LA NARANJA MECÁNICA ¿UN EXPERIMENTO REAL?
La Naranja Mecánica (1971), de Stanley Kubrick (1928-1999), versión cinematográfica de la novela homónima de Anthony Burgess (1917-1993), cuya publicación en 1962 pasó desapercibida, es considerada una de las películas de culto más iconográficas de la historia del cine. Su estética, que hoy se contempla entre lo vintage y lo futurista, ha sido recreada en series, comics y películas, siendo asimilada dentro de la cultura popular. Su argumento relata las desventuras de Álex DeLarge, un joven pendenciero que, en compañía de sus “drugos”, lidera una pandilla que hace del ejercicio de la “ultraviolencia” su principal divertimento. En un escenario distópico, donde el gobierno pretende encarcelar a sus opositores políticos y “reinsertar” a los delincuentes comunes, Álex se convertirá en el protagonista de un escalofriante experimento, cuya implementación futura implicaría la manipulación y control mental de sus ciudadanos para domesticarlos en una sociedad libre de violencia…
DE LA MÁQUINA DEL BIENHECHOR
“La naranja mecánica” (1962) se inserta dentro de la mejor tradición literaria anglosajona que inaugura un nuevo género: la novela distópica. En contraste con la utopía, (1478-1535), la distopía (o antiutopía) presenta su reverso: una sociedad aparentemente armoniosa, pero que se ha deshumanizado. El término distopía – que se atribuye al filósofo y economista británico (1806-1873) en un discurso pronunciado en 1868– es definida en nuestro diccionario como “representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana”. Entre los máximos exponentes literarios de la distopía pueden mencionarse “Un mundo feliz” (1932) de (1894-1963), “1984” (1950) de (1903-1950) y “Fahrenheit 451” (1953) de (1920-2012).
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