Caballo Negro En Tierra De Gracia
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José Talleyrand Rodríguez
José Talleyrand Rodríguez was born in Caracas, Venezuela. He has received graduate degrees from Universidad Simón Bolívar, Indiana University and SUNY Stony Brook performing research in science, literature and cultural studies. In recent years he has published two novels, Sirena en Do Menor and Caballo Negro en Tierra de Gracia, and two books of short stories, Amores, Canciones, Estrellas y Pistolas and Crimes and Misdemeanors: Tales of Mystery and Imagination. A lover of classic noir and modern Latin American literature who likes to examine phenomena associated with social injustice. He currently lives in the United States somewhere near New York City.
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Caballo Negro En Tierra De Gracia - José Talleyrand Rodríguez
Copyright © 2017 por José Talleyrand Rodríguez.
Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2017905636
ISBN: Tapa Dura 978-1-5065-1974-6
Tapa Blanda 978-1-5065-1976-0
Libro Electrónico 978-1-5065-1975-3
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.
Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.
Fecha de revisión: 13/04/2017
Palibrio
1663 Liberty Drive
Suite 200
759120
Contents
Hacia La Tierra De Gracia
Un Caso De Estudio
Los Hechos
En El Zoo
Uno, Dos, Infinito En La Cola
Cantaclaro Y La Bala Mágica
Caníbales
Laberintos
Amor Y Odio En 17 Gestos Faciales
Una Muralla Y Dos Cuadros
Los Hechos (Segunda Parte)
En Tierra De Gracia
Notas Sobre Caballo Negro En Tierra De Gracia
Una Visión Del Pasado
Canciones Mencionadas En La Novela
HACIA LA TIERRA DE GRACIA
Y que si este río no procede del Paraíso Terrenal, viene y procede de tierra infinita, del Continente Austral, del cual hasta ahora no se ha tenido noticia; mas yo muy asentado tengo en mi ánima que allí donde dije, en Tierra de Gracia, se halla el Paraíso Terrenal.
Cristóbal Colon, Carta a los Reyes Católicos
El animal se mueve inquieto. Es la primera vez que lo traen cerca del mar. El olor a sal lo turba. Sus cuatro cascos no dejan de golpear el polvo del suelo. Su dueño lo acaricia en el cuello para calmarlo. Toca con cariño su pelo de color negro azabache. No le gusta la idea de vender al caballo pero necesita el dinero que le pueden dar por él. El animal y el labriego están parados cerca del muelle de un puerto. Miran a los buques anclados en la bahía. Naos, carabelas, carracas. Navíos que van hacia el Nuevo Mundo. Hacia una tierra de maravillas, rica en flora y fauna, alabada por Cristóbal Colon y otros navegantes. Tierra de Gracia, por ese nombre la conocen muchos.
El caballo relincha. A su alrededor se mueve una multitud de personas. Nunca vio cosa semejante en la huerta donde nació y creció. El descubrimiento de América ha dado nueva vida a los puertos del Atlántico en la península ibérica. Es la era del mercantilismo. Se puede ganar buen dinero comerciando con la gente que arma las flotas de exploración o vendiendo los productos y especias que traen los buques que regresan del Nuevo Mundo. Si más allá del océano hay una tierra de maravillas, en este lado está el caos. No solo marinos y comerciantes merodean en los puertos del Reino de España. También lo hacen mendigos, picaros y ladrones. Son una plaga. Hay que cuidarse. Para evitar hurtos, tropas reales custodian una caravana cargada con vituallas destinadas a abastecer los navíos que preparan su salida al mar.
- ¡Abrid paso! …. Abrid paso a los soldados de su majestad el Rey.
En medio del bullicio un dulce aroma a comida llega al fino olfato del caballo. El animal trata de avanzar hacia la caravana con víveres. Su dueño lo detiene utilizando la soga que hace de collar alrededor de su cuello. El caballo y un grupo de mendigos ven con tristeza como los carromatos llenos de vituallas se alejan. Un mendigo, desesperado por el hambre, se aferra al costado de uno de los carromatos. Da un alarido de dolor al sentir como una lanza le atraviesa el muslo de su pierna izquierda. Dos soldados lo apartan a golpes del carro con comida.
A menos de cien metros de donde están el caballo y el labriego hay una fila de individuos que intentan embarcar camino a América. Al comienzo de la fila se yergue un estandarte real de contratación. Dos escribanos y tres alguaciles verifican que todos tienen la documentación necesaria para hacer el viaje. Las ordenanzas del Rey Carlos I establecen que solo cristianos viejos y probos, gente de buena voluntad, puede hacer la travesía hacia el Nuevo Mundo. Sin embargo, en la fila hay varios individuos de apariencia extraña. Pelean unos con otros. Algunos están mal de la cabeza. Asombrado el labriego se pregunta de dónde han salido. ¿Cómo han podido llegar hasta ahí? Ninguno de ellos seria aceptado como vecino de su aldea. Terminarían colgados de un árbol. El Conde de Montemayor no quiere gente pendenciera en sus tierras.
- Buen día tenga vuesa merced.
Al lado del labriego se ha parado un anciano. Es de baja estatura, delgado, vestido con ropas sencillas. Su cabeza va cubierta por una vieja boina. Lleva una capa de medio uso. Examina al labrador de pies a cabeza. Con una sonrisa le pregunta si tiene pensado embarcarse para el Nuevo Mundo. El labriego responde que no. Solo su caballo va para América. Él se queda. No piensa abandonar su huerta. Le tiene cariño a su mujer y a sus cuatro hijos. En un tono cordial el anciano le indica que eso no tiene sentido. En la Tierra de Gracia puede ganar fama y fortuna.
- Buen hombre, el Dorado y el Reino de la Plata os están esperando.
El anciano ofrece al labriego su ayuda. Puede conseguirle, por un precio razonable, las cartas de pureza de sangre y buena conducta que hacen falta para poder hacer el viaje. Unas cuantas monedillas de oro es el costo. Así de fácil. El labriego se resiste a aceptar la oferta del anciano. Acariciando el lomo del caballo, el anciano le cuenta al labrador la historia de las Amazonas, y las indias gentiles, mujeres que habitan en la Tierra de Gracia.
- Son hembras de reconocida belleza y fogosidad. De buen vivir.
¿Quién puede negarse a entrar en contacto con ellas? El labriego pide más detalles sobre esa Tierra de Gracia. El anciano le describe valles verdes, que parecen sacados del Paraíso, donde se puede cultivar de todo. Vegetales y frutas exóticas crecen por doquier sin mucho trabajo. En su mente el labriego hace una comparación con la huerta donde labora. Su tierra no es rica. Ese año ha tenido mala suerte con las cosechas. Las ganancias no le dan para mantener a su familia y pagar la contribución o impuesto que pide el dueño del latifundio. Por eso tiene que vender el caballo. El anciano le reitera que por unas cuantas monedillas de oro le puede conseguir las certificaciones necesarias para viajar al Nuevo Mundo. La tentación es grande. Por unos segundos el labriego medita que hacer. Se ve viajando en uno de los buques que van hacia América. Observa como el anciano acaricia el cuello del caballo. Hay algo en la actitud del hombre que inspira cierta desconfianza. El labriego no quiere complicarse la vida. Da un no por respuesta. Frustrado el viejo pícaro decide irse en busca de otro cliente.
Del muelle salen tres hombres. El labriego reconoce al mayoral encargado de comprar las bestias que van a viajar en la flota de exploración. Hablaron la noche anterior en una taberna en las afueras del puerto. Lo acompañan un noble, hombre ya maduro todo vestido de negro con capa y boina de terciopelo fino, y su sirviente. El sirviente sostiene un viejo libro en su mano derecha. Al ver a los recién llegados, el caballo negro se mueve inquieto, presiente que su vida va a cambiar. El mayoral observa con satisfacción su cuerpo. El animal es de buen tamaño y plante. Puede servir como bestia de carga o como elemento en las tropas de caballería. Procede a examinarlo detalladamente. Tras revisar sus dientes y cascos verifica el buen tamaño de sus testículos. Tiene que servir de semental en América. Los caballos son un arma estratégica en el proceso de conquista del Nuevo Mundo. Le dan movilidad a las tropas españolas y los indios nativos huyen al verlos. Son demonios provenientes del más allá. El noble se aproxima al labriego.
- Vuestra bestia, ¿sabe leer?
El caballo tiene que pasar una última prueba antes de ser adquirido para viajar en la flota. El labriego se queja, nadie le dijo que tal prueba existía. De hecho él no sabe leer. Duda que su animal pueda hacerlo. El mayoral le replica que es un requisito básico impuesto por Don Gonzalo, el noble interesado en la compra del caballo. Un gesto de preocupación aparece en la cara del labriego. Nervioso le comenta al mayoral las virtudes del animal: es dócil, trabajador, no come mucho, no pelea con otros animales, lo vende por necesidad no porque sea un mal caballo. Sin decir palabra el noble vestido de negro mira hacia el navío anclado en la bahía donde tiene una plaza de viaje. Hace planes.
Su sirviente abre el viejo libro que porta y le enseña un par de páginas al caballo. El animal observa detenidamente los símbolos y letras que le muestran. Son algo nuevo para él. No voltea su cara ignorando el contenido del libro. Su olfato nota un aroma especial. Un aroma que se ha adherido al libro cuando lo movían de un lado para otro. El caballo se excita. De golpe se libera de las manos del labriego. Echa a correr hacia el muelle. Se detiene al borde del mar y observa la flota de buques. Olfatea el aire con insistencia. Siente que en uno de esos navíos hay una yegua en celo. Relincha. Sus piernas delanteras se levantan apuntando hacia los barcos, hacia América. Satisfecho el sirviente le enseña a su señor lo que le mostró al caballo: es un mapa adornado con signos de la Cábala. Triángulos, rectángulos, pentágonos de oro. Atónito el labriego trata de entender lo que está pasando. El noble le habla, está feliz, ha encontrado lo que lleva años buscando.
- No os preocupéis buen hombre. Este caballo me ha de llevar a la Fuente de la Eterna Juventud.
Los gestos de nerviosismo desaparecen de la cara del labriego. Acaba de sellar la venta de su animal. Por cosas del destino, el caballo negro y sus descendientes van a participar en la colonización del Nuevo Mundo.
UN CASO DE ESTUDIO
Somos nada … Eso me dijo una señora que intentaba vender flores en un tarantín de calle … Venezuela mon amour, año 2015. Un país que se desintegra. Polarización social, inseguridad, colapso económico, desabastecimiento. Caos. Una crisis creada por un Gobierno populista que se olvidó de la mayoría del pueblo hace ya bastante tiempo. Mitos. La distorsión de la realidad a diestra y siniestra … Nos hemos convertido en un caso de estudio. Todos nos miran con curiosidad. Nadie quiere ser como nosotros. ¿Cómo es posible tal desastre? ¿Cuáles son las causas del caos? Mentes brillantes del mundo académico se afanan por entender lo que está pasando. ¿Qué falló? Expertos en ciencias políticas, sociología y economía vienen a estudiarnos … Eugene Segrer es uno de esos expertos. Trabaja para un Think Tank localizado en Nueva York. Asesora a políticos y economistas de varios países que necesitan información sobre Venezuela. ¡Una cabeza que no come o mete cuentos! Su avión acaba de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía. Esperándolo estamos Roberto Suarez y yo, Gregory Arteaga, con la misión de llevarlo a un hotel en la ciudad de Caracas. Roberto es el attaché cultural. Está a punto de terminar su licenciatura en historia en la Universidad Central de Venezuela. Yo estoy encargado de la seguridad. Mi situación es compleja. Oficialmente soy un detective en el Cuerpo de Criminología de la policía. En la práctica solo ejerzo de vez en cuando, cuando tienen un problema muy gordo, y no les queda más remedio que llamarme. No confían en mí. Hará cuestión de un año me inmiscuí en una manifestación de estudiantes en protesta por las malas políticas del Gobierno. Vi a un individuo que disparaba contra los manifestantes. Mató a una muchacha. Lo baje de un tiro. El hombre tenía conexiones. En el cuerpo de policía me pasaron a tiempo parcial. ‘¡Gregory te jodiste!’ me dijeron. En realidad me solucionaron la vida. En un país donde hay un problema enorme con la delincuencia, más de 20.000 asesinatos al año, gano un buen billete como asesor de seguridad. Además me redondeo la vida ayudando a mi esposa en su peluquería. Una ocupación que me permite mostrar mi creatividad. Soy un artista. ¡No bromeo!
Aquí viene Mister Segrer, Eugene le gustan que lo llamen. Alto y delgado, con más de sesenta años de edad, aunque no los aparenta. Su cabello de color castaño muestra alguna que otra cana. En su cara blanca solo hay unas pocas arrugas. ¿Cirugía estética o la mano de una buena mujer? No me pagan para que haga ese tipo de pregunta. Desde la salida del área de arrivals en el aeropuerto, Eugene saluda alegre tan pronto nos ve.
- Maqroll, el Gaviero, se regocija al estar de vuelta – proclama.
¡Simpático el hombre! Fanático de Álvaro Mutis y sus novelas. Se lleva muy bien con Roberto. Hablan el mismo lenguaje académico. Es la segunda vez que trabajo para el gringo. Le encanta conversar conmigo. En forma disimulada me hace preguntas sobre la situación del país. Yo soy el venezolano de a pie. El que todos los días tiene que joderse para encontrar los reales que mantengan con vida a la familia. La mente académica de Eugene le dice que yo le puedo dar información que no aparece en los libros de texto. A veces yo le miento. Lo cotorreo. Me acuerdo de cosas que aprendí en el año y pico que estudié sociología y le dijo lo que él quiere oír. Esas mentiras nos evitan problemas a los dos y hacen que nuestra relación sea sana. Fluye.
Esta vez Eugene trae poco equipaje. Va a estar con nosotros solo dos días. O quizás menos. Hoy viernes tiene una cena/entrevista con un par de dirigentes de barrio, gente partidaria del Gobierno. Mañana sábado, antes del mediodía, va a hablar con una ex-guerrillera, locutora de radio, que no deja de criticar a la dirigencia política. Después, en la tarde-noche, se va a juntar con un politólogo, un profesor universitario con el que está escribiendo un libro sobre la Venezuela contemporánea. El domingo temprano se va de vuelta para su centro de operaciones en Nueva York … En esta visita relámpago Eugene quiere investigar algo que ocurrió hace más de cincuenta años: el 13 de mayo de 1958, en una visita oficial a Caracas,