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La melancolía en la antigüedad: El problema XXX en Aristóteles
La melancolía en la antigüedad: El problema XXX en Aristóteles
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Libro electrónico180 páginas1 hora

La melancolía en la antigüedad: El problema XXX en Aristóteles

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La melancolía en la Antigüedad. El Problema XXX en Aristóteles presenta una detallada e innovadora investigación sobre la melancolía en la Antigüedad.

Precedido de una introducción, que permite al lector rastrear la evolución semántica del vocablo desde sus primeros testimonios en la literatura griega hasta Aristóteles, el estudio profundiza en el concepto de la melancolía y del individuo melancólico en la medicina hipocrática y en los tratados del Estagirita. Para definir las características del hombre melancólico y los motivos por los que se inclina a un estado atrabiliario, se consideran los adjetivos que determinan a esta clase de ser humano. El melancólico es un sujeto que tiende por lo general a la exaltación o tristeza, pero también a la genialidad.

Además, el libro incluye una traducción bilingüe griego-español del Problema XXX del Pseudo Aristóteles, que es la primera obra sobre la melancolía en la literatura universal. Una aproximación semántica a unos de los enigmas de la naturaleza humana, el tema de la melancolía, en que las fuentes textuales primeras son reconocidas, estudiadas e interpretadas con gran acierto, no puede ser otra cosa que un importante aporte científico al conocimiento general, un aporte que pone a las humanidades al servicio de las ciencias, un ejemplo de la actividad interdisciplinar y la integración de saber humano que se necesita en nuestros días. Prof. Manuel Correia
IdiomaEspañol
EditorialEdiciones UC
Fecha de lanzamiento1 jun 2017
ISBN9789561426115
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    La melancolía en la antigüedad - Álvaro Pizarro Herrmann

    bibliografía.

    I.

    Aproximación etimológica

    (negro, oscuro, sombrío), figura desde Homero para describir el color del vino, de la sangre, de una ola, del mar o de un río. También se usa alegóricamente para retratar la muerte, en una fórmula que se repite en la Ilíada , y en el Agamenón significaba mucho más que un simple color, lo que se testimonia también en otras lenguas distintas del griego. Existen numerosos paralelos de esta relación en la literatura posterior (Klibansky 1991: 39-40, n. 44).

    , con el sentido de bilis, también aparece por primera en Homero⁴, y se emplea sobre todo de manera figurada para referirse a cualquier tipo de amargura, cólera o resentimiento (Ilíada no indicaba únicamente la bilis. Ya en el Corpus Hippocraticum revela en más de una oportunidad la enfermedad en los Aforismos (4.22): al inicio de toda enfermedad, si la bilis negra ha salido por arriba o por abajo, es mortal

    , porque dicha diferencia no está comprendida en los compuestos que pertenecen casi todos a un registro concreto de la bilis, pero pueden comportar en muchos casos acepciones morales⁵. Son precisamente esas connotaciones morales vinculadas por una parte al carácter del hombre (el melancólico puede ser genial, exaltado o taciturno, sobre todo en el Problema , aunque se debe esperar hasta el CH para encontrarlas desplegadas con más claridad.

    En Sófocles (Traquinas posee simplemente la acepción de impregnado de negra hiel, envenenado. Pero también negra es la sangre que brota de las narices y del costado de Áyax (Áyax 918; 1412-1413). Sin embargo, no sabemos si Sófocles relacionó el delirio de Áyax con un exceso de bilis negra. Solamente un siglo más adelante, en el Problema (tener la bilis negra, el humor negro, estar sombrío o triste, ser atrabiliario) se testimonia desde Aristófanes⁶ en las Aves ; en el Fedro (humor negro, melancolía) se presenta únicamente desde el CH, por lo general en plural y asociado directamente a un estado patológico como ocurre en Sobre aires, aguas y lugares (atrabiliario, temperamento melancólico, carácter sombrío); sus usos se inician siempre dentro del ámbito de la medicina hipocrática. En los Aforismos (3.20) leemos que en primavera se presenta la manía, la melancolía y la epilepsia

    . Este ejemplo ya alude al carácter melancólico. También es importante observar la manera en que el autor diferencia estas enfermedades, que muchas veces reunían síntomas similares o se confundían, tal como acontece en la actualidad.

    I.I. Primeros testimonios

    Aristófanes

    La cuestión sobre qué es la melancolía no es planteada solamente y por primera vez entre los griegos, sino que en ellos encontramos también las primeras respuestas, aunque ciertamente no sean las más claras (Tellenbach 1976: 20). Los orígenes precisos del término en la Antigüedad clásica deben buscarse fundamentalmente en los tratados del Corpus Hippocraticum y en el pseudoaristotélico Problema XXX, aunque existen evidencias del vocablo en autores del siglo V a. C. En la Grecia antigua el término melancolía está testimoniado en el 414 a. C. en Las Aves de Aristófanes, Las Traquinas de Sófocles, y en el CH en numerosas ocasiones. Tellenbach (1976: 17) afirma que el intento por seguir la huella del vocablo más allá del Corpus ha desembocado en lo que no se puede comprobar; lo cual es cierto, pero no constituye un obstáculo para investigar su significado. Si bien la idea de la melancolía se reservó por lo general para el uso médico, la hipótesis inversa de un concepto de sentido común que poco a poco se fue integrando a un discurso médico, filosófico o literario, es más probable de acuerdo con Roussel (1988: 301). Por eso, el término se encuentra testimoniado en autores como Aristófanes, Platón y, posteriormente, Demóstenes, Teofrasto⁷ y

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