Fulminantes de amor
()
Información de este libro electrónico
«Tratando de escribir un verso que me fulmine...».
«Metido en este agujero buscando el eureka de mi vida».
Intenso, vehemente, penetrante, lleno de amor, soledad y melancolía. Entre la rutina hace un hueco para fusilar en cada verso. Inundado de sentimientos que, de una manera sencilla pero muy enfática, nos hacen vibrar.
Fulminantes de amor es poesía pura, afable,tierna y simple de digerir. Cada verso es un grito del autor por hacernos sentir, vivir y revivir cada vez que se lee. Entre los amores, la rutina laboral, los triunfos y fracasos del día a día, Herder Rodríguez Ayala nos entrega una obra para encontrarnos, para percatarse de que no solo existimos, sino que estamos vivos.
«Mi favorito es el presente».
Herder Gustavo Rodríguez Ayala
Herder Gustavo Rodríguez de Ayala nació el miércoles, 4 de septiembre de 1985. En los ojos de un niño, padres separados es y será siempre sinónimo de una niñez difícil. En plena adolescencia sin Dios y sin ley emigró a los Estados Unidos en busca de un porvenir. Buscando sus sueños de mojado se encontró con versos que quedaron plasmados en su primer libro, Brevis (2018). Aún vive en NYC y ni la pandemia ha logrado empañar sus versos. Aún bohemio, hedonista y rebelde. Ahora mucho más maduro, con una manera única de impregnar con sentimientos cada frase.
Relacionado con Fulminantes de amor
Libros electrónicos relacionados
Quiéreme Rota Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmorcidio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPedazo por pedazo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones(des)Enamórame Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Palabras del alma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPublicaciones Diferidas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSimona Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe Profundis Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesComo las hormigas de Dalí: Cuando las vomité todas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAntes de convertirnos en piedra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Orgasmos en guerra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDesde corazón, mente y alma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEsta Puta Novela Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEntre todos me acabaréis matando Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cigarrillos al sol Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesResiliencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSi me hubiera conocido antes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPerdida Hipocondríaca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAstenia por obsesión de ilusión Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Qué les puedo decir yo del amor?: Poemas del amor del día a día, del amor que es todo, menos perfecto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLe novie de la nada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPrimero tuve que morir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas de la finitud Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLlorando mariposas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPesadillas de algún día Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTodos los desastres que me llevaron hasta mí Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario de un Cyrano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUnas historias de amor, una carta y unos cuantos poemas para no olvidarla Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Vida De Las Margaritas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTodo lo que guardo más allá de mí Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Poesía para usted
El Paraíso Perdido: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Iliada: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Kamasutra (texto completo, con índice activo) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Valentía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Huellas del Amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las cosas que dije en silencio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mariposas rotas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crea Tu Mejor Año Un Día a La Vez: Una Guía Poética Para Inspirar Paz Y Conseguir Este Año Lo Que Mas Quieres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMero Cristianismo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5100 Maneras distintas de decir te quiero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Corazón de miel. Poemas de amor. Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Valentía II Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La divina Comedia: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Sabines a la mano: Poesía escogida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Podría estar hablando de ti Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Colección de Gustavo Adolfo Bécquer: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El pequeño libro de la vida de Rumi. El jardín del alma, el corazón y el espíritu Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poemas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Antología poética Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Libro de oro frases celebres Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poemas náhuatl Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La belleza oculta de las palabras cotidianas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCantar de mío Cid: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cantar de los Nibelungos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Arte de amar Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Emocionario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Rumi esencial Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Hojas de hierba Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Mientras cae la ruina y otros poemas: Antología poética Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Categorías relacionadas
Comentarios para Fulminantes de amor
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Fulminantes de amor - Herder Gustavo Rodríguez Ayala
Pars 1
(Yo)
A train on a steel track Description automatically generatedEmpezar
Necesito un trago de coñac a las siete de la mañana, cuando mi día no quiere empezar, o una cerveza a un solo sorbo, un golpe que me haga despertar.
Necesito un vaso de agua que me quite esta sed de tenerte. Quizás, correr hasta el descarte me haría bien. Irme lejos para aliviar el dolor. Quedarme en mi habitación hasta el deceso, sin que nadie siquiera lo sospeche.
Volar adonde nací para encontrar los abrazos que dejé. Un beso para el llanto de niño; una caricia que me alivie. Necesito llorar hasta llenar el Apaneca. Necesito una cita con Freud. Una vida contigo.
Necesito empezar de nuevo como nuevo, sin el vicio de soñarte a las tres de la mañana, cuando el insomnio se vuelve insoportable.
Necesito verte una vez más,
para tener fe en mí.
Para poder soltarte de una vez por todas,
para poder tener valor.
Necesito empezar de nuevo,
como sea que sea,
como sea que pueda.
Necesito empezar de nuevo.
Debo empezar de nuevo antes que sea demasiado tarde y el tiempo no me alcance para ser feliz.
Muerto
Así me siento cuando siento,
muerto.
No sé ni cómo escribo,
si mi corazón dejó de latir
por vos;
a mí nunca me sirvió.
Me quedó la voz,
de aliento;
me quedaron los pies,
de martirio;
me quedaron los ojos,
para el llanto;
las manos,
de consuelo;
el pecho,
de colchón barato
para anidar fetos de amores
que aborto antes de nacer.
Muerto me siento
desde que te fuiste;
quizás antes,
pero
culparte es más barato,
más conveniente;
además, ya no estás.
No tengo el valor en las manos
para el suicidio
ni el olvido.
Muerto estoy,
aunque vivo
y respiro,
aunque sueño
y me despierto,
aunque corro
y me caigo,
pero no me levanto.
Muerto sigo;
esperando un beso,
o una estocada
que me deje muerto…,
como me siento.
Corazón
Ya no me sirves,
salvo para dar signos de vida una vez al año cuando voy al cardiólogo,
pero me dueles.
Quisiera entender cómo tantos recuerdos anidan en un puño de músculos.
Trato de resolver la impunidad de este amor que me tiene mortinato.
Apenas latiendo,
respirando,
caminando sin rumbo,
buscando luz en la oscuridad.
Corazón, así como bombeas sangre,
te pido hoy, tarde,
que bombardees este amor,
que lo fulmines
antes que nos mate
o me mate.
Mi memoria ya está gastada
de tanto rebobinar
todas las noches,
de aquel amor
que me tiene extinto,
tocho.
Como a un difunto
occiso.
Corazón,
ya no latas más,
no por ella,
la que no nos quiso,
a la que le fallamos
y nos falló.
Acaso, si supiera de ti,
¿volvería?
Mi hado a tu lado falleció.
Corazón,
exangüe
exijo
cordura.
Antes que muera en la locura del amor.
Corazón,
ya no sirves
ni me