The Intended
Por Jissel S. R.
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Jissel S. R.
Jissel S. R. Nacida en la séptima región de Chile, amante de la lectura desde la infancia e interesada en la escritura desde la adolescencia, escribiendo en distintas plataformas novelas de identidad de género/juveniles, bajo distintos seudónimos, alegando que no había mucho material de este género, siendo bien recibida en sus portales y empezando el camino del descubrimiento personal, informándose y conectando con otros adolescentes que estaban pasando por situaciones similares a sus personajes escritos y su vida personal. Escribiendo por mucho el género romántico, quiso aventurarse en la escritura de fantasía, siendo este su género favorito de lectura junto al terror psicológico, empezando a escribir a mediados de 2016 su primer libro de forma un poco más seria, profesional y con lenguaje más apropiado, dando vida a su creación favorita hasta ahora, El elegido, decidiendo a finales de 2020 hacerlo un libro real.
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© Jissel S. R., 2021
Diseño de la cubierta: Equipo de diseño de Universo de Letras
Imagen de cubierta: ©Shutterstock.com
www.universodeletras.com
Primera edición: 2021
ISBN: 9788418570506
ISBN eBook: 9788418571381
Praefatio
Pov. Yoonkwan
Daegu, 17 de agosto, 1894.
—¡Mierda, Taeho! —grité devolviéndome, le ayudé a levantarse y seguimos corriendo por las calles desiertas de Daegu, se estarán preguntado… ¿por qué o de qué corren? Vampiros, créanlo o no, aunque con mi hermano sabemos que es inútil, no perdemos la esperanza de que se amanezca mientras intentamos salvarnos, de esa forma, esos malditos seres se irían, si es que los libros y viejos cuentos o leyendas no mentían.
—¡Hyung! —Me giré y abrí los ojos al ver un enorme lobo que corría hacia nosotros aventando a los vampiros que nos perseguían, apreté la mano de Taeho y corrimos más rápido, ese perro nos mataría de una forma más dolorosa, tomé un ladrillo que vi cerca y cuando divisé una tienda, lo lancé rompiendo la ventana, empuje a Tae y entramos tratando de no cortarnos, porque eso atraería a más chupasangres, busqué un lugar rápido donde ocultarnos hasta que encontré el baño en un piso inferior, entramos de forma silenciosa y aseguré la puerta—. Tranquilo, saldremos de esta, no te preocupes, iremos a casa —susurré sentándome en el piso y tirando de él para abrazarlo y protegerlo inútilmente entre mis brazos.
Ahora se preguntarán; ¿cómo es que terminamos en esta situación y por qué me preocupo tanto por Tae? Bien, desde el principio, primero me presentaré, soy Min Yoonkwan, de diecinueve años, el chico que me acompaña es mi hermano adoptivo, Kim Taeho, de diecisiete, hoy de verdad iba a ser un día y noche espectacular, Tae tenía su presentación, representaría a su escuela en la final del encuentro musical, mi hermano tocaba el saxofón y era increíble en eso, el público y los jueces estaban encantados con sus presentaciones, siempre iba con una ventaja de entre veinte o treinta puntos sobre el resto, mamá y papá estaban felices y orgullosos, al igual que yo, todo iba de maravilla, hasta que el conservatorio de música fue irrumpido por gruñidos y aullidos, recuerdo solo haber susurrado un «lo siento» a mis padres para empujarlos y correr al escenario donde estaba Tae en shock, tenía su saxofón fuertemente sujeto en sus manos al tiempo que veía que el público era atacado por esos lobos, también cómo algunos se convertían y mostraban sus fauces listos para atacar, al parecer, podían convertirse en humanos y viceversa para pasar desapercibidos en el día a día; yo solo gritaba su nombre para que reaccionara, cuando al fin llegué a su lado unas fuertes y heladas manos me detuvieron, abrí los ojos y empecé a golpear al azar, cuando me di la vuelta mis piernas temblaron al ver los colmillos y los ojos rojos del tipo, él sonrió de forma macabra, abracé a Taeho cuando más nos rodearon, tomé el saxofón de mi hermano y golpeé a los que pude, hasta que vi que un hombre se tiraba encima de ellos, miré asombrado y comprobé que era papá. «Cuida a Tae, protégelo», fue lo último que escuché antes de sus gritos de dolor al ser mordido por uno de esos asquerosos seres.
Tae me llevó por detrás del conservatorio y cuando íbamos a meternos a uno de los camarines, vimos a más de esas cosas seguirnos, así que apresuré el paso y salimos, repito, esto no debió ser así, se supone que deberíamos estar viendo a Tae ganar al chico que había logrado llegar a la final junto a él, pero… luego de correr infinitas y oscuras calles, al fin encontramos refugio. No teníamos cómo saber qué hora era, pero podía adivinar que sería media noche, nos quedaban alrededor de seis o siete horas para que amaneciera, incluso más, teniendo en cuenta que el invierno estaba cerca. Miré a mi hermano y lo abracé fuertemente cubriendo sus sollozos, habíamos visto a papá sacrificarse por nosotros y mamá… Dios, ¿por qué creaste a estas criaturas? Besé la cabeza de Taeho y él se acurrucó más entre mis brazos, estábamos perdidos, era obvio que no nos salvaríamos, así que solo lo consolé, ellos nos vieron entrar aquí… y no se irán hasta encontrarnos.
—¡¡Hyung!! —Apreté a mi hermano entre mis brazos cuando la puerta fue abierta de golpe.
—Te quiero mucho —susurré cuando nos separaron a la fuerza—. ¡Cierra los ojos!
—¡No! ¡Hyung! —Y lo sentí, ese ardor de mierda, ese dolor punzante entre mi cuello y mi hombro, miré a mi hermano cuando gritó y lo vi con los ojos cerrados fuertemente, el vampiro detrás de él me mostró la dentadura y mordió a mi hermano, me estiré un poco entre el agarre y tomé la mano de Tae lo más fuerte que el dolor me dejó, para que luego todo fuera negro.
Unum
Pov. Minying
Busan, 20 de septiembre, 2016
¿Historias de vampiros y hombres lobos? Ja, prefiero creer en la musaraña, ¿y qué es la musaraña? Ni idea, pero mamá me solía decir que si me escapaba solo una musaraña aparecería y me llevaría al fondo del bosque para comerme, porque lo que sí es cierto… es que toda la gente que desaparece en las cercanías del bosque es encontrada en las profundidades de él o en las rocas cerca de la playa… muertas, aunque vivir en Busan no es divertido y la única emoción son esa gente misteriosa que aparece muerta sin explicación alguna dentro del bosque. Una vez, hace un par de años, con mi hermano menor, Jihyun, nos adentramos en el bosque con otros amigos y el resultado fue que terminamos todos sucios, nada realmente interesante pasó en ese lugar, aunque sí, fue bastante aterrador y eso que era mediodía en un día de verano, con un sol radiante que iluminaba todo a su paso, cuando se nos ocurrió esa estúpida y aburrida idea.
—¡Hyung! Vamos, Sanguk nos está esperando.
—Ni siquiera entiendo cómo nos convenciste —dije suspirando, entramos a la cocina y nos despedimos de mamá.
—Por favor, cuídense, apenas salgan de ese estúpido club tomen un taxi, cuida de tu hermano —pidió no muy convencida de dejarnos ir, ella prefería que hiciera fiestas en casa a que saliéramos, pero vamos, la última fiesta en mi pobre casa casi la tira abajo.
—Sí, mamá, cuidaré de Jihyunie —comenté burlándome de mi hermano, me reí divertido ante sus golpes de niña en mi hombro y salimos, Sanguk estaba afuera esperándonos.
—Tengo que quedarme a dormir contigo —advirtió cuando nos saludamos, yo asentí.
—Duermes con mi hermano, me pateas mucho en la noche.
—¿Qué? ¿Por qué? Es tu exnovio, duerme con él, es extraño que el exnovio de mi hermano duerma conmigo, asco. —Nos reímos y abrazamos a mi hermano para empezar a darle besos babosos en el rostro.
—No entiendo qué tiene de malo, puedes parecerte mucho a tu hermano, pero no eres mi tipo —expresó Sanguk picando sus costados mientras caminábamos al centro de la ciudad—. Aunque podría darte un besito —agregó estirando sus labios a la vez que se acercaba a mi hermano haciendo sonidos de besos, Solo pude negar mientras reía divertido al ver cómo mi hermano intentaba escapar.
—¡Ah! ¡Asco! ¡Hyung! ¡Controla a tu chica!
—¡Hey, chica, contrólate! —atajé poniendo voz varonil y gruesa.
—¡No quiero! ¡Tu hermanito es muy lindo! —chilló Sanguk divertido, nos reímos como maniáticos, de verdad era divertido molestar a Jihyun, es un niño adorable cuando se enoja y avergüenza—. Ahora, en serio, Minsoo nos ayudará a que Jihyun entre, estará en la puerta esta noche, le toca guardia.
Yo moví la cabeza de arriba abajo tranquilo y luego fruncí el ceño, me giré al sentir a alguien detrás, pero no había nadie, seguí caminando tranquilo y volví a girarme, esta vez volteando a la calle oscura entre dos tiendas que estaba a mi lado, retrocedí un poco y me pareció ver a alguien observándome.
—¿Qué miras, hyung? —Pegué un brinco y vi a Sanguk unos pasos por delante mirándome curioso. Mi hermano estaba a mi lado mirando al callejón.
—Nada… me pareció haber visto a alguien —murmuré dando una última mirada para seguir caminando.
—Quizás solo sea un vagabundo.
Seguí caminando junto a los chicos.
—¡Llegamos! ¡Bienvenido a la Perdición! —informó Sanguk divertido mientras abría los brazos al entrar al club, porque sí, el nombre del lugar era «la Perdición».
—Hyung…, controla a tu chica —insistió mi hermano divertido, yo me reí negando, pasé un brazo por los hombros de Jihyun y lo conduje a la barra, los tres pedimos algo simple y suave para comenzar.
—Jihyun, quédate donde te podamos ver.
—Sí, hyung, lo prometo, mis compañeros me mandaron un mensaje, están cerca de los baños, ¿dónde están? —Suspiré y le indiqué.
—Luego te vienes aquí, estaremos bailando.
—Sí, tranquilo, vengo pronto con ellos.
Sanguk me tiró de la mano para irnos a bailar.
—No te preocupes tanto, Jihyun puede cuidarse, aparte, aquí dentro no le pasará nada a menos que se meta en una pelea, Minsoo no lo dejará salir del club si no lo ve con nosotros. —Yo sabía que Minsoo era de confianza y el guardia del lugar, pero aun así es de