Mis Memorias

Por Felisa Gámez

Este es un escrito en el cual expreso las principales vivencias ms importantes de mi existencia; por principio me ha parecido narrar mi infancia, desde donde recuerdo, la escuela. Mi adolescencia de los diez a los doce el cambio de escuela, de los doce a los quince mi entrenamiento para convertirme en una persona adulta con todos los deberes y obligaciones que esto significa; de los quince en adelante la vida en pareja ,que la considero mi vida adulta; la llegada de la familia, con toda la responsabilidad que significa traer hijos al mundo, con el temor de fallar al no saber cmo desempearnos como padres, mucho se ha dicho que nadie nace sabiendo, con mayor razn cuando de pronto siendo adolecentes nos vemos convertidos en los responsables de guiar una familia. Es aqu cuando echamos mano de toda nuestra entereza sacando de nuestro interior toda la fuerza y el valor necesarios para hacer lo mejor posible. La responsabilidad con los seres inocentes a quien tenemos que guiar para lograr formar personas tiles a la sociedad; somos responsables delante de el autor de la vida, ante quien estaremos ms tarde o ms temprano rindiendo cuentas de lo que hicimos con los tesoros que se nos confiaron. Aqu no vale el adagio que reza echando a perder se aprende, son cintas blancas donde los padres gravamos ya sea lo bueno o lo malo. Ms importante que las palabras es el ejemplo. De ah nuestra respuesta a quien nos confi vidas limpias, que fue lo que hicimos con ellas. Sobre todas las cosas tener la humildad suficiente de reconocer nuestras fallas, y saber perdonar y pedir perdn si as hacemos ellos aprendern de nuestro ejemplo. El objetivo de mi escrito es poner mi experiencia ante quien pudiera encontrar una ayuda.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 10 jul 2015
• ISBN: 9781463398507

Felisa Gámez

Soy alguien que está incursionando en el fascinante mundo de las letras, debido a mi escasa preparación académica, me he afanado por alcanzar un nivel de cultura, a través de la lectura y de algunos cursos que he tomado. Amo los libro porque de ellos es de donde vienen las oportunidades de aprendizaje de cualquier cosa que nos proponemos. Espero contar con la benevolencia de quienes pudieran evaluar mis primeros pasos en esta aventura. No me catalogo como una escritora ni mucho menos, solo es una inquietud que existe en mi interior, y espero de mis posibles lectores, si no la aprobación a este texto, al menos pueda inspirar a alguien que tenga un deseo una ilusión, que no se detenga que la lleve a la practica con todo el entusiasmo de hacer algo en bien de los demás. Puede ser un consejo de la propia experiencia, una motivación o simplemente realizar un sueno. A continuación el trabajo que presente en uno de los cursos que tome. Benditos sean los escritos fieles Benditos los que dedicaron tiempo. Para el gusto del sabio son mieles, Y al que instruye hacen sabio en su campo. En los anales los hechos fidedignos, De los libros que guardan la memoria. Protagonistas de mención son dignos Cada nombre gravado en la historia. En las ciencias inapreciable tesoro Que grandes hombres legaron al mundo, Su valor es cotizado como el oro. Sobre todos la máxima escritura Y al Señor que la estuvo inspirando Es la reina de toda cultura…

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Copyright © 2015 por Felisa Gámez.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2015902215

ISBN:   Tapa Dura              978-1-4633-9846-0

             Tapa Blanda           978-1-4633-9849-1

             Libro Electrónico   978-1-4633-9850-7

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

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El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

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Fecha de revisión: 02/07/2015

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Naci mujer, en el seno de un humilde matrimonio, mi padre, un hombre sin preparación, para sacar adelante a la familia trabajo como jornalero, fue soldado raso (en los años del 1926 al 1929 que estuvieron cerradas las iglesias,) agricultor, músico, conserje, y no sé cuantos oficios mas desempeño.

Al año de casado decidió salir del lugar en donde conoció a mi madre, donde también se casaron, mi madre habiendo quedado huérfana a la edad de un año con un hermano mayorcito y otro por nacer, hijos de una mama joven y sin armas para defenderse en la vida, por esta razón y por las circunstancias de los tiempos en que le toco vivir, cuando la preparación académica era privilegio de unos cuanto afortunados, grupo al que no pertenecieron, por tanto no aprendió a leer ni a escribir, a pesar de ello siempre se le reconoció como una mujer muy inteligente.

Al poco tiempo de casados salieron a probar suerte, estuvieron viviendo en diferentes lugares donde les nacieron tres de mis hermanos mayores, que no conocí porque fallecieron pequeños.

El año 1933 nació mi hermana, yo hice mi arribo a este tren de la vida el año 1936. En mi memoria no aparecen los acontecimientos de mis primeros tres años, como es natural. Recuerdo vagamente el último lugar del cual no tengo la menor idea de su ubicación ni del nombre con que es conocido actualmente, solo que esta en el estado de Jalisco.

Ahí vivimos un tiempo después de algunos otros lugares, entre ellos donde yo nací que fue en el estado de Jalisco, México. Llegamos al paraíso, a la tierra prometida, al lugar donde nació y creció mi madre donde también conoció al que fue su esposo de toda la vida, mi papa. Venia yo de escasos cuatro años de edad, llegamos a casa de mi abuela materna, que en otro tiempo fue la escuela de hijos de los dueños de la hacienda ubicada dentro de la parte amurallada de lo que en otro tiempo fue una hacienda muy prospera, a los pocos días nos asignaron una vivienda, frente a la casa de mi abuela. La hacienda se encuentra enclavada al en el estado de Jalisco, donde en sus buenos tiempos se producía tequila en cantidades importantes. Mi abuela y bisabuela tuvieron un lugar de privilegio entre los dueños de la hacienda, no supe si por ser de la misma nacionalidad o por alguna otra razón, pues es sabido que los españoles construyeron haciendas en diferentes estados de nuestro país, buscando información encontré que fue un francés el fundador de la mencionada hacienda, el nombre del contemporáneo de mi bisabuela era Patricio seguramente descendiente del fundador. Personalmente conocí todos los rincones por dentro y por fuera todas las instalaciones ya en ruinas, así como la historia por platicas de mis mayores de cómo fue destruida la parte del destiladero, en los tiempos de la revolución de 1910. Quienes fueron testigos presenciales entre ellos mi madre siendo una niña.

El ataque que sufrió por un grupo de alzados que quedaron después de la victoria, en la que los habitantes que en otro tiempo fueron trabajadores al servicio de los hacendados, fueron beneficiados con una parcela de cultivo en el cual mi papa también formo parte del grupo de ejidatario, la hacienda una joya de arquitectura como todas las que se construyeron en los tiempos de la colonización, con sus grandes corredores de arcos, cuyas paredes mostraban con papel tapiz todo el diseño de la fachada de la casa, al entrar se encontraba una estancia de el tamaño de cualquier cuarto que ya lo quisiéramos para habitación, al lado derecho el enorme comedor seguido de también una cocina no menos amplia, anexo a esta el cuarto de las provisiones, o alacena; al lado izquierdo una estancia que sirvió como oficina en sus buenos tiempos, después seguían las recamaras, todo al derredor de un cuadro de terreno, que quedaba en medio de la finca, aquí se cultivaba un jardín, al fondo de la primera entrada unos escalones para subir a otro nivel con mas plantas y bancas de concreto como lugar de descanso, toda la pared de la finca daba al lugar donde estaba instalado el desfiladero, de tal forma que sin salir de la comodidad se podía vigilar el funcionamiento atrevés de ventanas enrejadas. Arriba de los primeros arcos al frente de la hacienda, estaba el mirador con vitrales de color obscuro de donde se podía vigilar todo el derredor de la finca sin ser vistos de afuera. Colocándonos frente a la finca encontramos al lado derecho la capilla mas a la derecha tres almacenes que a mí me parecían enormes, donde se almacenaban las cosechas, donde también cobraban su salario los trabajadores ya que se les pagaba con maíz y frijol que era lo que ellos mismos sembraban y cosechaban, pero los dueños eran los hacendados dueños de la tierra y hasta de sus vida, después de estos, formando escuadra una casa que debió ser de los familiares o empleados de confianza, formando una calle que daba al potrero se encontraba la escuela donde asistían los hijos de los hacendados, (a este tiempo, vivienda de mi abuela) frente a esta