Un libro valioso

Por Brenda Peña , Lucero Valle y del

Matemáticas Básicas ha llegado a la biblioteca del señor Mateo sin saber quién es. Otros libros lo acompañarán en la aventura que lo llevará a conocerse a sí mismo y cumplir la misión más importante para un libro: ayudar a los lectores a adquirir los conocimientos que necesitan.

• Idioma: Español
• Editorial: MC Editores
• Fecha de lanzamiento: 1 sept 2021
• ISBN: 9786078786213

Brenda Peña

Brenda Peña nació en 1986 en la Ciudad de México. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Lucero del Valle nació en la 1993 en la Ciudad de México. Estudió Comunicación Social en la Universidad Autónoma Metropolitana.

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Portadilla

Un libro valioso

Idea original: Lucero del Valle

Creadora de contenido: Brenda Peña

Edición: Magaly García Peña

Ilustraciones: José de Santiago Torices Montero

Diseño: Edith Ramírez Guadarrama y Alejandra Jardón Aguillón

Corrección: Yaremi Flores González

DR © 2016

MÉNDEZ CORTÉS EDITORES, S.A. DE C.V.

Tenayuca 152, Col. Letrán Valle, C.P. 03650

Benito Juárez, Ciudad de México

www.mc-editores.com.mx

PRIMERA EDICIÓN: NOVIEMBRE, 2016

ISBN: 978-607-8786-21-3

Las características editoriales y de contenido de esta obra son propiedad de Méndez Cortés Editores, S.A. de C.V., y queda prohibida la reproducción parcial o total, distribución, comunicación pública y transformación por cualquier medio mecánico, electrónico o digital sin la autorización por escrito de la editorial.

I

El señor Mateo encontró frente a la puerta de la biblioteca una pequeña caja con libros que el vecino, que trabajaba en una imprenta reconocida, donó para incrementar el acervo. El bibliotecario se sentía feliz de saber que poco a poco los vecinos se interesaban más en donar libros.

Cuando el señor Mateo abrió la caja, encontró dos libros para niños. Después de sacarlos, les quitó el delgado plástico con el que estaban forrados y, como hacía con cada ejemplar que llegaba a la biblioteca, dedicó el resto de la tarde a revisar con detenimiento sus contenidos.

Al terminar de hacerlo, sonrió convencido de que los niños de la colonia disfrutarían mucho de esas dos nuevas adquisiciones. Sin que la sonrisa abandonara sus labios, pegó a cada ejemplar su correspondiente hoja de sellos de préstamo en la última de sus páginas.

Después abrazó ambos libros y se dirigió con paso lento hacia los dos únicos libreros; los colocó en el de la izquierda, uno en la quinta repisa y otro en la segunda.

Después, el señor Mateo encendió una vieja lámpara de piso, se