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Bögart Iii: F.I.N.A.N.Z.I.E.R
Bögart Iii: F.I.N.A.N.Z.I.E.R
Bögart Iii: F.I.N.A.N.Z.I.E.R
Libro electrónico523 páginas7 horas

Bögart Iii: F.I.N.A.N.Z.I.E.R

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Información de este libro electrónico

C.J Wolf aparece en Israel comprando misiles a los terroristas. De inmediato se activa todo un mecanismo internacional para su captura, sin vaticinar las genuinas y siniestras intenciones del fascista.

Exactamente a las ocho de la noche del 19 de abril del 2015, las dragas situadas en el puerto de Maril comienzan a desplazarse rumbo suroeste. Dos horas despus lo hace la plataforma petrolera Titanus II. El objetivo es AuMitln y la resurreccin del hombre ms temido sobre la tierra.

En una loca carrera contra el tiempo que abarca a Israel, Siria, Irak, Mxico, Austria, Estados Unidos, Inglaterra y Cuba, el Coronel Walter Hollebeck tratar de evitar el Holocausto que se aproxima inexorablemente.

Bgart III F.I.N.A.N.Z.I.E.R, es un frentico libro con inesperadas sorpresas para los lectores que han seguido con avidez la cacera de C.J. Wolf por parte del nico hombre capaz de atraparlo.

F.I.N.A.N.Z.I.E.R. sella una triloga que nos deja el buen sabor de haber disfrutado de accin, intrigas, garra y suspensos inigualables. Francisco Ral logra mantenernos en vilo, reservando lo insospechado para las ltimas pginas en una inslita vuelta de tuerca.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento30 jun 2015
ISBN9781506504223
Bögart Iii: F.I.N.A.N.Z.I.E.R
Autor

Francisco Raúl

Bajo el alias Francisco Raúl, el escritor, premiado en 2011 por “Latin Heritage” con su cuento “La espera”, prefiere mantener el anonimato y continuar lidiando con las turbias y estremecedoras historias entre telones gubernamentales, intrigas internacionales y acción, en un país que se cae a pedazos.

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    Vista previa del libro

    Bögart Iii - Francisco Raúl

    Copyright © 2015 por Francisco Raúl.

    Designed Cover Concept: Francisco Raúl

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2014916011

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

    El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

    Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

    Fecha de revisión: 24/06/2015

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    704810

    INDICE

    PRÓLOGO: JAGUAR WARRIOR.

    LIBRO SIETE

    AH PUH ACUNA UN FARAÓN.

    A VEINTIDOS DÍAS DE LA HORA CERO

    XXXI- NO TE ESCONDAS, MALDITO

    XXXII- EL RETORNO DEL MUERTO TRAIDOR.

    XXXIII- ES HORA DE ENSUCIARSE LAS MANOS.

    XXXIV- LA TRAMPA

    LIBRO OCHO

    BLACK DAY, ABRAHAM.

    A ONCE DÍAS DE LA HORA CERO

    XXXV- EL PLACER DE VER CORRER LA SANGRE.

    XXXVI- ANNIE EN LA MIRA DE UN FUSIL.

    XXXVII- HIJO, DEBERÍAS APLICAR EL SIDUR.

    XXXVIII- CUANDO EL INFIERNO RETUERCE AL CIELO.

    XXXIX- EL VALOR DE UNA INCISIÓN.

    LIBRO NUEVE

    HORA CERO

    (UTC)

    A UN DÍA DE LA HORA CERO.- (CONTEO REGRESIVO)

    XL- TEÑIDO DE PÚRPURA

    XLI- ULTIMAS HORAS EN EL MUNDO CONOCIDO.

    XLII- SOY EL AMO DEL UNIVERSO.

    XLIII- EL FINAL ATRAE TORNADOS.

    XLIV- TIC, TAC, TIC, TAC.

    XLV- LOS RITOS DEL ACRÓNIMO.

    EPÍLOGO

    TRAS BÖGART.

    AGRADECIMIENTOS.

    OTROS TÍTULOS PUBLICADOS DEL AUTOR

    PRÓXIMAS ENTREGAS DEL AUTOR.

    EN EL TINTERO.

    DEDICATORIA

    A mis hijos: Les debía un libro para sus corazones, aunque desdichadamente el héroe no se graduó en el colegio interno Hogwarts de magia y hechicería, sino en el combate.

    A las generaciones todas: la suya, la de él, la de ella, la mía: No permitan a las autocracias de este mundo manipularlos como ridículas polichinelas; por más crueles, despiadados, ladinos o deslumbrantes que se erijan.

    A: Karl Stig-Erland Larsson.

    (Agosto 15 de 1954 –Noviembre 9 de 2004)

    Reinventor del policiaco de altos quilates y profundas intrigas.

    LOS NUEVOS TIEMPOS.

    POLÍTICAS | Enero 1, 2015 - 09:00.00 am

    Escrito por: John Buster. Jr.

    A PESAR DE ENCONTRARNOS EN PLENO SIGLO XXI, CONTINUAMOS RESPIRANDO SARÍN.

    Los crédulos de este mundo habíamos considerado que el mortifero gas desarrollado en 1938 por los fascistas había dado todo lo que tenía de criminal, inhumano y genocida. Creímos, inocentemente, que luego de su utilización en Jaibón, Wolfbourg, Chile y Tokio, ya no volveríamos a escucharsobre él. Creimos, creímos y estábamos equivocados.

    Esta mortífera arma de exterminio, causante de horribles colvulsiones, arritmia y paro respiratorio, para no explicar las atroces posturas que adoptan los infectados y la quebradera de huesos por espasmos, fue utilizada en Siria días atrás, como si fuese un arma convencional más.

    Hacemos un llamado a la opinión pública mundial y a los Presidentes de las naciones. Reflexionen; este gas inodoro e incoloro deja al cerebro sin oxígeno. ¿Cuantas víctimas debemos socorrer para que se detenga su utilización?

    La Solución Final está a las puertas.

    De hecho inmencionable a reclamo impostergable. Diciembre 15 del 2014.

    "El 19 de Abril es el día de la gloria nacionalsocialista, el día previo a la resurrección, día memorable, radiante, imperecedero. El 19 de Abril todas nuestras fuerzas se concentrarán en propiciar el reclamo al trono por nuestro líder, quien gobernará el mundo bajo un orden que elimine el caos actual propiciado por gobiernos corruptos, ineptos y antipopulares.

    El 20 de Abril del 2015 se abrirán las puertas de la victoria: Participe de nuestro júbilo y anexe su corazón al inmenso corazón ario. Aleje a los judíos antes del 20 de Abril. Cómo dijo nuestro líder: La cuestión judía debe ser resuelta a través de la remoción total de los sefardíes.

    Usted es libre de no hacerlo y nosotros de negarle el derecho a formar parte de la raza. Feliz año nuevo."

    Die letzte Lösung während des jüdischen Konfliktes.

    (Comunicado difundido en las redes sociales.)

    PRÓLOGO

    JAGUAR WARRIOR.

    ≈2014.≈

    E N EL SALÓN PLENARIO DONDE SESIONABA la Cámara Alta británica, la atención era tan rotunda y el silencio tan absoluto que no se escuchaba aletear a una mosca. El orador había logrado cautivar al auditorio mediante un eficaz discurso, mezcla entre la mejor elocuencia y una fina desfachatez. Adornado con gráficos comprensibles, atrevidos videos filmados desde ángulos extremos y música techno, el público se la estaba pasando más que bien y el mensaje subyacente penetraba en los habitualmente escépticos parlamentarios como bálsamo cuajado al huraño roedor.

    Charles Christian Calonne VI concluyó su exposición y arrugando la frente se despojó de las gafas de lectura. Dándose varios golpecitos en el entrecejo con una de las patas de los galenos paseó el rostro por los entusiasmados Lores y sonrió. El proyecto expuesto había concluido. Tras varios segundos de absoluta quietud, estallaron los aplausos.

    Sobreviviendo al T-Rex: Para una utilización más racional y controlada de los recursos petroleros, había sido continuamente torpedeado y ridiculizado por la oposición. Los ingleses pretendían estar avanzados en su programa de hidrocarburos hasta la personal intervención de Calonne, transformando una arcaica y retrógrada forma de hacer en un planteamiento moderno y viable.

    Lo embargó el orgullo ante la positiva acogida del procedimiento. Palpar entusiasmo en la Cámara Alta era como ver bailar a la estatua sedente de Kefrén. El alboroto era una señal inequívoca de éxito y lo sabía. Victoria contundente que bien valía la pena una celebración, no obstante se limitase a la intimidad de un sucio bar de barrio.

    Aunque Charles estaba feliz con la victoria, lo afligía la ausencia de su padre, pero el viejo andaba por el Tíbet en una especie de peregrinación espiritual y desde hacía unos seis meses no tenía la más mínima noticia sobre su condición. La invitación hecha por el Dalai Lama había llegado en el momento justo y Sir John la aprovechó sin dudarlo.

    Falta le hacía un cambio de aires, sus más de ochenta años lo llevaban agitado del corazón y en cualquier momento Charles se encontraba con la fatídica noticia. Suspiró, por él estaba bien, que se quedara en las montañas tibetanas el tiempo adecuado para recuperar algo de salud y bríos en este tenso mundo donde relajarse se tornaba prioritario.

    Lord Thomas du Quickly, líder de la mayoría, lo tomó del brazo. Sonrientes, caminaron hacia un aparte.

    — Y bien, Sir Calonne – sus ojos fulguraron tras las gruesas gafas de carey -, hemos presenciado una brillante exposición apoyada por un equipo multidisciplinario y profesional. De lo mejor visto en años. Lo felicito, sinceramente.

    — Muchas gracias, Barón – Charles se le acercó al oído -, pero entre nos le confesaré un secreto. Lo expuesto no fue la obra de equipo alguno, señor, lo hice sin ayuda. Problemas presupuestarios, ya sabe.

    Thomas du Quickly no pudo evitar el asombro.

    — ¿Usted? ¿Incluidas las acrobacias desde el aire?

    Calonne asintió.

    — Incluidas. Pase usted un lindo día y lo espero votando a favor del programa.

    A la salida del Palacio de Westminster, un exclusivo deportivo Jaguar Warrior XE 20.04 Type lo aguardaba con el motor encendido. Tong Chiang, recostado en el capó conversaba con una despampanante rubia a la que se le iban los ojos entre la atlética musculatura del chino y las súper deportivas líneas del auto. Charles le hizo un gesto imperceptible a su amigo y se acercó.

    — Hola príncipe Chiang, un gusto verlo por estos lares.

    La chica quedó petrificada. ¡Un príncipe de carne y huesos!

    — Hola Sir. Le presento a una amiga…

    — Linda… ejem, Linda Wilson – tartamudeó la joven.

    Charles tomó su temblorosa manita y la besó. La jovencita quedó muda ante la cortesía.

    — Tiene usted buen gusto príncipe – Charles hizo una leve reverencia -. Bella chica, bello futuro… y bello auto.

    Tong Chiang tosió levemente, semi ahogado por la risa.

    — Qué le diré, señor parlamentario, siempre lo mejor de lo mejor. Mi amiga aquí… Linda, es una…

    — Estudio diseño gráfico – respondió la jovencita, alucinada por el bello coche.

    — Anjá, diseño gráfico – hizo unas piruetas en el aire imitando dibujos -, y el auto es un Jaguar Warrior hecho bajo pedido. Solamente los muy entendidos conocemos el origen del nombre, enraizado con los Mācēhualtin, las milenarias tropas especiales del estado mexica. Guerreros aztecas representados por su adoración a la oscuridad.

    La bella chica se apretó un seno como si el corazón quisiera salírsele.

    — El nombre fue sugerido en… uno de los numerosos encuentros con Adolfito Wolf en Yucatán – continuó el asiático -. Entre bares y playas, ambos nos encontrábamos pasando unas merecidas vacaciones de estudiantes y de pronto, como en una prestidigitación de Blaine, me soltó: Si quieres un auto con verdadero músculo, búscate un Jaguar y que le pongan la coletilla Warrior.

    — ¿Un Jaguar? ¿Y por qué no un Bugatti o un Ferrari? – sonrió Charles entre enigmático y divertido.

    — Pues… porque… en fin, hice lo sugerido por mi compinche señorito de la realeza y no me ha defraudado.

    — Ya veo, ya veo. Entonces, ¿sacarás a pasear a…?

    — Linda, Linda Wilson – tartamudeó la adolescente como un zombi.

    — ¿Y no te molesta tome prestado…? – Chiang no sabía hasta donde llevar el juego -. Ejem, claro que daremos un paseo, no faltaba más. Pero bueno, John, pasé por aquí y me dije: voy a recoger a mi amigo para conversar sobre…

    — En otro momento, príncipe, no faltaba más. Atienda sus deberes sociales en primer lugar y entretenga a esta diseñadora gráfica que al parecer es muy talentosa – Linda temblaba como una hoja -. Voy a estirar las piernas para desentumirme del abucheo de hoy en el parlamento, que de seguro se escuchó en el Big Ben. Muy bonito su vehículo, alteza…, el famoso Jaguar mordedor, quiero decir…

    — Warrior.

    — Ya.

    Tong pasó el brazo por la cintura de la adolescente, que lo dejó hacer.

    — No le creas… Linda. Este jovencito ahora lo rechiflan, pero va progresando aceleradamente, con paso firme y seguro. Tiene a los vejetes del parlamento bajo la solapa y no hay joven ambicioso indiferente, todos se rinden a sus pies… ¿Dónde piensas llegar, amigo?

    Charles Christian Calonne VI observó a Tong Chiang con agrado. Después de todo el niño campesino de las montañas de Shaolín tampoco se había quedado atrás en perspicacia.

    — Es una buena pregunta: ¿a dónde pienso llegar?, te diré; todo lo lejos que los pies me lleven.

    Los transeúntes se voltearon con el rugido del vehículo al enfilar por la avenida. Tong sacó una mano por la ventanilla, le paró el dedo mayor, que en su jerga significaba gracias, y pisó el acelerador. El jaguar se mantuvo quieto unos instantes y de súbito partió como flecha:

    « Ya te las cobraré, amigo. No te quepa duda ».

    John hizo un malabar con el paraguas y se incorporó a la fila de transeúntes. Iría por un café, al cine y quizás terminaría en un club de strippers o mejor aún, había escuchado sobre la presentación de James Blunt en un local cercano donde se descargaba en onda unplugged. Aspiró el aroma cargado de humedad y se percató del tiempo pasado desde la última vez que hizo algo sin la compañía del chino. Le vino a la mente hacía unos años cuando escapó al Festival de Reading:

    « Al fin una tarde sin la sombra de Chiang. Debo planificarme este verano y pasar otro fin de semana en el césped escuchando rock en sandalias y camiseta ».

    Avanzó a paso resuelto tarareando: You‘re Beautiful, la canción que le fastidió las cuerdas vocales por corearla a todo pulmón en aquel inolvidable verano del 2005. Rubios cabellos danzando por debajo de los hombros, alcohol, chicas y condones. ¡Quien fuera quinceañero!

    Varias jovencitas se voltearon risueñas ante el apuesto joven y sus piruetas con el paraguas.

    La base militar paraguaya José Félix Estigarribia, recibió con recelo al Cessna 182 Skylane. El oficial de la base rectificó que a bordo navegaba el comandante Jacques Alexander Mc.Connolly y se habían emitido los correspondientes permisos de vuelo, más el avión acreditado era un Harrier de combate y no un pequeñito y destartalado monoplano comercial.

    Fue a interrumpir los permisos de aterrizaje del Skylane cuando irrumpieron en su oficina varios soldados que aterrizaron de súbito en un Sikorsky HH-60 Pave Hawk. Mostraron más papeles y permisos que las cuatrocientos y pico de páginas de Yo el supremo, lo mejor escrito por Augusto Roa Bastos, su libro de cabecera. El oficial de turno autorizó el aterrizaje de la minúscula avioneta de inmediato.

    Jack y Pablo descendieron del aparato para encontrarse con las inquisidoras miradas de María Carla, Stevie Lozano y otros dos oficiales que no conocían.

    — Sí que sabes cómo erizarle los pelos del culo a tus amigos, Jonás – Carla lo abrazó -. ¿Te gustan las chinas para ir tras el fantasma de Myoko en plan solitario? Te advierto que recibirás una paliza por esto.

    — ¿Y mi abrazo? – Jack suspiró -. ¿O los chicos feos no tenemos derechos?

    Sentados en el interior del hangar, Pablo les fue contando a sus camaradas de PF las peripecias desde el extraño domingo en la guardia de PF Europe, donde uno de sus analistas descubrió la jeringuilla que dio comienzo a la cacería de los japoneses.

    — Quedé con Jean Marc Tally en mantener el secreto – suspiró Pablo -. La hija de Walter está viva.

    — ¡No me jodas! – chilló Carla -. Ya sabía yo que no eras tan indisciplinado y… no eras tan insubordinado y…. En fin, igual te patearán el culo.

    El agente especial asintió. Mientras narraba los hechos, recordó cuando quedó con Jean Marc Tally en no revelarle nada a su amigo y jefe al percatarse de que la hija de Walter era propiedad de Yakuza, confirmado por Hioruki antes de ser abatido:

    — Señor Jonás, ya que morirá en los próximos segundos le diré un secreto. Efectivamente, Marian está vivita y coleando. La rescatamos más o menos como usted enunció, por lo que veo no son tan idiotas, pero no conozco dónde se encuentra, a pesar de que prácticamente Myoko y yo la criamos. Nos la quitaron a eso de los diez años y jamás he vuelto a saber de ella. Mala suerte, tanto esfuerzo para nada, te irás a la tumba sin matar a Myoko, a mí, ni podrás rescatar a la chica del jefe. Lo único que has logrado es preparar la pira para arder en el infierno.

    No podrían decirle a Walter hasta no dar con el paradero de Marian, no podrían decirle porque comenzaría a divagar entre Pamplona y Japón y los siquiatras lo encerrarían, eso en el mejor de los casos, porque en el peor, Dios que se apiade de la Yakuza. Era preciso averiguarlo todo y explicarle en el momento oportuno.

    — Tienes razón – asintió Carla -. Mantengámonos en silencio absoluto hasta que encontremos el instante propicio para rastrearla y rescatarla. Eso sí, más vale que Marian aparezca, porque de no hacerlo nos vamos de cabeza contra los japoneses. Ahora, por desgracia, tenemos asuntos más graves para resolver.

    — ¿Asuntos más importantes? – preguntó Rosabal, intrigado.

    Stevie Lozano palmeó la espalda de Pablo.

    — Estás de suerte amiguito. El apaleo en Brasil te hizo ganar unos días de vacaciones. Nosotros debemos partir en horas.

    — ¿Partir en horas?

    El comando asintió.

    — ¿Y dónde rayos se supone que irán sin mí?

    — Israel – Carla hizo una simpática mueca -. ¿No andabas tras el culín chino? Entonces te pierdes ir con nosotros al querido mundo judío, donde también hay montones de culines. Jack te dará un tour por Colombia y luego te incorporas a la fuerza.

    El gigante bufó contrariado.

    — ¿Llevarlo conmigo? Ni hablar. Prefiero la compañía de Janaína Dutra.

    Pablo y Jack vieron elevarse el vuelo militar y salieron de la base aérea para agenciarse un bus con destino Bogotá.

    — Primero nos tomamos una cerveza y…

    — Tú pagas – se adelantó Pablo.

    — Negativo.

    — Jack. No tengo un centavo encima. Me los birló Hioruki.

    — ¿No me digas, y la plata que posees clavada en el cinto con doble fondo junto al pasaporte y resto?

    — ¡Y tú como lo sabes!

    — Uno tiene sus mañas, Pablito.

    — Entonces dime las mañas que utilizarás para devolver el Cessna.

    — ¿Cuál Cessna?

    — Eres un perfecto cabronazo.

    — Eso ya lo sé, soldadito.

    Días más tarde, la expectación era presa de La Casa Blanca. Craig Holder, Fiscal General y Jefe del Departamento de Justicia apuró el paso por los pasillos de la Zona Oeste transpirando por el esfuerzo de los años y el peso de su abultado portafolio. El Presidente había citado de manera intempestiva a una reunión lejos del Despacho Oval harto sospechosa.

    Dobló por un pasillo, saludó a los guardias, enfiló por otro corredor y nervioso consultó el reloj:

    « Debo apurarme ».

    Al parecer el encuentro tendría que ver con algo más importante que los constantes y sin sentido parloteos del Gabinete.

    Torció hacia una enorme puerta custodiada por dos agentes del Servicio Secreto y aspiró profundamente para calmarse. Se tocó la muñeca hasta que sintió la regulación cardiaca, colocó el brazo libre en la puerta y arrugó la nariz, hurgando la tensión en el interior del salón.

    Últimamente cuando lo citaban para una sesión de contingencia por alguna de las frecuentes crisis, algún imprevisto de último minuto le hacía llegar tarde. Ya recibiría su correspondiente sermón una vez concluyera el evento, como todos los que se atrevían a la impuntualidad con Marok. Contó hasta tres y abrió la puerta del salón para encontrárselo atestado.

    Saludó a los participantes y rápidamente tomó asiento tratando de pasar desapercibido entre las conversaciones. Conocía que el asunto implicaba a Phantom Force y por esa razón él era una pieza clave en la tertulia, pero a su vez le informaron de la dificultad que desembocó el precipitado encuentro al tratarse sobre el Medio Oriente y no sobre el Caribe, toda una rareza si se tenía en cuenta que PF y el mundo árabe nada tenían que ver uno con el otro, al menos hasta este instante.

    « Es como meter un pez en un cine y pretender que te cuente la película. No sé qué demonios pinta Phantom Force con turbante rezando en una mezquita ».

    Holder conocía de sobra que el Presidente Marok Maboa se caracterizaba por su escepticismo y la habilidad para empalmar situaciones donde al parecer no existía forma alguna de hacerlo. El jefe del país más poderoso presumía en ser, con razón, el campeón de los desconfiados y ejecutivos.

    Phantom Force había sido el resultado de esa forma de actuar y las consecuencias comenzaban a llegar satisfactoriamente, dándole la razón una vez más. No obstante, la concurrencia del día de hoy en la Sala de Situaciones de la Casa Blanca en nada tenía que ver con las ilegalidades desde y hacia Cuba, o al menos eso pensaban los allí reunidos. No se relacionaba con la isla, pero sí con PF. Holder decidió aguardar pacientemente.

    — Teniendo en cuenta que nuestro Fiscal General nos honra con su tardía presencia – a Maboa no se le escapaba una -. Nos detendremos en recapitular el grave asunto en discusión – señaló al jefe de la NSA -. ¿Entonces tu gente de Fort Meade ratifica lo del tal Wolf intentando obtener misiles en Israel, Alexander?

    El General Keith B. Alexander, Director de la Agencia de Seguridad Nacional, asintió con un leve gesto.

    — Afirmativo, señor Presidente. USCYBERCOM confirmó los datos y los trianguló con una filtración captada por los de Mossad. Es correcto suponer que tenemos un norteamericano en territorio israelí en plan de negociante de misiles.

    — ¿Y este señor se llama…?

    — Chimal Jaguar Wolf, señor Presidente – el Secretario de Defensa envió a las pantallas la fotografía de C.J.Wolf -. Posee intereses en varias partes del mundo, todos lucrativos. Es un excéntrico multimillonario y hasta ahora se había mantenido limpio. No conocemos a ciencia cierta su origen…

    — ¿Pasaporte, cédula de conducir, seguro social?

    — Todas diferentes. En una es oriundo de Argentina, en otro de Alemania, y un tercero lo coloca como norteamericano.

    Maboa crujió los dientes. Feo asunto el del tal Chimal. Olía a infractor.

    — ¿Alguien tiene otra opinión diferente sobre si los negocios del multinacional Chimal son lucrativos o nos encontramos en presencia del profesor Moriarty? – hizo una mueca al recordar al enemigo de Holmes -, porque este sujeto y sus ciudadanías comienzan a alarmarme, para no mencionar la palabra cabrearme.

    — Si señor – los rostros presentes en el salón observaron detenidamente al Jefe del Comando de las Fuerzas de Operaciones Especiales -. Debo decir, y se circuló como parte de la reunión, que el Coronel jefe de Phantom Force la tiene, y es diametralmente opuesta al de un respetable y curioso financiero. En ella se declara la convicción de que el señor Chimal Jaguar, aparentemente un mundano ricachón, es en realidad un personaje más inescrupuloso y sádico que el Moriarty mencionado. Según los datos reunidos por la fuerza, el tal C.J es un asesino al estilo Charles Raymond Starkweather, simpático, inteligente y sin recato alguno, cuyo interés principal se encuentra en el occidente de las costas cubanas – ahora sí había logrado interés -. Al parecer, y no deseo alargar la reunión con tecnicismos, existe en las aguas caribeñas una isla sumergida entre México y Cuba que es muy atractiva para el susodicho Wolf. Phantom le sigue la pista desde hace algún tiempo. Todo parece indicar que nuestro hombre de doble cara se encuentra agrupando fuerzas y logística para incursionar en Cuba.

    — Es así, señor Presidente – Clark intervino -. Tenemos la documentación de Phantom sobre C.J. que corrobora sus siniestras intenciones. Es un abultado file con algunas incongruencias y sorpresas. El susodicho aparece y desaparece, hace y deshace, pero hasta hoy no teníamos algo de esta envergadura. Parece demasiado abarcador incluso para alguien con millones de dólares en el bolsillo.

    Maboa entrecerró los ojos, imaginando al millonario cargado de ojivas como si de dulces se tratase.

    — Entonces John: ¿pueden los misiles tener como destino final aterrizar en La Habana? Según veo puede ser perfectamente factible.

    El Teniente General John F. Mulholland Jr. Director en Jefe del Comando Especial no movió un músculo facial.

    — Es una observación válida, señor Presidente. Aunque el objetivo del susodicho sicópata puede ser cualquiera, es una posibilidad real.

    — ¿Sería efectiva la utilización de drones para detener al chico malo?

    Mulholland negó con la cabeza. Muy peligroso penetrar en Israel con aviones no tripulados y efectuar la caza de alguien que no se encuentra bajo estricto chequeo militar.

    — Y ambos dan por sentado que los de Phantom son los adecuados para neutralizar al tal Wolf… ambos también aseguran que Chimal no es un tipo limpio y que anda comprando misiles para usarlos donde le venga en ganas… como ambos están convencidos que es preciso detenerlo y de ser posible eliminarlo de una vez y por todas porque se ha vuelto extremadamente peligroso. ¿Es así, señor jefe de los alguaciles?

    — Afirmativo señor – Clark ladeó el rostro -. Lo de eliminarlo o no es su decisión, señor, pero pararle los pies, sin duda alguna.

    Maboa suspiró. Su vista se entretuvo en los monitores colgados de las paredes color caramelo en el local dedicado a resolver las crisis globales, situado en el ala Oeste de la Casa Blanca. Recordó que fue precisamente Kennedy quien la mandó a construir por el fallido intento de invasión a Cuba en abril del 61. Ahora, cincuenta y tres años después, sería una fuerza élite dedicada a las crisis con ese país la que se barajaba como encargada de ejecutar la orden de perseguir, capturar y de ser necesario eliminar al indeseable negociante de cohetes:

    « Esta islita caribeña es como un grano en el culo, siempre se las arregla para hacerse notar ».

    La pantallas LED y el resto de toda una amalgama de tecnologías de punta habían sido adicionadas a la Sala de Situaciones a partir del 2006, haciéndola muy fiable y útil. Las comunicaciones habían mejorado sustancialmente, prácticamente todo sucedía mediante conferencias remotas y las decisiones se autorizaban on line.

    Ahora el tema recaía en si resultaba plausible ordenar a PF para hacerse cargo de la situación de emergencia o en su lugar enviar cualquier otro grupo de acción táctica afín al Medio Oriente. Por suerte, la forma de actuar de Marok lo hacía tomar arbitrajes poco ortodoxos, pero efectivos.

    Los recuerdos del 911 no se borraban de la conciencia del pueblo norteamericano, por tanto era imprescindible acabar con el desboque de facciones paramilitares y lunáticos millonarios que deseaban utilizar el planeta como campo de pruebas para desaparecer al homo sapiens.

    Hojeó por unos instantes el resumen de los datos sobre el traficante de armamento. Indiscutiblemente había sido muy inteligente para burlar los constantes chequeos de la NSA y el resto de los departamentos agrupados en la guerra contra el terrorismo.

    Un militar solicitó permiso para entregarle una nota a Mulholland. El General tomó el pedazo de papel, lo abrió y cerró al instante. Marok tosió recabando atención.

    — Hagamos esto, señores. En vista de que el hombre más capacitado para sacar del juego a Wolf es el Coronel Hollebeck, actívenlo y envíenlo a Israel con todas las de la ley de inmediato. Quiero la cabeza de ese tal Lobo en una bandeja. Impriman los permisos presidenciales, llamen a los gobiernos implicados, hagan lo que tengan que hacer, pero alejemos las tempestades de nuestro territorio. No me siento cómodo despotricando a diestra y siniestra. Saquemos a ese sujeto de la ecuación y dediquémonos a proyectos más importantes.

    — Disculpe señor Presidente, ya Walter Hollebeck se encuentra en camino hacia Israel – Mulholland mostró la nota -. Dice que como no se puede perder tiempo y las reuniones presidenciales casi siempre son demoradas… se adelantó. Si la decisión es contraria expresa que lo llamen y él regresa.

    Marok Maboa torció el rostro. Tenía agallas el Coronel Hollebeck. Se había atrevido a partir sin autorización previa y dudaba mucho de su regreso con una contraorden. Los perros de presa son así, encajan los colmillos y no sueltan.

    — Solo por curiosidad: ¿Alguien en esta reunión lo autorizó?

    Mulholland tosió levemente. Miró a todos y se llevó la mano al mentón.

    — Esto nos va a parecer un tanto raro pero fuimos nosotros quien le dimos luz verde – Clark hizo un ademán recabando paciencia -. ¿Recuerdan cuando se creó PF? En aquel entonces nos creímos con el contrato perfecto para Walter, pero nuestro querido Coronel colocó una cláusula de su propia mano donde dice algo más o menos que Phantom Force actuará, capturará, y escuchen bien, ejecutará a los nazis con quienes se tope, a pesar de no ser e perfil para la que fue creada la fuerza de tarea.

    El Presidente se encogió de hombros, derrotado.

    — ¿Y lo hizo estando amarrado, desnudo y bajo presión?

    — Exacto, y no es todo. Por si fuera poco, colocó la coletilla de: nazis escondidos bajo respetables ciudadanos. Así que ya ven, está autorizado por usted, señor Presidente.

    Maboa resopló.

    — Ok, por lo apreciado todo está claro – lo diestro primó en el Presidente -. Dejemos al Coronel y concentrémonos en ponerle nombre a la operación. Envíen los pormenores a Walter. Debemos actuar con prontitud y evitar un mal día para los hijos de Abraham.

    El jefe de los alguaciles levantó la vista del block donde garabateaba cada vez que algo lo inquietaba.

    — ¿Dijo usted mal día para los hijos de Abraham, señor Presidente?

    — Anjá, fue exactamente lo que dije.

    — Pues ahí tiene el nombre de la operación: Black Day, Abraham.

    — Buen mote.

    Cuando concluyó el encuentro, a excepción del Presidente el salón quedó totalmente vacío. Había mucho que hacer y poco tiempo para el éxito. Maboa se mantuvo una media hora contemplando una de las pantallas, donde el rostro del causante de tanto alboroto se mantenía congelado. Comenzó a dibujar los trazos en un papel, luego le puso peluquín rubio, aretes, barba, bigotes, hasta que llegó casualmente al mostacho estilo cepillo.

    La imagen que lo observaba desafiante tenía un parecido casi grosero con Adolfo Hitler, a excepción de la nariz, algo menos aguileña en el Führer. No satisfecho con el resultado le borró el moderno y largo cabello, remplazándolo por el ridículo peinado de Chaplin en El Gran dictador. Dio un respingo.

    Había visto disímiles imágenes de Hitler, de hecho fue tema para uno de sus trabajos en la Universidad de Columbia. Sin llegar a ser un fisionomista competitivo, podía afirmar que tenía frente a sí a la viva imagen del dictador.

    Hizo una mueca y borró el dibujo. No deseaba especular con la paz mundial, no deseaba verse envuelto en una confrontación en las costas cubanas con misiles manejados por manos inescrupulosas y sicópatas por medio, no deseaba asustar al electorado, y mucho menos deseaba explosiones de manos de un norteamericano loco suelto.

    Dobló los papeles y haciendo una bola los arrojó al cesto de la basura. Se desperezó y fue en busca de algo de beber, no podía darse el lujo de mantenerse tenso por más de unos minutos. Necesitaba serenarse y retomar otros asuntos igualmente importantes, estaba el asunto del seguro de salud, las relaciones Cuba - USA y las recientes declaraciones senatoriales de su abuso del cargo.

    Descorchó una botella de Evian y suspiró:

    « ¿Cómo coño es posible que los franceses se encaramen en un pico de más de dos mil metros de altura para embotellar el paradisiaco líquido? ». Sin dudas, aún hay cosas en este mundo de bagatelas y copias baratas chinas marcando las diferencias.

    Retomó la línea de pensamientos antes de distraerse escalando los Alpes franceses. Bebió un sorbo y se pasó la lengua por las comisuras de los labios: Estaba hasta la coronilla de escaramuzas políticas y militares. Se zafó el nudo de la corbata y cerró la puerta tras de sí, canturreando La Marsellesa. Allá los griegos y su negociación constante de la deuda externa, para disgusto de la Eurozona, deberían aprender de los de Evian y dejarse de negociaciones, querellas y reformas inútiles que no conducían a parte alguna.

    El Fiscal General saludó al guardia de la garita, aguardó pacientemente a que el registro del auto concluyese, recogió el solapín y salió de la Casa Blanca. Cuando avanzó por la Avenida Pennsylvania se percató de que no había ido al baño en horas a pesar de que estuvo al lado de treinta y cinco lugares para desaguar. Apretó las piernas y trató de poner su mejor cara mientras se concentraba en el tráfico.

    Estaba convencido de que sin lugar a dudas, Marok Maboa poseía el don de hacer nadar a un lagarto en medio del lago Ontario con escafandra y un Tom Collins, secarlo en un microwave y finalmente hacerlo trabajar toda la noche entre claves y criptografías sin una sola protesta por parte de su mujer lagarto. Con Walter Hollebeck no era suficiente.

    Buscó un hueco entre los automóviles y aceleró. Su entrenado sexto sentido lo alertó respecto a la movida del Coronel jefe de PF. Si Hollebeck previó que sería autorizado y adelantándose se encontraba rumbo a Israel, el hecho de la compra de los misiles revestiría la importancia suficiente para desencadenar sucesos catastróficos.

    Comenzó a tamborilear en el timón del auto para calmarse. Walter Hollebeck había dicho entre comillas que lo peor estaba por venir y sería en breve, muy breve tiempo.

    « Y siempre tiene razón, el muy cabronazo ».

    Si continuaba demorándose encendería la sirena oficial o de lo contrario terminaría orinándose encima. Colocó el dedo en el botón pero finalmente los coches comenzaron a dispersarse. Suspiró aliviado, solo le faltaba un problema de próstata a estas alturas.

    -O -

    LIBRO SIETE

    AH PUH ACUNA UN FARAÓN.

    "Conmigo en la diestra, lee la plegaria del origen de la casta:

    Se volteará el sol, se volteará el rostro de la luna; bajará la sangre por los árboles y las piedras; arderán los cielos y la tierra por la palabra de Satay, de Itzamná, Dios de los cielos, omnipotente señor del día y la noche, las cuatro letras de Dios y el valor mágico del número cuatro. Dueño y señor de la bóveda de los no vivos – no muertos.

    Nula será la fuerza del Cielo y de la Tierra cuando el número uno se eleve al esplendor desde las tinieblas: el pudridero arde.

    ¡Asciende, asciende!

    Bajo tu férreo brazo, las ciudades grandes y los pueblos de los cinco tambores ricos y ocultos, morirán. Nulo será el poder de los Dzul cuando AuMitlán te pertenezca, y también la totalidad de los pequeños pueblos en toda la extensión del país llano de Maya Cusamil Mayapan, Golondrina-maya-su-lugar Estandarte-venado.

    Será el tiempo en que se alcen los hombres de dos días y los demonios en el rigor de la lascivia; hijos de ruines y perversos, colmo de nuestra perdición y vergüenza, a gobernar, implacable. Lo digo yo, y lo dicto en el Balam, que deberás soportar para ascender al reino de los vivos luego que asesines a los ocultos de los cinco tambores. Tú, nacido el día de Dios. Tú, incestuoso mortal decapitado. Tú serás el amo porque dueño eres: tú, emperador. Lo dice Ah Puch, satanás de los demonios, que ha estado vigilando de cerca.

    ¡Aparece, nube torbellino, aparece, ve por él y ofrécele los poderes!"

    Satay Balam.

    A VEINTIDOS DÍAS DE LA HORA CERO

    ≈ 29 DE MARZO - 2015.≈

    E N LA COSTA OESTE DE LA TURÍSTICA CIUDAD de Progreso, el yate número cincuenta había sido amarrado en su correspondiente sitio del embarcadero. Con este navío se completaba la marina que Adolfo Wolf tendría lista para el 20 de abril. La flotilla en pleno partiría a una hora específica desde las coordenadas 21 o . 16´N – 89 o . 39´O rumbo a la isla sumergida.

    Los hombres encargados del manejo de las embarcaciones comenzaron el abastecimiento de los buques. Varios especialistas mecánicos abordaron los yates y comenzaron a laborar en la coordinación entre las pruebas de navegación y unos disimulados mecanismos de accionamiento para activar dos compuertas secretas que una vez abiertas daban acceso a una especie de bodega donde se almacenarían los tesoros de AuMitlán. Las juntas de goma debían cerrar herméticamente para garantizar un movimiento silencioso y de esa forma no ser molestados por policías y aduanas en el supuesto caso de un abordaje en alta mar. Desde lo lejos, las embarcaciones parecían infectadas de hormigas.

    Una moderna mini planta metalúrgica fue montada en el interior de un abandonado y derruido almacén a escasos kilómetros de la costa. Tres hornos de arco eléctrico de treinta toneladas de capacidad cada uno, fundirían las piezas de oro a temperaturas de más de 1,064ºC. El dorado líquido resultante sería vertido en moldes de 115 X 50 X 10 milímetros.

    Para lograr la energía eléctrica requerida en fundir noventa toneladas de oro durante unos treinta a cuarenta minutos en cada colada, se montó una especie de back up conectado a la red eléctrica de Progreso. Este curioso artefacto tomaría la electricidad y la mantendría estable mientras los hornos fundieran. Cuando los de la compañía eléctrica se dieran cuenta del robo, el lugar estaría desolado.

    Una vez enfriado el dorado metal dentro de las molduras, en cada una se obtendría un lingote de oro puro (99, 99 %) de un kilogramo de peso. Desmoldados estos, serían trasladados de inmediato a un buque petrolero de nombre Ario, fondeado muy cerca de la costa con destino al puerto de Rotterdam. El tanquero, a pesar de ser un navío de transporte de hidrocarburos, se encontraba totalmente preparado para recibir el metal y protegerlo con artillería mediana y la custodia de dos mini submarinos de apoyo.

    Realizada la travesía desde México hasta los países bajos, en uno de los atracaderos exclusivos de Rotterdam un tren especial acopiaría el oro y recorrería aproximadamente novecientos kilómetros hasta una bóveda acorazada en algún sitio remoto perteneciente al Bank Austria International Business. Dicha cripta sería sellada y sepultada bajo toneladas de acero y concreto, con un mecanismo explosivo activado bajo una compleja serie de parámetros e identificaciones y cuya clave estaría resguardada por Jörgens Haider hasta que la réplica del Führer cumpliera los veintiséis años de edad:

    « Los mayores tesoros del mundo permanecen escondidos por sus dueños. Tal y cómo sucedió con los millones birlados a los franceses en el siglo XVIII », se dijo Haider mientras supervisaba personalmente los trabajos de culminación de la enorme cámara blindada para la salvaguarda del patrimonio nazi.

    Luego del ataque sufrido por mercenarios en Yucatán donde murieron decenas de comandos, entre ellos el Comandante Salik Koller, la protección a la infraestructura montada había sido duplicada. En cualquier sitio podían verse soldados armados vigilando las diferentes zonas y los marinos podían salir solo en grupos numerosos, nada de hombres solitarios.

    Andrea Koller había decidido ir hasta la playa y darse un chapuzón. Desde que arribó de Israel no había tenido un segundo de sosiego entre hospitales y organización, por tanto en la hermosa mañana de domingo se tomaría unas horas para disfrutar antes de la hora cero.

    Luego de las acciones en El día del tramposo, cómo solían llamarlo los militares de KR, tuvo que ser internada para que le cosieran la pierna y espalda. Posteriormente fue atendida por un sicólogo debido al estrés, y finalmente había retornado al uniforme militar, incluidos los entrenamientos para aumentar sus dotes castrenses. Nada de diversión, nada de nada.

    Las heridas recibidas en los combates efectuados meses atrás, aunque no fueron de gravedad, la inmovilizaron en una camilla al tiempo que le crearon una aureola de tipo duro. Al incorporarse a la facción, se percató del respeto y marcialidad

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