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La Batalla Contra El Cáncer
La Batalla Contra El Cáncer
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Libro electrónico245 páginas3 horas

La Batalla Contra El Cáncer

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Pocas personas fuera de la comunidad de pacientes y profesionales de la salud conocen el trmino tumorignesis la tendencia del cdigo gentico en las clulas de corromperse y transformar tejidos aparentemente sanos en tumores.
Los crecimientos anormales solan ser poco frecuentes en 1900 (uno en ocho mil), pero en aos venideros la mitad de los hombres en EEUU y un tercio de las mujeres contraern algn tipo de cncer. El pronstico para otros pases, desarrollados o no, es prcticamente idntico.

Las autoridades y la ortodoxia mdica callan para evitar que cunda el pnico, pero ya no es necesario continuar callando, porque la ciencia ha descubierto cmo funciona nuestro sistema inmunitario para protegernos del crecimiento incontrolado de un cncer. Adems, hay nuevos tratamientos, y la nutricin ofrece alternativas que pueden matar el cncer sin ocasionarle la muerte al paciente.

Un investigador define el cncer como una enfermedad metablica. La Sociedad Americana contra el Cncer seala que muchos tipos de cnceres pueden evitarse. La prevencin no es tan simple como una vacuna ni se relaciona con la deteccin temprana, pero es posible practicando lo que algunos denominan inmunoterapia oncolgica.

La autora de este opsculo, cuyo aporte anterior fue en el campo de la literatura, la docencia y la investigacin, reconoce que tiene una deuda contrada con la tecnologa, sin la cual no habra recopilado esta informacin que, dependiendo de su utilidad, los amables lectores pueden aprovechar para colmar sus botiquines y canastas alimentarias con nuevas opciones teraputicas.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento22 nov 2014
ISBN9781463394783
La Batalla Contra El Cáncer
Autor

E. Z. Martin

Nacida en la República Dominicana, también estudió en Nueva York y en España. Ha publicado poemas, novelas y ensayos. Ejerció la crítica literaria y obtuvo algunos premios. Empezó a incursionar en temas de salud después de enfrentar una crisis ortopédica que se agudizó con los años, a pesar de recibir la oportuna atención médica.

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    La Batalla Contra El Cáncer - E. Z. Martin

    Copyright © 2014 por E. Z. Martin.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2014919186

    ISBN:   Tapa Dura                 978-1-4633-9480-6

                  Tapa Blanda             978-1-4633-9479-0

                  Libro Electrónico    978-1-4633-9478-3

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Usted no debe realizar ninguna dieta, régimen o ejercicio, ni tampoco seguir las sugerencias contenidas en este libro, sin antes consultar a su médico personal. Ni el autor ni el editor de la obra se hacen responsables por cualquier pérdida o daño que supuestamente se deriven como consecuencia del uso o aplicación de cualquier información o sugerencias contenidas en este libro.

    Fecha de revisión: 20/11/2014

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

    Gratis desde México al 01.800.288.2243

    Gratis desde España al 900.866.949

    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    669890

    Índice

    Entendiendo el Cáncer (y su Relación con el Oxígeno)

    Políticas de la Salud y Otros Avances

    TUMORIGÉNESIS

    El cáncer de próstata

    Di-indolil-metano (DIM)

    Los Radicales Libres Están en Todas Partes

    Los Radicales Libres Ocasionan Estrés Oxidativo

    Los Riesgos Asociados con la Radiación Láser y las Baterías

    Resumen

    Las Funciones del Hígado

    Las Crisis Curativas

    Sustancias Naturales y Sintéticas

    Protección y Monopolio de las Patentes

    El Problema con las Sustancias Sintéticas

    Difusión de Remedios Tercermundistas

    Acetaminofeno/Paracetamol (Tylenol)

    Más Funciones del Hígado

    ¿Qué Puede Hacer una Persona para Regenerar su Hígado?

    Manteniendo el Equilibrio

    Los Riesgos del Daño Oxidativo

    Virus y Bacterias que Provocan Cáncer

    Infecciones, Células y Enzimas Fúngicas

    La Vitamina D

    Adaptógenos

    Carcinogénesis

    Carcinogénesis

    ¿Es Posible Prevenir el Cáncer?

    Inflamación o Hinchazón

    La Inflamación Es la Primera Fase

    Pirexia o Hipertermia

    Tumores Malignos

    Enfoques Terapéuticos Nuevos y Menos Tóxicos

    Remedios y Tratamientos Naturales

    Superalimentos y Nutracéuticos

    Angiogénesis

    Apoptosis (Muerte Celular Programada)

    El Azúcar y el Cáncer

    Caquexia

    Más Allá de la Apoptosis (Autofagia)

    La Guanábana (Nombre latino: Annona Muricata)

    Cuadros

    La información contenida en este opúsculo es para referencia y divulgación general y no pretende reemplazar la opinión de un facultativo, a quien le compete dilucidar y responder cualquier pregunta o duda relativa a la salud de sus pacientes.

    DEDICATORIA

    A los que la batalla perdieron

    y a los que la han de ganar.

    Y una mención especial para mi hermana Juana de la Cruz Martínez, a quien acudí con frecuencia, por su doble perspectiva de médico y farmacéutica.

    ENTENDIENDO EL CÁNCER (Y SU RELACIÓN CON EL OXÍGENO)

    Los expertos señalan que el cáncer es una enfermedad moderna, pero el cáncer aparece documentado en libros antiguos de cirugía y trauma. La más vieja descripción de tumores (úlceras) de la mama está contenida en un papiro egipcio que data de c. 3000 A.C. Los nombres griegos de la enfermedad (carcino y carcinoma) fueron acuñados por Hipócrates (460-370 A.C.), padre de la medicina, y traducidos al latín como cáncer por Celsus (28-50 A.C., quien también observó que a pesar de la cirugía el cáncer retornaba). Galeno (130-200 D.C.), otro médico romano, utilizó el término oncos (hinchazón) para describir los tumores. Oncos es la raíz griega de la palabra oncología, que es el estudio de los cánceres o tumores. El sufijo -itis (que significa inflamación) en el nombre de casi todas las enfermedades comprueba que la hinchazón o inflamación es sinónimo de enfermedad. Hoy por hoy, los científicos reconocen que en todas las enfermedades graves hay inflamación, la cual es la primera fase de la tumorigénesis.

    La tumorigénesis es la tendencia o condición de producir tumores o de que el código genético en el núcleo de las células se corrompa y transforme los tejidos de un organismo aparentemente sano en estos crecimientos anormales.

    En el siglo XVII se creía que el cáncer era contagioso; y las pruebas para la detección temprana (por ejemplo, el Papanicolaou) han existido durante casi una centuria.

    No obstante, conviene observar que la detección temprana realmente es un mito, pues las manifestaciones somáticas del cáncer ocurren tras una larga incubación y requieren tratamientos cuyo éxito antes residía en prolongar la vida del paciente durante apenas cinco años. En el presente, el desarrollo de nuevos protocolos permite en ocasiones prolongar la vida del paciente más allá del lustro inicial, pero lo ideal es tomar la delantera y practicar alguna fórmula de lo que se suele llamar inmunoterapia oncológica.

    A lo largo de la historia ha habido numerosas teorías sobre la causa del cáncer: Humoral, linfática, blastema, irritación crónica y trauma, entre otras. Otros señalan que el cáncer es una deficiencia generalizada ya sea de oxígeno, antioxidantes, electrones, enzimas o vitaminas (especialmente C y D). Un nuevo equipo de investigadores define el cáncer como una enfermedad metabólica.

    Más adelante, el lector encontrará una sección sobre la vitamina D. Cf. p. 110.

    Hay muchos estudios sobre la importancia de la vitamina C (inclusive como terapia alternativa contra el cáncer), pero una de las cualidades más asombrosas de esta vitamina es que coadyuva a producir glutatión y agua oxigenada en el intestino grueso. El glutatión es el antioxidante por excelencia, y el agua oxigenada combate los microbios. El ácido ascórbico de la vitamina C, que es su parte activa, reduce el efecto del contacto con pesticidas y el monóxido de carbono, los niveles de cloro y flúor en el cuerpo, y los metales pesados como el arsénico, cromo, cadmio y aluminio que algunos relacionan con toxicidad y radicales libres.

    Investigadores del Departamento de Oncología del Hospital Pulmonar de la Universidad de Shanghai que participaron en un meta-análisis de 21 estudios independientes sobre un total de 8,938 casos de cáncer de pulmón concluyeron que el riesgo de cáncer de pulmón de las personas que toman vitamina C todos los días disminuye en un 7% por cada 100 mg, y que con una dosis diaria de 1,000 mg dicho riesgo se reduce en un 70%, aun en China, cuyas ciudades son notorias por la contaminación ambiental.

    A un científico se le concedió el Premio Nobel por demostrar que la causa principal del cáncer es la falta de oxígeno a nivel celular. Las células normales son aeróbicas, lo cual significa que producen energía quemando una mezcla de oxígeno y glucosa, y liberan anhídrido carbónico (CO2). Las células cancerosas, por su parte, producen energía fermentando glucosa sin oxígeno. Son anaeróbicas. Esta característica es tan significativa que uno de los métodos preventivos más novedosos contra el cáncer, también utilizado como tratamiento (con o sin los protocolos convencionales), es una dieta cetogénica. Cf. p. 206. Por su condición anaeróbica, en vez de anhídrido carbónico (CO2), las células cancerosas producen monóxido de carbono (CO) – un veneno. Además, dichas células tienen el ácido láctico deshidrogenasa (LDH) muy alto y un pH intracelular muy bajo.

    El ácido LDH se eleva cuando hay daño celular. Cf. p. 45. Una medida preventiva inicial de carácter general consiste en bajar el ácido LDH y subir el pH. El pH es un indicador de acidez (de 0 a 6) o alcalinidad (de 8 a 15). El punto de equilibrio es pH7. Todos los alimentos cocinados y procesados promueven acidez en el cuerpo.

    El ácido málico o malato, un compuesto que ocurre naturalmente en frutas y verduras no maduras (especialmente manzanas, cerezas, albaricoques, arándanos, melocotones, ruibarbo, ciruelas, tomates, peras, piñas, grosellas y frambuesas) ayuda a mantener el pH en equilibrio. Al madurarse, esas frutas y verduras pierden el ácido málico o malato. Por ese motivo, el vinagre de sidra de manzana, sin destilar ni filtrar, representa una fuente más concentrada y conveniente de ácido málico que las frutas y las verduras frescas.

    Cuando sanos, los riñones producen 250 gramos diarios (½ libra) de bicarbonato para controlar el pH de la sangre. La disminución crónica de bicarbonato se denomina acidosis metabólica o sangre acídica. La sangre acídica es peligrosa. Puede producir energía baja, músculos apretados, migrañas, artritis, trastornos del sueño, sangre espesa, presión arterial alta, enfermedad cardíaca, osteoporosis y problemas de peso, entre otros trastornos; pero la alcalinidad se restaura con bicarbonato (efervescente, Alka-Seltzer). También hay a la venta en el mercado gaseosa y más reciente agua efervescente Seltzer.

    El pH de un organismo también se eleva con magnesio, las semillas de adormidera secas, que se utilizan en repostería para adornar panecillos y bollos, o con superalimentos verdes, como la espirulina y [zumos de] grama de trigo y de cebada.

    En la cosmetología, al ácido málico le llaman ácido alfa-hidroxi y se utiliza como un tónico de la piel. Del mismo modo, los atletas lo utilizan para incrementar la energía y algunos médicos lo recetan para combatir el dolor y el cansancio crónico de los pacientes aquejados de fibromialgia.

    Otra línea de productos que puede ayudar a equilibrar el pH produciendo hidrógeno a nivel celular es pH7.2, que está a la venta en www.jireh.sevenpoint2.com.

    Por otra parte, si ya existe un proceso canceroso, el cloruro de cesio eleva el pH de las células cancerosas. Otros beneficios incluyen los siguientes: limitar la cantidad de glucosa que las células cancerosas pueden consumir, detener la fermentación para que las células cancerosas no puedan producir energía y ácido láctico, y neutralizar el ácido láctico, impidiéndole el crecimiento incontrolado al cáncer.

    Un primer paso para evitar el cáncer de forma general consiste en aumentar el oxígeno disponible diariamente al organismo. Para hacerlo, no hay que trasladarse al campo ni irse a residir a las montañas (como solían hacer décadas o siglos atrás las personas pudientes aquejadas de ciertos malestares). La acción inmunológica de un organismo sano produce en el intestino grueso, con la ayuda de la vitamina C, agua oxigenada (H2O2) abundante que las células inmunes utilizan para destruir las toxinas y los microbios infecciosos invasores.

    Cuando el agua oxigenada se aplica a una herida, los leucocitos (glóbulos blancos) burbujean porque están luchando contra la infección, oxidando a los invasores extraños.

    Más adelante le corresponde a la enzima catalasa¹ separar los elementos del agua oxigenada, que son agua (H2O) y un átomo de oxígeno (O). El superóxido, el radical libre más común en el cuerpo (Cf. pp. 28, 42, 59-60 y 76-77), es agua oxigenada oxidada. Si el nivel de agua oxigenada en la sangre se eleva, aumenta la inflamación de las articulaciones (artritis)²; y si hay estrés oxidativo, el agua oxigenada (H2O2) interactúa con iones metálicos enlazados al ADN y genera radicales de hidroxilo (los cuales oxidan las bases alcalinas).

    El CoQ10 previene la oxidación de las bases, especialmente del ADN mitocondrial, al igual que de las proteínas y los lípidos. Las drogas estatinas inhiben la producción de la enzima HMG-CoA, imprescindible para la síntesis de CoQ10 en el hígado, y los pacientes que las toman tienen la opción de reforzar el CoQ10 tomándolo como suplemento. En otras palabras, aunque las personas que toman estatinas o aquellas con defectos congénitos o de una edad avanzada incluyan en su dieta las fuentes dietéticas de CoQ10 – hortalizas crucíferas, vísceras (corazón e hígado) de res y pollo, pescado (sardinas, atún), aguacate, ajonjolí (sésamo/tahini), maní/cacahuates, pistachos, aceite de oliva, frijoles de soya, extracto de semillas de uva, perejil y perilla – deben tomar CoQ10 como suplemento, porque la biosíntesis del CoQ10 o no se efectúa o merma.

    Del mismo modo, se recomienda tomar el ácido alfa lipoico en suplemento porque, si las células no producen ATP (energía) y por ende no generan ALA, el ácido alfa lipoico no aumenta consumiendo las fuentes dietéticas (brécoles, vísceras [corazón, riñón e hígado], coles de Bruselas, cáscara de arroz, espinaca, guisantes y extracto de levadura). Cf. p. 210. Resumiendo: Sin CoQ10 no hay ATP, y sin ATP el cuerpo no produce ALA. Las fuentes dietéticas en este caso no resuelven las deficiencias.

    Por otra parte, las drogas estatinas no sólo inhiben la producción del colesterol. Porque las rutas metabólicas de la vitamina D y del colesterol parecen interdependientes, las estatinas también pueden ocasionar déficit de la vitamina D.

    Quienes deseen aumentar la enzima catalasa disponible en su organismo para separar los elementos del agua oxigenada deben consumir lentejas, rábanos, clavos dulces, y semillas de girasol (flor del sol).

    El átomo de oxígeno liberado cuando se separan los elementos del agua oxigenada es de signo negativo (O-), y posteriormente atrae otro átomo de un radical libre (es decir, de oxígeno), de signo positivo (O+). Esta combinación no sólo atrapa y enlaza un radical libre dañino sino que también reconstituye una molécula de oxígeno puro (O2) que el cuerpo puede utilizar.

    El CELLFOOD®³, un producto que se encuentra a la venta en el mercado de productos naturales, emula el mecanismo natural que acabamos de describir. Aunque el CELLFOOD® en sí no contiene oxígeno (apenas el suficiente para los enlaces químicos necesarios), ayuda a liberar el oxígeno del agua que contiene el organismo. CELLFOOD® es básicamente un extracto de áloe vera, una planta medicinal de la farmacopea universal conocida popularmente en todo el mundo hispánico (y hasta en la lengua de antiguas posesiones españolas como el tagalo, de Las [Islas] Filipinas) por su nombre árabe, sábila o zábila. El oxígeno es aún más fácil de obtener directamente del cristal de una penca de sábila, a la venta en mercados y establecimientos de dispendio de comestibles por un precio módico.

    Es conveniente observar, no obstante, que los métodos de preparación difieren. Algunos pelan la penca, y otros sólo quitan las espinas⁴. Otra opción a bajo costo es comprar cápsulas de áloe vera en diferentes presentaciones y envases. Del mismo modo, aunque muchas personas tienen sábila sembrada en sus jardines o terrazas, parece que es preferible cortar las pencas de plantas que tengan por lo menos de tres a cinco años.

    Para optimizar el uso del oxígeno en las células, otra alternativa es tomar eleutero, el ginseng siberiano que es, además, un adaptógeno. Cf. p. 119.

    También es importante mantener el organismo hidratado tomando agua y otros

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