Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Fulminantes de amor
Fulminantes de amor
Fulminantes de amor
Libro electrónico123 páginas46 minutos

Fulminantes de amor

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

«Tratando de escribir un verso que me fulmine...».
«Metido en este agujero buscando el eureka de mi vida».

Intenso, vehemente, penetrante, lleno de amor, soledad y melancolía. Entre la rutina hace un hueco para fusilar en cada verso. Inundado de sentimientos que, de una manera sencilla pero muy enfática, nos hacen vibrar.

Fulminantes de amor es poesía pura, afable,tierna y simple de digerir. Cada verso es un grito del autor por hacernos sentir, vivir y revivir cada vez que se lee. Entre los amores, la rutina laboral, los triunfos y fracasos del día a día, Herder Rodríguez Ayala nos entrega una obra para encontrarnos, para percatarse de que no solo existimos, sino que estamos vivos.

«Mi favorito es el presente».

IdiomaEspañol
EditorialCaligrama
Fecha de lanzamiento30 jul 2020
ISBN9788418369148
Fulminantes de amor
Autor

Herder Gustavo Rodríguez Ayala

Herder Gustavo Rodríguez de Ayala nació el miércoles, 4 de septiembre de 1985. En los ojos de un niño, padres separados es y será siempre sinónimo de una niñez difícil. En plena adolescencia sin Dios y sin ley emigró a los Estados Unidos en busca de un porvenir. Buscando sus sueños de mojado se encontró con versos que quedaron plasmados en su primer libro, Brevis (2018). Aún vive en NYC y ni la pandemia ha logrado empañar sus versos. Aún bohemio, hedonista y rebelde. Ahora mucho más maduro, con una manera única de impregnar con sentimientos cada frase.

Relacionado con Fulminantes de amor

Libros electrónicos relacionados

Poesía para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Fulminantes de amor

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Fulminantes de amor - Herder Gustavo Rodríguez Ayala

    Pars 1

    (Yo)

    A train on a steel track Description automatically generated

    Empezar

    Necesito un trago de coñac a las siete de la mañana, cuando mi día no quiere empezar, o una cerveza a un solo sorbo, un golpe que me haga despertar.

    Necesito un vaso de agua que me quite esta sed de tenerte. Quizás, correr hasta el descarte me haría bien. Irme lejos para aliviar el dolor. Quedarme en mi habitación hasta el deceso, sin que nadie siquiera lo sospeche.

    Volar adonde nací para encontrar los abrazos que dejé. Un beso para el llanto de niño; una caricia que me alivie. Necesito llorar hasta llenar el Apaneca. Necesito una cita con Freud. Una vida contigo.

    Necesito empezar de nuevo como nuevo, sin el vicio de soñarte a las tres de la mañana, cuando el insomnio se vuelve insoportable.

    Necesito verte una vez más,

    para tener fe en mí.

    Para poder soltarte de una vez por todas,

    para poder tener valor.

    Necesito empezar de nuevo,

    como sea que sea,

    como sea que pueda.

    Necesito empezar de nuevo.

    Debo empezar de nuevo antes que sea demasiado tarde y el tiempo no me alcance para ser feliz.

    Muerto

    Así me siento cuando siento,

    muerto.

    No sé ni cómo escribo,

    si mi corazón dejó de latir

    por vos;

    a mí nunca me sirvió.

    Me quedó la voz,

    de aliento;

    me quedaron los pies,

    de martirio;

    me quedaron los ojos,

    para el llanto;

    las manos,

    de consuelo;

    el pecho,

    de colchón barato

    para anidar fetos de amores

    que aborto antes de nacer.

    Muerto me siento

    desde que te fuiste;

    quizás antes,

    pero

    culparte es más barato,

    más conveniente;

    además, ya no estás.

    No tengo el valor en las manos

    para el suicidio

    ni el olvido.

    Muerto estoy,

    aunque vivo

    y respiro,

    aunque sueño

    y me despierto,

    aunque corro

    y me caigo,

    pero no me levanto.

    Muerto sigo;

    esperando un beso,

    o una estocada

    que me deje muerto…,

    como me siento.

    Corazón

    Ya no me sirves,

    salvo para dar signos de vida una vez al año cuando voy al cardiólogo,

    pero me dueles.

    Quisiera entender cómo tantos recuerdos anidan en un puño de músculos.

    Trato de resolver la impunidad de este amor que me tiene mortinato.

    Apenas latiendo,

    respirando,

    caminando sin rumbo,

    buscando luz en la oscuridad.

    Corazón, así como bombeas sangre,

    te pido hoy, tarde,

    que bombardees este amor,

    que lo fulmines

    antes que nos mate

    o me mate.

    Mi memoria ya está gastada

    de tanto rebobinar

    todas las noches,

    de aquel amor

    que me tiene extinto,

    tocho.

    Como a un difunto

    occiso.

    Corazón,

    ya no latas más,

    no por ella,

    la que no nos quiso,

    a la que le fallamos

    y nos falló.

    Acaso, si supiera de ti,

    ¿volvería?

    Mi hado a tu lado falleció.

    Corazón,

    exangüe

    exijo

    cordura.

    Antes que muera en la locura del amor.

    Corazón,

    ya no sirves

    ni me

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1