial: Antonio Arbea, Antonio Cussen, Adriana Valdés

Imagen de portada: Eduardo Chillida, Aldikatu IV, 1973

Diagramación: Miguel Naranjo Ríos

Distribuido por LaKomuna (www.lakomuna.cl)

Nota del traductor

El texto que ofrecemos vio la luz el 1 de septiembre de 1904 en el volumen I, N° 18 del Journal of Philosophy, Psychology and Scientific Methods como artículo separado. Su impacto entre los seguidores de William James (1842–1910) y de la filosofía norteamericana ocurrió, sin embargo, dos años después de la muerte del autor, cuando reapareció en el libro Essays in Radical Empiricism como primer ensayo. La idea de agrupar varios artículos dispersos en un solo libro y bajo ese título pertenecía, no obstante, a James. En efecto, entre las notas dejadas en Houghton Library de Harvard hay una tabla de contenidos para un proyecto titulado Essays in Radical Empiricism (William James Papers, Box F 7). Junto con ello, él mismo recopiló diversos escritos publicados entre 1904 y 1907 que consideró congruentes con el plan y entregó el legajo a la Emerson Hall Philosophy Library de Harvard. Este conjunto, empero, no corresponde exactamente al listado de la nota que señaláramos. La discrepancia no es importante, ya que fue el propio James quien escogió y agrupó los artículos considerando que formaban un todo coherente. Finalmente, la edición canónica de doce ensayos fue publicada en 1912 por Ralph Barton Perry, manteniendo el título original propuesto por James. El trabajo del profesor Perry, discípulo directo suyo y cuya lectura fuese explícitamente recomendada por su profesor (ver nota 12), pasó a ser referente indiscutido de la edición de sus textos y la mejor introducción al pensamiento y carácter del gran filósofo.

La altura intelectual alcanzada por William James, quien además se expresaba fluidamente en inglés, francés y alemán en tópicos que iban desde la ciencia, la naciente psicología y la literatura, pasando por la filosofía y la historia, está fuera de toda discusión: se trata de una de las mentes más perspicaces y creativas de que se tenga noticia. Basta para convencerse una mirada superficial a sus monumentales Principios de Psicología, sus Conferencias sobre el Pragmatismo o Las Variedades de la Experiencia Religiosa. En el caso particular de este ensayo, y a mayor abundamiento, dicha altura se manifiesta en los autores que cita y comenta: Moore, Natorp, Münsterberg, Taine, Royce, Spencer, etcétera.

Creemos pertinente agregar tres precisiones. En primer lugar, cuando James hace referencia al pragmatismo, ya sea como equivalente pragmático o método pragmático, lo hace en sentido técnico. Escuetamente denota dos cosas: un método y una teoría de la verdad. En el primer caso, consiste en la actitud de apartar la vista de las cosas primeras, de los primeros principios, ‘categorías’ y supuestas necesidades y dirigirla hacia las cosas últimas, los frutos, las consecuencias, los hechos (Conferencia II, Significado del Pragmatismo); en el segundo, "la verdad es para nosotros simplemente un nombre colectivo para procesos de verificación, tal como salud, riqueza, vigor, etc., son nombres para otros procesos conectados con la vida, perseguidos también porque vale la pena perseguirlos. La verdad se hace, tal como la salud, riqueza y vigor se hacen en el curso de la experiencia" (Conferencia VI, La Concepción Pragmática de la Verdad, cursivas de James).1

En segundo lugar, merece una aclaración el término percept, que hemos traducido como percepto. Es un ingrediente capital de una de las variantes de la teoría representativa del conocimiento a la que James frontalmente se opone. Simplificadamente, esta supone cuatro hitos en un continuo: (i) el estímulo perceptivo puramente sensible o dato sensible; (ii) la percepción del estímulo mediante cualquiera de los sentidos; (iii) el resultado de la percepción o percepto, representación, copia o imagen del dato; y (iv) la vida puramente mental o subjetiva donde operan ideas, ya sea conectadas o desconectadas con los perceptos. Estos, desde el momento en que no son ni datos sensibles ni ideas, generan, según James, un tercer grupo de asociados (frente a las cadenas de asociados puramente materiales o energéticos y las exclusivamente mentales o ideales), y de allí la fuente de confusión para reconocer la objetividad propia de las experiencias no perceptivas, esto