Perdida Hipocondríaca

Por Silvana Juarez

"Las horas pasan, los minutos se escapan sin que pueda evitarlo.
Estoy inmóvil, mirando como una espectadora, inconsciente de mi propia existencia, de mi propio tiempo, de mi propia vida.
¿Cómo hago para vivir? ¿Cómo se vive realmente?"
Este libro se divide en dos, por lo que puedes leerlo de la manera convencional o bien de atrás para adelante. Solo sigue tu sentir e intuición.
Perdida narra el fin del amor romántico y el inicio del amor propio.
Hipocondríaca marca la ansiedad ante la vida, frente al espejo y delante del otro.

• Idioma: Español
• Editorial: Silvana Juarez
• Fecha de lanzamiento: 19 ene 2021
• ISBN: 9781005887889

Silvana Juarez

Silvana Juárez nació en Buenos Aires- Argentina.Formada académicamente como abogada, procuradora, mediadora y periodista.Es life coach y practitioner PNL.Viajo sola por varios continentes, viviendo en Río de Janeiro, Madrid y Krakow.Co-fundadora del “Instituto Internacional De Coaching”Fundadora y directora de la editorial “Asia Ediciones”.Autora de "Las Mariposas Migran", "Mientras Me mirabas" y "Perdida Hipocondríaca".

Vista previa del libro

PERDIDA

Se ha enamorado de otra

¿Qué hacemos cuando nos damos cuenta que quien amamos se ha enamorado de otra persona?

El problema no es que mira a otra, ni que sale con otra, ni que duerme con otra… el problema es que: ¡Se ha enamorado de otra! 

La mira como alguna vez me miró. La abraza como alguna vez me abrazó. Puedo ver su amor. El amor está en el aire, pero no en mi aire, en el aire de ellos dos. Yo ya no soy la protagonista de su aire. Y cómo duele. Me falta el aire sino no tengo su aire.

No cuidé a ese amor, no supe valorarlo, ni apreciarlo, ni verlo y ahora me duele. Duele mucho.     

No hay clonazepan suficiente para tapar el dolor. Porque el dolor en el alma es el peor de los dolores.     

Estoy con la mirada perdida. No me importa nada, solo mi dolor. Porque él ama a otra.

Soy un recuerdo bonito. Solo recuerdo. Yo no quiero ser recuerdo. Los recuerdos no tienen besos ni llamadas a deshora, no tienen risas ni abrazos, no tienen